sábado, 8 de mayo de 2021

Capítulo 30 || Condena

 Kwan se sentó mientras reflexionaba sobre su muerte.

- ¿Un derrame cerebral? ¿Después de todo lo que he vivido, de todas la veces que he puesto mi vida en peligro y muero por un derrame cerebral? Menuda ironía… Y lo que es peor, que mi hermano se ha llevado la peor parte. Y Selene… mi pobre hija.

- No todo está perdido, Kwan.


 Alzando su cabeza, Kwan pudo ver a Jesús a su lado.

- ¿Cómo has hecho eso? Hace un momento estabas fuera… Oh vale, lo olvidaba. Tú también eres Dios. ¿Qué decías sobre que no todo está perdido?

- Kwan, tu hija y tu hermano están a salvo.

- Pero si acabo de ver a Kilian pegándole un tiro…

- Kwan, si te he permitido revivir tu vida en este momento es para que recuerdes, para que creas que no todo lo que ocurre siempre es malo y que, cuando algo así sucede, puedo sacar cosas positivas de ellas.


 Haciendo acto de presencia también, Satanás tomó la palabra.

- ¿Sacar cosas positivas de las negativas? Semejante gilipollez acabas de soltar. ¡Lo peor es que se queda tan ancho! ¿Te lo puedes creer Kwan? Tus malas decisiones te han llevado hasta aquí, como reírte de Kilian. Tu hermano se fue de la lengua hablando y tú, con tu carcajada, sentenciaste su muerte. Si no te hubieras reído, ni tú ni él estaríais muertos. Y la siguiente será tu hija, que morirá mientras es violada incesantemente por Kilian. Y todo eso será culpa tuya.

- Cállate,-dijo Kwan al borde del llanto-.

- No lo escuches,-le dijo Jesús-. Quiere tentarte y hacerte creer que eso es verdad, pero recuerda lo que te he dicho, no todo está perdido. Aún hay esperanza para ti y tu familia.


 Kwan miró sorprendido a Jesús.

- ¿De verdad?-preguntó ansioso-.

- ¡No lo escuches!-gritó Satanás-. Te dejará solo en tus peores momentos, igual que hizo su padre cuando lo clavaban en la cruz.

- Joder, qué pesado eres coño,-dijo Kwan suspirando por enésima vez-. ¿Me puedes quitar a este tío de encima?-le preguntó a Jesús-.

- Sólo si tú lo deseas…

- Lo deseo y lo necesito.


 Levantándose con energía, Jesús se acercó a Satanás y le increpó.

- Aléjate de aquí y vete a esconderte allí donde sólo se escuchan los gritos y el crepitar de dientes… En el nombre de Dios Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, yo te expulso de este lugar,-dijo Jesús justo antes de que Satanás desapareciera entre llamas y horribles gritos que envolvieron el lugar por unos segundos-.


 Kwan estaba alucinando y apenas se podía creer lo que acababa de ver.

- Realmente eres el Hijo de Dios…

- Mira, un rato conmigo y ya vas citando las Escrituras jajaja.

- Jajaja, ahora… me siento muchísimo mejor. Qué paz hay aquí…


 Jesús tomó de la mano a Kwan y lo abrazó.

- Atesora muy bien esto que estás sintiendo porque es hora de volver.

- ¿Volver?

- Sí Kwan. Aún no ha llegado tu hora…

- Pero, si he muerto…

- ¿Confías en mí?

- Sí Señor, sin lugar a dudas.


 Y comenzando a sentir un gran ardor en su interior, Kwan comenzó a debilitarse tanto que perdió las fuerzas y se precipitó contra el suelo.


 Cayendo a los pies de Jesús, éste sonrió y le dijo una última frase a Kwan.

- Ten misericordia…


 Sintiendo una gran bocanada de aire, Kwan abrió los ojos de par en par y se vio en aquel lugar infesto donde estaba encerrado.

