miércoles, 30 de septiembre de 2020

Capítulo 1 || Doble o nada (Temporada 3)

 Desde que Gloria recogiera a Logan cuando descubrió quién era su verdadero padre, la relación mejoró un poco entre madre e hijo porque Gloria le puso más empeño en ser clara y concisa tal y como le había recomendado hacer Alí. Quién le iba a decir a ella que, Alí que fue su cliente, le daría consejos terapéuticos a ella años después.


 Por su parte, Logan estaba enfrascado ultimando todos los preparativos porque ese mismo día le tocaba irse a la universidad. Tras terminar los exámenes y solicitar plaza en la universidad que él quería, fue aceptado y desde ese momento pasó a formar parte de los alumnos de primer curso de Psicología.


 Gloria había intentado hablar con Eliseo, pero éste se negó una y otra vez hasta que un día le pidió el divorcio. No aguantaba más esa situación y él no soportaba seguir casado con una mujer tan mentirosa. Por mucho que ella le repetía que estaba cambiando, él ya no la creía y, cuando obtuvo lo que quería, Eliseo se marchó para siempre sin mirar hacia atrás.


 Bajando a la cocina, Logan vio a su madre lavando unos cubiertos.

- Buenos días mamá.

- Hola hijo, ¿cómo está mi universitario favorito?

- Nervioso, a decir verdad.

- Ay, me da tanta pena que te vayas…

- Es ley de vida que antes o después llegara este momento.


 Sonando el timbre, Logan fue a abrir.

- Ese debe ser tu padre,-dijo Gloria-.

- Seguramente.


 Al abrir la puerta, Logan se encontró con su padre y, automáticamente, sonrió.

- Hola papá, gracias por venir.

- Muy buenas hijo. No me perdería este día por nada del mundo.


 Acercándose a él, Alí abrazó con fuerza a Logan. Desde el día que ambos descubrieron sus lazos familiares, la relación continuó de forma que se visitaban mutuamente y Logan pudo conocer al resto de su familia paterna, como sus tíos Ekrem y Emel con sus respectivos hijos.


 Entrando en casa, Logan se dirigió hacia el piso de arriba.

- Bajo la maleta y enseguida nos vamos, papá,-dijo el chico-.

- Estupendo, yo te espero aquí,-dijo Alí-.

- Buenos días Alí,-saludó Gloria-.


 Alí miró a Gloria y le devolvió el saludo.

- Hola Gloria, ¿qué tal?

- Bien pero triste porque Logan se nos marcha. Parece mentira que tenga ya 18 años…

- Y que lo digas, se me ha hecho muy corto este verano, pero bueno, ¿cómo te va?

- Bueno, en el trabajo bien así que no me quejo pero en la parte personal… Se podría mejorar.

- ¿Sabes algo de Eliseo?-preguntó Alí-.

- No. Desde que firmamos el divorcio se marchó y nunca me ha devuelto los mensajes ni las llamadas. Parece que todos los que se acercan a mí desaparecen…


 Queriendo animar a Gloria, Alí negó con la cabeza.

- No digas eso porque no es verdad.

- No me mientas Alí. Primero desapareciste tú por culpa de mi miedo, luego desaparece Eliseo por culpa de mis mentiras y ahora se marcha nuestro hijo a la universidad… ¿Qué pasa conmigo?

- Contigo no pasa nada. Todos hemos tomado decisiones mejores y peores en nuestra vida, ¿o no te acuerdas de lo que yo llegue a hacer?

- Sí, me acuerdo.

- Pues por eso te digo, tenemos que aprender de los malos momentos y enfrentarnos a lo que nos venga.


 Mientras que Alí y Gloria charlaban, Logan comenzó a bajar las escaleras cargando la maleta y, parándose un momento, se quedó observándolos. Cómo le gustaría verlos juntos y felices porque, como la propia Gloria le había confesado, seguía queriendo a Alí, pero ella comprendía que él estaba felizmente casado con Megan y que no la iba a abandonar todo por estar con Gloria.


 Carraspeando, Logan bajó las escaleras y avisó de que ya estaba listo. Tras despedirse de su madre, Logan se montó en el coche con Alí y éste lo llevó hasta el campus universitario.


 Una vez que llegaron allí, Alí le dijo a su hijo que se bajase del coche mientras él buscaba aparcamiento y que así fuera entrando en la residencia. Al ver la amplitud de todo aquello y la arquitectura tan moderna que tenían, supo en su interior que la universidad iba a ser una etapa muy importante en su vida.


