viernes, 29 de noviembre de 2013

Capítulo 10 de "Black Hand"

¡Buenas tardes a todos amigos! ¿Cómo habéis pasado la semana? Espero que podáis disfrutar del fin de semana como nos merecemos y descansemos para afrontar el lunes con fuerza.
Yo por suerte tengo mi último examen el martes, así que ya estoy algo más tranquilo.
Por el resto, sin cambios, así que os dejo con este nuevo capítulo, no sin antes desearos a todos muy feliz fin de semana. ¡¡Hasta pronto amigos!!

CAPÍTULO 10

Justo cuando vieron a Louis, siguieron corriendo para cogerlo, pero llegaron a una esquina y justo al doblarla, cuando Eddie y Amanda llegaron, no había ni rastro del ladrón.
- Joder. Lo hemos perdido,-protestó Eddie-.
- Mierda, debí caer de que era una trampa...
- Venga, no te estés martirizando por eso, no pasa nada.
- Sí pasa, lo hemos perdido por mi culpa. Soy una tonta.


- Eh, aquí no hay ningún tonto, que yo también caí en la trampa. Si hay alguna culpa es de los dos. Somos un equipo. ¿Recuerdas?
- Ya, pero ahora... ¿qué le diremos al boss?
- Pues la verdad, no hay otra vuelta de hoja.


- Verás como se va a poner con nosotros...
- ¿Tu crees Amanda?
- Eddie tío, pon los pies en la tierra. Le hemos fallado otra vez. No creo que sea tan condescendiente...
- Averiguémoslo.
- ¿Ahora? ¿No es muy tarde?
- Cuando hay misión hay que informarle y siempre está disponible.
- Que Dios nos pille confesados.


Justo cuando estaban terminando de hablar, se escucharon unas sirenas de policía.
- La poli tía. Larguémonos de aquí.
- Dividámonos. Nos vemos allí.
- Ten cuidado. No asumas riesgos innecesarios Amanda.


Una vez pasado el peligro, se volvieron a reencontrar sin problemas en el lugar secreto donde se reunían. Allí, en la misma posición donde lo dejaron, estaba el boss.
- ¿Qué tal ha ido la misión?
- No muy bien Boss,-comenzó a explicar Eddie-. Llegamos al lugar y vimos a un hombre, por lo que fuimos a por el, pero no era nuestro objetivo, sino que se trataba de un cebo.
- Justo cuando nos dimos cuenta,-prosiguió Amanda-, volvimos hacia el lugar lo más rápido posible y ahí pudimos ver a otro hombre saliendo del local corriendo. Fuimos tras él, pero al dar la vuelta en una esquina desapareció.
- ¿Cómo que desapareció?-preguntó el jefe-.
- Sí boss, literalmente, se esfumó.
- Entiendo... Analicemos la situación.


- ¿Pudísteis ver claramente al sujeto?
- Era un varón de color negro con ropa oscura y guantes, pero no sabría diferenciarlo entre varios sospechosos. Era de noche y estaba oscuro,-contestó Eddie-.
- Lo que está muy claro es que cada vez son mejores y sus técnicas más buenas. Debemos tener los ojos muy abiertos para poder captar cualquier fallo que puedan tener. Tened cautela y sed sensatos. Ahora, iros a vuestras casas y descansad. Ha sido un día movidito. 


Dos meses más tarde...

Una mañana, Eddie estaba paseando a su San Bernardo por la mañana, serían las 9 y cuarto de la mañana más o menos y de repente, el corazón se le agitó sobremanera. ¿Era ese el bandido de hacía un par de meses?


Por su forma de moverse y su constitución física, estaba seguro de que se trataba de la misma persona, pero esta vez tenía el pelo corto.


- Blake, muchacho, ¿ves a ese hombre? Tenemos que seguirle campeón. 
- Gufff, gufff.
- Shhh, no ladres por favor. Vamos a levantar sospechas.


Como media hora más tarde, vio al hombre entrar en una casa.
- Psicólogo y Psiquiatra Dr. Mcwire... Si el doctor es blanco... Joder, ¿es el jefe? No puede ser, es imposible...


