Pero hoy ya estoy aquí y os quiero recompensar con un capítulo, que ya tocaba jejeje. Disfrutadlo y pasadlo bien leyendo :D
CAPÍTULO 28
Fernando salió del baño
cuando había terminado de arreglarse. Esa noche iba a ocurrir el gran
reencuentro con sus amigos de la adolescencia.
Llegó al sitio indicado
y a la hora a la que habían quedado. Al entrar, Travis ya estaba dentro
esperándolo.
Nada más verse el uno
al otro, se abrazaron.
-
Ey tío, gracias
por venir.
-
Nada, tengo
ganas de verlos después de tanto tiempo.
-
Pues ellos no
tienen ni idea de que tú estás aquí. Ellos están abajo donde nos vemos siempre
pero se creen que hoy llego tarde, no que he quedado contigo. Verás las caras
que se les quedan cuando te vean.
Al bajar, Travis habló
a los chicos que ya estaban sentados.
-
¡Adivinad con
quien vengo hoy!
-
¡¡FER!!-gritó
Fany levantándose como si tuviera un resorte-.
Fany se adelantó
corriendo y abrazó a Fernando con mucha fuerza.
-
¡¿Pero dónde
estabas?! Supimos de tu desaparición por la tele.
-
Ay, las de cosas
que han pasado Fany. Me alegro de verte, estás muy guapa.
-
Tú sí que estás
guapo.
Y en realidad Fany
había mejorado mucho con los años, estaba mucho más guapa y sus ojos verdes
eran de envidiar.
La siguiente en abrazar
al protagonista de la noche fue Mandy ante la atenta mirada de Steve.
-
Mi Fer, mi
guapo. ¿Dónde estabas metido? Me alegro de verte.
-
Y yo también.
Estás preciosa.
-
Anda ya, que
eres un adulador de cuidado.
Era cierto, Mandy
estaba hecha un auténtico bellezón y no se le podía negar que de las chicas,
era la más guapa.
Para terminar, Steve le
estrechó la mano en modo de broma para luego darle un abrazo.
-
Me alegro de ver
que estás bien Fer. Estábamos preocupados por ti.
-
Muchas gracias.
Te veo muy bien.
-
Sí jeje. Hago lo
que puedo. Tú también.
Sobre Steve… hombre,
algo había mejorado, pero tampoco no era nada del otro mundo físicamente,
aunque como persona era inmejorable.
Todos se sentaron y se
pusieron a preguntarle a Fernando sobre su desaparición y él tranquilamente se
puso a contarles todo.
Todos se sorprendieron
ante la historia de Fernando, así que decidieron preguntarle sobre lo que había
hecho en la universidad y todas esas cosas.
A Mandy se la veía un
poco ausente. Estaba en su mundo pensando en sus cosas.
Steve escuchaba la
conversación que había en ese momento mirando a Fernando, el cual, miraba mucho
a Mandy.
Travis hablaba con Fany
sobre la ilusión que les hacía que el grupo estuviera otra vez unido y que Fer
estuviera otra vez en la ciudad.
Fernando estaba
hablando mientras miraba a Mandy con cara de sospecha porque la veía ausente y
notaba que Steve le miraba mucho.
Fany mientras tanto,
notaba las miradas que se echaban Steve y Fernando mientras hablaban entre
ellos. Por una cosa o por otra siempre estaba en medio de algo.
Al fin y al cabo, el
grupo estaba otra vez junto aunque unos 7 años más tarde. Ahora eran todos adultos
y responsables, o eso decían…
Unos minutos más tarde,
Travis sacó a bailar a Fany. La música que sonaba estaba muy bien y querían
aprovecharla.
Poco después, Steve se
levantó también.
-
Voy a bailar,
¿alguien se viene?
-
No, yo paso
Steve,-dijo Fernando-.
-
¿Y tú Mandy?
-
Uh, ahora no,
gracias.
Fernando se acercaba
poco a poco a Mandy sin que ella se diera cuenta, ya que ella estaba en su
mundo ausente de todo.
Estando ya muy cerca de
ella, Mandy giró la cabeza y vio que Fernando estaba a su lado.
-
¿Qué te pasa
Mandy?
-
¿A mí? Nada.
-
Te conozco
metida en un saco, a ti te pasa algo.
-
Fer, te recuerdo
que han pasado muchos años y he cambiado.
-
Pero sigues
siendo la misma en el fondo.