 Cuando entró, lo primero que vio fue a una chica viendo la tele a la que saludó pero que lo ignoró completamente. Encogiéndose de hombros, Logan comenzó a mirar las habitaciones para ver cual de todas ellas tenía una cama libre.


 En la segunda habitación en la que entró vio, además de frente, a tres personas manteniendo sexo desenfrenado y, sonriendo como un tonto, Logan se dio la vuelta certificando que, efectivamente, estaba en la universidad porque sólo cosas de esas podían pasar allí.


 Finalmente, Logan encontró una habitación que estaba libre y decidió quedarse allí.

- Este será mi cuarto y de las dos camas… me quedaré con la que tiene la colcha morada, así puedo mirar por la ventana mientras me quedo dormido por las noches.


 Pese a que era una residencia mixta, en ese sitio había muchas más mujeres que hombres y, para qué lo iba a negar, Logan estaba encantado porque era un chico soltero y sin compromiso ninguno.


 Pocos minutos después, Alí subió y saludó a su hijo.

- Hola, ya estoy aquí.

- Has encontrado aparcamiento rápido, ¿no?

- Sí, hay un parking privado para los estudiantes y familiares, así que me ha venido de lujo. No me esperaba que este sitio fuese tan moderno… Mierda, ahora sí que parezco un viejo con ese comentario que acabo de hacer.

- Anda ya, qué viejo ni viejo papá. Este sitio es la leche, si hasta yo he flipado cuando lo he visto, al igual que también me he fijado que hay más chicas que chicos, por lo que es una gran noticia.


 Mirando a su hijo sospechosamente, Alí le dio un consejo.

- A ver lo que me haces Logan, no olvides que tu padre es policía ¿eh? Cuidado con tus actos y piensa siempre antes de actuar, sobre todo con las mujeres.

- ¿Por qué sobre todo con las mujeres?

- Porque si no tienes cuidado te puede pasar como a mí, que tu madre y yo nos acostamos una vez y mírate donde estás ahora…

- Cierto, ahí tienes toda la razón.


 Volviéndose a quedar pensativo, Logan se imaginó lo que habría pasado si su madre, en lugar de marcharse, se hubiera quedado con su padre.

- Logan, ¡Logan!

- Sí, sí, perdona papá.

- Hijo, ¿dónde estabas?

- En mi mundo…

- Pues vuelve a este un momento. Te decía que si ya has escogido habitación.

- Ah sí, mira ven.


 Llevándolo hasta su habitación, allí Logan saludó a su compañero y se sentó frente a uno de los escritorios.

- Aquí será donde haga los deberes y estudie.

- Pues mira, la habitación no está nada mal y, menudas vistas tienes.

- Por eso he escogido la cama junto a la ventana. La verdad es que el sitio es precioso.


 Saliendo de la habitación para dejarle intimidad a su compañero, Logan trajo consigo uno de los libros que tendría que estudiar durante ese semestre.

- ¿De qué asignatura es?-preguntó Alí-.

- Introducción a la mente humana.

- Oye, pues suena interesante, la verdad.

- Espero que no se me atraviese ninguna asignatura.

- Estoy convencido de que no, eres un chico listo.


 Abrazándose a Logan, Alí comenzó a despedirse de su hijo.

- Te voy a echar mucho de menos hijo.

- Y yo a ti, papá.

- Y recuerda lo que te he dicho antes, ten la cabeza siempre en tu sitio y recuerda que primero son los estudios y luego todo lo demás.

- Lo sé, gracias papá. ¿Te podría pedir un favor?

- El que sea.

- Cuida a mamá, ¿vale? No te estoy diciendo que estés todos los días en casa, pero sí que la llames de vez en cuando, que vaya a tu casa si queréis… Se siente muy sola y desde que Eliseo se divorció lo está pasando mal.

- Trato hecho Logan. Y que sepas que estoy muy orgulloso de ti.


 Cuando Alí se marchó, Logan entró en su cuarto y comenzó a echarle un vistazo al libro, subrayando ciertas partes que le parecían curiosas y así le sonarían ciertos conceptos cuando fuera a clase.


 Estando en esas, una de las chicas de allí se acercó a saludarlo.

- Ey, tú debes ser nuevo, ¿no?