Rápidamente, Eddie cogió su teléfono móvil y llamó al boss.
- ¿Boss? Disculpe que lo llame tan temprano, pero es importante lo que le tengo que decir.
- Sí, dime Eddie.
- He encontrado al ladrón de esa noche de hace un par de meses.
- ¿De veras? Cuéntame todo.
- Verás, iba paseando a Blake, mi perro, y de repente me lo topé.
- ¿Llegó a verte?
- Por suerte no, por lo que lo seguí y aquí viene lo más gordo. Lo he visto entrar en el domicilio del Dr. Mcwire.
- Interesante... Una información muy rica. Véngase aquí e investigaremos sobre el doctor.
- Pero no puedo dejarlo escapar ahora que lo tengo tan cerca.
- Eddie, no se te ocurra hacer ninguna tontería. Ten cautela y ven donde siempre. Ahora te veo.


Sin embargo, a Eddie no le pareció buena idea eso de dejar que se escapara el sujeto y justo ahora cuando había descubierto quién era el jefe de la banda contraria.
- Lo siento Boss, pero no le voy a hacer caso por esta vez. ¡Acabo de tener una idea! Ahora sí que no voy a dejarlos escapar.


Eddie se encaminó hacia la puerta con paso decidido.
- Blake, túmbate ahí y espérame aquí. Ahora salgo.


Ding, dong. Eddie llamó a la puerta y se puso a esperar a que le abrieran. ¿Cuál era el plan que tenía? ¿Lo recibiría Louis? ¿Averiguaría algo Eddie?



                                CONTINUARÁ...

martes, 26 de noviembre de 2013

Capítulo 9 de "Black Hand"

¡Hola gente! Siento el retraso del capítulo pero es que estoy de exámenes hasta arriba, así que disculpadme. Por lo demás espero que vuestra semana vaya genial, nos vemos el viernes, ¿ok? Un abrazo muy fuerte ^_^

CAPÍTULO 9

El día comenzaba y la gente salía a la calle en Madrid, España. Hacía una agradable temperatura, unos 25 grados y Will estaba alucinando de ver la Gran Vía.


Las horas pasaban y la tarde llegaba con toda su lentitud, haciendo que la hora de la cita de Will con su nuevo grupo se acercara más y más.


Llegada la noche, solo tuvo que ir hasta el lugar indicado y esperar hasta la señal...


Mientras tanto, en Nueva York, había unos chicos en un antro bastante barato pidiendo unas copas.
- Un semáforo, por favor -dijo el chico-.
- ¿La chica va a pedir algo? -preguntó la chica de la barra-.
- Una bebida que esté flambeada, -contestó ella-.


- Aquí tiene.
- Gracias.
- Son 5'50$ las dos bebidas.
- Pagaré yo, -contestó rápido el muchacho-.


Una vez de pie, se pusieron los dos a charlar.
- Necesitábamos una salida para relajarnos después de tanto estrés de trabajo, ¿verdad Amanda?
- Y que lo digas. He tenido un agobio encima que no sé como he podido aguantar.
- Por suerte, parece que lo peor ya ha pasado.
- No sé yo... tal vez esto solo sea una tregua porque están preparando algo más gordo.


- Sinceramente, no lo creo. Pienso que no son tan listos como para buscarnos las vueltas.
- Pero Eddie, ¿no te has dado cuenta de cómo nos están haciendo trabajar este último mes? 
- Ya lo sé, pero no me cabe en la cabeza que nos hagan trabajar más después de lo que ha pasado.
- Yo pienso que sí, pero de todas maneras, no lo sabremos hasta que pase.
- O no pase, el tiempo dirá.


- Oye Eddie,-le dijo Amanda al chico-, ¿nos vamos a otro sitio? Esto está muerto y la música es un asco.
- Ok, ¿a cual te apetece ir?
- Me da igual.
- Uh, ese no lo conozco.
- Eddie... mira que eres, ¿eh?


Llegaron al lugar que habían decidido y subieron por el ascensor hasta el piso 26. Sin embargo, la portera no los miró con muy buena cara.


Tras tener que pagar 10$ cada uno por la entrada, se pusieron a bailar y a dar más vueltas que una peonza.
- Oye Eddie, muchas gracias por pagarme la entrada. No debiste hacerlo.
- No importa. Otro día me invitas tú.
- Ok, te debo una.


De repente, a los 15 minutos de llegar, Eddie se paró por completo.
- ¿Qué pasa Eddie? Te has parado en seco.
- Amanda, tenemos trabajo.
- ¿Ahora?
- Sí, el jefe me acaba de avisar por el busca.


