miércoles, 30 de septiembre de 2020

Capítulo 1 || Doble o nada (Temporada 3)

 Desde que Gloria recogiera a Logan cuando descubrió quién era su verdadero padre, la relación mejoró un poco entre madre e hijo porque Gloria le puso más empeño en ser clara y concisa tal y como le había recomendado hacer Alí. Quién le iba a decir a ella que, Alí que fue su cliente, le daría consejos terapéuticos a ella años después.


 Por su parte, Logan estaba enfrascado ultimando todos los preparativos porque ese mismo día le tocaba irse a la universidad. Tras terminar los exámenes y solicitar plaza en la universidad que él quería, fue aceptado y desde ese momento pasó a formar parte de los alumnos de primer curso de Psicología.


 Gloria había intentado hablar con Eliseo, pero éste se negó una y otra vez hasta que un día le pidió el divorcio. No aguantaba más esa situación y él no soportaba seguir casado con una mujer tan mentirosa. Por mucho que ella le repetía que estaba cambiando, él ya no la creía y, cuando obtuvo lo que quería, Eliseo se marchó para siempre sin mirar hacia atrás.


 Bajando a la cocina, Logan vio a su madre lavando unos cubiertos.

- Buenos días mamá.

- Hola hijo, ¿cómo está mi universitario favorito?

- Nervioso, a decir verdad.

- Ay, me da tanta pena que te vayas…

- Es ley de vida que antes o después llegara este momento.


 Sonando el timbre, Logan fue a abrir.

- Ese debe ser tu padre,-dijo Gloria-.

- Seguramente.


 Al abrir la puerta, Logan se encontró con su padre y, automáticamente, sonrió.

- Hola papá, gracias por venir.

- Muy buenas hijo. No me perdería este día por nada del mundo.


 Acercándose a él, Alí abrazó con fuerza a Logan. Desde el día que ambos descubrieron sus lazos familiares, la relación continuó de forma que se visitaban mutuamente y Logan pudo conocer al resto de su familia paterna, como sus tíos Ekrem y Emel con sus respectivos hijos.


 Entrando en casa, Logan se dirigió hacia el piso de arriba.

- Bajo la maleta y enseguida nos vamos, papá,-dijo el chico-.

- Estupendo, yo te espero aquí,-dijo Alí-.

- Buenos días Alí,-saludó Gloria-.


 Alí miró a Gloria y le devolvió el saludo.

- Hola Gloria, ¿qué tal?

- Bien pero triste porque Logan se nos marcha. Parece mentira que tenga ya 18 años…

- Y que lo digas, se me ha hecho muy corto este verano, pero bueno, ¿cómo te va?

- Bueno, en el trabajo bien así que no me quejo pero en la parte personal… Se podría mejorar.

- ¿Sabes algo de Eliseo?-preguntó Alí-.

- No. Desde que firmamos el divorcio se marchó y nunca me ha devuelto los mensajes ni las llamadas. Parece que todos los que se acercan a mí desaparecen…


 Queriendo animar a Gloria, Alí negó con la cabeza.

- No digas eso porque no es verdad.

- No me mientas Alí. Primero desapareciste tú por culpa de mi miedo, luego desaparece Eliseo por culpa de mis mentiras y ahora se marcha nuestro hijo a la universidad… ¿Qué pasa conmigo?

- Contigo no pasa nada. Todos hemos tomado decisiones mejores y peores en nuestra vida, ¿o no te acuerdas de lo que yo llegue a hacer?

- Sí, me acuerdo.

- Pues por eso te digo, tenemos que aprender de los malos momentos y enfrentarnos a lo que nos venga.


 Mientras que Alí y Gloria charlaban, Logan comenzó a bajar las escaleras cargando la maleta y, parándose un momento, se quedó observándolos. Cómo le gustaría verlos juntos y felices porque, como la propia Gloria le había confesado, seguía queriendo a Alí, pero ella comprendía que él estaba felizmente casado con Megan y que no la iba a abandonar todo por estar con Gloria.


 Carraspeando, Logan bajó las escaleras y avisó de que ya estaba listo. Tras despedirse de su madre, Logan se montó en el coche con Alí y éste lo llevó hasta el campus universitario.


 Una vez que llegaron allí, Alí le dijo a su hijo que se bajase del coche mientras él buscaba aparcamiento y que así fuera entrando en la residencia. Al ver la amplitud de todo aquello y la arquitectura tan moderna que tenían, supo en su interior que la universidad iba a ser una etapa muy importante en su vida.


 Cuando entró, lo primero que vio fue a una chica viendo la tele a la que saludó pero que lo ignoró completamente. Encogiéndose de hombros, Logan comenzó a mirar las habitaciones para ver cual de todas ellas tenía una cama libre.


 En la segunda habitación en la que entró vio, además de frente, a tres personas manteniendo sexo desenfrenado y, sonriendo como un tonto, Logan se dio la vuelta certificando que, efectivamente, estaba en la universidad porque sólo cosas de esas podían pasar allí.


 Finalmente, Logan encontró una habitación que estaba libre y decidió quedarse allí.

- Este será mi cuarto y de las dos camas… me quedaré con la que tiene la colcha morada, así puedo mirar por la ventana mientras me quedo dormido por las noches.


 Pese a que era una residencia mixta, en ese sitio había muchas más mujeres que hombres y, para qué lo iba a negar, Logan estaba encantado porque era un chico soltero y sin compromiso ninguno.