- Sí, me llamo Logan.

- Encantado de conocerte Logan, yo me llamo Haley. Y bien, ¿qué carrera te ha traído hasta este maravilloso campus?

- Psicología.

- Uh, pues entonces tendré cuidado, no vaya a ser que me psicoanalices jajaja.

- Tranquila, estás a salvo, ¿tú qué estudias?

- Magisterio.


 Su compañero de habitación quiso acercarse y unirse a la conversación, pero Haley no le hizo ni caso y el muchacho se sintió decepcionado. Él llevaba tres años en la universidad y nunca ninguna chica se le había acercado de esa forma, ¿por qué a Logan sí?


 Queriendo un poquito de más tranquilidad, Logan se salió al salón común y comenzó a ojear el libro anterior mientras que deseaba que esta nueva etapa que se le presentaba le fuera genial y no tuviera demasiados problemas que afrontar.


 Notando cierto movimiento a su alrededor, Logan alzó la vista y vio que habían colocado unos platos en la mesa y que una chica se acababa de servir uno. Sintiendo en ese momento una punzada en el estómago, Logan se dio cuenta de que tenía hambre.


 Pero antes de dejar el libro, Logan siguió leyendo un momento justo cuando la muchacha se dirigió a él.

- Tú, el pelirrojo.

- Ah sí, dime.

- ¿No comes?

- Sí, ahora voy.


 Soltando el libro, Logan se sirvió un plato y se sentó junto a la muchacha.

- Soy Julia, encantada.

- Yo soy Logan, lo mismo digo. ¿Eres nueva en el campus?

- Sí, vine hace un par de días. Tú también eres nuevo aquí, ¿no?

- Sí, acabo de llegar hace un rato. Vaya, de hecho mi padre se ha ido hace un momento. ¿Y qué estudias aquí?

- Ciencias informáticas, ¿y tú?

- Psicología.

- Qué guay. A mí el tema del cerebro y del comportamiento humano me fascina, es uno de mis aficiones la verdad. Soy de las que se pasa horas viendo documentales del tema jajaja.

- ¿De verdad? Nunca conocí a nadie que le interesasen los mismos temas que a mí.



CONTINUARÁ…


lunes, 28 de septiembre de 2020

Capítulo 24 || Doble o nada (Temporada 2)

 Entrando en el cuarto, Judith pilló a sus padres bastante acaramelados pero estando todavía en perfectas condiciones.

- Papá, te buscan.

- Judith, ¿cuántas veces te hemos dicho mamá y yo que antes de entrar tienes que llamar a la puerta?

- Vale, perdón.

- Dime, ¿quién me busca?

- No sé, es un chico que dice que se llama Logan y que es el hijo de Gloria… ¿Quién es papá?


 Logan acababa de tener una fuerte discusión con su madre en la que Alí fue nombrado. El joven muchacho se sentía confuso porque Eliseo le decía una cosa y Gloria otra, así que alguno de los dos mentía y Logan quería averiguarlo por sus propios medios.


 En cuanto Alí escuchó el nombre de Logan, se levantó tan rápido que parecía un resorte.

- Voy ahora mismo Judith.

- ¿Quién es ese chico papá?

- Un amigo.


 Saliendo del cuarto, Alí mandó al salón a su hija.

- Sigue viendo La Patrulla Canina cariño.

- Vale papá…


 Alí miró al muchacho y, tras respirar hondo, se sentó a su lado y un silencio incómodo se hizo presente durante un par de minutos. Allí nadie decía nada y el ambiente era de lo más pesado.


 Echándole valor, Alí fue el encargado de romper el hielo.

- Bueno Logan, tú dirás…

- Lo primero que quiero hacer es pedir perdón por las horas y por presentarme sin avisar.

- No pasa nada.

- Lo segundo que quiero hacer es hacerte una pregunta porque entre mi padre y mi madre me tienen hecho un lío y no sé a quién creer.

- ¿Qué es lo que ocurre?-quiso saber Alí-.


 Sonriendo un momento, Logan comenzó a relatar lo sucedido.

- Mis padres llevan desde que tengo uso de razón con ganas de darme un hermano o una hermana, pero nunca han podido. Sin embargo, hace unas semanas mi padre fue a una clínica a hacerse un análisis para averiguar a qué se debía porque aún están en edad de ser padres de nuevo y justamente ayer le dieron los resultados y le han dicho que es estéril.

