miércoles, 22 de julio de 2020

Capítulo 9 || Doble o nada

 Ralph y Alí volvieron a casa y, por el camino, Alí le preguntó algo a Ralph.
- Entonces, ¿qué va a pasar con lo que he pedido?
- Se lo preguntaremos a Agatha. Si se diese el caso de que ella acepte… Entonces se hará como tú dijiste. Eso sí: nada de decirle a nadie lo que hacemos en realidad, ¿queda claro? Esto es un secreto.
- Claro, no hay problema Ralph.


 Buscando por la casa, Ralph se encontró a Agatha viendo la tele con Violet.
- Agatha, ya estamos en casa.
- Ah bien. ¿Qué tal ha ido todo?
- Bien. ¿Podrías venir un momento?
- Sí claro.


 Saliendo fuera Agatha vio a Alí, quien la sonrió nada más verla.
- ¿Qué pasa Ralph?
- Cuéntale chico…-dijo Ralph mirando a Alí-.
- Verás, hoy he hecho un buen primer trabajo y Ralph me dijo que le pidiera lo que fuera que él me lo concedería y yo le dije que quiero un acostarme contigo y con Loreen a la vez.
- Ya le he dicho yo que no creo que aceptes,-dijo Ralph-, pero…
- Está bien,-contestó Agatha sin pestañear e interrumpiendo a su marido-.


 Ralph se quedó completamente en silencio. A Agatha le había faltado tiempo para aceptar la propuesta de Alí y eso le ofendió profundamente. Ralph dejaba que Agatha se acostase con Arnold porque lo consideraba un hermano, pero aquello era diferente y sentía en su interior que Agatha lo estaba traicionando.
- Genial,-dijo contento Alí-. ¿Empezamos ahora?
- Adelante machote,-dijo Agatha acompañando al muchacho al piso superior-.


 Ralph acompañó a Agatha y a Alí arriba. Tras subir, el muchacho se volvió a Ralph antes de entrar en el dormitorio.
- ¿Puedes avisar a Loreen, por favor?
- Claro, como no…
- Gracias.


 Llamando a la puerta, Ralph entró en el dormitorio con la misma cara de pocos amigos que tenía desde que Agatha aceptó.
- Ah, hola Ralph. Mira, justo me pillas estudiando… ¿Es importante? Algunas asignaturas de la carrera de interpretación son un coñazo.
- Tengo que hablar contigo.


 Levantándose de su asiento, Loreen miró extrañada a Ralph, quien le contó lo sucedido.
- He metido a Alí en la empresa y ha tenido un primer día espléndido, así que le dije que pidiera lo que fuera, que yo se lo daría. Maldita la hora…
- ¿Y qué pidió?
- Un trío contigo y con Agatha. Tu madre ha aceptado y ya están los dos…
- ¿Han empezado ya? Joder, yo esto no me lo pierdo,-dijo Loreen saliendo rápido de la habitación y dejando a Ralph hablando solo-.
- Esto es increíble.


 Efectivamente, Alí y Agatha se encontraban desnudos y besándose como locos tumbados sobre la cama de matrimonio.
- Besas de lujo, Agatha.
- Pues si beso así, imagínate lo que puedo llegar a hacer… Y más con semejante polla como la tuya.


 Entrando en la habitación, Loreen vio el movimiento serpenteante de Alí sobre su madre y sonrió como una boba.
- Mamá, deja algo para las demás y no seas egoísta.
- Entonces no pierdas más el tiempo y ven aquí. Este chico es delicioso…


 Desnudándose y colocándose junto a su madre, Alí se incorporó sobre la cama y miró a ambas mujeres alternativamente.
- Si esto es un sueño, no quiero que me despertéis.
- No es ningún sueño, Alí,-dijo Loreen-. Esto es real y puedes hacer con nosotras lo que te plazca.
- Pues mira, ya que lo dices… Tengo un par de ideas.


