Alí permaneció en silencio mientras que Ekrem seguía protestando.
- La
tía Bárbara nos lo dio todo. Nos crió como si fuéramos sus
propios hijos, ¿lo sabes? ¿Lo supiste alguna vez? ¿O es que como
sólo tienes ojos para Emel no te diste cuenta?
-
Escúchame de una puta vez, Ekrem, yo quería a la tía Bárbara y
Emel también. Pero la vida sigue, no nos podemos quedar enfrascados
en el pasado porque si no, nos quedamos atrás. Hay que seguir
adelante. La tía no volverá, al igual que nuestros padres ni
tampoco el tío Mehmet. Están muertos.
-
¿Te crees que no lo sé? Yo también sufrí mucho por ellos cuando
se murieron.
Sonriendo, Alí negó con su cabeza.
- No
se murieron Ekrem, ¡los asesinaron! Tú dirás que has sufrido mucho
por ellos ¡y no lo niego! Pero tú no viste cómo le clavaban a papá
un cuchillo en mitad del cuello… Nunca olvidaré sus gritos ni cómo
la sangre salía de su cuello salpicando todo a su paso. ¡Tú fuiste
el que debiste haberlo visto porque te despertaste primero! Pero no,
era más fácil mandar a tu hermano… ¡Cobarde!
Sin poderlo evitar, Ekrem explotó de rabia.
- ¿Y
te crees que yo tengo la culpa de que los asesinaran? Si tan claro
tienes que los asesinaron, ¿por qué no lo contaste en su momento?
Alí, los policías dijeron que papá mató a mamá y que el tío
Mehmet lo mató a él y se resbaló con su sangre y se rompió el
cuello…
- ¿Y
tú te crees eso? Eres un iluso de mierda que se cree todo lo que le
cuentan. Vives en tu mundo de fantasía paralela y no eres consciente
de lo que pasa a tu alrededor. ¡Despierta!
-
Prefiero ser un ingenuo feliz que un consciente atormentado como tú.
¿Cuántas pesadillas tienes a lo largo de la semana, eh? ¿Ves
normal que te acuestes con nuestra prima? Estás enfermo, Alí. Me
dices que despierte cuando eres tú el que debería despertar y darse
cuenta de que hay algo en ti que no funciona.
Gritando a pleno pulmón, Alí se quejó.
-
¡Te odio! A partir de ahora, para mí has muerto. Ojalá ese tío te
hubiese matado a ti en lugar de a papá. ¡Gilipollas!
- Ah
muy bien, muy bonito por tu parte Alí. Muchas gracias… ¿Lo ves
como no estás bien? ¿Te crees que es normal desearle la muerte a tu
propio hermano? ¿A tu gemelo?
-
Mira… Me voy a ir antes de hacer una tontería de la que me
arrepienta después, pero sólo te voy a decir una última cosa,
hermanito: cuidado con lo que dices a partir de ahora y cuando vayas
caminando, mira siempre hacia atrás, no vaya a ser que te pase algo…
malo.
Mientras que Alí se cambiaba de ropa, Ekrem se quedó en completo
silencio. Antes de salir de la habitación para irse a la fiesta, Alí
se dirigió a su hermano.
- Yo
que tú me iría a dormir pronto, no vaya a ser que escuches los
gemidos de Emel y de Loreen mientras me las follo, hermanito…
¡Buenas noches!
Bajando las escaleras, Alí se paró frente a ellas justo cuando Josh
le habló.
-
Ey, ¿te has cambiado de peinado?
-
No. El que habéis visto era mi hermano gemelo.
- Ah
vale, ¿él no viene?
-
No. Es un aburrido de mucho cuidado… El típico idealista que se
cree que todo va a salir como su cabecita piensa.
-
Ay, me da a mí que tú y yo vamos a llevarnos muy bien. Soy Josh,
encantado de conocerte Alí.
Dirigiéndose hacia uno de los sofás, Alí pasó por delante de
Agatha, quien le hizo una pregunta.
-
¿Va todo bien con tu hermano?
-
Perfectamente, ¿por qué?
- Es
que creí haberos escuchado gritar.
- Ah
bueno, discusiones entre hermanos, ya sabes… Es mejor que yo tire
por un lado y él por otro, así no coincidimos tanto y no
discutimos.
En el cuarto de Loreen y Emel, éstas se encontraban listas para
bajar a la fiesta.
-
¿Estás segura de esto?-preguntó Emel-.