- ¿Cómo? Pero, si es tu padre.

- Eso dice mi madre, porque el informe decía que tenía… Ay, no sé, un nombre raro, pero que básicamente un huevo no le bajó y el otro sí o algo de eso. Total, que le ha comenzado a pedir explicaciones a mi madre y saliste tú en la conversación de repente.

- ¿Yo? ¿A cuento de qué?


 Tras hacer una pequeña pausa, Logan continuó con la historia.

- Resulta que mi padre comenzó a acusar a mi madre que desde que tú apareciste hace unos años, ella se volvió más fría y distante con él y que la notaba diferente, que ya no era la misma. Mamá obviamente lo ha negado rotundamente y entonces fue cuando mi padre le preguntó que por qué tú le habías dicho a mi madre si yo era tu hijo.

- Coño… Joder, perdón. Ay, mejor me callo, sigue. ¿Y qué dijo tu madre?

- Pues que estabas loco, que nunca hubo nada entre vosotros y que eran imaginaciones tuyas, pero entonces mi padre se calló, recogió sus cosas y se fue de casa.


 La cara de asombro de Alí era impresionante mientras que Logan seguía relatando los sucesos.

- Mamá, ¿puedo pasar?

- Sí hijo,-dijo Gloria limpiándose las lágrimas-.

- ¿Qué pasa entre papá y tú?

- No lo sé, ha vuelto de la clínica de hacerse unas pruebas y allí le han dicho que es estéril y que no puede tener hijos por un tema biológico y ha venido a pedirme explicaciones y yo le he dicho que se habrán equivocado pero no me ha creído.


 A Logan también le resultaba muy sospechosa esa respuesta de su madre.

- Es que es normal que no te crea. Si en una clínica privada le dicen que es estéril justo cuando tiene un hijo de 17 años… Algo falla ahí mamá.

- Claro, la prueba es lo que falla. Es lo que le he dicho a tu padre pero no me ha creído.

- ¿Y entonces quién cojones es ese tal Alí?

- Nadie,-dijo cerrándose en banda-.

- ¿Estás segura?

- Segurísima, ahora vete a estudiar a tu cuarto.


 Con bastante resignación, Logan iba a hacerle caso a su madre cuando, por primera vez, se plantó.

- No mamá. A mí no me vas a quitar de en medio cuando las cosas no te interesan.

- ¡Logan! Escúchame una cosa jovencito…

- No mamá, escúchame tú,-dijo el muchacho interrumpiendo a su madre-. Papá se ha ido, se ha largado y ya no está, ahora me mandas a mi cuarto… ¿No te das cuenta que te estás quedando sola? ¡Cuéntame la verdad de una puta vez!

- ¡Está bien! Te lo diré…


 Tras decirle a Alí lo que su madre le había contado, Logan se quedó esperando una respuesta.

- A ver, recapitulemos porque no me he enterado bien,-dijo Alí-. Tu madre te contó que tuvimos un lío y que nos acostamos una vez, hasta ahí voy bien, ¿no?

- Sí.

- Y luego te dijo que cuando rechazó irse conmigo, al poco tiempo se dio cuenta de que estaba embarazada y, para no tenerte sola porque tenía miedo, comenzó a salir con Eliseo porque tu madre sabía que él estaba enamorado de ella, ¿correcto?

- Exacto.

- Y entonces le cargó a Eliseo “el muerto”, permíteme la expresión Logan, y cuando naciste, tu madre le dijo al pobre muchacho que eras sietemesino.

- Lo has clavado.

- Joder… Menudo culebrón.

- Entonces, lo que yo quiero saber es: ¿te acostaste con mi madre y puede ser que seas mi padre?

- Sí.


 Sin pensárselo más, Logan abrazó con fuerza a Alí.

- Papá, al fin alguien me dice la verdad, ¿es tan complicado?

- Ay Logan, hijo mio… ¿Te acuerdas que tú y yo nos conocimos hace años?

- ¿Sí? ¿Cuándo?

- Hace 11 años sin mal no recuerdo, os estabais yendo del antiguo despacho de tu madre.

- Joder sí, tienes razón.

- Pues cuando te vi, algo se movió dentro de mí y tuve el palpito de que eras hijo mío.

- ¿Por qué?

- No sé, será porque eres pelirrojo y,-dijo Alí mirando cerca los ojos del muchacho-, tienes el mismo color de ojos que mi madre.