 Saliendo de la habitación de sus primos, Emel se encontró de frente con Ralph, quien seguía tremendamente serio.
- Uy Ralph, qué sorpresa.
- Ah, perdona Emel. Estaba buscando a Loreen, pero no le he encontrado.
- Pues juraría que me dijo que iba a estudiar, así que no tengo ni idea.
- Da igual, ya la buscaré. Por cierto, quería decirte que bailaste genial ayer.
- Oh vaya, muchas gracias Ralph. La verdad es que al principio me dio mucha vergüenza… No estoy acostumbrada a bailar delante de tanta gente. Sólo lo he hecho con Alí así que…
- ¿Bailar o follar?
- Ups pues… las dos jajaja.
- ¿Y nunca te ha dado curiosidad estar con nadie más?
- Sí pero…


 Sin dejarle más tiempo a reaccionar, Ralph se acercó a Emel y la besó en la boca, colocándole la mano en el trasero femenino.
- Qué buen culo tienes, Emel. Desde que te vi moviéndolo ayer supe que tenía que ser mío.
- ¿En… serio?
- Te lo juro,-le dijo Ralph a la muchacha. En realidad, sí que se había fijado, pero no tanto como para desearla de esa forma. Esto que estaba haciendo era más bien para… “vengarse” de Alí de cierta forma-.
- Bueno pues…-susurró Emel acordándose de las palabras de Loreen cuando le dijo que mantuviera en secreto que todavía tenía 17 años-.


 En la habitación principal, Alí se había tendido boca arriba en la cama mientras que ambas mujeres recorrían con su boca y sus lenguas el largo falo masculino.
- Esto es un sueño hecho realidad,-pensaba una y otra vez-.


 En el piso de abajo, Ekrem entró en casa proveniente de la piscina cuando se encontró con Violet saliendo de la sala de estar.
- Oh, te pillé,-dijo la muchacha-.
- Sí, me has pillado jajaja. Y yo a ti.
- ¿A dónde vas?
- A mi cuarto, voy a darme una ducha y a ponerme cómodo, ¿y tú?
- Ah, yo igual. Yo iba a ponerme el pijama y estar más tranquila.


 Subiendo las escaleras juntos, Violet se metió en su habitación y, cuando Ekrem lo hizo en la suya, lo primero que se encontró fue a Ralph besando y tocándole el pecho a su prima Emel mientras que los dos estaban… ¡completamente desnudos!


 Dándose la vuelta y cerrando la puerta despacio para que nadie se percatase de que los había pillado, Ekrem pensaba en lo que había sucedido en esa famosa fiesta de la noche anterior para que ahora estuviera Ralph comiéndole la boca a Emel. ¡Podía ser su padre! Además, ¡Emel tenía 17 años! Ese tío era un puto pervertido…  


 Completamente cabreado, Ekrem entró en la habitación de Violet y le vio de espaldas, pero completamente desnuda. Pegando un grito, Ekrem cerró la puerta mientras se disculpaba con la muchacha una y otra vez.


 Apenas un minuto más tarde, Violet salió de su habitación y, justo cuando se dirigía hacia la habitación de Ekrem, éste la avisó desde el sofá del descansillo.
- ¡Aquí Violet! Perdóname de nuevo, lo siento mucho. Creí que todavía no te habías cambiado y he entrado sin pensar. Es que… Dios, no te vas a creer lo que acabo de ver.
- Prueba…
- He entrado en mi cuarto y he pillado a Ralph besándose con mi prima y los dos estaban completamente desnudos…
- ¿Y qué?
- ¿Cómo que “y qué”? ¿Tú ves eso normal? ¡Que mi prima tiene 17 putos años nada más!
- Se nota que no has visto ninguna de las fiestas…


 Justo en la habitación contigua, Ali había comenzado a penetrar duramente a Agatha mientras que Loreen se había sentado sobre la cara masculina.
- JODER, ¡ahhhh!-gimió Agatha sin cortarse un pelo-. Qué pedazo de polla tienes, cabrón…


 Escuchando el grito, Ekrem se sobresaltó.
- ¿Qué ha sido eso?
- Seguramente sea mi madre,-contestó Violet-.
- Ahhh, tu puta madre,-se escuchó levemente otra voz femenina-.
- Y esa mi hermana,-dijo Violet.
- ¿Les habrá pasado algo?-preguntó Ekrem levantándose del sofá-.
- Ekrem, yo que tú no…,-llegó a decir Violet justo cuando Ekrem abrió la puerta del dormitorio-.


 Desde el marco de la puerta, Ekrem pudo ver con sus propios ojos las duras embestidas de su hermano a Agatha, quien estaba en posición de perrito mientras le lamía las zonas inferiores a su propia hija.
- Eso, chúpale el coño a tu hija, que se corra en tu cara, zorra,-dijo Alí-.


