viernes, 7 de agosto de 2020

Capítulo 18 || Doble o nada

 Soltando el cuchillo, Ralph se desplomó hacia atrás con el cuchillo aún clavado mientras que Loreen lo miraba desangrarse recuperando el aliento.

- Esto no estaba en los planes,-dijo Loreen-, pero no podía perder esta oportunidad, Ralph. Espero que lo entiendas… Ya sólo quedan dos. 

 Ese mismo día, ya al atardecer, Arnold fue hacia la casa de Ralph para contarle lo de la explosión que había matado a Robin. ¿Habría sido un accidente? Se preguntaba mientras entraba en la casa.

 Llamando a Ralph, nadie le contestó y Arnold se extrañó porque las luces estaban encendidas. Como sabía que Josh también estaba por allí, lo llamó a él sin éxito. Bastante mosqueado ya, Arnold comenzó a buscar habitación por habitación hasta que descubrió el cuerpo sin vida de Josh en la buhardilla y, corriendo escaleras abajo, siguió buscando a Ralph hasta que lo encontró muerto en la cocina rodeado por un charco de sangre y con el filo delantero del cuchillo saliéndole por el pecho.

 Completamente cabreado y aguantando las lágrimas, Arnold llamó a Aarón.

- Aarón, ¿estás bien?

- Sí, ¿por qué?

- Menos mal…

- ¿Qué ocurre?

- Estamos en peligro… Nos están dando caza.

- ¿Cómo?

- No sé, algo hemos debido pasar por alto pero Robin ha muerto en la guarida tras una explosión, me he encontrado a Josh tirado en el suelo y completamente hinchado y a Ralph…

- ¿Ralph ha muerto?

- Sí… Tiene un cuchillo clavado en la espalda.

- Tiene que ser Alí. Ese hijo de puta está acabando con nosotros por lo que le hemos hecho a su hermano. Nos hizo creer que era de los nuestros pero no…

- Alí no sabe con quién se la está jugando. Mañana por la mañana nos vemos junto a la casa de ese bastardo. Y no olvides ser puntual… 

 Marchándose de esa casa, Arnold se emborrachó en un bar hasta altas horas de la noche. Después de que lo echaran de ese sitio, se quedó dormido un par de horas en el suelo junto al bar hasta que los primeros rayos de sol le despertaron y se fue a la casa de Agatha, donde esperó a que llegase Aarón.

 Acercándose a Arnold, Aarón pudo comprobar que no tenía buena cara.

- ¿Estás bien?

- Sí. No te preocupes por mí… Por quien tenemos que preocuparnos es por Alí y su pandilla de inútiles. Escúchame atentamente lo que vamos a hacer…

 Llamando a la puerta, Ekrem entró en la habitación de Agatha.

- Buenos días Agatha, ¿estás lista?

- Buenos días guapo. No, me falta vestirme y arreglarme. No tardo nada…

 Pocos minutos después, Agatha salió de detrás del biombo completamente vestida y arreglada para la ocasión.

- Dime, ¿tienes ganas de ver a tu hermano?-preguntó Agatha-.

- La verdad es que sí. Nunca antes hemos estado tanto tiempo separados.

- Pues no perdamos más tiempo.

 Arnold y Aarón, por su parte, habían saltado la valla y se preparaban para entrar en la casa justo cuando un ruido los frenó.

 Mirando a través de la ventana, Arnold vio cómo Agatha y Ekrem salían de casa.

- Eh, ese hijo de puta de Alí y Agatha se van. Tú encárgate de las chicas y yo seguiré a estos dos, a ver a dónde van,-ordenó Arnold-.

 Saliendo de nuevo, Arnold permaneció escondido mientras veía a Agatha y a Ekrem alejarse.

- Es hora de cobrarme mi venganza…

 Entrando por la puerta de atrás, Aarón vio el salón y recordó todas las veces que se había reunido con Ralph, Josh, Robin… Y ahora todos estaban muertos. A cada recuerdo, más se enfadaba Aarón y, estando de esa forma, subió al piso de arriba.

 Entrando en el dormitorio de Loreen y Emel, las pilló dormidas y, sonriendo satisfecho, gritó para despertarlas.

- ¡Loreen! ¡Emel!

 Dando un bote en la cama, cuando ambas chicas vieron a Aarón allí se levantaron y se agarraron asustadas mientras que Aarón sonreía.

- Vaya, qué tiernas… ¿Os creéis que así agarradas estaréis más a salvo?

- ¿Qué haces aquí?-preguntó Loreen-.