 Saliendo en ese momento de la habitación, Megan preguntó qué ocurría.

- Ay, te presento. Logan, esta es Megan, mi esposa. Cariño, este es Logan, mi hijo…

- ¿Tu hijo?

- Hola…-saludó el muchacho tímidamente-.


 Mientras Megan y Logan hablaban, Alí corrió hacia el salón para avisar a las niñas.

- Martina, Judith, venid conmigo un momento.

- Pero papá, están echando La Patrulla Canina,-dijo una de ellas-.

- Eso es más interesante que eso,-dijo Alí apagando la tele-. Vamos.


 Saliendo del salón, Alí colocó a sus niñas delante suya y se las presentó a Logan.

- Estas princesas de aquí son Martina, que es la del pelo más corto y Judith. Chicas, este es Logan, vuestro hermano mayor.

- ¿Hermano mayor?-preguntó Judith-. Pero si le acabo de abrir la puerta papá.

- Lo sé, os lo explicaré luego.

- Mamá, ¿también es tu hijo?-quiso saber Martina-.

- No, es hijo de papá con otra mujer, mucho antes de estar conmigo.

- Ah vale.


 Judith fue la primera en acercarse a Logan y darle un abrazo.

- Siempre quise tener un hermanito y ahora tengo uno y bien grande.

- Jajaja, lo mismo digo. Siempre quise tener una hermana y ahora resulta que tengo dos y son gemelas.

- Viene de familia,-dijo Alí-. Yo tengo un gemelo también.


 Luego Martina fue la que se abrazó a su hermano mayor, qué bien sonaba esa palabra para las pequeñas.

- ¿Sabes que yo me llamo Martina igual que la mamá de mi papá?

- ¿De verdad?

- Sí y tú eres pelirrojo igual que ella, ¿verdad papá?

- Sí Martina,-contestó Alí-.


 Mirándose entre ellos, Megan le dio a Alí la enhorabuena haciendo un gesto con la mano y luego ella le hizo una pregunta Logan.

- ¿Quieres quedarte a dormir?

- Oh bueno, no quisiera molestar…

- No es molestia para nosotros, ¿verdad Alí?

- No para nada, pero cariño, ¿dónde se va a quedar?-preguntó Alí sin tener ni idea-.

- Tenemos una opción,-le dijo Megan a Alí-, una de las niñas duerme conmigo en la cama de matrimonio, Logan en la cama de la niña y tú en el sofá.

- ¿Y por qué no duermo directamente en el sofá?-dijo Logan-. A mí no me importa dormir allí.


 Aceptando, Logan cenó con toda la familia reunida y, tras eso, Megan fue a acostar a las pequeñas después de despedirse de su hermano mientras que Alí le dejaba un pijama a su hijo.

- ¿Seguro que estarás bien?-quiso saber Alí-.

- Sí, de verdad, no te preocupes papá.

- Vale… Oye hijo, una pregunta, ¿no se te hace raro llamarme papá después de 17 años llamando así a Eliseo?

- Y tanto que sí, pero es que mi padre eres tú, no él.

- ¿Le vas a decir la verdad?

- Sí, mañana le llamaré. Ahora es tarde.

- También deberías llamar a tu madre, estará muy preocupada por ti, Logan.


 Sonando el timbre de la puerta, Megan salió de su dormitorio extrañada porque eran casi las once de la noche y no eran horas de visita.


 Abriendo la puerta, Megan vio a una mujer rubia con cara de preocupación e instintivamente se imaginó quién podía ser.

- Buenas noches, ¿qué desea?-dijo Megan-.

- Buenas noches y disculpe por las horas, pero estoy buscando a mi hijo Logan, ¿está aquí?

- Sí, vino hace unas horas.

- Ay, gracias a Dios. Soy Gloria, su madre.

- Un momento.


 Dejando a Gloria en la puerta, Megan fue a avisar al muchacho justo cuando se encontró a Alí de frente.

- Coño Alí, qué susto. No te esperaba tan cerca.

- ¿Quién es? He escuchado el timbre.

- A que no lo adivinas…

- No jodas, ¿Gloria?

- ¡Bingo!

- Déjame, voy a hablar con ella…


 Saliendo a la puerta, Alí miró con extrema dureza a Gloria.

- ¿Qué haces aquí?

