Violet y Ekrem mantuvieron en secreto lo que habían visto de Alí y,
desde entonces, ninguno lo volvió a mirar de la misma forma, sobre
todo Ekrem, quien tenía hasta cierto temor. Por parte de los demás,
Agatha y Ralph siguieron como siempre y la relación entre Violet y
Loreen mejoró un poco. Emel, en cambio, era la que más diferente
estaba de todos y quien se había encerrado algo más en sí misma
aunque llevase ya un año conviviendo con Agatha y el resto de su
familia.
-
¿Qué tal Violet?-preguntó Ekrem entrando en la habitación-.
-
Bien, terminando de escribir una escena que me ha quedado increíble.
-
¡Qué bien! ¿Puedo leerla?
-
¡Sí! Me encantará saber qué opinas.
En el pasillo, Ralph charlaba con Alí tranquilamente.
-
¿Estás preparado Alí? Hoy es tu gran día…
-
Llevo semanas esperando esto.
-
Hoy será tu prueba de fuego y sabremos si estás hecho para este
trabajo o no.
- No
os defraudaré.
- Ya
sabes lo que hacer, Alí. Confío en ti.
Escuchando la voz de su hermano, Ekrem se pegó a la puerta de la
habitación de Violet y escuchó la conversación. En susurros, se
dirigió hacia la muchacha.
-
Eh, Violet, acabo de escuchar a Ralph decirle a mi hermano que hoy es
su prueba de fuego y que demostrará si vale o no para el trabajo.
-
¿Qué prueba?
- No
lo sé, pero tengo que averiguarlo…
-
¿Vas a seguir a tu hermano?
- No
tengo más remedio si quiero enterarme.
-
Ekrem no, es muy peligroso.
- No
te preocupes por mí, tendré cuidado.
Bajando por las escaleras, Alí abrió la puerta de casa para salir
cuando se encontró a Aarón justo antes de llamar al timbre.
-
Coño Aarón, por poco te atropello.
- ¿Y
esas prisas?
-
Voy a por… alguien.
-
¿Quién?
-
¿Te acuerdas de Tim?
-
Claro, es nuestro contacto en la policía.
-
Pues su hermano se ha enterado de todo y ha quedado con un periodista
y, antes de que lo haga, voy a matarlo para que no hable.
Mirando a Alí con una expresión muy seria y demostrando cierto
enfado, Aarón comenzó a pedirle explicaciones.
- ¿Y
quién te ha dicho todo esto?
-
Nadie. Yo tengo mis fuentes y hago mis investigaciones… Se lo
comenté a Ralph y él me ha dado luz verde para actuar como yo crea
conveniente.
-
¿Es un farol?
-
Pregúntale a Ralph, no te miento. ¿Cuándo vas a admitir que soy
mejor que tú y que te he dejado atrás?
Bajando las escaleras en completo silencio, Ekrem vio que Aarón
estaba hablando con Ralph de una forma bastante acalorada.
- No
lo entiendo jefe. Yo llegué mucho antes que Alí y últimamente
siento que me estáis dando los casos que nadie quiere y que nadie se
ocupa.
-
Eso no es verdad, Aarón. Tú eres uno de nuestros mejores
agentes,-negó Ralph-.
-
Venga hombre, que la semana pasada tuve que entrar en casa de una
viejecita porque su nieto nos había pedido 300€ y le tuve que
robar el televisor a modo de pago… Eso lo puede hacer hasta un niño
de primaria, Ralph.
- Es
que… Alí es muy bueno Aarón.
- Lo
sé, yo también tengo ojos en la cara y veo lo que está
consiguiendo en tan poco tiempo, pero eso no es excusa.
- Me
recuerda tanto a su tío Mehmet… Qué lástima que muriera… En
fin, tiempos pasados.
Pegándose a la pared para no ser visto, Ekrem abrió la puerta de la
sala de estar para esconderse y mirar por la ventana mientras que se
preguntaba de qué conocía Ralph a su tío Mehmet.
Entrando
en la habitación, Loreen lo saludó creyendo que era su hermano.
-
Hombre Alí, te has afeitado. Estás muy guapo.
-
Esto…-quiso decir Ekrem antes de ser interrumpido-.
-
Así pareces más joven.
Sonriendo, Ekrem tuvo una idea y era la de hacerse pasar por su
hermano para destapar toda la verdad. Al fin y al cabo, era el gemelo
de Alí y lo conocía a la perfección. Sólo con cambiar un par de
cosas de su aspecto físico ya sería completamente idéntico.