-
Por supuesto. Además, me encanta bailarles y ver cómo se calientan
pensando en las guarradas que me harían… Lo mejor de todo es que
saben que soy intocable.
-
Salvo para Ralph y Aarón, ¿no?
-
Exacto. Aprendes rápido Emel. Y por cómo antes te has movido
follando con Alí, diría que eres muy buena bailando…
-
Sólo hay una manera de averiguarlo…
En cuanto bajaron, todos se quedaron en silencio y Loreen presentó a
Emel justo antes de poner música sensual y comenzar a mover sus
caderas al ritmo que marcaba la canción.
-
Qué maravilla,-comentó Arnold-.
Alí no despegaba la mirada del culo de Loreen y pensaba en cómo
había disfrutado ese cuerpo escasos minutos atrás. Notando cómo su
miembro comenzaba a endurecerse, Agatha le puso la mano encima y le
susurró algo al oído.
-
Tranquilo cariño, que esto sólo acaba de empezar…
Robin, dejando de mirar a las chicas, se dirigió hacia Agatha, quien
quitó rápidamente la mano del paquete de Alí.
-
Espectacular la chica nueva, tremenda…
-
Pues ni se te ocurra catarla porque es intocable,-dijo Agatha-.
- Lo
sé, pero…
- No
Robin. Te la meneas tú sólo si quieres, pero con Emel nada.
Tras el baile, todos salieron fuera para disfrutar de la buena
música, la bebida y la barbacoa.
-
¡Que lo abra! ¡Que lo abra!-coreaban todos mientras Aarón abría
el tonel de cerveza-.
En uno de esos momentos, Ralph se volvió hacia Agatha y la besó en
la mejilla.
-
Alí se está integrando perfectamente, ¿cómo lo supiste?
-
Intuición… Desde el principio lo vi más receptivo que su hermano
y tuve la percepción de que se podría unir a nuestras fiestas.
- Y
a los negocios también.
-
¿Tú crees? ¿No es demasiado joven?
-
Tiene la edad perfecta, Agatha. Déjamelo a mí. Será un buen agente
de seguros con la formación adecuada.
Alí, acercándose a su prima, le susurró al oído.
-
¿Te gustó lo que hicimos antes con Loreen?
- Uf
sí. No me había corrido tanto en tan poco tiempo… Esa Loreen sí
que sabe comer un coño.
- Le
diré que me enseñe, entonces…
- Y
así de paso te la beneficias, ¿no?
-
Eh, que tú también le has comido todo lo habido y por haber.
-
Calla, que me pongo cachonda de pensarlo…
- ¿Y
por qué tengo que callarme si lo que quiero es ponerte así?
Minutos después, Arnold, Josh y Robin charlaban sentados a la mesa
tras comer las deliciosas chuletas de la barbacoa mientras que Ralph
y Agatha comenzaban a animarse.
- Ya
está comenzando el ambiente a caldearse,-dijo Robin-.
-
Pues conmigo no cuentes, maricón,-comentó Arnold entre risas-.
Aarón hacía lo propio con Loreen, a quien le agarraba el culo
mientras que la besaba sin parar.
- Yo
a quien tengo ganas de pillar por banda es a Loreen,-confesó
Arnold-.
-
Ja, pues mucha suerte,-dijo Josh-. Porque esa sólo la pueden tocar
Aarón y Ralph. Los demás somos invisibles para ella…
Subida a horcajadas sobre Ralph, el duro bulto de él comenzó a
notarse y Agatha se lo dijo.
-
Creo que alguien está pidiendo paso.
- Me
tienes muy cachondo Agatha y el pantalón me está apretando
muchísimo.
-
Pues habrá que ponerle solución…
Agachándose, Agatha desabrochó el pantalón de Ralph y liberó el
miembro masculino, quien salió como un resorte. Comenzando a lamerlo
suavemente, Agatha aprovechó su posición para mirar a Alí, quien
había desnudado ya a Emel y la besaba sin parar.
En la mesa, la conversación entre los demás continuaba.
- Yo
no sé por qué te quejas,-le dijo Josh a Arnold-. Eres el único de
los que estamos aquí que puedes follarte a Agatha cuando quieras.
-
¿Te crees que no lo sé?
- ¿Y
qué haces que no se la estás metiendo ya?
-
Porque quiero probar cosas nuevas, cambiar un poco…
-
Qué tonto eres. Yo mataría por follar con ella y tú que puedes no
la aprovechas.
-
Haz lo mismo que Robin, él se la machaca imaginándose que se folla
a Loreen y es tan feliz.
