lunes, 27 de julio de 2020

Capítulo 12 || Doble o nada

 Violet y Ekrem mantuvieron en secreto lo que habían visto de Alí y, desde entonces, ninguno lo volvió a mirar de la misma forma, sobre todo Ekrem, quien tenía hasta cierto temor. Por parte de los demás, Agatha y Ralph siguieron como siempre y la relación entre Violet y Loreen mejoró un poco. Emel, en cambio, era la que más diferente estaba de todos y quien se había encerrado algo más en sí misma aunque llevase ya un año conviviendo con Agatha y el resto de su familia.
- ¿Qué tal Violet?-preguntó Ekrem entrando en la habitación-.
- Bien, terminando de escribir una escena que me ha quedado increíble.
- ¡Qué bien! ¿Puedo leerla?
- ¡Sí! Me encantará saber qué opinas.


 En el pasillo, Ralph charlaba con Alí tranquilamente.
- ¿Estás preparado Alí? Hoy es tu gran día…
- Llevo semanas esperando esto.
- Hoy será tu prueba de fuego y sabremos si estás hecho para este trabajo o no.
- No os defraudaré.
- Ya sabes lo que hacer, Alí. Confío en ti.


 Escuchando la voz de su hermano, Ekrem se pegó a la puerta de la habitación de Violet y escuchó la conversación. En susurros, se dirigió hacia la muchacha.
- Eh, Violet, acabo de escuchar a Ralph decirle a mi hermano que hoy es su prueba de fuego y que demostrará si vale o no para el trabajo.
- ¿Qué prueba?
- No lo sé, pero tengo que averiguarlo…
- ¿Vas a seguir a tu hermano?
- No tengo más remedio si quiero enterarme.
- Ekrem no, es muy peligroso.
- No te preocupes por mí, tendré cuidado.


 Bajando por las escaleras, Alí abrió la puerta de casa para salir cuando se encontró a Aarón justo antes de llamar al timbre.
- Coño Aarón, por poco te atropello.
- ¿Y esas prisas?
- Voy a por… alguien.
- ¿Quién?
- ¿Te acuerdas de Tim?
- Claro, es nuestro contacto en la policía.
- Pues su hermano se ha enterado de todo y ha quedado con un periodista y, antes de que lo haga, voy a matarlo para que no hable.


 Mirando a Alí con una expresión muy seria y demostrando cierto enfado, Aarón comenzó a pedirle explicaciones.
- ¿Y quién te ha dicho todo esto?
- Nadie. Yo tengo mis fuentes y hago mis investigaciones… Se lo comenté a Ralph y él me ha dado luz verde para actuar como yo crea conveniente.
- ¿Es un farol?
- Pregúntale a Ralph, no te miento. ¿Cuándo vas a admitir que soy mejor que tú y que te he dejado atrás?


 Bajando las escaleras en completo silencio, Ekrem vio que Aarón estaba hablando con Ralph de una forma bastante acalorada.
- No lo entiendo jefe. Yo llegué mucho antes que Alí y últimamente siento que me estáis dando los casos que nadie quiere y que nadie se ocupa.
- Eso no es verdad, Aarón. Tú eres uno de nuestros mejores agentes,-negó Ralph-.
- Venga hombre, que la semana pasada tuve que entrar en casa de una viejecita porque su nieto nos había pedido 300€ y le tuve que robar el televisor a modo de pago… Eso lo puede hacer hasta un niño de primaria, Ralph.
- Es que… Alí es muy bueno Aarón.
- Lo sé, yo también tengo ojos en la cara y veo lo que está consiguiendo en tan poco tiempo, pero eso no es excusa.
- Me recuerda tanto a su tío Mehmet… Qué lástima que muriera… En fin, tiempos pasados.


 Pegándose a la pared para no ser visto, Ekrem abrió la puerta de la sala de estar para esconderse y mirar por la ventana mientras que se preguntaba de qué conocía Ralph a su tío Mehmet.
Entrando en la habitación, Loreen lo saludó creyendo que era su hermano.
- Hombre Alí, te has afeitado. Estás muy guapo.
- Esto…-quiso decir Ekrem antes de ser interrumpido-.
- Así pareces más joven.


 Sonriendo, Ekrem tuvo una idea y era la de hacerse pasar por su hermano para destapar toda la verdad. Al fin y al cabo, era el gemelo de Alí y lo conocía a la perfección. Sólo con cambiar un par de cosas de su aspecto físico ya sería completamente idéntico.


