martes, 31 de octubre de 2017

Capítulo 32 de "Cero"

CAPÍTULO 32

Sigue siendo Scott el narrador


Tim y Ashley se fueron al piso superior y comenzaron a jugar al zumo-pong.


Nosotros nos fuimos a jugar al futbolín y a picarnos entre nosotros.


Bianca mientras tanto jugaba en las maquinitas como una auténtica viciada.


Cuando terminó, se vino a jugar con nosotros.
-          ¿Puedo unirme a vosotros chicos?
-          Sí, adelante,-contesté-.


Mientras estábamos jugando se escuchó un grito de Tim.
-          ¡Yeah! Gané otra vez.
-          Sí, ya lo he visto…
-          No te enfades Ashley. Si soy mejor jugador que tú, no tienes la culpa.
-          Todavía te quedas sin polvo hoy.


Ashley nos vio jugar y se acercó.
-          Veo que os falta una jugadora, ¿puedo?
-          Claro,-contestaste-.


Tim cuando salió del baño nos vio jugando a todos y se quedó mirando un rato.


Cuando la partida terminó, volvimos a casa y almorzamos.


Bianca me comentó mientras comíamos que ella iba a ponerse a estudiar, que si yo también me ponía a ello y yo acepté, así que cogimos un par de libros y nos fuimos al salón a estudiar un poco.


Vuelve la narración como siempre

Naim fue a la piscina pero allí se encontró con la parejita feliz así que con las mismas se dio la vuelta y se marchó.


Fue al cuarto y allí comenzó a entrenar, a hacer abdominales y cosas de esas.


Al cabo de las horas, Tim y Ashley estaban sentados en el sofá de su dormitorio y comenzaron a hablar.
-          ¿Has visto los tipos de hoy? Vaya pintas llevaban.
-          A mí me parecían de lo más normales Tim.
-          Pero, ¿has visto al rubio ese? Menuda apariencia de superioridad lleva el colega.
-          Tim, no te metas con él que el muchacho no te ha dicho nada.
-          No, pero no ha parado de mirarte desde que llegó.
-          ¿Y es malo que mire? Mientras no me toque estás a salvo, aparte que si me toca le parto las piernas. 


Tim la miró extrañado.
-          Menuda manera de defender a ese tío.
-          No, pero es que me fastidia que andes criticando a diestro y siniestro sólo porque ha sido amable conmigo. Deja de ser tan celoso Tim.
-          No soy celoso, sólo te digo una realidad. Os habéis mirado varias veces, ¿o es que te crees que
soy idiota? Si es una mala copia mía. Se cree algo importante el tío ese.
-          Tim…
-          No, Tim no,-dijo interrumpiendo a Ashley-, si te gusta ese tío más que yo vete con él.


Ashley miró a su novio con incredulidad. Le parecía increíble que acabara de decir ese comentario.


Sin decir palabra, Ashley se levantó del sofá.
-          Si te vas a poner así, ahora mismo me voy de aquí.


Tim la miró mientras se iba.
-          Sí, vete con tu amigo el rubio. A ver si te hace más feliz que yo.


Como no sabía dónde estaba el cuarto de Bianca, llamó a una de las puertas y de detrás salió el mismísimo Naim.
-          Ay perdón, que me he equivocado.
-          No pasa nada, ¿a quién buscabas?
-          A Bianca. No sé dónde está.
-          Creo que está en el salón estudiando con Scott.
-          Vale, muchas gracias.
-          No hay de qué.


Ashley bajó hasta el salón y allí se la encontró tal y como se lo había dicho Naim.
-          Bianca, ¿puedo hablar contigo?
-          Sí claro, ¿qué pasa?
-          En privado mejor.
-          Salgamos fuera entonces.


Las dos chicas salieron al balcón. Ambas se conocían desde hacía tiempo, ya que venían de la misma ciudad y habían coincidido en el mismo instituto.
-          Acabo de pelearme con Tim.
-          ¿Qué ha pasado?
-          Que se ha puesto súper celoso porque me ha dicho que he estado echando miraditas con el otro rubio que ha llegado, diciendo que si es una mala copia suya, que si quiero que me vaya con él…
Cuando se pone así no lo soporto.


Pero no estaban solas. Alguien desde la esquina las espiaba…


Tim escuchaba atentamente la conversación de las dos amigas, queriéndose enterar de todo y así poder guardarse varios ases en la manga.


A todo esto, Naim salía de la ducha cuando se encontró a Scott.
-          Bueno, bueno, ¿cómo ha ido ese “estudio”?
-          Bien, ¿por qué?
-          ¿Seguro que habéis estudiado los libros?
-          Naim, no empieces. Es sólo una compañera.
-          Ah claro, claro…


Scott lo miraba serio porque sabía que Naim tenía razón.
-          Corta el rollo tío.
-          Jajajaja, me encanta picarte Scott, siempre caes.
-          Anda y vete por ahí tío jaja.


Naim bajó y desde dentro pudo ver a Tim escondido en una esquina, por lo que salió y asomándose un poco, vio que Bianca y Ashley estaban hablando.
-          ¿Qué haces?