Salieron rápidamente del sitio y bajaron por el ascensor de nuevo.


Al abrirse las puertas del ascensor, salieron cambiados y con la ropa del trabajo puesta. Corriendo como alma que lleva al diablo, se perdieron entre los edificios.


Una vez habían llegado a su refugio el jefe, o como ellos le llamaban, el Boss, les comentó las novedades que los habían traído allí.
- Siento mucho haberos estropeado la noche, pero esto es muy importante para todos.
- ¿Qué ocurre Boss? -preguntó Eddie-.
- Lo mismo que todo el mes pasado.
- ¿Ves? Te lo dije Eddie,-contestó Amanda-.
- Bueno chicos, no quiero peleas, lo único que quiero es que cojáis de una vez por todas al causante de todo este revuelo. La última vez estuvimos muy cerca.


El jefe nunca mostraba su aspecto y siempre se encontraba de espaldas dentro de una gran oscuridad, pero era un buen hombre que los cuidaba y protegía.


Una vez dicha toda la información, Amanda y Eddie se miraron a los ojos y, sin palabras, supieron ambos que se trataba del mismo personaje que los había tenido de un lado para otro todo el mes pasado.


Dicho el sitio, se escondieron frente al objetivo, que era la tienda de segunda mano. De pronto, vieron aparecer a un hombre que sacó algo de su bolsillo y se encaminó hacia la puerta.
- ¡Es el! -dijo Eddie-.
- ¡Que no se nos escape!


Salieron corriendo hacia el hombre pero este se dio cuenta y salió corriendo también intentando escapar de Amanda y Eddie.


Tras 5 minutos corriendo tras el y justo cuando estaban a punto de cogerlo, Eddie se frenó por completo.
- Mierda, mierda, mierda.
- ¿Qué pasa ahora Eddie? ¡Se nos va a escapar!
- Amanda, no es nuestro hombre, ¡es un cebo! Volvamos.


Volvieron al lugar inicial lo más rápido posible y en ese mismo instante, otro hombre salía corriendo de la tienda.
- Tenías razón, era un puto cebo.
- ¡Este ya es nuestro!


El ladrón era nada más y nada menos que Louis. 
- Mierda, no ha colado esta vez el cebo. Necesito desaparecer,-pensó Louis-.



Louis estaba en serios problemas, ¿saldría de esta?


CONTINUARÁ...

viernes, 22 de noviembre de 2013

Capítulo 8 de "Black Hand"

¡Hola a todos! Espero que hayáis tenido una feliz semana y que ahora para terminarla y comenzar con buen pie, leáis este capítulo. ¿Queréis saber quien es ese personaje que estaba tras Will? Entonces leedlo y no os lo perdáis. Nos vemos el martes como siempre. Hasta pronto amigos. Feliz fin de semana.
PD/: Os recuerdo que a mano derecha tenéis los tres sitios oficiales donde me podéis encontrar, por si queréis agregarme o seguirme.

CAPÍTULO 8

Will sabía que tenía alguien detrás suya y con la casa a oscuras, era difícil ver quien era, por lo que, sin pensárselo, se dio la vuelta con la mano en alto y le pegó un puñetazo que impactó en la cara de...


... Louis, nada más y nada menos. Will se puso la mano en la cabeza, por asombro y segundo porque le dolía del puñetazo que le había soltado. Se acercó a Louis y vio que estaba inconsciente.
- La madre que me parió... Voy a llevarlo a mi cuarto.


Arrastrándolo como pudo, lo colocó encima de su cama.
- Madre mía la que he liado... Bueno, así tiene su merecido por haberme dejado tirado. "Yo te protejo si pasara algo" me dijo, jajaja, y una mierda chaval.


- Me voy al sofá a dormir. No quiero que se entere el doctor de esto que ha ocurrido... Por la mañana temprano vuelvo Louis.


Muy temprano, casi dando las 7 y media de la mañana, Will entró en su cuarto y pilló a Louis levantándose de la cama.
- Buenos días Louis.
- Buenos... días. ¿Qué hago aquí?


- No tengo ni idea Louis. Cuando llegué te vi que estabas tirado en el suelo e inconsciente, te metí en mi cama y te he dejado sobar hasta ahora.
- ¡Ahhh, mierda! No puede ser...
- ¿Qué pasa ahora?
- Pues que no he sido un buen profesional y no pude terminar el trabajo en condiciones. ¡Joder!


