Como antepenúltimo capítulo de esta historia os recomiendo que estéis atentos y vigilantes...
CAPÍTULO 37
Fernando dejó el coche
en un aparcamiento público y fueron andando hasta su destino.
-
¿A dónde me
llevar Fernando?
-
Ya lo verás.
-
¿No me lo puedes
decir?
-
No, es una
sorpresa.
-
Aish…
Se acercaron a una casa
y Fernando llamó a la puerta.
-
¿De quién es
esta casa?
-
Ya lo verás,
señorita impaciente.
Momentos después, Stacy
abría la puerta quedándose pasmada al ver a Fernando.
-
¡Sorpresa!
-
Pero, pero… ¿qué
haces aquí?
Stacy se abrazó a
Fernando aunque seguía en estado de shock.
-
Lo mejor es que
no he venido solo… Date la vuelta.
Claire esperaba a la
espalda de su antigua profesora y cuando se reencontraron después de tanto
tiempo la alegría fue desbordante.
Se abrazaron con
fuerza.
-
Nunca pensé que
volvería a verte Claire. Estás preciosa.
-
Muchas gracias
señorita Ford.
-
Anda, déjate de
señorita, soy Stacy. Esperad que voy a darle la sorpresa a Hugh.
Stacy entró en la casa
para darle la sorpresa a su marido.
-
¿Quién era
Stacy?
-
Unos amigos.
-
Ah, ¿quiénes?
-
Deja de leer y
los verás.
-
¿Los conozco yo
mami?-dijo Paul, el hijo de ambos-.
-
Bueno… ahora los
verás.
Hugh se levantó y se
dio la vuelta. Cuando vio a Fernando de repente después de tanto tiempo
hablando solo por Skype, se quedó petrificado.
Y cuando vio a Claire…
-
¿Eres Claire?
-
Sí, la misma.
-
Dios mío… No
pensé que te volvería a ver. Pero bueno, ¿qué hacéis aquí?
Hugh se acercó para
abrazar a su antigua alumna y la primera que se fue del internado.
Luego fue hacia
Fernando y lo abrazó.
-
¿Cómo es que
habéis venido?
Stacy se acercó a su
hijo.
-
Paul, ¿no vas a
saludar a tu tío?
-
¿Es el tío
Fernando?
-
Claro, ¿no te
acuerdas de él?
Paul salió corriendo a
por su “tío” Fernando.
-
¡Tito!
-
Hombre, mi
querido Paul. Al fin nos conocemos machote. Ven aquí que te de un abrazo
grandullón.
Paul era un niño de 5
años, el más alto y listo de su clase. Era moreno, con la piel un poco tostada
pero no tanto como la de su madre y con los ojos azules de su padre.
Stacy fijándose en
Claire fue a hablar con ella.
-
Oye, no me he
dado cuenta hasta ahora que te he visto. ¿Qué haces vestida así? Parece un…
pijama.
-
Lo es.
-
¿Qué ha pasado?
Claire cambió su cara.
Estaba preocupada en el fondo.
-
Es una larga
historia.
-
Tengo tiempo,
así que dime lo que ha pasado.
-
Resulta que
pillé a mi novio con otra…
-
Oh, cuánto lo
siento.
-
Sí… gracias… Así
que fui a casa de Fernando y me invitó a pasar la noche allí pero al día
siguiente, cuando él se había ido al trabajo, vino un hombre buscando a
Fernando y me dijo que yo no debería estar allí y vino a por mí diciendo que me
iba a matar, así que nos escapamos.
-
¿De verdad? ¿Qué
quería ese hombre?
-
No tengo ni
idea…
Stacy le agarró del
brazo en modo de apoyo.
-
Vamos arriba a
buscarte ropa, a ver si algo te queda bien, que no quiero que estés descalza y
en pijama.
Hugh quería hablar con
Fernando.
-
Cariño, vete a
tu cuarto que quiero hablar con el tito, ¿vale?
-
Jo… ahora te
veo.
Paul subió a su cuarto
y se puso a mirar debajo de la cama por si había monstruos o algo parecido.
Hugh, se intuía que
algo no iba bien…
-
Fernando, ¿qué
ha pasado para que vengáis así tan de repente?
-
Pues algo
bastante gordo.
-
¿Estás en
problemas?
-
Sin yo quererlo.
-
¿A qué te
refieres?
-
Por el trabajo
ha comenzado todo. Un hombre ha comenzado a perseguirme y luego la ha tomado
con Claire, quería matarla por lo visto porque estaba en mi casa cuando debería
estar yo. Parece que quiere acabar conmigo.
