viernes, 25 de septiembre de 2020

Capítulo 22 || Doble o nada (Temporada 2)

 Después de que Jonathan y Emel le contasen la historia entre Ekrem y Violet a Alí, éste creyó que sería buen momento para despedirse de ellos y ver a su hermano después de todos esos años.

- ¿Seguro que estarás bien?-quiso saber Emel-.

- Sí, te lo prometo.

- Aquí tienes un cuarto para ti por si lo necesitas.

- O un sofá,-dijo Jonathan-.

- Os lo agradezco mucho, pero estoy bien. Nos vemos pronto.


 Cruzando la calle y bajando un poco por ella, Alí llegó de nuevo a la casa que lo vio nacer. En cuanto se plantó delante de ella, no pudo evitar acordarse del encuentro que tuvo con su familia mientras estuvo en coma. Qué sueño tan raro fue aquel pero qué bonito al mismo tiempo…  


 Llamando a la puerta, la nueva pareja de Ekrem fue a abrir.

- Ya abro yo cariño.

- Gracias Silvia.


 Aquella chica era la nueva novia de Ekrem y también su antigua compañera de trabajo. Tal y como le habían dicho Jonathan y Emel minutos antes, Ekrem y Violet montaron una productora cinematográfica con el dinero que había heredado el primero a raíz de la muerte del viejo Roberto. A partir de ahí, el aspecto laboral fue viento en popa mientras que en casa su relación se desmoronaba. Empezaron a mezclar temas personales con los laborales y las riñas y discusiones comenzaron a ser normales hasta que un día Violet se hartó y dejó a Ekrem. El muchacho no se esperaba esa decisión, pero nada ni nadie hizo cambiar de opinión a Violet, quien se mantuvo en sus trece. Cediendo su parte de la empresa, Ekrem se desvinculó del mundo cinematográfico y volvió a su antiguo trabajo, refugiándose en él y descubriendo que Silvia podía ser mucho más que una amiga.


 Al ver desde el patio quién había llamado a la puerta, Silvia se giró hacia Ekrem.

- Es para ti.

- ¿Has visto quién es?

- Sí y por eso sé que es para ti.

- ¿Y quién es?

- Abre y lo sabrás.


 En cuanto Ekrem salió del patio y entró en la casa, se paró al ver a su hermano. Creía estar viendo un fantasma del pasado y no se atrevía a avanzar.


 Abriendo la puerta con cuidado, Ekrem apenas se articuló palabra.

- ¿Alí? ¿Eres tú?

- Sí Ekrem, soy yo…

- ¿Cómo es posible? Te estuve buscando por todos lados y creímos que habías muerto…

- Casi, esta vez le vi las orejas al lobo, pero aquí estoy.


 Esta vez fue Alí quien se acercó rápidamente a su hermano y lo abrazó. Notaba que Ekrem estaba en shock y apenas podía reaccionar ante la sorpresa de verlo después de tantos años.


 Separándose, Alí notó que Ekrem había engordado unos kilos.

- Pero bueno Ekrem, ¿y esa barriga?

- Dejé el gimnasio, me refugié en la comida y ahora estoy tan bien con Silvia que no necesito nada más. Ay bueno, ¿conoces a Silvia?

- En persona no.

- Cariño, te presento a mi hermano gemelo. Alí, esta es Silvia, el amor de mi vida.


 Tras las presentaciones, Ekrem quiso explicarle a Alí lo que sucedió entre él y Violet, pero como Alí ya estaba al tanto de la situación, éste procedió a contar, por tercera vez en aquella tarde, lo que le ocurrió durante esos años.


 Pero en esta ocasión Alí incluyó la ensoñación o visión que tuvo mientras estuvo en coma.

- Te lo juro Ekrem, cuando escuché esa voz, me giré y me vi a mí mismo por poco me caigo al suelo. No me lo podía creer…

- ¿Y cómo te sentiste?

- Pues muy raro, cuando me cogí a mí mismo en brazos y hablé con ese niño recordé lo indefenso que era y me sentía cuando Arnold mató a nuestros padres. Y luego salí de la habitación y vi a papá, mamá y a los tíos Mehmet y Bárbara y pude hablar con todos ellos.

- Tío, que suerte…

- Ekrem, si los hubieras visto… Por ellos no había pasado el tiempo y todos parecían tan jóvenes y sanos… Que me sentí viejo incluso. No sé, fue una experiencia de lo más extraña pero me ayudó muchísimo.


 Alegrándose mucho por Alí tras saber que todo había terminado, éste quiso saber qué tal le iban las cosas a Silvia y a Ekrem.