- ¿Y cual era el trabajo completo Louis? ¿Coger una escopeta y matarme? ¡Porque bien que me dejaste tirado! "Yo te protejo" Anda y que te den gilipollas.
- Vamos a ver Will...
- Lo que vas a ver tú Louis,-dijo Will interrumpiendo-, es a mi por última vez. La siguiente vez que nos veamos, uno de los dos morirá.
- No digas gilipolleces tío. 
- Digo lo que me da la gana, ¿o tampoco puedo hacerlo? Estoy harto de que la gente venga a darme órdenes, todo el mundo me esta diciendo lo que no debo de hacer o lo que sí. Pues a partir de ahora haré lo que me plazca.


- Lo primero que te voy a decir Will es que no te dejé tirado.
- Es verdad, ahora estabas a mi lado todo el rato... Pues tío, tienes que comer más que de tan delgado que te has quedado no te vi...
- ¡ESCÚCHAME WILL! Lo tuve que hacer porque era tu prueba inicial. Pasaste satisfactoriamente el trabajo conmigo, y ahora solo, lo pasaste de sobra. Mi enhorabuena maestro.
- Espera, espera... ¿Todo esto era una prueba? ¿Y para qué?
- Has entrado en el club. Ahora te has convertido en socio.
- Ah... 


- Will, yo pasé una prueba como la tuya y se exactamente como te sientes. Por eso, voy a cambiar las reglas.
- No te sigo.
- A ver: todo lo que hemos robado hoy, se va a vender, obviamente y el dinero que se recaude irá para ti, de forma íntegra.


- ¿En serio harías eso por mi?
- Claro tío. Eres mi compañero y somos un equipo, tu y yo.
Will estaba descolocado y no se esperaba esa reacción y mucho menos su contestación. Sin embargo, lo que a el no se le olvidaba era que, si no hubiera tenido perspicacia para largarse, puede ser que esa misma noche la hubiera pasado entre rejas...


- Muchas gracias por todo Louis. ¿Te puedo preguntar algo?
- Claro.
- ¿Cómo fue tu prueba?
- Uf, una putada tío. Ya te la contaré.


Una vez ya se había ido Louis a su casa, Will se puso su bañador y se metió en la piscina. Quería relajarse y olvidar todo lo que había pasado.


Nadando estaba, eran ya las 9 más o menos, y apareció el doctor.
- Buenos días Will. ¿Cómo está el agua?
- Buenísima. ¿Va a entrar?
- No gracias. Esta tarde que la tengo libre nadaré un rato. Esta artrosis tiene que morir...


- ¿Puedes venir ahora a mi despacho Will?
- ¿Pasa algo?
- No, simplemente quiero comentarte algo que te gustará.
- Salgo de aquí, me cambio y voy.
- No hay prisa.


20 minutos después, Will se sentaba frente al doctor.
- ¿Y bien?
- Me he enterado que ayer todo fue de maravilla.
- Ah, gracias. 
- ¿Cómo te sentiste volviendo a trabajar solo?
- Hombre... teniendo en cuenta de que fui con un compañero y volví solo... No muy bien que digamos.
- Espero que Louis se encargara de darte las explicaciones pertinentes.
- Sí, sí. Lo único que pienso es que, si no hubiera sido rápido, ahora mismo estaría en el trullo.


- Lo importante es que estás bien y no tienes ningún hueso roto.
- En fin, ¿qué era lo que me tenías que decir?
- Hay un grupo de los nuestros que está comenzando y nos han solicitado tu ayuda. Les he dicho que me daría mucha pena desprenderme de ti porque eres muy bueno, pero me lo han pedido por favor.
- Oh... ¿otro grupo?
- Claro, hay más gente aparte de Louis y tú. Esto es una familia y aquí cuidamos todos de todos.
- Vamos, como los gitanos,-dijo sonriendo Will-.
- Jajajaja, como los gitanos sí.


- Pues no sé que contestar doctor... No me lo esperaba.
- Tienes un par de días antes de que salga el vuelo.
- ¿Vuelo? ¿Dónde está el grupo?
- En Madrid, en España...



¿Aceptará Will ir hasta Madrid?



                        CONTINUARÁ...