-
Eso es lo que te
crees así que no insistas, que no me pasa nada, de verdad.
Fernando estaba
convencido de que había algo que estaba preocupando a la chica, así que sacó
sus armas.
-
¿Entonces
quieres que me vaya?
-
No, tampoco es
eso.
-
Entonces si
quieres que me quede cuéntame lo que te pasa.
-
Es que… es
complicado de explicar.
-
Si no me lo dices,
nunca lo entenderé, eso seguro. ¿Es por algo de los amores?
Mandy se quedó pasmada
al ver que Fernando había dado con la tecla. ¿Cómo podía ser tan listo?
Entonces, al verse
descubierta, la chica comenzó a hablar.
-
Es que verás, al
verte mi cuerpo ha reaccionado de una forma que no me esperaba. Te deseo y
mucho. Me gustaría que tú y yo pudiéramos acabar esta noche en la cama pero… no
le puedo hacer esta faena a mi novio. Por eso estaba tan ausente.
-
¿Me sigues
queriendo?
-
No es amor lo
que siento. Creo que es… pasión. Ardor. Nuestros cuerpos se atraen pero me
tengo que controlar.
Fernando sonriendo le
quitó hierro al asunto.
-
No te preocupes
Mandy. Si tú quieres seguir siendo fiel a tu chico te entiendo y comprendo
perfectamente, así que por mi parte no hay problema.
-
Muchas gracias
por comprenderlo. No quería que te enfadaras conmigo.
-
¿Cómo me voy a
enfadar contigo tonta? Anda y dame un abrazo.
Mientras tanto, los
bailarines habían dejado de mover el esqueleto para comenzar a mover… otros
músculos.
Cinco minutos más
tarde, Mandy se levantó.
-
Voy al baño,
ahora vengo.
Al salir, un chico
había interrumpido a Travis y Fany para hablar con la chica. El don de la
inoportunidad tenía ese chico.
Steve, aprovechando que
Mandy estaba levantada, habló con ella.
-
¿Estás bien?
-
Sí, no te
preocupes.
-
Ah, es que como
antes te he visto un poco ida.
-
Bah, no te
preocupes. Ya sabes cómo soy, que me distraigo con una mosca.
-
¿Nos vamos a
casa si quieres?
-
No… yo me quiero
quedar un rato más.
Entonces Steve cogió la
barbilla de la chica y uniendo al principio sus labios suavemente, dejó que el
beso fuera más profundo.
A todo esto, Fernando
alucinaba pepinillos al enterarse de que el chico de Mandy no era otro que
Steve.
-
¿Qué habrá visto
en él?-se preguntaba Fernando-.
Fernando contemplaba la
escena sentado. Travis con Fany y Mandy con Steve. ¿Y él? Se veía fuera de
lugar.
Se levantó y se
despidió de todos.
-
Chicos, me voy
que mañana tengo trabajo, ¿vale? Ya hablamos.
Y antes de que los
demás pudieran reaccionar ya se había ido de allí. Fernando, cuando llegó a
casa se cambió y se acostó. Quería descansar para poder estar a tope en el
trabajo.
Y así fue. Se levantó,
se tomó un cortado doble y se fue pitando al trabajo para llegar a tiempo. Ya
allí se puso con la investigación y descubrió algo que lo dejó atónito.
Fernando miraba la
pantalla relamiéndose con lo que acababa de descubrir.
Ya en el ordenador,
registró el gran avance que había descubierto y luego, más tarde, se puso a
comprobar por su propia mano lo que la máquina había hecho.
Una vez las
comprobaciones hechas, Fernando se puso manos a la obra. Lo que estaba
haciendo… era un misterio y no quiso elegir a nadie para su equipo hasta que no
tuviera hecha las comprobaciones precisas y ese momento había llegado.
El tiempo pasaba, los
días y semanas corrían mientras su jefe seguía al margen de todo eso. Estaba
bastante intrigado pero Fernando se oponía a enseñarle nada ya que era su
proyecto, todavía sin nombre, habiendo pasado dos meses ya. Así que hasta que
Fernando avisara su nombre era X.
Cuatro meses más tarde,
es decir, seis meses después de que Fernando comenzara a trabajar, Fernando
llamó a su jefe.
-
Señor Turner, le
presento el proyecto X que a partir de ahora se llamará… R.I.F.
CONTINUARÁ…
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