martes, 29 de octubre de 2013

¡¡ESTRENO BLACK HAND!!

¡Hola a todos amigos! Bienvenidos al estreno de Black Hand que tanto tiempo llevamos esperando.
Esta historia creo que se sale un poco de lo que he estado haciendo hasta ahora, por lo que espero que os guste. La intriga estará servida y que junto con la acción y el amor hará un cóctel muy especial que espero que os enganche a todos.
He pensado que, para los que tengáis twitter, si queréis comentar lo que os ha parecido el estreno del primer capítulo, que lo comentéis con el hashtag #EstrenoBH ¿qué os parece?
Aviso también que volverá a haber capítulo cada martes y viernes, como anteriormente he venido haciendo con Pobre Rico, ¿de acuerdo? No se os olvide. Si queréis, podéis seguirme en mis plataformas oficiales que aparecen a la derecha del blog.
Disfrutad de este capítulo y comentad lo que os parezca, tanto en Twitter como abajo en los comentarios de esta entrada. ¡¡Un abrazo y hasta el viernes amigos!!

CAPÍTULO 1

Hacía un sol de justicia, ni siquiera se podía vislumbrar una nube en el cielo. Bajo los árboles, dos hombres aguardaban refuerzos... El bosque es denso y hay muchos escondites, habrá que tener cuidado, comentaban, pero en ese momento...


Dos años y medio antes...
William Hudson, llamado Will por sus amigos y conocidos. Tiene 23 años, vive en Nueva York y, sí, vive en un apartamento semi vacío con dos muebles y medio y tiene un trabajo en el que se puede catalogar... de la noche.


Es un barman que trabaja en un local de mala muerte y que cobra por copa... No es su deseo el estar trabajando de esto, pero es a lo que puede optar ahora mismo, porque tras la muerte de sus padres con 16 años y estar en un centro hasta cumplir la mayoría de edad, no pudo continuar sus estudios. ¿Su ciudad natal? Virginia, así que, ¿cómo llego a NY? Haciendo autostop...


- Bueno,-dijo Will-, es hora de vestirse e irse al bar.


Will cogió su motillo, la cual no pasaba de 40 por hora... y se fue a trabajar.


Al llegar, saludó a su jefe.
- Hola jefe. ¿Qué tal ha ido la tarde?
- Buenas noches Will. Pues ha estado bien, hoy parece que la gente está animadilla. ¿Vienes listo de casa?
- Claro. Como siempre jeje.


Will se puso detrás de la barra y el jefe se puso al otro lado.
- Ponme un Gintonic. Ahora que no estoy trabajando me pudo permitir un lujo.
- Jajaja, no te pases bebiendo que después tu mujer te manda a dormir al sofá jaja.
- Eh, no te pases Will, que yo me controlo.
- Eso es lo que dicen todos, no me vale esa respuesta jaja.
- También es verdad jajaja.


Empezó a entrar más gente y a pedir copas. Mientras tanto, Will se lucía haciendo piruetas con las copas, haciendo cócteles...


Will, era muy bueno en su trabajo, de lo mejorcito.


Y la tónica de todos los días... divorciados y separados contando sus penas y sus tristezas a Will.
- Voy a abrir un teléfono de la esperanza...-pensó Will al escuchar a la mujer de delante contarle su separación con su marido-.
- Pues verás, resulta que el muy capullo me la pegó con la secretaria. Menudo cerdo embustero, menos mal que se había ido de pesca con su hermano...
- Ya, señora ya...
- Oye chico.
- Dígame.
- ¿Estás casado?
- ¿Otra copa?


Llegando las 3 de la mañana, la gente empezaba a irse y Will comenzaba a limpiar las copas, a barrer y a fregar el local, etc.


Una vez terminado el trabajo, para la casita.
- Estoy molido. Necesito un masaje... ¡Ay!


Llegó a su casa cerca de las 5 de la mañana y con las mismas se dirigió al sofá para sentarse y relajarse antes de meterse en la cama.


Pero el cansancio era mayor y se durmió profundamente en el sofá.


