miércoles, 2 de septiembre de 2020

Capítulo 10 || Doble o nada (Temporada 2)

 Tras recibir indicaciones y presentarle a su nuevo compañero que le ayudaría a situarse, Alí comenzó a revisar las pruebas que había de los diversos casos para ponerse al día con ellos. Justo en ese momento, un hombre pasó por su lado y lo saludó.

- Buenas,-dijo aquel hombre-.


 Situándose delante de Alí, comenzó a hablar.

- Tú debes ser el nuevo, ¿no? Yo soy Troy, soy el científico de esta comisaría.

- Encantado Troy, yo soy Alí.

- Bienvenido a la comisaría 15.

- ¡Alí vámonos!-dijo una voz al fondo-. Tenemos una llamada.


 De camino hasta el lugar de los hechos, su superior le comunicó a Alí que, al parecer, habían entrado a robar la casa y la habían destrozado por completo.

- Saca fotos, huellas y cualquier cosa que, por tonta que parezca, creas que puede ser relevante. Es mejor tener pruebas de más a que nos quedemos cortos.

- Sí jefe.


 Alí comenzó sacando fotos de todo lo que veía, documentando absolutamente todo para que tuvieran luego una visión clara de lo sucedido cuando analizaran lo que había ocurrido.


 Mientras tanto, el jefe de Alí comenzó a apuntar todos los objetos dañados que iba encontrando, pintadas que había tanto dentro como fuera de casa…

- Menudo desastre,-dijo a modo de comentario personal-.


 Luego entró Alí y comenzó a sacarle huellas al televisor. Al parecer, habían sido un par de personas los que habían entrado a robar y, justo cuando se iban a llevar la tele, les pillaron y tuvieron que salir corriendo, rompiéndola antes de irse.

- Jefe, aquí parece haber una huella,-dijo Alí-.

- Estupendo Köpek.


 Luego se acercó al ordenador y vio que se habían llevado la torre de mala forma, arrancando todos los cables y provocando que la pantalla mostrase esa dichosa pantalla azul.

- Menudos salvajes los que hayan hecho esto…


 Luego fue a hablar con una de las dueñas de la casa y le tomó declaración.

- Como le digo agente, lo vi marcharse por esa zona con la torre del ordenador bajo el brazo.

- Bien, ¿pudo ver algo más que sea reseñable?

- Corría de una forma muy particular, con las piernas muy abiertas… No sabría decirle.

- ¿Como si tuviera las rodillas hacia fuera?

- ¡Eso es! Justamente así, como si tuviera caca en los pantalones.

- Vale, perfecto. Este dato es muy importante que nos ayudará a acotar más la búsqueda…


 Volviendo a comisaría, Alí ya se sentía mucho más integrado en su nuevo puesto en menos de un día mucho más que todo el tiempo que pasó en la anterior comisaría.


 Dándole las pruebas a Troy, éste le pidió a Alí que le echase una mano, ya que había mucho trabajo por hacer y Troy solo tenía dos manos. Tras explicarle lo que tenía que hacer, Alí se puso a ello con todo el cuidado del mundo pensando en que ahora mismo se sentía como un auténtico CSI.


 Analizando una de las pruebas que había llevado ese día, Alí le pidió ayuda a Troy, quien le indicó los puntos en los que se debía fijar para ver los resultados que había obtenido.


 Tras mandar a imprimir la hoja con los resultados, Alí escuchó una voz femenina a su derecha.

- Eres el nuevo, ¿no?

- Sí, soy Alí.

- Pues bienvenido Alí. Yo soy la agente Myra Walker, ¿necesitas algo?

- No, gracias. De momento todo bien.


 Tras enseñarle las pruebas a su jefe, Alí fue hacia el despacho del comisario.

- Comisario, ¿puedo entrar?

- Pase, pase. ¿Qué tal su primer día?

- Bien, de momento me siento muy cómodo.

- Me alegro. Como verá, somos una comisaría pequeña, pero aquí todos formamos una familia y nos llevamos bien pese a la presión del trabajo. Bueno, ¿qué quería?

- He terminado de analizar las pruebas del caso y se las venía a traer.

- Estupendo, déjamelas sobre la mesa para que le eche un vistazo y, mira, vete hacia la zona de las celdas y ficha a una chica que está allí con el pelo azul. La hemos cazado esta mañana intentando robar en una tienda.


 Asintiendo, Alí se fue hasta la zona de las celdas y allí vio a la chica que debía fichar.

- Ey guapo, ¿por qué no me sueltas y nos escapamos tú y yo?

- Cállate la boca anda.


  Llevándola hasta la zona para fichar, Alí saludó a otra compañera y llevó a la delincuente frente a la pared.

- Muy buenas Eloísa.

- Ey, ¿qué tal?

- Aquí vengo, a fichar a esta individua.

- Eh, sin faltar,-dijo aquella chica-.


 Tras preguntarle si tenía algún objeto y negarse a contestar, Alí la puso de cara a la pared y comenzó a cachearla.