Despidiéndose de Loreen, Ekrem salió de la habitación mirando a su
derecha y, en un momento en el que ni Ralph ni Aarón miraban hacia
la puerta, aprovechó para salir de casa sin hacer ruido y seguir a
Alí antes de perderlo de vista.
Tras
varios minutos siguiéndolo a cierta distancia, Ekrem se paró justo
cuando vio a su hermano charlando con un tipo.
-
Lástima que esté tan lejos y no pueda escuchar lo que dicen,-pensó
Ekrem-.
Escondiéndose entre los matorrales cuando vio a aquel chico negro
aproximándose a él, Ekrem esperó a que pasase de largo para
acercarse a la casa y esconderse junto a una ventana para mirar en su
interior. Desde allí pudo ver cómo su hermano llamaba a alguien.
-
¡Jim!
-
¿Qué coño quieres? ¡No puedes hacer nada por impedir que hable!
- Te
estás equivocando Jim. Deberías dejar de intentar hacerte el héroe.
-
¡Jamás me harás cambiar de idea! Ni tú ni tu sucia panda de
mafiosos de mierda.
¿Había escuchado bien Ekrem? ¿Había dicho mafiosos? No estaba
seguro, pero lo que sí veía con claridad era a su hermano sacar un
cuchillo de su chaqueta, empuñarlo con fuerza y agarrar a ese tal
Jim del hombro.
- Tú
lo has querido Jim.
Sin pestañear, Alí clavó el gran cuchillo en las tripas de aquel
tipo, quien comenzó a retorcerse de dolor intentando gritar para
llamar pidiendo ayuda.
Alí no mostraba ningún tipo de remordimiento o temor. ¿Sería su
primer asesinato?
- Tú
mismo te has buscado la ruina Jim. Te lo avisé con tiempo, pero has
sido un cabezota… Ahora muérete y púdrete con tus sucios secretos
sobre nosotros,-dijo Alí retorciendo una vez más el cuchillo-.
Ekrem no podía creer lo que estaba viendo. ¿Su hermano era un
asesino? ¿Alí? ¿Aquel tipo era su gemelo? Ekrem sintió un
escalofrío recorriendo todo su cuerpo y se echó a temblar sólo de
pensar que tendría que dormir en la misma habitación junto a un
asesino y, lo que era peor, hacer como si no supiera nada…
En cuanto el cuerpo de Jim cayó estrepitosamente al suelo, Alí
subió al piso superior de la vivienda y, tras unos minutos, salió
tan frescamente de la casa con una sonrisa de oreja a oreja sin saber
que, a sus espaldas, su hermano lo observaba aterrorizado.
Cogiendo un atajo, Ekrem logró llegar a casa antes de que lo hiciese
su hermano y, subiendo rápidamente las escaleras, entró en la
habitación de Violet sin ni siquiera llamar a la puerta.
-
Violet, te tengo que contar una cosa.
-
Joder Ekrem, qué susto me has dado.
- Lo
siento pero es que no puedo esperar a contarte esto,-dijo echando el
seguro de la puerta-.
Levantándose, Violet fue hacia Ekrem justo cuando éste la abrazó
para la sorpresa de la muchacha. Desde que llegase Ekrem a su casa y
a su vida, Violet se había sentido atraída por él, pero en ningún
momento le había sido sincera con sus sentimientos ni él tampoco,
por lo que lo que existía única y exclusivamente una bonita
amistad…
Separándose, Ekrem comenzó a relatar.
-
Estuve siguiendo a Alí durante un rato hasta que entró en el jardín
de una casa y allí le recibió un chico negro. Estuvieron hablando
de algo pero no lo llegué a escuchar. Luego ese chico se largó de
allí y yo pude esconderme junto a una ventana y mirar qué hacía mi
hermano. Otro chico le dijo a mi hermano que no podría hacer nada
por destapar a su sucia mafia de mierda.
-
¿Mafia?
Ekrem asintió con la cabeza y prosiguió hablando.
- Sí
y ya hay ciertas cosas que me están cuadrando… Antes de irme,
escuché a Aarón hablando con Ralph y diciéndole que se siente
desplazado porque los mejores casos se los están dado a Alí y que
él la semana pasada tuvo que robar en casa de una abuela porque su
nieto les había pedido dinero y no se lo había devuelto aún… No
sé, algo muy raro.
-
Coño… Joder claro… ¿Cómo no lo he podido ver antes?
-
¿Qué pasa?
-
Ralph es un prestamista y el resto de los que va a las fiestas
trabajan para él.
-
¿Tu madre y tu hermana también?
- No
creo… Mi madre no estaría de acuerdo con eso si supiera la verdad.
Claro… ahora comprendo la paliza que le pegó tu hermano a aquel
tipo cuando fuimos a ese club el año pasado.