Por la mañana, sobre las 10 y media, llamaron a la puerta un par de veces. Toc, toc. Will dormía tan profundo que ni se dio cuenta. Toc, toc, toc, volvieron a llamar.


De repente se abrió la puerta y entró el casero en el salón. Al acercarse a Will y verlo dormido, su enfado inicial cobró más fuerza.
- Valiente gilipollas,-pensó el casero al ver a Will echado en el sofá-. ¡¡WILL!! ¡Despierta coño!


- ¡Ay! ¿Pero qué...? Pero casero, cómo...
- Eso digo yo, cómo coño vas a pagarme si cada vez que te vengo a pedir el dinero te pillo durmiendo.
- Señor, le he dicho que trabajo de noche y la mayor parte del día me la paso durmiendo para poder estar descansado. Ayer me acosté entre una cosa y otra a las 5 de la mañana.
- Oh, qué lástima. ¿Dónde está el alquiler de hace 3 meses hasta hoy?


- Verá, sólo puedo pagarle un mes...
- ¿Un mes? ¿Un puerco y asqueroso mes?
- Mire, yo no tengo la culpa de que cobre por copa. Yo no soy el que me impongo la paga. Si en un mes cobro 120$ es mucha suerte y si le tengo que pagar a usted 200$ ¿qué como yo?
- Ese no es mi problema. ¡Quiero mi dinero!


- Se lo he repetido muchas veces y parece que no lo entiende. No puedo pagarle ahora. Verá, el mes que viene está programada una feria internacional de cocteleros que durará una semana y habrá un concurso y al ganador se le pagará 3000$ y esa será mi oportunidad para pagarle.
- ¿Y quién me dice a mi que tú vas a ganar? Eres un tirao que no vale para nada.


- Oiga, que yo no le insultado para que venga ahora y me lo haga usted.
- Como no me pagues ahora te echo ahora mismo de mi casa, desgraciado.
- Si quiere que le pague en carnes, porque DINERO NO TENGO, ¡se lo digo en inglés o se lo explico en leguaje de sordomudos!
- ¡FUERA! ¡FUERA!


- Largo de aquí gilipollas. No te quiero volver a ver por aquí en mi casa.
- Estupendo, que le follen.
Y Will fue expulsado de su piso... Ahora sin casa ¿dónde viviría?



                                                   CONTINUARÁ...


miércoles, 23 de octubre de 2013

Trailer de "Black Hand"

¡Hola a todos! No he querido esperar más y aquí os dejo el trailer de mi próxima historia, que se llamará BLACK HAND. Espero que el vídeo os guste y os deje con la intriga para leer la historia. Recordad. El martes 29 tendréis aquí el primer capítulo de esta nueva historia. ¡No os la perdáis! Hasta pronto amigos.


Nuevas noticias

¡Cuánto tiempo queridos amigos! He estado preparando algunas cosillas y pensando cómo voy a llevar la historia a partir de ahora, así que vengo para anunciaros que en pocos días subiré un vídeo sobre mi nueva historia, la que publicaré aquí con vosotros, por lo que estad atentos, aunque yo os avisaré, obviamente.
Espero que la espera valga la pena y esta historia os guste incluso más que las dos anteriores, ya que tiene más intriga y acción...
¿Su nombre? Muy pronto lo sabréis, no quiero adelantar nada jejeje. Que paséis una buena semana y nos vemos en unos días. ¡¡Sed felices!!

viernes, 11 de octubre de 2013

FINAL Pobre Rico

¡Buenas tardes queridos amigos! Hoy vengo a poneros el final de "Pobre Rico" (ohhhhh), pero no pasa nada, porque a partir de ahora quiero traeros algunas creaciones que he hecho y comenzaré a preparar la siguiente historia que quiero compartir con vosotros, a ver si os gusta más.
Por lo pronto no hay más novedades, así que nos vemos muy pronto, con una creación mía en este blog, por lo que... ¡ESTAD ATENTOS! Muchos besos simmers.