- Estoy vivo… Dios mío, Jesús tenía razón…


 Levantándose, Kwan pudo comprobar que su hermano seguía tendido en el suelo y que Kilian estaba abusando de su hija, quien se quejaba y le pedía a su violador que parase sin tener éxito.


 Viendo aquella escena, Kwan recordó la paz que tenía mientras abrazaba a Jesús y cómo se sentía cuando Satanás hacía acto de presencia y, sin lugar a dudas, ahora se sentía de esta última forma al ver a Kilian. Mirando a su alrededor, Kwan vio algo que le daría una oportunidad para solucionar todo aquel embrollo.


 Kwan agarró del cuello a Kilian y le apuntó con su propia pistola, la que había dejado sobre sus pantalones al quitárselos para violar a Selene.

- Pero… Kwan. Estabas muerto… Yo mismo he comprobado tus constantes vitales y estabas muerto. Es imposible…

- Si Dios es con nosotros, ¿quién contra nosotros?

- No… no puede ser,-seguía diciendo Kilian-.

- ¿Sorprendido de verme vivo? Ahora tu vida está en mis manos… ¿Cómo te sientes?


 Pero Selene, sin poderse creer demasiado que su padre estaba vivo, se dirigió a él.

- Papá, no te conviertas en lo que odias. Ten misericordia…

- ¿Qué… qué has dicho hija?


 En ese momento Kwan recordó esa última frase de Jesús y supo que se la había inspirado a Selene de alguna forma.

- Hoy no morirás, pero desearás haberlo hecho, hijo de Satanás,-dijo Kwan apretando el cuello de Kilian-.


 Dejándolo sin consciencia, Kwan pudo ver cómo Kilian caía hacia el suelo mientras él sonreía gratamente.

- Gracias Jesús. Ahora sé que tú nunca me abandonas.

- Papá… ¿con quién hablas?


 Kilian seguía vivo, pero ahora estaba fuera de combate y, después de muchos años, había sido derrotado. Todo su odio, rencor, venganza y muerte habían llegado a su fin tras una larga letanía de años que dejaron muchas vidas rotas a su paso…  


 Acercándose a su hermano, Kwan comenzó a buscarle el pulso para averiguar si seguía con vida. No sabía por qué, pero pese a lo terrible de la situación, él se encontraba de lo más tranquilo.

- Hyun, soy yo, Kwan. Todo ha pasado… Despierta, tu familia te necesita.


 Selene perdía las esperanzas a cada segundo que pasaba sin que su tío reaccionase. Ese disparo podría haber sido para cualquiera de ellos tres, pero… lo recibió quien menos lo merecía.


 Levantándose y dirigiéndose hacia su hija, Kwan le dio una noticia.

- Tu tío aún sigue con vida. Rápido, llamemos a los servicios de emergencia.

- No podemos papá. Debemos estar bajo tierra porque aquí no tenemos cobertura…

- ¡Pues salgamos de aquí!

- ¿Qué fácil lo ves tú todo, no?

- Hija, rebusca en los bolsillos de Kilian. Él tendrá la llave que nos sacará de aquí y podremos llamar.


 Abriendo los ojos de par en par, Selene comenzó a buscar en la ropa de Kilian hasta que encontró un manojo de llaves.

- Papá, ¡he encontrado unas llaves!

- Estupendo hija, sube y prueba con ellas. Yo me quedaré cuidando a tu tío y vigilaré que Kilian no se levante.


 Momentos después, Selene bajó los escalones rápidamente hasta acabar abrazándose a su padre.

- ¡Ya están de camino! Papá, lo has logrado.

- No cariño, lo hemos logrado, juntos.

- Te quiero mucho. Te prometo que, a partir de ahora, no te ocultaré nada.

- Yo también te quiero, bichito.


 Varios días después, Hyun y Kwan recibieron el alta médica y ambos pudieron volver a casa mientras que Selene seguía sorprendida por los diagnósticos.

- Cuéntamelo otra vez, papá, que yo me entere.