- Genial,-dijo Silvia-. La verdad es que Ekrem siempre me llamó la atención, pero cuando lo conocí yo tenía novio y para mí no era más que un compañero. Sin embargo, cuando la relación entre Violet y Ekrem se terminó, yo estaba también pasando una mala racha con mi novio. Mi ex nunca fue demasiado cariñoso ni detallista, pero desde que heredé parte del dinero del viejo Roberto, se volvió insoportable hablándome a cada momento, diciéndome de ir a sitios caros, proponiendo viajes… Y me sentí utilizada de tal forma que lo dejé. Luego me enteré que mientras estuvo conmigo me puso los cuernos así que me enfrasqué en el trabajo y tanto Ekrem como yo nos comenzamos a ayudar mutuamente para superar nuestros fracasos amorosos hasta que un día surgió el beso y aquí estamos.

- Y laboralmente hablando,-intervino Ekrem esta vez-, Silvia y yo decidimos montar nuestra propia residencia de ancianos y ha sido todo un éxito desde el principio. Ya tenemos a 10 personas trabajando para nosotros.


 Luego Alí le dijo a su hermano que quería visitar a Loreen y a Violet, pero Ekrem le dijo que estaban las dos viajando por cuestión de trabajo. Ahora ambas trabajaban juntas y en ese momento se encontraban en el extranjero rodando la segunda temporada de una serie que estaba arrasando por todo el planeta.


 Aún así, Alí quiso darles un toque y llamarlas para decirles que había vuelto y que estaba de nuevo por esa zona. Loreen se llevó una grandísima sorpresa y prometieron verse lo más pronto que la agenda le permitiese.


 Luego Alí llamó a Violet con cierto sentimiento de tristeza. Siempre la había visto con Ekrem y ahora ni se hablaban y cada uno estaba por un lado… Pero por otra parte, Alí veía a su hermano feliz con Silvia a su lado y eso era lo que realmente le importaba.


 Violet estaba muy cambiada y Alí apenas podía reconocerla por las cosas que le contaba. Había pasado de ser una chica recatada y dulce a convertirse en fiestera y desenfadada, soltera y sin compromiso alguno, ganado millones gracias a sus guiones y producciones cinematográficas y viajando por todo el mundo. Si se lo llegan a decir hace unos años, tanto Alí como Violet no se lo habrían creído.


 Ekrem invitó a Alí a quedarse, pero éste rehusó porque todavía tenía una visita en mente.

- Que nunca se te olvide que mi casa es tu casa,-dijo Ekrem-.

- Lo sé hermano y te lo agradezco mucho.

- Espero que la próxima vez que nos veamos no sea cuando nuestro hijo vaya a hacer la primera comunión.

- Un momento, ¿estás embarazada Silvia?

- No,-contestó ella-, pero lo estamos intentando.

- Pues prométeme una cosa,-le dijo Alí a su cuñada-.

- ¿El qué?

- Que en cuanto te quedes embarazada, pondrás a Ekrem a dieta para que vuelva a ser el de siempre y pierda esa barrigota.

- Hecho.


 Montándose en su coche, Alí condujo unos minutos hasta llegar a su antiguo barrio. Volver al lugar que lo vio nacer de nuevo, justo ahora que comenzaba una nueva etapa era de lo más simbólico. Aunque el último recuerdo que tuviera de allí no fuera bueno, tenía que vencer ese miedo que se había instalado en su interior sólo de pensar en ver a Gloria.

- Alguien parece que se está mudando,-dijo Alí-.


 Subiendo los dos pisos, Alí se dio cuenta de que la placa indicativa del despacho de Gloria que había junto a la puerta de entrada no estaba. ¿Seguiría estando allí su lugar de trabajo?


 Viendo que la puerta estaba abierta, Alí se atrevió a entrar y pudo comprobar que todo estaba absolutamente vacío salvo por un par de trastos que estaban acumulados en una esquina y el hombre que miraba a través de la ventana.

- Hola, perdone las molestias,-dijo Alí-. ¿Este no era el despacho de la señorita Gloria Martínez?


 Cuando aquel tipo se giró, su expresión facial cambió al instante.

- Pero bueno Alí, cuantos años sin verte,-dijo aquel hombre-.

- ¿Eliseo?-preguntó Alí-.

- Sí, soy yo, ¿no me reconoces?

- Coño, como te has dejado los pelos largos apenas te he reconocido, ¿qué tal?

- Pues bien, terminando de recoger todo esto porque Gloria y yo nos mudamos.


 Alí se sorprendió al escuchar eso. Siete años atrás, Gloria le rechazó por no quererse marchar con él y mudarse juntos. Sin embargo, ahora sí que lo hacía… ¿Cual era el motivo?

- Anda, ¿y eso?-quiso saber Alí-.

- Bueno, aquí en el pueblo cada día hay menos gente desde que abrieron un centro comercial en la ciudad de al lado, así que nos vamos a ir hasta allí para poder tener más clientela.

- Ah claro, entiendo…

- Y bueno, ¿qué es de ti? Hacía muchos años que no te dejabas ver.