CAPÍTULO 23: EN FAMILIA

Año 2023: Carlos tiene 33 años y está felizmente casado con Carmen con la que tiene un hijo llamado Ricardo, de 9 años. Por su parte, Carlos trabaja de presentador de las noticias de las 3 en un canal nacional. Tras varios ascensos logró llegar hasta ese ansiado puesto... 
- Me encanta cómo está escribiendo mi biografía Alberto. Ese chico va a llegar lejos,- comentó Carlos para sus adentros mientras leía la biografía que le estaba preparando su compañero de trabajo-.


En eso estaba cuando se abrió la puerta de golpe...
- ¡Papá! Me ha pasado hoy en el cole una cosa alucinante.
- ¿Qué te ha ocurrido?- preguntó Carlos-.
- Me han puesto un sobresaliente en mi examen de Inglés.
- Sure?
- Of course. My english is very good,- respondió el pequeño Richy con un perfecto acento-.


Carlos se levantó de la silla dejando el libro encima del escritorio para ir a abrazar a su hijo.
- Me alegro mucho Ricardo...
- Gracias papi. 
- Jejeje.
- ¿De qué te ríes papi?- preguntó Richy interesado-.
- De nada hijo, cuando seas mayor lo entenderás.
- Jo, siempre igual. Quiero ser mayor como tú.
- Oh, no. Ya te arrepentirás de esto que acabas de decir cuando lo seas.


Richy, el hijo de Carlos tenía 9 años y era un niño muy feliz. Físicamente, tenía la constitución de su padre, el color del pelo de él, pero los ojos de su madre.


Y Carlos, bueno, ya lo sabéis... Era un padre de familia contento y orgulloso de ella. Echando la vista atrás, no se hubiera imaginado ni en sueños lo que le iba a suceder en su vida.
- Tiene gracia,- pensó Carlos-, todavía me resulta raro que el "papi" sea yo... Qué orgulloso me siento de él. Si Oscar y Aurora levantaran la cabeza estarían orgullosos de mí...
En ese momento, a Carlos se le escapó una lagrima que rodó por su mejilla hasta precipitar en el suelo.
- ¿Qué te pasa papi?
- Nada, no te preocupes. ¿Sabes si la cena está lista?
- No.
- Ve a ver, anda.
- Voy papá.


Mientras tanto, la "abuela Mari" preparaba unos perritos calientes riquísimos. Esta, estaba casada con Juan y tenía un hijo de 10 años con él. ¿Su profesión? Pintora. Siempre quiso serlo y en dos semanas tenía una exposición en el museo de la ciudad, una gran oportunidad de darse a conocer.


Con ella cocinando andaba Carmen, la esposa de Carlos, que también estaba haciendo unos perritos para la cena. Carmen era muy feliz junto con su amado, el cual la mimaba y le consentía todo, aunque ella también a él, ya que se había hecho cantante y tenía un gran reconocimiento a nivel local.
- Carmen,-habló Mari-, ¿y Laura?
- Pues arriba jugando al billar.
- ¿Puedes ir arriba a avisarla? Es que estoy con los perritos y no quiero que se me quemen.
- No te preocupes. Voy ahora mismo.


Oh, Laura, la pequeña Laura. Laurita, como le llamaban cariñosamente, tenía ya 14 años y estaba hecha toda una mujercita. Estaba estudiando secundaria y sacaba muy buenas notas, al igual que su sobrino Richy. Ella fue la que le ayudó con el inglés. Laura, vivía con su madre, su padrastro Juan y con su medio hermano Max en casa de Juan. Sí, ya la habéis visto vosotros antes. La casa donde fue Mari a hablar con Juan, ¿recordáis?


Como su hermano en sus tiempos de rebeldía, estaba hecha toda una ligona, todos los chicos de la zona iban detrás de ella, pero ella pasaba. Lo que quería era sacarse sus estudios. Igualito que su hermano con su edad... Sin embargo, y aunque fuera feliz en su casa, tenía una espinita clavada. ¿Cual? Su padre biológico, Paco, seguía en la cárcel 16 años después de que lo encerraran. ¿Mucho tiempo? Tras dos intentos de fuga y varias peleas con otros presos le aumentaron la pena. Por eso, su hija fue a verlo y ¿os imágináis lo que hizo? Pensad en el trato a Carlos y tendréis la respuesta.
- Cariño,-dijo Carmen a Laura-, ¿y tu hermano y Juan?
- Creo que están abajo jugando a la pelota,-respondió Laura-.
- Es que está la cena casi lista y era para avisaros de que os vayáis yendo para el jardín.
- Ok, yo los aviso.