Hugh se notaba
preocupado.
-
¿Y qué vais a
hacer? No podéis estar toda la vida huyendo.
-
Ya lo sé, por
eso nos hemos venido aquí y no porque quiera implicaros a vosotros, sino para
pensar en alguna solución.
-
¿Y tienes alguna
idea?
-
Por ahora
ninguna… Tengo la mente en blanco.
Mientras tanto, en el
piso de arriba…
-
Y bueno, ¿estáis
saliendo Fernando y tú?
-
Qué va, es mi
mejor amigo. Aparte de que acabo de romper con mi novio.
-
Ah es verdad, me
lo has dicho antes abajo.
-
Fernando me
apoya y está siempre en todo momento conmigo. Menos mal que lo tengo a él.
-
Es un gran
muchacho, muy trabajador y una buenísima persona. ¿Sabes que ha estado todo
este tiempo hablando con nosotros por Skype y preocupándose por nuestro hijo?
-
¿Sí?
-
Nos ha mandado
regalos y cuando ha sacado un rato libre se ha llegado por aquí.
Stacy encontró una ropa
que a ella le quedaba un poco pequeña y se la dio a Claire para que se la
probara.
-
¿Cómo te queda?
-
Parece que bien,
¿tú cómo me ves?
-
Yo te veo
estupenda, aunque ese pelo…
-
¿Qué le pasa?
-
Espérate que te
lo voy a arreglar un poco.
Claire se puso en manos
de Stacy y ella la arregló un poquito.
-
Ahora muchísimo
mejor.
-
A ver que me
vea.
-
No, es una
sorpresa. Luego te verás. Vas a dejar a Fernando con la mandíbula descolgada.
-
Anda, ¿qué
dices? Si yo no le gusto.
-
Bueno, él no
tiene pareja y tú ahora estás soltera…
-
¿Qué quieres
decir con eso?
-
No pillas ni
una, ¿eh?
En ese momento, en el
piso de abajo…
-
Pues si de
verdad te gusta, deberías ir a por ella Fernando. Es una chica estupenda y se
ha convertido en una mujer bellísima. Tienes suerte de tenerla a tu lado.
-
Pero es que ella
me considera como su mejor amigo, nunca se fijará en mí.
-
Ahora tiene ese
concepto, esperemos que lo cambie…
-
No sirve de nada
soñar, luego no va a ocurrir.
-
Qué negativo
eres…
Fernando sonrió un
poco.
-
Es cierto. Si me
ve como su mejor amigo no le puedo hacer nada. No quiero parecer un estúpido
diciéndole que me gusta ahora justo cuando acaba de romper con su novio. No
quiero que piense que soy un aprovechado.
-
Y ella sabe que
no lo eres pero como ya te digo, tiempo al tiempo. Al final me darás la razón.
-
Ya lo veremos…
Arriba, Stacy seguía
hablando con Claire.
-
Pues piénsalo
Claire. Tú misma dices que es un gran apoyo para ti y que sin él no estarías
aquí.
Entonces, comienza a mirarlo más como un hombre y no como un hermano.
-
Me resulta muy
raro. Le quiero mucho y cuando estoy con él el resto del mundo se me olvida.
-
Eso es lo que yo
siento cuando estoy con Hugh y míranos, tenemos ya un hijo de 5 años.
Stacy bajó las
escaleras para poner en situación a los hombres.
-
¿Estáis
preparados para ver a una belleza?
Claire comenzó entonces a bajar las escaleras.
Estaba completamente preciosa. Se había soltado el pelo y se había maquillado
un poco más.
Fernando se acercó a
ella y la miró de arriba abajo.
-
Estás
sencillamente fabulosa. ¡Qué guapa!
-
No exageres
Fernando.
-
No lo hago…
Guau.
-
¿No hacen una
pareja preciosa?-le decía Stacy a Hugh en voz baja-.
-
Sí, me recuerdan
a ti y a mí cuando nos conocimos.
Fernando la miraba con
dulzura, cariño y respeto.
-
Si supiera
cuánto la quiero…
Claire pensaba en las
palabras de Stacy.
-
¿Tendrá razón
Stacy? Es estupendo, pero aún sigo queriendo al maldito Roger…
Pero una llamada al
móvil de Fernando cortó ese momento.
-
¿Diga?
-
Te escondes muy
bien, pero tarde o temprano te encontraré. Dile a tu amiguita que también tengo
para ella…
CONTINUARÁ…
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