- Pero bueno agente, no sabía yo que los policías de aquí erais tan guarros… Me encanta.

- Calla ya, que no estoy para juegos contigo.

- Oh, qué pena. No sabes lo que te pierdes…


 Dándose la vuelta tras no encontrar nada, la mujer miró a Alí antes de hablarle.

- Muchas gracias por el magreo. Ni mi novio me ha tocado así en todo el tiempo que llevamos juntos.

- ¿Sabe tu novio que está aquí?

- Claro, si nos han pillado a los dos…


 Informándole que debía poner su mano sobre ese panel para registrar sus huellas dactilares, aquella mujer intentaba dar pena.

- ¿Esto significa que a partir de ahora tendré antecedentes?

- Para toda tu vida.

- Menuda mierda, ¿ahora quién me va a contratar en un trabajo?

- Mira, haberlo pensado antes de intentar robar en esa tienda.


 Luego le dio un cartel con su nombre y la situó frente a la cámara para hacerle la foto.

- Sácame guapa, ¿eh?

- La cámara no hace milagros…

- Serás cabrón.


 Tras eso, Alí la acompañó hasta la celda y la encerró de nuevo.

- ¿No hay manera de que me saques de aquí?-preguntó la delincuente-.

- Sí. Portándote bien en la cárcel.


 Sentándose frente a su ordenador, Alí comenzó a leer las pruebas que había aportado Troy sobre el robo en aquella vivienda esa misma mañana.


 Luego, el comisario Dicks lo llamó para hablar con él.

- ¿Me ha llamado señor?-preguntó Alí-.

- Sí, siéntate. Te he llamado para felicitarte porque le he preguntado a tus compañeros qué tal te veían y todos ellos me han dado buenas opiniones de ti, así que enhorabuena.

- Vaya, gracias comisario.

- No hay de qué. Lo que me extraña es por qué la comisaria Reynolds te ha mandado para acá… Yo si fuera ella no habría dejado que se me fuera un policía tan bueno. ¿Puedo saber las razones?

- Los compañeros… No fueron demasiado corteses y comenzaron a comportarse más como delincuentes conmigo que como policías y yo no quería tonterías en mi lugar de trabajo. Deseo ser un buen policía y no estoy para que Vidal me llame esto o insulte a mi hermano por aquello.

- ¿Vidal?-preguntó el comisario-. ¿Te refieres a Enrique Vidal?

- Sí…-contestó Alí sin saber si había metido la pata o no-.

- ¿Todavía no se ha jubilado ese cabrón?

- Por desgracia no…


 Al cabo de dos semanas después, Ekrem y Violet ya podían disfrutar de su nueva casa tras contratar a un equipo que terminó de arreglar la vivienda a su gusto. Aunque por fuera estaba igual, Ekrem ya la veía con otros ojos…  


 El cambio en el interior era espectacular y tanto Agatha como Loreen, Emel, Jonathan y Yemba lo habían dicho. La casa era preciosa y estaba decorada con muy buen gusto.

- Buenas cariño, ya estoy en casa,-dijo Ekrem saludando a Violet, quien estaba haciendo la comida-.

- Hola cielo, me pillas justo comenzando a cocinar.

- Genial, voy a cambiarme y te echo una mano.


 Entrando en su actual dormitorio, el que una vez perteneció a sus padres, Ekrem se cambió mientras que pensaba en lo mucho que había cambiado esa casa. Era la misma, pero ahora parecía distinta y estaba dispuesto a formar su propia familia con Violet y ser muy felices en esas cuatro paredes.


 Saliendo del dormitorio, Ekrem respiró hondo y dijo un comentario en voz alta.

- Huele todo el salón a tomate.

- Jajajaja, sí, ¿quieres probar?

- No gracias, ya me lo comeré ahora cuando se termine la comida. ¿Te echo una mano?

- No hace falta, ya puedo yo.

- Lo sé, sé que tú puedes perfectamente, pero era por si querías que te aliviase un poco el trabajo.

- Acabas de llegar de la residencia, descansa un poco ahora cielo.

- ¿Qué tal llevas tú el guion que estás escribiendo?-preguntó Ekrem-.


 Poco tiempo después, Violet terminó de hacer la comida.

- Listo, ya podemos comer.

- Joder, qué buena pinta,-dijo Ekrem dándole una nalgada a Violet-.


 Girándose, Violet lo siguiente que pudo notar fue la boca de Ekrem sobre la suya y ambos comenzaron a besarse. En un momento en el que se separaron para coger aire, Violet le hizo una pregunta a Ekrem.

- Cariño espera, ¿y la comida?

- Que le den, yo quiero comerte a ti.

- Jajajaja qué tonto…


 Echando a un lado la silla de la barra, Ekrem puso a Violet sobre la encimera y comenzó a penetrarla tras unos breves preliminares mutuos mientras que la comida se enfriaba sin haber sido servida aún.


 Mientras tanto, una persona se acercaba a la casa con no muy buenas intenciones… ¿Se volvería a repetir la historia?



CONTINUARÁ…


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