¿Juan? :blink: No parece él... Seguro que estos son algunos de vuestros pensamientos en este momento al ver a Juan. Como veis, se cortó el pelo y se, por así decirlo, formalizó un poco. La vida de casado es lo que tiene. Con 53 años, estaba hecho todo un experto de la cría y cuidado de caballos, que era a lo que se dedicaba. Los mejores se los quedaba y los utilizaba para las carreras y, con ello, ganaba más dinero que simplemente con la cría y cuidado.
- Venga hijo, devuélveme la pelota,-dijo Juan-.


Y por último está Maximo, o Max como le llamaban. Con 10 años era el pricipito de su casa y con el que había que tener especial cuidado porque como alguien no estuviera atento, se iba a las cuadras con los caballos. Será genética, pero resulta que tiene hasta los mismos gestos que su padre. Aparte de estar con los caballos, lo que más le gusta es estar con su sobrino Richy, ya que son casi de la misma edad. Sólo le separan 4 meses.
- Toma papá, ahí la tienes.
- Venga, lánzamela un poco más fuerte.
- ¿Seguro?
- Claro. Yo la cojo.
- ¡Toma!


- Chicos, la cena estáaAAAAAAAAAHHHHHHHH,- gritó Laura-. ¡Max! Yo te mato. ¿A dónde miras cuando lanzas el balón?
- Oh, Laura, ¿estás bien?-preguntó Juan acercándose a ella.
- Sí... Me duele la cabeza un poco.
- Bueno, es normal. Te has dado un buen golpe.
- Ya, es que Max no mira...-dijo levantando el tono de voz para que su hermano lo escuchara perfectamente-.
- Max, ven aquí,-habló Juan llamando a su hijo-.
- ¿Qué?
- ¿Vas a tener más cuidado con la pelota?
- Sí, pero yo no tengo la culpa...
- ¿Ah no? ¿Entonces quién la tiene?-preguntó Laura-.
- Papá me dijo que la lanzara más fuerte y no controlé y sin querer te dio a ti...
- Papá, de verdad que...-dijo Laura refiriéndose a Juan-.
- Jeje, ups. Perdóname.
- Yo te perdono, la que no lo va a hacer es mamá como no vayamos ya.
- Es verdad, venga.


Todos se sentaron en la mesa y comenzaron a comer mientras charlaban de sus cosas animadamente. Y con esta cena, estando la familia toda unida, las familias De la Torre y Gutiérrez siguieron con sus vidas y fueron felices por siempre.


martes, 8 de octubre de 2013

Capítulo 22: A flote

¡Buenas tardes gente! Disculpad por no haber publicado capítulo este viernes pero tuve un imprevisto y me tuve que ir de viaje, así que aquí os pongo este capítulo que es el penúltimo, por lo que ya el ÚLTIMO capítulo será este viernes, esta vez sí que sí gente. Prometo no fallaros.
No os entretengo más y aquí lo dejo. Disfrutad mucho y ¡pasadlo genial!

CAPÍTULO 22: A FLOTE

Tras pasar toda la noche juntos, se despertaron tarde, se miraron y se levantaron finalmente.
- Estás preciosa Mari,-dijo Juan en voz bajita-.
- No seas exagerado...
- Lo digo en serio. Me gustas mucho.
- Y tú a mi también, Juan. Hay algo entre tú y yo que...
- No se puede explicar. Es pasión y... ¿amor? Estoy muy confuso. Es algo nuevo que nunca he sentido.
- Oh, muchas gracias.
- No, gracias a tí,-respondió Juan-, porque me has abierto el corazón y has dejado que vuelva a entrar el amor en él. Por eso...
- ¿Si?
- ¿Te gustaría seguir saliendo conmigo?
- ¿Como pareja?
- Si así lo deseas también...


- Por supuesto cariño. No me quiero separar de tí. 
- Pues entonces bésame Mari,- acertó a decir Juan acercándose a la boca de Mari-.