 Despidiéndose de Loreen, Ekrem salió de la habitación mirando a su derecha y, en un momento en el que ni Ralph ni Aarón miraban hacia la puerta, aprovechó para salir de casa sin hacer ruido y seguir a Alí antes de perderlo de vista.
Tras varios minutos siguiéndolo a cierta distancia, Ekrem se paró justo cuando vio a su hermano charlando con un tipo.
- Lástima que esté tan lejos y no pueda escuchar lo que dicen,-pensó Ekrem-.


 Escondiéndose entre los matorrales cuando vio a aquel chico negro aproximándose a él, Ekrem esperó a que pasase de largo para acercarse a la casa y esconderse junto a una ventana para mirar en su interior. Desde allí pudo ver cómo su hermano llamaba a alguien.
- ¡Jim!
- ¿Qué coño quieres? ¡No puedes hacer nada por impedir que hable!
- Te estás equivocando Jim. Deberías dejar de intentar hacerte el héroe.
- ¡Jamás me harás cambiar de idea! Ni tú ni tu sucia panda de mafiosos de mierda.


 ¿Había escuchado bien Ekrem? ¿Había dicho mafiosos? No estaba seguro, pero lo que sí veía con claridad era a su hermano sacar un cuchillo de su chaqueta, empuñarlo con fuerza y agarrar a ese tal Jim del hombro.
- Tú lo has querido Jim.


 Sin pestañear, Alí clavó el gran cuchillo en las tripas de aquel tipo, quien comenzó a retorcerse de dolor intentando gritar para llamar pidiendo ayuda.


 Alí no mostraba ningún tipo de remordimiento o temor. ¿Sería su primer asesinato?
- Tú mismo te has buscado la ruina Jim. Te lo avisé con tiempo, pero has sido un cabezota… Ahora muérete y púdrete con tus sucios secretos sobre nosotros,-dijo Alí retorciendo una vez más el cuchillo-.


 Ekrem no podía creer lo que estaba viendo. ¿Su hermano era un asesino? ¿Alí? ¿Aquel tipo era su gemelo? Ekrem sintió un escalofrío recorriendo todo su cuerpo y se echó a temblar sólo de pensar que tendría que dormir en la misma habitación junto a un asesino y, lo que era peor, hacer como si no supiera nada…  


 En cuanto el cuerpo de Jim cayó estrepitosamente al suelo, Alí subió al piso superior de la vivienda y, tras unos minutos, salió tan frescamente de la casa con una sonrisa de oreja a oreja sin saber que, a sus espaldas, su hermano lo observaba aterrorizado.


 Cogiendo un atajo, Ekrem logró llegar a casa antes de que lo hiciese su hermano y, subiendo rápidamente las escaleras, entró en la habitación de Violet sin ni siquiera llamar a la puerta.
- Violet, te tengo que contar una cosa.
- Joder Ekrem, qué susto me has dado.
- Lo siento pero es que no puedo esperar a contarte esto,-dijo echando el seguro de la puerta-.


 Levantándose, Violet fue hacia Ekrem justo cuando éste la abrazó para la sorpresa de la muchacha. Desde que llegase Ekrem a su casa y a su vida, Violet se había sentido atraída por él, pero en ningún momento le había sido sincera con sus sentimientos ni él tampoco, por lo que lo que existía única y exclusivamente una bonita amistad…


 Separándose, Ekrem comenzó a relatar.
- Estuve siguiendo a Alí durante un rato hasta que entró en el jardín de una casa y allí le recibió un chico negro. Estuvieron hablando de algo pero no lo llegué a escuchar. Luego ese chico se largó de allí y yo pude esconderme junto a una ventana y mirar qué hacía mi hermano. Otro chico le dijo a mi hermano que no podría hacer nada por destapar a su sucia mafia de mierda.
- ¿Mafia?


 Ekrem asintió con la cabeza y prosiguió hablando.
- Sí y ya hay ciertas cosas que me están cuadrando… Antes de irme, escuché a Aarón hablando con Ralph y diciéndole que se siente desplazado porque los mejores casos se los están dado a Alí y que él la semana pasada tuvo que robar en casa de una abuela porque su nieto les había pedido dinero y no se lo había devuelto aún… No sé, algo muy raro.
- Coño… Joder claro… ¿Cómo no lo he podido ver antes?
- ¿Qué pasa?
- Ralph es un prestamista y el resto de los que va a las fiestas trabajan para él.
- ¿Tu madre y tu hermana también?
- No creo… Mi madre no estaría de acuerdo con eso si supiera la verdad. Claro… ahora comprendo la paliza que le pegó tu hermano a aquel tipo cuando fuimos a ese club el año pasado.
- Cierto,-dijo Ekrem-. Y por eso aquel chico, cuando ha amenazado con destapar a la “mafia” mi hermano lo ha… matado.