- Cariño, tu tío tenía la bala alojada en una zona de su hombro izquierdo. Estaba a dos centímetros de distancia del corazón.

- Y gracias a la mala puntería de Kilian, estoy vivo,-finalizó diciendo Hyun-. Pero lo tuyo ya es de récord, Kwan. Te da un derrame cerebral del que no te quedan secuelas y, encima, en el hospital te dicen que tienes incluso hasta un principio de lipotimia. Flipante.

- Venga, dejemos de pensar en lo ocurrido y volvamos a casa a vivir la vida que nos quede,-comentó Kwan sonriendo orgulloso-.


 Kilian fue arrestado finalmente y acabó con sus huesos entre rejas, donde sólo duró vivo una semana, ya que se lo encontraron ahorcado en su celda con las propias sábanas de su cama.

Desde ese día, la familia Park al completo pudo vivir una vida normal y corriente como la de los demás. La única diferencia fue que, desde aquel instante, Kwan se acercó a la iglesia y, con él, todos los miembros de su familia, quienes fueron creciendo y convirtiéndose en personas de provecho y éxito laboral y personal.


FIN


miércoles, 5 de mayo de 2021

Capítulo 29 || Condena

 A la mañana siguiente, Hyun se presentó muy temprano en el instituto de su hijo y su sobrina, antes de que empezasen las clases. Si estaba en lo cierto, encontraría a Kilian allí a solas…


 Mirando a través del cristal de las puertas, Hyun fue avanzando por los pasillos hasta quedarse frente a una puerta. Estaba seguro de que aquel hombre canoso era Kilian, lo conocía demasiado bien como para no acordarse de él…  


 Abriendo la puerta, Kilian se sobresaltó al no esperar a nadie pero, en cuanto vio a Hyun, sonrió.

- Vaya, pero mira a quién tenemos aquí, si es el hermanito de Kwan… Pero qué mal has envejecido, Hyun. Estás fatal…

- ¿Qué cojones haces aquí? ¿Y por qué le estás haciendo la vida imposible a mi sobrina? ¡Ella no tiene la culpa de nada!

- Pero Hyun, ¿qué modales son esos? ¿Así has educado a tus hijos? Menudo padre de pacotilla estás hecho… Mírame a mí, me he reformado y ahora soy maestro en un instituto.

- Sí, bajo una identidad falsa porque tus delitos todavía no han prescrito, hijo de puta.


 Hyun avanzaba lentamente hacia Kilian, quien mantenía una frialdad que asustaría hasta al más valiente.

- ¿También tengo la culpa de querer rehacer mi vida? Sois todos vosotros los que me ponéis a mí como el malo, pero nunca nadie se pone en mi piel…

- ¿En tu piel? Tú violaste a Pilar, mataste a Bob, a mis padres, a mi abuelo, me intentaste matar en una ocasión, años después mataste a Abraham y a Trevor y por no hablar de mi hermano…

- ¿Lo ves? Cuentas sólo una versión de los hechos y así nunca podremos llegar a un acuerdo.


 Quedándose frente a frente a Kilian, Hyun lo miró de tal forma que sus ojos taladraban a su adversario.

- Pues cuéntame tu versión, porque estoy deseando echarme unas carcajadas a tu costa.

- Oh Hyun, yo sí que me voy a reír… pero por lo que me vas a obligar a hacerte.


 Al cabo de unos 45 minutos, Selene apareció por el instituto con una sonrisa de oreja a oreja sabiendo que los jueves no tenía clase de Literatura y no vería a su profesor…


 Pero la alegría le duró poco ya que, en cuanto giró la esquina, se encontró con Kilian de frente, quien se había cambiado de ropa pero… ¿a qué era debido?

- Selene, he de hablar contigo.

- Lo siento, pero tengo prisa profesor,-dijo ella haciendo ademán de continuar su camino-.

- Sólo será un momento…

- No puedo.