- Déjame pensar… Han muerto Robin, Josh y Ralph misteriosamente justo después de que yo matase a Ekrem.

- ¿Fuiste tú?-preguntó Loreen-.

- Sí. Yo lo hice y lo volvería a hacer de nuevo.

- Pues yo fui quien maté a Ralph,-confesó Loreen-. Deja que se marche Emel.

 Ambas chicas se mantenían serias mientras que Aarón continuaba con ese juego macabro del despiste sobre cómo iba a actuar con ellas en adelante.

- No cielo,-dijo Aarón-. Aquí vais a morir todas pero, estaba pensando… ¿De qué forma lo haré? Puedo follarme a Emel y grabarlo para mandárselo a Alí antes de que Arnold acabe con él o… matarla y luego follarme a Loreen. Vaya, menuda decisión más difícil…

 Mientras Aarón pensaba en voz alta, la puerta del dormitorio se abrió lentamente y unos suaves pasos comenzaron a adentrarse en la habitación mientras que las chicas intentaban mantener la compostura.

 Por culpa de la madera, el suelo crujió y Aarón se dio la vuelta, mirando cara a cara a quien acababa de entrar.

- Tú…-dijo Aarón-. ¿Qué haces con eso?-preguntó señalando la pistola que tenía en la mano esa misteriosa persona-. No te tengo miedo…

- Pues deberías tenerlo.

 Alzando sus brazos, la persona que sujetaba la pistola la cargó y apuntó directamente a Aarón, quien borró su estúpida sonrisa al ver que iba en serio.

- Baja el arma,-dijo Aarón-. Baja el arma y te prometo que te mataré sin hacerte daño.

- No estás en condiciones de prometer nada.

- ¡Baja el arma!-dijo Aarón dando un paso rápido hacia delante-.

 Apretando el gatillo, el fuerte ruido del disparo dejó sordos a todos los que estaban en la habitación, provocando que se tapasen los oídos y cerrasen sus ojos.

 Escasos segundos después, Aarón cayó al suelo golpeándose la cabeza con la cama de Emel y quedándose su cuerpo tendido sobre la alfombra.

 Aarón había recibido un disparo certero en la cabeza, muriendo en el acto. La amenaza acababa de ser reducida y sólo quedaba uno vivo: Arnold. Pero… ¿quién había matado a Aarón?

 Sorprendentemente, Violet era quien sujetaba la pistola y la que había apretado el gatillo. Tanto Emel como Loreen permanecían inmóviles y sorprendidas por lo que acababan de presenciar.

 Reaccionando también, Violet miró a Aarón y sintió unas náuseas.

- Creo que voy a vomitar…

 Acercándose lentamente, Loreen le preguntó a su hermana cómo se encontraba.

- ¿Estás bien, Violet?

- Sí…

- Nos has salvado la vida,-dijo Emel-.

 Pasando por encima de Aarón, Loreen avanzó hasta abrazar a su hermana pequeña. Desde que tenía memoria la relación entre ambas no había sido la idónea, pero desde un tiempo a esta parte mejoró y, desde ahora, Loreen se había propuesto que entre ellas la relación fuera la mejor posible.

- Muchas gracias Violet. Me has salvado la vida…

- Eres mi hermana, Loreen. Nunca permitiría que te pasase nada malo.

 Cuando Loreen se separó de su hermana, Emel se acercó y abrazó también a Violet.

- Muchísimas gracias por salvarme la vida. Por un momento creí que moriría hoy…

- Y yo… No estaba segura de que pudiera salvaros de Aarón.

- Pero lo has hecho y nos has salvado.

 Con mucha intriga, Loreen intervino.

- Violet, ¿se puede saber de dónde cojones has sacado esa pistola? ¿Eres una especie de agente encubierta o algo así?

 Riéndose tras la ocurrencia de Loreen, Violet procedió a contar la verdad.

- Cuando escuché la voz de Aarón despertándoos, comencé a pensar en alguna forma para poder salvaros y, de repente, me acordé de que un día pillé a Ralph escondiendo esta pistola en su mesita de noche tras una fiesta.

- ¿Lo estuviste espiando?-preguntó Loreen-.

- No, él estaba borracho como una cuba y se iba a dormir mientras que yo me acababa de despertar para ir al instituto. Nos cruzamos y lo vi escondiendo la pistola, así que me acordé de ella y fui a buscarla.

 A todo esto, Arnold había seguido a Agatha y a Ekrem hasta la cabaña donde tenían a Alí, pero eso él no lo sabía…

- ¿Qué estarán tramando estos dos?-pensaba Arnold-.

CONTINUARÁ…


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