 Violet se llevó instintivamente las manos a la boca.
- ¿Lo mató?
- Aún no me lo creo…
- ¿Cómo?-quiso saber ella-.
- Sacó un cuchillo y se lo clavó en las tripas… Dios. Nunca olvidaré esas imágenes.
- Hay que hacer algo Ekrem. Mi madre, mi hermana, tu prima, tú y yo vivimos bajo el mismo techo junto a un asesino y un prestamista mafioso, quien seguramente haya asesinado también…
- Tienes razón, ahora mismo voy a mi habitación y buscaré información para ver lo que puedo hacer.


 Marchándose, Ekrem se sentó frente al ordenador portátil y comenzó a buscar alguna forma de declarar todo lo que sabía a la policía sin que hubiera forma de que se supiera su identidad. Como acababa de ver morir a aquel muchacho, Ekrem no quería acabar como él. Encontrando un anuncio de un investigador privado en el que citaba que se mantendría el anonimato y habría discreción total, Ekrem se alegró mucho y contactó con él justo cuando Alí entró en su habitación.
- ¡De puta madre!-gritó Ekrem de alegría-.
- ¿Qué pasa hermanito?-preguntó Alí sobresaltando a su hermano-.
- Joder, casi me matas del susto.


 Echándose a reír, Alí comenzó a cambiarse de ropa mientras que Ekrem se fijó en que su traje era distinto. Se había cambiado de ropa… Notando la mirada de su hermano, Alí le preguntó.
- ¿Qué te pasa Ekrem?
- Nada… Ese traje está muy bien.
- Ah gracias. Regalo de Ralph…


 Se creó un momento de silencio en ese preciso instante y, observando a Alí, Ekrem pensaba en cómo su gemelo, sangre de su sangre, podía ser un asesino y sonreír tanto como lo estaba haciendo en ese momento. ¿No tenía sentimientos ni remordimientos?


 Ekrem era diferente. Cualquier cosa que le pasase se le notaba en la cara y eso Alí lo sabía.
- ¿Te pasa algo, Ekrem?
- No, de verdad. Son cosas mías…
- Bah, tan hermético como siempre. Tú sabrás tío. Buenas noches.


 Alí se terminó de cambiar de ropa y se acostó mientras que Ekrem lloraba en silencio y pidiendo que las imágenes del asesinato de ese muchacho le desapareciesen de la mente.


 Un par de días después, Ekrem recibió la respuesta del investigador privado citándolo en su despacho esa misma tarde. Respirando hondo, Ekrem supo que aquel día debía ser valiente y contar todo lo que sabía… Alí era su hermano, pero también un asesino y si había matado a una persona, ¿quién le decía que no lo volvería a hacer de nuevo?


 Llegada la hora, Ekrem llamó a la puerta y entró en el despacho del investigador, quien estaba sentado frente a su mesa.
- Buenas tardes-saludó el investigador-.
- Buenas tardes.


 Sentándose en la silla al otro lado de la mesa, Ekrem se quedó mirando a ese investigador, quien lo miraba fijamente y apenas sin pestañear. Sintiéndose aún más nervioso, Ekrem carraspeó antes de hablar.
- Ejem… Verá… Hay cierto tema que está sucediendo en mi casa que me preocupa y necesito que la policía se ocupe sin que se sepa que he sido yo el que dio la voz de alarma, ¿me entiende?
- Perfectamente. Cuénteme ahora qué sucede en su vivienda…


 Ekrem comenzó a relatar todo desde el principio, diciéndole lo que había descubierto y dándole los nombres de los sospechosos, quienes eran Ralph y su hermano, Alí.
- Ralph Moodie,-dijo el investigador-. ¿Terminado en “e”?
- Efectivamente. Y el otro es mi… bueno, Alí Köpek.
- ¿Cómo?
- Espere, mejor se lo escribo yo.


 Tras concretar con el investigador en que éste averiguaría si lo que le había dicho era cierto o no, Ekrem se marchó sintiendo un gran alivio en su interior. Por fin había dado el gran paso…  


 Pero el investigador, en cuanto Ekrem salió de la habitación, marcó un número de teléfono.
- Tim, tenemos un problema. Acaba de salir de aquí Ekrem, el hermano gemelo de Alí. Lo sabe todo… Hay que hacer algo.


CONTINUARÁ…

No hay comentarios:

Publicar un comentario