- Muy bien, entonces la muerte de tu tío recaerá sobre tu conciencia.


 Frenándose en seco, Selene miró a su profesor.

- ¿Qué demonios está usted diciendo? ¿Dónde está mi tío?

- Pasa dentro y te lo contaré todo. Los pasillos tienen oídos por todas partes…

- No. Lo que tenga que decirme tendrá que hacerlo aquí.

- Oh Selene, mi dulce y querida alumna… Cuanto más te resistas, más dolor le causaré a Hyun cuando lo mate. Sé una niña buena y entra ahí…


 Sin poder tener más remedio, Selene entró en una de las aulas y tuvo que ver cómo las zarpas de Kilian le quitaban el vestido y la empujaban sobre la mesa. Tras poner un poco de saliva sobre su vagina, éste la penetró sin demasiados miramientos, sin preguntar siquiera si ella era virgen, le dolía o no. Reprimiendo los gritos de dolor, Selene comenzó a pensar en otras cosas para que su cuerpo se relajase y no le doliesen tanto las embestidas de su violador.


 Estando en esas, Selene se arrepintió de no haber hecho caso a su hermano y haberle contado a Kwan lo que había ocurrido. Seguramente, si lo hubiera hecho, nada de eso estaría pasando y Hyun no tendría su vida en peligro en esos instantes.

- Eso es zorrita, déjate hacer… Veo que a tu coño le encanta mi dura y gran polla… Cómo me la estruja… Hoy te has ganado un premio muy jugoso que te daré más tarde…


 Mientras tanto, Kwan llegaba a su casa después de cortarse el pelo cuando se encontró con Pilar en la puerta.

- Ey Kwan, ¿cambio de look?

- Sí, Selene me dijo que me vendría bien un corte de pelo y me levanté esta mañana temprano para ir a hacerlo.

- Oh bien, ¿fue tu hermano contigo?

- ¿Hyun? No, ¿por qué?

- Es que esta mañana se fue muy temprano y no me ha dejado ninguna nota, ni mensaje y aún no ha vuelto.


 Kwan no tenía ni idea de nada y tampoco se podría imaginar en esos momentos dónde se encontraba su hermano.

- No te preocupes por él. Seguro que te estará preparando alguna sorpresa, ya lo conoces.

- Es que no hay ninguna fecha importante para nosotros dentro de poco, por eso me extraña.

- Pues ya te digo, a mí no me comentó nada.

- ¿Y Selene te dijo algo?

- Menos, está más rara últimamente…

- Joder. Me estoy empezando a preocupar ya.

- Mujer, si te quedas más tranquila, iré a hablar con Nico, a ver si él sabe algo.

- Eso, habla tú con él, que ese es otro que no suelta prenda últimamente… Al menos conmigo.

- Pilar, la adolescencia… Ya sabemos cómo es.


 Buscando a su sobrino por toda la casa, Kwan finalmente lo encontró justo cuando se marchaba hacia el instituto.

- ¡Nico! Espera un momento.

- ¿Qué pasa tito? Si no me doy prisa llegaré tarde a clase.

- Sólo será una pregunta… ¿Tú sabes dónde está tu padre? Se ha ido pronto esta mañana sin avisar a tu madre y eso es raro en él.


 Sólo viendo la cara que puso Nico en ese momento, Kwan supo al instante que algo ocultaba.

- ¿Acaso sabes algo que los demás no sepamos, Nico?

- No… nada…

- Nico, ¿tengo que usar mis técnicas militares de interrogatorio para sonsacarte la información? Mira que llevo mucho sin ejercer, pero hay cosas que no se olvidan… Desembucha.

- Está bien… Le dije que mi padre que hay un profesor que abusa de Selene.

- ¿Que abusa de ella? ¿Cómo que abusa de ella?

- El otro día los pillé…

- Hijo, habla coño, que me estás poniendo nervioso.

- Que pillé a Selene comiéndole la polla al profesor porque éste la había amenazado con suspenderla si no lo hacía.