 Cerrando la puerta y con los ojos completamente abiertos como brótolas, Ekrem miró a Violet y, con apenas un hilo de voz, le dijo lo que había visto.
- Acabo de ver a…
- ¿Mi madre y mi hermana follando?-se adelantó a decir Violet-.
- Sí… Y… a mi hermano con ellas.
- ¿Tu hermano?-preguntó Violet-. Eso es nuevo… No sé si lo sabrá Ralph, pero no creo que le guste un pelo que se estén follando a mi madre y a mi hermana.
- ¿Qué pasa aquí?-preguntó Ekrem-. ¿Por qué vivo en una casa en la que se está celebrando una orgía continua?
- Ven conmigo al salón y te cuento.


 Llegando a la sala de estar, Ekrem y Violet se sentaron. Cogiendo aire, la muchacha comenzó a explicar.
- A ver, yo no sé muy bien cómo va la cosa porque nunca me han invitado a una fiesta ni tampoco iría si lo hicieran, pero cuando Ralph conoció a mi madre no me gustó un pelo. Llámalo intuición femenina, pero no me cayó bien desde el principio. Cuando se casaron, comenzaron las fiestas, el alcohol, el sexo, drogas… Incluso chicas.
- ¿Chicas?-preguntó Ekrem-.
- Sí, chicas que parecían prostitutas por cómo iban vestidas. Ya te digo, allí todos se ponían ciegos a beber, comer, drogarse y a follar los unos con los otros. Pero un día hubo una pelea al parecer y, desde entonces, Ralph sólo deja a Arnold follarse a mi madre, a Aarón a mi hermana y los demás se buscan la vida. No volvieron a traer más chicas… hasta que llegasteis vosotros y tu prima se unió a la fiesta.
- Joder, ¿y cómo sabes tú todo esto?
- Porque me colaba en la habitación de mi hermana y me asomaba a la ventana. Tampoco había que ser muy lista para enterarse, ya que ellos tampoco han guardado cuidado nunca.
- Madre mía…
- ¿Por qué te crees que yo me mantengo al margen de todo y de todos?
- Salvo de mí…


 Agachando la cabeza, Violet contestó ruborizada.
- Sí, salvo… contigo.
- Violet… ¿Por qué conmigo no guardaste las distancias como con los demás?
- Desde el principio supe que eras distinto de los demás. Incluso de tu hermano.
- ¿De mi hermano? Pero si somos gemelos…
- Lo sé, pero ayer mientras jugábamos al Jenga, la forma de comportarse de Alí, su forma de hablar, movimientos chulescos, osados e incluso impertinentes… Contrarrestaban totalmente con tu forma de ser, más callado, discreto y amable. No sé, me… llamaste la atención,-dijo Violet estirando su espalda-.


 Rápidamente, Ekrem puso sus manos sobre los hombros femeninos.
- ¿Te duele la espalda?
- Un poco…
- Déjame que te dé un masaje.
- Gracias, pero no es necesario.
- De verdad, que no me cuesta hacerlo…


 Tras unos minutos, Ekrem finalizó y Violet se sentía en la gloria. Girándose hacia él para darle las gracias, ambos se quedaron fijamente mirándose a los ojos y el silencio comenzó a reinar en ese momento.


 Parpadeando mucho en un momento, Violet retiró la mirada y se levantó del sofá.
- Es tarde y… será mejor que me vaya a dormir. Gracias por… el masaje, Ekrem. Buenas noches.
- Espera Violet… Buenas noches…


 Violet subió corriendo las escaleras y se encerró en su cuarto. ¿Había estado a punto de besarlo? Su corazón casi le hace dar el paso, pero su cabeza fue más fuerte en aquella ocasión.
- ¡Lo conociste ayer, tonta del culo! ¿Te crees que por mucho que te guste va a aceptar un beso tuyo?-se decía a sí misma-. Mírate nada más al espejo, ¿quién va a querer a una foca como tú?


 Ekrem se había quedado como un niño cuando le ofreces un caramelo y se lo quitas justo cuando se lo vas a meter en la boca. Violet le parecía una chica tremendamente atractiva física y mentalmente. Habían conectado desde el principio y se habían tirado largas horas charlando de diversos temas, habían entrenado juntos, habían compartido secretos… No podía evitar sentirse atraído por ella, pero… ¿ella sentía lo mismo por él? Lo peor no era eso, sino que con Ralph y Emel estaban en su habitación, él no podía volver a su cuarto para dormir y en el dormitorio de Loreen no quería dormir, ya que no quería ver a ninguna de las dos cuando terminase de follar con sus respectivas parejas.


 Suspirando, Ekrem miró al sofá y se tumbó sobre él para intentar conciliar el sueño. Eso si su cabeza y los recientes acontecimientos le dejaban.


CONTINUARÁ…

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