-
Cierto,-dijo Ekrem-. Y por eso aquel chico, cuando ha amenazado con
destapar a la “mafia” mi hermano lo ha… matado.
Violet se llevó instintivamente las manos a la boca.
-
¿Lo mató?
-
Aún no me lo creo…
-
¿Cómo?-quiso saber ella-.
-
Sacó un cuchillo y se lo clavó en las tripas… Dios. Nunca
olvidaré esas imágenes.
-
Hay que hacer algo Ekrem. Mi madre, mi hermana, tu prima, tú y yo
vivimos bajo el mismo techo junto a un asesino y un prestamista
mafioso, quien seguramente haya asesinado también…
-
Tienes razón, ahora mismo voy a mi habitación y buscaré
información para ver lo que puedo hacer.
Marchándose, Ekrem se sentó frente al ordenador portátil y comenzó
a buscar alguna forma de declarar todo lo que sabía a la policía
sin que hubiera forma de que se supiera su identidad. Como acababa de
ver morir a aquel muchacho, Ekrem no quería acabar como él.
Encontrando un anuncio de un investigador privado en el que citaba
que se mantendría el anonimato y habría discreción total, Ekrem se
alegró mucho y contactó con él justo cuando Alí entró en su
habitación.
-
¡De puta madre!-gritó Ekrem de alegría-.
-
¿Qué pasa hermanito?-preguntó Alí sobresaltando a su hermano-.
-
Joder, casi me matas del susto.
Echándose a reír, Alí comenzó a cambiarse de ropa mientras que
Ekrem se fijó en que su traje era distinto. Se había cambiado de
ropa… Notando la mirada de su hermano, Alí le preguntó.
-
¿Qué te pasa Ekrem?
-
Nada… Ese traje está muy bien.
- Ah
gracias. Regalo de Ralph…
Se creó un momento de silencio en ese preciso instante y, observando
a Alí, Ekrem pensaba en cómo su gemelo, sangre de su sangre, podía
ser un asesino y sonreír tanto como lo estaba haciendo en ese
momento. ¿No tenía sentimientos ni remordimientos?
Ekrem era diferente. Cualquier cosa que le pasase se le notaba en la
cara y eso Alí lo sabía.
-
¿Te pasa algo, Ekrem?
-
No, de verdad. Son cosas mías…
-
Bah, tan hermético como siempre. Tú sabrás tío. Buenas noches.
Alí se terminó de cambiar de ropa y se acostó mientras que Ekrem
lloraba en silencio y pidiendo que las imágenes del asesinato de ese
muchacho le desapareciesen de la mente.
Un par de días después, Ekrem recibió la respuesta del
investigador privado citándolo en su despacho esa misma tarde.
Respirando hondo, Ekrem supo que aquel día debía ser valiente y
contar todo lo que sabía… Alí era su hermano, pero también un
asesino y si había matado a una persona, ¿quién le decía que no
lo volvería a hacer de nuevo?
Llegada la hora, Ekrem llamó a la puerta y entró en el despacho del
investigador, quien estaba sentado frente a su mesa.
-
Buenas tardes-saludó el investigador-.
-
Buenas tardes.
Sentándose en la silla al otro lado de la mesa, Ekrem se quedó
mirando a ese investigador, quien lo miraba fijamente y apenas sin
pestañear. Sintiéndose aún más nervioso, Ekrem carraspeó antes
de hablar.
-
Ejem… Verá… Hay cierto tema que está sucediendo en mi casa que
me preocupa y necesito que la policía se ocupe sin que se sepa que
he sido yo el que dio la voz de alarma, ¿me entiende?
-
Perfectamente. Cuénteme ahora qué sucede en su vivienda…
Ekrem comenzó a relatar todo desde el principio, diciéndole lo que
había descubierto y dándole los nombres de los sospechosos, quienes
eran Ralph y su hermano, Alí.
-
Ralph Moodie,-dijo el investigador-. ¿Terminado en “e”?
-
Efectivamente. Y el otro es mi… bueno, Alí Köpek.
-
¿Cómo?
-
Espere, mejor se lo escribo yo.
Tras concretar con el investigador en que éste averiguaría si lo
que le había dicho era cierto o no, Ekrem se marchó sintiendo un
gran alivio en su interior. Por fin había dado el gran paso…
Pero el investigador, en cuanto Ekrem salió de la habitación, marcó
un número de teléfono.
-
Tim, tenemos un problema. Acaba de salir de aquí Ekrem, el hermano
gemelo de Alí. Lo sabe todo… Hay que hacer algo.
CONTINUARÁ…
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