 Nico sabía que antes o después, su tío Kwan se enteraría de todo, pero no quería haber sido él quien le contase las cosas de esa forma porque conocía su carácter cuando se enfadaba.

- Nico, ¿desde cuándo pasa esto?

- Que yo sepa, desde ayer. Selene me dijo que esa ocasión fue la primera.

- ¿Y esto se lo dijiste a tu padre?

- Sí, pero a escondidas de Selene porque ella me prohibió decíroslo a vosotros.

- Vale, pues hoy quédate en casa. Dile a tu madre que… te duele la tripa, yo que sé. Pero no vayas al instituto.

- Pero tito…

- Ni peros, ni peras. Quédate en casa como un hijo bueno y cuida de tu madre.


 Kwan corrió más que nunca con el coche para llegar lo más pronto posible al instituto. En cuanto llegó, fue directo hacia la clase de su hija sin saber que allí ya no estaba ella y que las clases habían comenzado.


 Pero, para más inri, la sorpresa de Kwan fue mayúscula cuando antes de abrir la puerta de clase vio a Kilian. ¿Qué hacía allí? ¿Ese era el profesor que le había nombrado Nico previamente? Tenía que serlo… Ahora todo le encajaba. Debía ser él pero… ¿actuaría Kwan frente a todos esos adolescentes?


 Dándose cuenta de la presencia de Kwan en el pasillo, Kilian sonrió y le hizo un breve gesto para que aguardase fuera mientras que él continuaba con la lección.

- Chicos, poneros a leer las páginas 51 y 52, que yo vuelvo en un momento…


 Saliendo de clase, Kilian cerró la puerta justo cuando Kwan lo empujó contra ella.

- ¿Dónde cojones tienes a mi hija y a mi hermano?

- Kwan, te recomiendo que me sueltes si no quieres formar un espectáculo.

- Me da igual formar la de San Quintín mientras que me devuelvas a mi familia.

- No. Tú vas a hacer lo que yo diga si no quieres que pulse el botón de un mando a distancia que tengo en mi bolsillo que acciona una bomba que saltará por los aires el instituto y el escondite donde tengo encerrados a tu hermano y a tu dulce hija que, por cierto, es igual de zorra que la puta de su madre.

- Serás cabrón…-dijo Kwan volviendo a empujar a Kilian-.

- Eh, eh… ¿Qué te había dicho? ¿Quieres ver morir a tu familia y a todos estos adolescentes inocentes por culpa de no saber controlar tus impulsos? Vaya… igual que nuestra vieja amiga Megan, que a causa de no controlar sus impulsos sexuales acabó en la cárcel, donde me fue más sencillo mandarla matar… Y ahora sólo me quedas tú.

- ¿Qué quieres hacer conmigo?

- De momento quiero que esperes a que termine mi clase, no vamos a dejar a estos chavales sin clase por culpa de una antigua rencilla de pacotilla, ¿cierto?


 Kilian le dio un golpe a Selene en la cabeza para que perdiese el conocimiento y, de esa forma, no descubriese el lugar donde la iba a encerrar pero, una vez recobrada la consciencia, comenzó a investigar la zona hasta encontrarse con su tío… quien no tenía muy buena pinta.


 En cuanto Selene vio a Hyun de esa forma, se le heló la sangre.

- Tío Hyun… ¿qué haces aquí?

- Tu hermano me contó lo que te hizo Kilian.

- ¿Quién?

- Nena, tu profesor es Kilian, el mismo Kilian que mató a tu bisabuelo, a tus abuelos y estuvo a punto de matarme a mí y a tu padre.

- Joder…


 Pero Hyun se sentía culpable.

- Esto es culpa mía. Debí haberle matado cuando tuve oportunidad…

- No, esto no es culpa tuya. Eres una víctima de ese psicópata, al igual que yo o lo fue mi padre. Si la culpa la tiene alguien soy yo, porque yo le dije a Nico que no se lo dijese tampoco a mi padre y…

- Pero cariño, si Nico me lo dijo a mí, pudo habérselo dicho a tu padre también. Y te aseguro que Kwan es peligroso cuando se enfada.