 Pocos minutos después, Alí subió y saludó a su hijo.

- Hola, ya estoy aquí.

- Has encontrado aparcamiento rápido, ¿no?

- Sí, hay un parking privado para los estudiantes y familiares, así que me ha venido de lujo. No me esperaba que este sitio fuese tan moderno… Mierda, ahora sí que parezco un viejo con ese comentario que acabo de hacer.

- Anda ya, qué viejo ni viejo papá. Este sitio es la leche, si hasta yo he flipado cuando lo he visto, al igual que también me he fijado que hay más chicas que chicos, por lo que es una gran noticia.


 Mirando a su hijo sospechosamente, Alí le dio un consejo.

- A ver lo que me haces Logan, no olvides que tu padre es policía ¿eh? Cuidado con tus actos y piensa siempre antes de actuar, sobre todo con las mujeres.

- ¿Por qué sobre todo con las mujeres?

- Porque si no tienes cuidado te puede pasar como a mí, que tu madre y yo nos acostamos una vez y mírate donde estás ahora…

- Cierto, ahí tienes toda la razón.


 Volviéndose a quedar pensativo, Logan se imaginó lo que habría pasado si su madre, en lugar de marcharse, se hubiera quedado con su padre.

- Logan, ¡Logan!

- Sí, sí, perdona papá.

- Hijo, ¿dónde estabas?

- En mi mundo…

- Pues vuelve a este un momento. Te decía que si ya has escogido habitación.

- Ah sí, mira ven.


 Llevándolo hasta su habitación, allí Logan saludó a su compañero y se sentó frente a uno de los escritorios.

- Aquí será donde haga los deberes y estudie.

- Pues mira, la habitación no está nada mal y, menudas vistas tienes.

- Por eso he escogido la cama junto a la ventana. La verdad es que el sitio es precioso.


 Saliendo de la habitación para dejarle intimidad a su compañero, Logan trajo consigo uno de los libros que tendría que estudiar durante ese semestre.

- ¿De qué asignatura es?-preguntó Alí-.

- Introducción a la mente humana.

- Oye, pues suena interesante, la verdad.

- Espero que no se me atraviese ninguna asignatura.

- Estoy convencido de que no, eres un chico listo.


 Abrazándose a Logan, Alí comenzó a despedirse de su hijo.

- Te voy a echar mucho de menos hijo.

- Y yo a ti, papá.

- Y recuerda lo que te he dicho antes, ten la cabeza siempre en tu sitio y recuerda que primero son los estudios y luego todo lo demás.

- Lo sé, gracias papá. ¿Te podría pedir un favor?

- El que sea.

- Cuida a mamá, ¿vale? No te estoy diciendo que estés todos los días en casa, pero sí que la llames de vez en cuando, que vaya a tu casa si queréis… Se siente muy sola y desde que Eliseo se divorció lo está pasando mal.

- Trato hecho Logan. Y que sepas que estoy muy orgulloso de ti.


 Cuando Alí se marchó, Logan entró en su cuarto y comenzó a echarle un vistazo al libro, subrayando ciertas partes que le parecían curiosas y así le sonarían ciertos conceptos cuando fuera a clase.


 Estando en esas, una de las chicas de allí se acercó a saludarlo.

- Ey, tú debes ser nuevo, ¿no?

- Sí, me llamo Logan.

- Encantado de conocerte Logan, yo me llamo Haley. Y bien, ¿qué carrera te ha traído hasta este maravilloso campus?

- Psicología.

- Uh, pues entonces tendré cuidado, no vaya a ser que me psicoanalices jajaja.

- Tranquila, estás a salvo, ¿tú qué estudias?

- Magisterio.


 Su compañero de habitación quiso acercarse y unirse a la conversación, pero Haley no le hizo ni caso y el muchacho se sintió decepcionado. Él llevaba tres años en la universidad y nunca ninguna chica se le había acercado de esa forma, ¿por qué a Logan sí?


 Queriendo un poquito de más tranquilidad, Logan se salió al salón común y comenzó a ojear el libro anterior mientras que deseaba que esta nueva etapa que se le presentaba le fuera genial y no tuviera demasiados problemas que afrontar.


 Notando cierto movimiento a su alrededor, Logan alzó la vista y vio que habían colocado unos platos en la mesa y que una chica se acababa de servir uno. Sintiendo en ese momento una punzada en el estómago, Logan se dio cuenta de que tenía hambre.


 Pero antes de dejar el libro, Logan siguió leyendo un momento justo cuando la muchacha se dirigió a él.

- Tú, el pelirrojo.

- Ah sí, dime.

- ¿No comes?

- Sí, ahora voy.


 Soltando el libro, Logan se sirvió un plato y se sentó junto a la muchacha.

- Soy Julia, encantada.

- Yo soy Logan, lo mismo digo. ¿Eres nueva en el campus?

- Sí, vine hace un par de días. Tú también eres nuevo aquí, ¿no?

- Sí, acabo de llegar hace un rato. Vaya, de hecho mi padre se ha ido hace un momento. ¿Y qué estudias aquí?

- Ciencias informáticas, ¿y tú?

- Psicología.

- Qué guay. A mí el tema del cerebro y del comportamiento humano me fascina, es uno de mis aficiones la verdad. Soy de las que se pasa horas viendo documentales del tema jajaja.

- ¿De verdad? Nunca conocí a nadie que le interesasen los mismos temas que a mí.



CONTINUARÁ…


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