- ¿Está Logan?

- Ya te ha dicho mi esposa que sí.

- Es que antes hemos discutido y salió de casa y lo he estado buscando por todas partes hasta que imaginé que te habría buscado.

- Lo sé, me lo ha contado.

- ¿Y qué te ha dicho exactamente?


 Sonriendo por un momento, Alí volvió a ponerse serio y le contestó a Gloria con otra pregunta.

- ¿Y a qué viene ese profundo interés por el padre de tu único hijo, Gloria? Mira, te voy a hacer la misma pregunta que Logan me hizo antes: ¿es tan complicado decir la verdad? Hace 11 años te lo pregunté y me dijiste que no, me mentiste a la cara al igual que has estado mintiendo durante 17 años al pobre Eliseo. ¿Y a qué venía decirle que el hijo era suyo cuando tú sabías claramente que no? ¿Por qué has jugado así con la vida de los demás? Ahora Eliseo se ha marchado, Logan se escapa de casa… ¿No te das cuenta lo que han provocado tus mentiras?


 La expresión de Gloria era cada vez más y más triste conforme Alí iba hablando.

- ¡Tenía miedo! ¿Estás contento?-dijo Gloria-.

- ¡¿Pero miedo a qué, Gloria?!

- Miedo a marcharme contigo y que no encontrase clientela en la nueva ciudad, miedo a dejarme llevar por lo que sentía por ti y que no resultara, luego tuve miedo de tener al niño sola y por eso me dejé querer por Eliseo, pero también tuve miedo de que me abandonase si le decía la verdad sobre Logan y por eso le mentí… ¡Estaba aterrada! Y lo que es peor, que todo iba bien hasta que apareciste. Creía que te había olvidado y de repente, ¡pam! Te plantas en la puerta de mi antiguo despacho y me tiras todo el castillo de naipes que con tanto esfuerzo había montado.

- Ese es el problema, que te montaste un castillo de naipes y a la primera duda se te vino todo abajo.

- Sí, termina lo que ibas a decir, yo soy una mala persona porque he mentido y tú eres mejor persona que yo porque tienes una familia y una mujer que te quiere a tu lado, ¿no es así? ¿Es eso? Pues para tu información, te busqué pero no contestaste mis llamadas. Simplemente, desapareciste y con las mismas volviste a aparecer. ¿Dónde coño te metiste?


 Creyendo escuchar la voz de su madre, Logan salió del salón y justo antes de salir, se paró al escuchar a su padre contar algo que le llamó la atención.

- ¡Esa es la razón Gloria!-decía Alí-. Estuve infiltrado en una organización criminal en la que me dispararon y estuve siete años en coma. Por eso aparecí “de repente” tantos años después, porque estuve muerto básicamente. Pero es que ni tú, ni mi propio hermano supo dónde estuve durante todos esos años, Gloria. Nadie. Los únicos que lo sabían eran la policía y Megan, quien también estuvo seis largos años infiltrada, por cierto.


 Pasando junto a Logan, Martina abrió la puerta de la casa y le hizo una pregunta a Alí.

- Papá, ¿por qué estás gritando? Nos has despertado a Judith y a mí.

- Ay, perdona cielo. Ve a dormir, ahora mismo os arropo.

- ¿Quién es esta señora?

- Es la mamá de Logan.

- ¿Y por qué está aquí? No se irá a llevar a nuestro hermano, ¿verdad?

- Sí cariño,-contestó Gloria haciéndole un gesto a Logan para que se acercase-.


 Con gran pesar, Logan salió de la casa de su padre y se colocó tras Gloria. Sabía que era menor de edad todavía y no podía escaparse así porque sí, pero tenía claro que lo primero que haría en cuanto cumpliese la mayoría de edad sería mudarse con su padre.

- Para tu información,-dijo Gloria mirando a Alí-, Logan todavía es menor de edad y está bajo mi custodia.

- Pero ten por seguro que volveré, papá,-sentenció Logan-.

- Ve llamando al ascensor,-dijo Gloria mientras que volvió a mirar a Alí y le dijo algo en voz baja-. Lo siento mucho…

- Ay Gloria, ese chico es muy especial, no lo pierdas como me perdiste a mí,-dijo Alí a modo de consejo-.

- Lo sé,-dijo comenzando a irse-. Una última cosa Alí.

- Dime…

- Te quiero.


¿CONTINUARÁ?