Cuando se separaron, Juan miró al reloj y de repente, se le cambió la cara.
- Dios, Mari, la he cagado pero bien.
- ¿Qué te pasa?
- Mi hija estará preocupada por mi. Al final ayer no la llamé... Dios mío, pobrecilla.
- Juan, no te preocupes, tu hija es mayorcita y sabe cuidarse. Además, tu eres un adulto y puedes hacer lo que quieras.
- Ya, pero si me pregunta, ¿qué le cuento?
- ¿Te fuiste de fiesta?
- Ella sabe que no me gusta salir...
- Ni idea, dile que has estado en algun sitio que te guste mucho.
- Bueno, me voy ya y por el camino lo pienso.


 Shh, he escuchado algo,-susurró Mari-.
- Mamá, ¿estás?-gritó Carlos desde el piso inferior-.
- Joder, lo que faltaba...-pensó Juan soltando la mano del picaporte-.
- ¡Mamá!
- Dime hijo.
- Necesito hablar contigo, ¿estás en el cuarto?
- Sí pero ahora no puedo hablar.
- Sólo será un momento.
- Ehmmm... estoy desnuda...
- ¿Te vas a preocupar por eso? No es la primera vez que te veo así.


- Joder, Mari, ¿qué hago?
- Escóndete en el balcón.
- ¿En dónde?
- Que te vayas para allá.
- ¿Mamá? ¿Me decías algo?-preguntó Carlos, escuchándose la voz cada vez más cerca-.


- ¡Ah!-gritó Mari-.
- Ojú mamá cuánto ocultismo hay aquí... ¿Pasa algo?
- No hijo, simplemente que no sabía que ibas a abrir tan bruscamente.
- Jeje, lo siento.
- Bueno, ¿qué querías decirme?
- Ah, pues que vengo de la universidad y que me han mandado otro trabajo de investigación. ¿Alguna idea?
- Nada de meterse en problemas muchachito, que te conozco.
- ¿Te vas a quejar del 10 que me pusieron en ese trabajo?
- De lo que me quejo es de tu secuestro y de los días que estuve tan preocupada por ti.


- Vale, no me meteré en líos...
- ¿Me lo prometes?
- Que sí...
- Prométemelo.
- Yo, Carlos de la Torre Aragón prometo a mi madre, Mari López, que no me voy a meter en líos donde ponga mi seguridad en peligro.
- Así me gusta. Ahora vete al despacho a buscar ideas, a ver si encuentras alguna.


Los dos salieron del cuarto, y Mari vio alejarse a su hijo por el pasillo mientras que, con el corazón en un puño, pensaba en Juan.


Juan apareció de repente detrás de ella y la besó con pasión.
- He vuelto a mi juventud haciendo este tipo de travesuras,-comentó Juan-.
- Sí, pero esta vez nuestros hijos no lo deben de descubrir...
- Aún...
- Sí pero...


- ¡Mamá!
- ¡Fuera!-dijo Mari a Juan, dándole un empujón hacia la derecha-.
- Mamá que... Te veo muy acalorada, ¿te pasa algo? ¿Estás mal?
- No, de verdad. Dime, ¿qué es lo que quieres?
- No me acuerdo de la contraseña...
- ¿Y para eso me llamas? La contraseña es contraseña. Más fácil no puede ser.
- Ah, es verdad jaja. Menuda cabeza...
- Venga, ahora a trabajar.
- Sí, hija, ya me voy. Joder...


Los tortolitos bajaron hacia el piso inferior de puntillas y sin hacer mucho ruido. Ya en el portal, se abrazaron y se dedicaron miradas enamoradas.
- Te quiero...-dijo Juan sincero.
- Y yo... :rolleyes: 


Ya habiéndose ido Juan, Mari se acercó al despacho.
- Cariño...
- Mamá ahora no puedo hablar, estoy concentrado.
- Ahora que puedo yo hablar me dice que está concentrado, manda cojones,-pensó Mari-.


Juan había estado hablando a escondidas con Mari y quedaron en que él le contaría la verdad a su hija para que se reconciliaran Carlos con ella. Una noche, Carmen se había ido a dar un paseo sola.