Tim se asustó y se volvió mirando a Naim.
-          Lo que a ti no te importa.
-          Eh, relájate que no te he dicho nada colega.
-          Vale, eso espero.
-          Mira tío, chulerías conmigo ninguna, ¿eh? Que yo corto por lo sano rapidito.


Tim se acercó más a Naim sonriendo cínicamente.
-          ¿Ah sí? ¿Cómo vas a cortar? Mucha palabrería te veo yo a ti…
-          No juegues con fuego rubio, que te puedes quemar.
-          Uy, entonces deberé tener cuidado, no vaya a ser que accidentalmente te lleve conmigo y acabemos quemándonos los dos.


Naim estaba desesperado ante la actitud de Tim y no lo soportaba.
-          ¡Que me ignores tío! Así de fácil y sencillo, ¿te queda claro?
-          Eso suena a retirada…
-          Que te suene como te dé la gana. Que paso de líos contigo, además, que no he dicho nada para que te pongas así macho.


Los gritos alertaron a las chicas que se acercaron a ver lo que pasaba.


Ashley gritó el nombre de Tim que se volvió tan rápido que parecía tener un resorte
-          ¿Qué está pasando aquí?
-          Nada cariño, que este tío se ha equivocado de persona conmigo… Eso es todo.


Bianca se quedó pensando lo que Tim acababa de decir. Después de la conversación con su amiga, no se creía en absoluto las palabras del chico.


Al rato, Bianca subía a su dormitorio cuando se encontró a Scott saliendo del suyo. Este sonrió al momento de verla.
-          Oye, Scott, una pregunta…
-          Dime.
-          Naim no es un chico que busque pelea, ¿verdad?
-          ¿Naim? Todo lo contrario, es de lo más pacífico, ¿por qué?


Entonces Bianca comenzó a contarle lo que acababa de pasar hacía unos minutos abajo.
-          Pues la verdad es que me extraña muchísimo. Yo lo conozco desde hace tiempo y nunca lo he visto enfadado de verdad. Tendrá su carácter, claro está, pero que no lo conozco cabreado.
-          Es que imagínate, después de lo que me cuenta Ashley de Tim y un momento después veo una discusión de Tim… Pues sinceramente, no me creo nada que Tim sea un santito.


Scott estaba totalmente de acuerdo con Bianca.
-          Yo tampoco me lo creo, porque encima puedo decir que conozco a Naim y él no se mete en peleas.
-          En fin… a ver cómo acaba esto porque veo muy picado a Tim con Naim. Espero que no acabe mal.
-          Yo tampoco.


Mientras tanto, en el balcón Tim se disculpaba con Ashley.
-          Perdóname, he actuado como un tonto. Te quiero tanto que no quiero perderte por nada del mundo y por eso me pongo así.
-          Tim, con esa actitud consigues todo lo contrario. Debes aprender a controlarte.
-          Lo sé mi vida. Dame un beso.


Finalmente, Bianca y Scott se despidieron y ella se fue a su dormitorio a dormir.
-          Tiene razón Naim. No le veo como una amiga…-pensaba Scott-.


Naim apareció por el cuarto, se cambió de ropa y se fue a meter en la cama.
-          Naim, ¿quieres que hablemos?
-          Ahora no estoy de humor. Ya mañana, ¿vale? Buenas noches.


Y también Tim y Ashley se metieron en la cama y se durmieron. Al día siguiente tenían la primera clase…


Ya ha habido un primer enfrentamiento, ¿cómo terminará la relación entre Tim y Naim?

CONTINUARÁ…

lunes, 30 de octubre de 2017

Capítulo 31 de "Cero"

CAPÍTULO 31

Naim se levantó temprano esa mañana. No había dicho nada en casa así que Gloria creía que iba a trabajar.


Naim se fue y a la media hora Gloria se levantó, desayunó y cogiendo su coche se fue hasta el concesionario a trabajar.


La lluvia no había parado en toda la noche, por lo que había grandes charcos y en algunos puntos de la ciudad comenzaban a haber problemas. Por culpa de esto, el barco de Scott se retrasó algo más de lo esperado.


Pero cuando llegó, ahí estaba Naim dentro del coche para recogerlo. Pulsó el claxon y Scott corrió hacia el coche y se subió a él.


Scott entró y comenzó a arreglarse un poco el traje, aunque estaba bastante mojado.
-          Gracias por recogerme Naim. Siento la tardanza pero es que con esa maldita lluvia el barco ha ido más lento.
-          No te preocupes. Pese al retraso, ¿cómo ha ido el viaje?
-          Pues ha sido movidito, muchas olas en altamar y me he mareado un poco pero ya se me ha pasado.
-          Me alegro. Entonces vámonos a casa, que no hay nadie.


Naim aparcó el coche y entró en casa junto con Scott. Ambos se sentaron en el sofá y comenzaron a hablar.
-          A ver Scott, ¿qué querías decirme?
-          Es sobre Tim, tú y yo lo conocemos bastante bien.
-          Sí, me comentaste que de la universidad y que le quité la novia, ¿cómo es eso?
-          Simple, ella y tú os fijasteis el uno en el otro, Tim se puso celoso y se peleó contigo.