 Sin poderlo evitar, Selene comenzó a llorar frente a su tío.

- No quiero que os pase nada a ninguno de vosotros. A mí me da igual lo que haga conmigo, pero que os deje en paz… No debí haber aceptado su oferta… Y todo por la puta universidad… Que le den por culo.


 Acercándose a su sobrina, Hyun la abrazó y comenzó a consolarla.

- Venga Selene, no te preocupes por nada. Yo todavía estoy vivo, algo magullado, pero me mantengo en pie y te aseguro que tu padre lo tiene todo bajo control. En cuanto se dé cuenta de lo que está pasando, vendrá en nuestra busca. Mantén la fe… Mientras tanto, busquemos la forma de salir de aquí por si tuviéramos suerte.


 Pero al cabo de una media hora, Hyun y Selene escucharon un ruido y ambos se acobardaron arrinconándose contra una de las paredes. Poco después, el primero que bajó fue Kwan seguido de un sonriente Kilian.

- Hyun, Selene, estáis vivos…-dijo Kwan aliviado-.

- ¿Creías que los mataría sin divertirme antes? Qué idiota eres, Kwan. Tan tonto que hasta resulta ofensivo…


 Hyun miró a su hermano menor y le pidió disculpas.

- Siento que te hayas visto involucrado en esto. Creí que lo podría solucionar yo solo pero… no he sido capaz. He fallado a la familia.

- No digas eso. Tú no le has fallado a nadie, ¿me escuchas? Hyun, mantén la cabeza alta y no te arrepientas de lo que hiciste. Ahora estamos todos juntos…

- Muy tierno. Ahora ponte allí,-le dijo Kilian a Kwan empujándolo hacia una de las paredes-.


 Kilian miraba alternativamente a cada uno con una sonrisa de triunfo mientras que Kwan pensaba que, si éste no tuviera un mando que accionaba los explosivos, ya habría acabado con él, pero el miedo le podía.

- Estaba pensando en lo que hacer… Matar primero a Hyun, luego a Kwan y follarme a Selene o follarme a Selene y luego matar a los demás… Difícil decisión…


 Viendo cómo Selene daba un paso atrás, Kilian la miró y tomó su decisión.

- Empezaré contigo. Quiero que tu tío y tu padre vean a la puta que han criado… Tiene un coño… El más apretado que te puedes encontrar.


 Pero Hyun no pudo reprimirse en esa ocasión y se interpuso en la trayectoria de Kilian.

- ¿Y por que no vas a follarte algún culo? O mejor, ¿por qué no te pones a comer pollas? Porque creo recordar que se la chupaste muy bien a esa puta transexual y que hasta te follaste a tu sargento. Pero qué sorpresa… El duro y macho de Kilian follándose el culo de un tío… Menuda putita serías tú en la cárcel, “amigo”.


 Sin poderlo evitar, Kwan soltó una carcajada que provocó que Kilian se sintiese como un león enjaulado a punto de saltar.

- Ya decía yo que me mirabas mucho el culo mientras hacíamos las pruebas de acceso para el ejército, Kilian. No sabía yo que eras maricón, o bueno, gay… Que no quiero meterme con la gente como vosotros…

- ¡No soy maricón! ¡Yo los odio!

- Oh sí, qué bien la chupas Kilian…-dijo Hyun entre risas-.


 Sacándose una pistola de la parte de atrás del pantalón, Kilian efectuó un disparo hacia Hyun, quien cayó fulminado al suelo sin haber podido evitar la trayectoria de la bala.


 Sin embargo, la tensión tan alta que llevaba Kwan mas todas las emociones vividas en aquel momento, le provocaron un fuerte derrame cerebral tan fulminante que acabó con su vida en ese instante…  


CONTINUARÁ…