El aludido hacía eso. Sabía que no podía acostarse con Loreen, con
Agatha y mucho menos con la nueva, así que nadie le impedía bajarse
los pantalones e imaginarse una orgía tremenda donde él fuera el
protagonista.
Levantándose, Arnold acarició el pelo de Agatha mientras le
mostraba su duro miembro. Chocándose la mano con Ralph, Agatha
comenzó a chupar intermitentemente ambos miembros ante la atenta
mirada de Josh, quien se sentía desplazado.
En cambio, Ekrem dormía plácidamente tras haber llorado durante
largo rato. Las palabras que le había dicho Alí le habían roto el
corazón, y en su interior sabía que había algo en su hermano no
andaba bien. Tal vez, ver el asesinato de su padre le habían
cambiado, no lo sabía… Pero Ekrem sentía que Alí estaba roto.
Por su parte, Violet también dormía profundamente. Para ella las
fiestas eran cosa habitual, pero prefería mantenerse al margen e
ignorar todo lo que pasaba a su alrededor. No quería saber nada de
fiestas, negocios, contratos… Ella sólo quería terminar sus
estudios y poder publicar la novela que llevaba escribiendo tanto
tiempo.
El ambiente en el patio trasero era bien distinto, ya que los gemidos
se mezclaban con fluidos femeninos y masculinos junto con la música
que sonaba a todo volumen. Aquella fiesta era una orgía en toda
regla.
Casi al amanecer, Alí volvió al dormitorio y vio a su hermano
profundamente dormido. Riéndose de él, Alí pensó que lo que Ekrem
necesitaba era follar, espabilarse y dejarse de tonterías de niño
pequeño como todavía tenía en su cabeza.
Alrededor de las 8:30 de la mañana, Ekrem se despertó y vio a su
hermano durmiendo a su lado. No sabía a qué hora había vuelto,
pero se imaginaba que bastante tarde porque él tampoco se quedó
dormido demasiado pronto.
Al bajar para hacerse el desayuno, Ekrem se encontró con Violet
cocinando.
-
Vaya, buenos días Violet.
-
Buenos días Ekrem, qué madrugador.
- Ah
sí, no he dormido demasiado bien tampoco.
-
¿Extrañas tu cama?
-
Eso y que ayer… discutí con mi hermano.
- Lo
sé. Lo siento pero con los gritos que pegabais no pude evitar
escucharos.
- No
te preocupes, Violet.
-
¿Te preparo el desayuno también?
Yéndose al comedor, Ekrem y Violet desayunaron mientras hablaban
tranquilamente.
- ¿Y
por qué discutíais Alí y tú? Si no es mucho preguntar…
-
Pues de que me parece increíble que apenas hubieran pasado 24 horas
desde la muerte de nuestra tía y que él ya estuviera con ganas de
fiesta.
-
¿Tu hermano fue a la fiesta de anoche?
- Sí
y creo que mi prima también.
-
Oh, oh…
-
Oh, oh… ¿qué? ¿Qué sabes Violet?
Durante unos segundos, se creó un profundo silencio en la sala que
rompió Violet comenzando a hablar.
-
Desde que mamá conociese a Ralph y se casase con él, las cosas en
casa cambiaron mucho. Comenzaron a hacer fiestas todas las semanas
donde había alcohol, sexo, a veces mujeres y drogas…
- ¿Y
tú cómo sabes eso?
-
Porque los he espiado muchas veces a escondidas.
-
¿Nunca te ha dado curiosidad por ir?
-
No, aparte de que no me lo han propuesto, jamás iría. No soy esa
clase de chicas.
- No
quería decir eso, Violet.
- Lo
sé, no te preocupes. Lo que te iba diciendo… No sé a qué se
dedicará Ralph en realidad, pero ya te digo yo que al negocio de los
seguros no. No me gusta ni un pelo él ni tampoco sus amigos, sobre
todo el Arnold ese.
-
¿Quién es de todos?
- El
de la barba larga. Tiene una mirada que no me da buenas vibraciones y
si me dices que tu hermano ha ido a la fiesta… No creo que vaya a
salir nada bueno.
Quedándose pensativo tras escuchar a Violet, ésta miró a Ekrem
pensando en lo diferente que era de Alí. Físicamente eran
idénticos, pero Alí era más del estilo de Ralph y los suyos y
Ekrem más como… ella.
-
¿Puedes dejar de mirarlo así?-se decía Violet a sí misma-. Se va
a dar cuenta de cómo lo miras, tonta.
CONTINUARÁ…
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