 Justo cuando Alí iba a contestar, escuchó abrirse una puerta a sus espaldas y unos pequeños pasos entraron en la sala.

- Papá, dice mamá que si puedes ayudarla con unos trastos que tiene allí, que ella no puede sola.

- Sí hijo, dile que ahora mismo voy.


 Alí se quedó completamente mudo y no paraba de mirar a aquel niño tan pelirrojo. En cuanto lo vio, su corazón le dio un vuelco y Alí comenzó a pensar en que él sólo llevaba siete años fuera y ese niño parecía tener esa edad más o menos… Ahí había algo que no le terminaba de cuadrar.


 Alí no había visto demasiado la cara del pequeño, pero nada más verlo lo primero que pensó fue que le recordaba a su madre, Martina. Y si no había visto mal, también tenía los ojos azules.

- Logan, dile a tu madre que estoy con un amigo suyo que la quiere saludar.

- ¡Vale papá!

- No, no hace falta. No quiero molestar Eliseo.

- No es molestia hombre.

- De verdad, me tengo que ir ya. Muchas gracias por todo. Hasta otra.


 Saliendo como alma que lleva el diablo, Alí comenzó a bajar las escaleras justo cuando Gloria salió de su antiguo despacho.

- ¿Qué ocurre? Me ha dicho Logan que había un amigo que quería verme.

- Era Alí, pero en cuanto le he dicho al niño que te dijese que estaba aquí ha salido escopetado.

- ¿Alí? ¿Qué Alí?

- Coño, Alí, el único que conoces.


 De repente, Alí comenzó a escuchar cómo la voz de Gloria lo llamaba mientras se escuchaban unos rápidos pasos por las escaleras.

- ¡Alí espera!

- Mierda…


 Situándose delante de él, Gloria fue directa al grano.

- ¿Qué haces aquí después de todos estos años?

- He vuelto a la ciudad y pensé que…

- Pensaste que sería una buena idea visitar a tu vieja amiga a la que dejaste abandonada y con la que nunca más te volviste a hablar desde aquella discusión tan tonta.

- ¿Discusión tonta? Gloria, te pedí que te vinieses a vivir conmigo porque te quería, pero me dijiste que no, ¿qué querías que hiciera? Además, por lo que veo tú tampoco has perdido el tiempo porque ese niño que he visto debe tener unos 6 o 7 años y yo llevo fuera ese tiempo,-le dijo Alí justo cuando, como si de un terremoto se tratase, tuvo una idea y frunció el ceño antes de hacerle una pregunta a Gloria-. Esto… Gloria, ¿el niño es mío?

- ¿Cómo va a ser tuyo ese niño? ¿Estás loco?

- No, sólo digo que tú y yo nos acostamos una vez y que lo hicimos sin condón y de eso hace siete años, más o menos la edad del niño.

- Baja el volumen, eso lo primero, que no quiero que se entere Eliseo de que tú y yo tuvimos algo… Y lo segundo, tú y yo sólo estuvimos esa vez.


 A Alí le estaban resultando de lo más extrañas las respuestas que le daba Gloria y él seguía insistiendo porque su intuición no solía fallarle nunca.

- ¿Y qué? Una vez es más que suficiente para que te quedases embarazada.

- Que no insistas Alí, que Logan es hijo de Eliseo y mío.

- ¿Y cómo explicas su color de pelo?

- Unos antepasados de Eliseo eran pelirrojos.

- Muy bien, ¿y los ojos azules?

- Para tu información, yo también los tengo azules.

- Lo sé, pero él los tiene más claros…

- Ay mira Alí, paso de discutir contigo de estas tonterías. No sé a qué has venido, pero ya te puedes ir largando. Si creías que te seguiría guardando fidelidad cuando tú y yo no tuvimos nada es que eres más tonto de lo que creía. ¡Han pasado siete años ya! Olvídame y sigue tu vida, por amor de Dios…


 Alí se quedó con ganas de contestarle a Gloria, pero ella dio media vuelta y volvió a subir las escaleras justo antes de que se escuchase un portazo. Alí bajó las escaleras y salió de ese viejo edificio sintiendo que Gloria le había mentido. Algo en su interior le decía que ese niño podía ser suyo pero, ¿cómo averiguarlo? Sin embargo, otra incógnita se le presentaba en ese momento, ¿dónde pasaría la noche? Antes de infiltrarse, Alí dejó la casa que había alquilado y ahora no tenía vivienda propia, Agatha se acababa de encontrar con su hermana, Emel tenía una familia propia al igual que su hermano… ¿Dónde podía ir él? Pero en ese momento, una fugaz idea se hizo presente en su cabeza.

- ¡Hola! Sí verás, es que pasa una cosa…-comenzó a decir Alí tras llamar a la persona de quién se había acordado-.


CONTINUARÁ…


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