Su padre, como conocía el sitio, se presentó allí unos 10 minutos más tarde.
- Hola Carmen.
- Ah, ¿qué haces aquí papá?
- He venido a hablar contigo.
- Tu dirás.


- Veras,-empezó Juan-, últimamente te he visto distinta a como estabas antes. ¿Es por Carlos?
- Pues sí, me dolió mucho que no me comentara nada de que estaba viviendo con esa chica y que encima, había tenido una niña con ella.
- ¿Has llegado a pensar que te estás equivocando?
- ¿Viste a la pequeñaja? Es el vivo retrato de su padre. Y sí, lo pensé, pero viendo cómo es la hija...
- ¿Y si es hija de la chica y no es de él?
- Pero si tiene sus ojos verdes.


- Pero hay muchos ojos verdes iguales.
- Y qué casualidad que va a dar con una chica que tiene una hija con los ojos iguales a los suyos... Venga papá. Además, no se por qué te ha dado ahora porque me reconcilie con Carlos. Me mintió.
- No te mintió, te lo ocultó.
- Peor todavía. Después de 2 años de relación ¿no tenía confianza conmigo? No me lo creo...
- Se que estás dolida y es bueno que estés así.


- ¿Que es bueno estar dolida? Papá, ¿has fumado cachimba?
- Nena, te estoy hablando en serio.
- Pues a ver, ¿por qué es bueno que esté dolida?
- Porque significa que lo querías y que lo sigues queriendo.
- Son dos años de relación, y quieras que no, lo amo.
- Más a mi favor. El amor lo cura todo. 
- Pero soy muy rencorosa y esto tardaré en olvidarlo.


- Mira que eres cabezota. 
- A quién me pareceré...
- No me lances indirecta que no sirven. Sabes perfectamente que yo no soy como tú.
- ¿Entonces por qué estás empeñado a que vuelva con Carlos? Ni que te hubieras hecho amiguito de el... ¿O lo has hecho?
- No, pero me pongo a pensar y no le hemos dado ni una sola oportunidad y todo el mundo se merece, al menos, una explicación.
- Papá, PA SO.


- Mira Carmen, te voy a dejar las cosas claras. Carlos no es ningún mentiroso y es un buen chico, lo que ha pasado ha sido todo un malentendido.
- ¿Y tú cómo lo sabes?
- Pues porque he hablado con su madre.
- Jajaja, definitivamente has fumado porros. ¿Has hablado con su madre bajo la tumba? No me puedo creer que hayas encontrado el número del cielo. A ver pásamelo que hable con mamá.


Juan se puso más serio aún al escuchar esta última frase.
- Oh, perdón papá. No lo quería decir en serio. Lo siento muchísimo.
- Hija, puedo ser muchas cosas. La primera de ellas cabezota, como tú dices, pero siempre he intentado ser respetuoso con la gente, aunque he cometido fallos como hace un tiempo cuando la famosa cena en casa de Carlos, ¿te acuerdas?
- Como para olvidarla... pero ¿a qué viene toda esta charla?
- Viene a que necesitas un toque de atención y que te bajes del trono al que te has subido. No te reconozco...
- Papá...
- Estoy hablando, ¿te he dado permiso para hablar? ¿No verdad? Pues ahora escúchame.
- Vale...
- He hablado con la madre de Carlos y, para tu sorpresa no, no es la difunta Aurora su madre, ni su padre era Oscar y su hermano tampoco era Ricardo. Carlos es adoptado.
- ¿Cómo que...? No lo entiendo.
- Sus padres biológicos no se sintieron preparados para mantenerlo, aparte de que eran muy jóvenes y ambos dejaron a Carlos, siendo un recién nacido, en la puerta de la casa de Oscar y Aurora.
- Joder...
- ¿Te parece esto fuerte? Pues a Carlos lo has acusado injústamente y a la chica con la que vive porque esta chica de la que te hablo, no es una cualquiera, es su MADRE.