Naim pensaba en lo que le estaba contando Scott pero no lograba recordar nada de nada.
-          Es que me resulta muy raro el que me haya ocultado todo esto. ¿Estás realmente seguro?
-          Naim, hay fotos y las he traído en el móvil. ¿Te las enseño?
-          Claro, pero a ver, antes cuéntame cómo pasó todo, desde el principio.
-          Es largo que contar pero bueno, allá vamos…


(Ahora el narrador a partir de ahora es Scott.)

Hace 17 años tú y yo entramos en la universidad y nos mudamos a una residencia que había allí. Cogimos unas cuantas maletas y nos fuimos hacia el sitio.


Llegamos bastante desconcertados, ya que no conocíamos a nadie más ni tampoco a quién nos íbamos a encontrar ni nada por el estilo. El sitio parecía estar bastante bien exteriormente y nos quedamos embobados mirándolo desde fuera.


A mí las piernas me temblaban y te miraba a ti y te notaba muy tranquilo, yo flipaba contigo.
-          ¿Entramos?
-          Venga,-contestó Naim-.


Entramos en la residencia y no escuchamos ningún ruido ni vimos tampoco a nadie, así que subimos por el ascensor y entramos en nuestra habitación.


Tú fuiste el que eligió la cama y pusimos nuestra ropa en los cajones y tal, nos relajamos en general y luego decidimos bajar al salón por si había alguien allí.


Allí encontramos que habían más estudiantes y que cada uno iba a su rollo.


Lo más extraño era que había una chica que estaba apartada a los otros dos que jugaban juntos al billar. Nos quedamos mirando sin decir nada; no sabíamos si saludar o quedarnos ahí callados.


Tú eras el que estabas realmente callado. Te miraba y te veía mirando fijamente a la chica que jugaba al billar. Te di un codazo en el brazo para que reaccionaras y en ese momento hablaste.
-          ¡Buenas! Somos nuevos aquí y seremos compañeros de residencia.


La chica te comenzó a mirar también fijamente.
-          Bienvenidos a la residencia.


Tú te acercaste a la mesa de billar y te presentaste.
-          Mi nombre es Naim.
-          Yo me llamo Ashley, encantada de conocerte.
-          Y yo Tim, bienvenido.
-          Igualmente. ¿Puedo jugar?
-          Sí,-dijo Tim-. Aún no hemos empezado.


Yo me acerqué a la otra chica que estaba sola y me presenté.
-          Hola, soy nuevo aquí. Me llamo Scott.
-          Ah hola. Un momento que acabo de empezar una partida al LoL.


Tim comenzó la partida de billar y comenzó a meter las bolas sin parar.


Mientras tanto, vosotros mirabais la partida o más bien tú mirabas la partida y Ashley te miraba a ti…


Tim se dio cuenta y comenzó a mirarte más a ti que a la mesa de billar.


Tim comenzó a golpear la bola más fuerte y se escuchaba el impacto de las bolas por toda la habitación. Parecía que su cabreo iba en aumento.


Yo me puse a jugar y me aislé del mundo, como la otra no me hacía caso y vosotros ibais a lo vuestro…


Unos 10 minutos después, escuché una voz detrás de mí.
-          Perdona Scott. He sido una maleducada contigo.
-          No te preocupes. Siento no levantarme pero estoy en medio de una carrera.
-          No pasa nada. Por cierto, me llamo Bianca.


Y efectivamente, aquella chica feucha detrás de esas gafas de pasta era la que actualmente es mi esposa.


Terminé y ella pidió unirse a una partida conmigo, así que se sentó a mi lado, cogió un mando y nos pusimos a jugar.


Rato después, apareció un par de chicos más que se sentaron junto a nosotros y se pusieron a vernos mientras tú seguías jugando al billar.


Finalmente, Tim y Ashley te ganaron la partida.
-          ¡Bien! Hemos ganado Ashley ¿te has dado cuenta? Te dije que ganaríamos.


Sobre las 12 de la mañana tuvimos que ir a la presentación y tras una breve charla pudimos acercarnos a unos puestos donde había una serie de regalos de bienvenida junto al horario de clases.


El primero que te acercaste fuiste tú y cogiste de todo lo que había.
-          Me parece que voy a necesitar una bolsa para llevarme todo.


Justo después de ti se acercó Ashley y te volviste y la miraste.
-          ¿En qué carrera estás?
-          En Empresariales, ¿y tú?
-          Yo en Educación Física.
-          Ah, qué bien.


Yo me había entretenido un poco más con la charla y cuando entré miré a Bianca que ya había llegado.
-          Venga Scott, sólo quedas tú,-me dijiste-.


Tim pasó a tu lado y ni te miró, solamente se dedicó a mirar su horario, coger un par de regalos y se subió al piso de arriba. Bianca me sonreía simpática.


¿Qué pasó realmente con Tim y Naim en la universidad?

CONTINUARÁ…