- Pero si es casi de su edad, no puede ser.
- Pues sí, porque esta chica tuvo a Carlos con 16 años.
- ¿Entonces la niña?
- Hermana de Carlos. Por eso el gran parecido entre los dos.
- Papá, ¿de verdad no me mientes?
- ¿Acaso te mentiría para jugar con tus sentimientos?
- No... Joder, ahora me siento fatal.
- La solución es simple. Vayamos a casa y te la cuento.


A la mañana siguiente, Carmen se levantó, desayunó y se fue dispuesta a hablar con Carlos. Como era sábado, sabía que estaría en casa.
- Carmen, ¿estás preparada? Adelante-,se dijo a sí misma-.


Llamó al porterillo y sin responder nadie, le abrieron la puerta directamente. Al entrar, se encontró de frente con Mari, la cual había hablado minutos antes con Juan y le había puesto al tanto de todo.


Se miraron durante casi un minuto sin mediar palabra. La mirada de Mari transmitía amabilidad, cercanía. La de Carmen, inseguridad.


Sin embargo, Carmen empezó a avanzar y finalmente se abrazó a Mari.
- Lo siento mucho.
- No es nada. Te comprendo perfectamente.
- Ya pero... 
- Shh,-la interrumpió Mari-, ahora no necesitas hablar conmigo. De eso ya habrá tiempo. Carlos está en la piscina.
- Muchas gracias, de verdad.


Carmen salió por la puerta que daba al jardín y avanzó con paso firme y seguro. Ahora era capaz de poder mirar a los ojos a Carlos, su amor. 
Cuando se puso a la vista de él, este la miró y enseguida se puso en pie.


- Carmen, ¿cómo tú por aquí? Menuda sorpresa.
- Carlos... vengo a pedirte perdón.
- ¿Perdon? No lo entiendo.
- Sí. He sido una estúpida y no me merezco estar con un chico tan bueno como tú. No quise escucharte y ahora me arrepiento mil veces por no haberlo hecho. ¿Por qué no me contaste la verdad?
- ¿La verdad? Me resultaba muy chocante y demasiado fuerte para hacerlo y justo la noche en que decido contartelo...
- Voy y la cago. Típico en mí.


- Pero es normal tu reacción. Yo hubiera hecho lo mismo.
- ¿Seguro? Yo no lo creo.
- Bueno, lo importante es que ahora estás aquí. Eso significa que...
- ¿Lo retomamos donde lo dejamos?
- ¿Me lo dices en serio?
- No, mira, esto es una cámara oculta y es una broma para "Levántate y Cárdenas" de EuropaFM. ¿En serio me lo preguntas?


- Es que no me lo creo... Oh, te quiero mi amor.
- Yo también te quiero. Perdóname por todo el daño que te he causado.
- Ya no importa. Ahora me siento completo.


La pareja se abrazó por fin pero no estaban solos... En el primer piso, otra pareja los observaba.
- Llegó la hora. ¿Estás preparada Mari?-preguntó Juan-.
- Más que nunca.


Carlos y Carmen estaban abrazados y besándose cuando al separarse, Carlos vio algo que le rompió todos los esquemas.
- Ehhhh... Carmen...
- ¿Sí? ¿Qué pasa? Te has quedado blanco.
- Date la vuelta. 
- ¿Para qué?
- Que lo hagas coño.


La sorpresa de ambos era mayúscula. Era tal que Carmen no se lo podía creer y Carlos miraba a su madre y a Juan alternativamente.
- Papá,-dijo Carmen-, ¿esto qué es?
- ¿No ha quedado lo suficientemente claro?
- Es que...-Carlos habló-, nos parece algo muy fuerte. ¿Estáis juntos?
- Sí, y no querré más a un hombre como a tu padre,-dijo Mari dirigiéndose a Carmen-.
- Ahora lo entiendo todo. Por eso tú sabías la historia de Carlos cuando hablamos anoche en la playa, ¿verdad?
- Claro. Por eso...
- A ver, a ver,-interrumpió Carlos-, ¿alguien me explica de qué va todo esto?
Todos se rieron al unísono y Mari contestó a su hijo.
- Entremos dentro y hablaremos todo con más tranquilidad.



CONTINUARÁ...