Y para seguir con la racha, hoy voy a poner oooootro capítulo jajajaja. En este... Tened los ojos bien abiertos para que no se os escape nada.
CAPÍTULO 34
Hace unos meses, un
hombre recibía una llamada desde un número oculto.
-
¿Diga?
-
¿Detective
privado?
-
Efectivamente,
¿en qué puedo servirle?
-
Tengo un trabajo
para usted. Va a investigarme todo lo que sepa sobre C.C.I.
-
¿La empresa
científica?
-
Correcto. Dentro
de un par de días le volveré a llamar y espero que haya conseguido algo, para
eso es uno de los mejores detectives privados del estado.
-
No se preocupe,
tendrá su información.
-
Eso espero.
-
Por cierto,
sobre el pago… ¿oiga?-pero ya había colgado-.
Un día más tarde, el
detective iba al cine por la tarde para despejarse tras un largo día de
trabajo.
Este detective recibió
la llamada por parte de este misterioso hombre, al cual le dijo todo lo que
había conseguido durante esos dos días. Así que, satisfecho, el hombre
misterioso le prometió al detective que le pagaría una gran suma de dinero si
se comprometía a lo que fuera necesario cuando lo volviera a llamar. Una vez
hechos los negocios, el detective pudo seguir su vida y un mes más tarde,
disfrutaba de un agradable día de ocio en el festival de verano.
Y como lo prometido es
deuda, pasado ese mes volvió a recibir una llamada de este mismo hombre.
-
Detective,
quiero que se infiltre en la empresa.
-
¿Cómo dice?
-
No se lo voy a
volver a repetir, me ha oído perfectamente. Vaya a la esquina de la calle Wolf
junto con Mack y junto a la papelera habrá una mochila con todo lo necesario
para que se infiltre. No haga ninguna tontería o pagará las consecuencias, se
lo advierto.
-
Allí estaré,
puede confiar en mí.
El detective encontró
todo tal y como se lo habían descrito por teléfono. Dentro había un carnet
falso, un currículum falso y varios objetos más junto con una nota donde venía
explicado lo que tenía que hacer, así que al día siguiente fue a dicha empresa
y pidió entrevistarse con el director para entregar el currículum.
La entrevista fue sobre
ruedas y no costó ni 15 minutos en que el director de C.C.I. lo contratara.
Por lo que un día, a la
hora de la comida, en lugar de salir se quedó en la empresa y comenzó a mirar
todo con pelos y señales.
Sacando fotos con su
cámara al proyecto que estaba construido, a lo que llevaban hecho los
verdaderos trabajadores de la empresa, a las máquinas… todo.
No se le escapó ningún
detalle. Decían que era uno de los mejores detectives privados y él lo
demostraba con creces.
De camino a su casa
recibió una llamada del mismo hombre.
-
¿Y bien? ¿Qué
has averiguado?
-
Todo lo que he
averiguado lo dejaré en el mismo sitio y a la misma hora que la última vez
dentro de la misma mochila.
-
Me parece
correcto.
En cuanto se fue del
lugar, a las pocas horas recibió una llamada diciéndole que no volviera por la
empresa, que había hecho correctamente su trabajo y que recibiría otro pago
igual al anterior. Sin embargo, a la mañana siguiente recibió otra llamada.
-
¿Diga?
-
¿Detective
privado?
-
Efectivamente,
¿en qué puedo servirla?
-
Me gustaría
encontrarme con usted para hablar sobre cierto asunto que me preocupa.
-
Dígame su
dirección y en una hora estaré allí.
Como había dicho, a la
hora llegó al sitio indicado y entró en la casa donde vivía al perecer una
mujer sola.
-
Hola, Lulú
Pretel. Encantada de que haya venido.
-
Es mi trabajo.
Usted dirá.
Lulú, que había llamado
al detective para solicitar sus servicios, comenzó a relatar.
-
Hace ya
bastante, corté con mi pareja pero a día de hoy no he podido olvidarlo y
tampoco no he sabido nada de él y me gustaría aunque fuera saber cómo se
encuentra, si está bien, cómo le van las cosas, etc.
-
¿Vive en esta
misma ciudad?
-
Sí, le puedo
decir la dirección incluso.
-
Eso sería
estupendo, así me facilitaría la búsqueda.
Lulú comenzó a darle
los datos sobre su ex-pareja, su domicilio y todos los datos que ella
recordaba.
Sin embargo, conforme
iba hablando, la cara de Lulú comenzaba a entristecerse.
-
Lo siento, pero
lo echo tanto de menos…
-
Perdone mi
indiscreción, pero es sabido que el Dr. Rodríguez tiene planes de boda con una
mujer.
-
Oh… entonces no
tengo nada que hacer. Lo perdí definitivamente.
-
No se preocupe
Lulú, usted podría tener a quien quisiera.
-
No mienta, estoy
cada día más vieja y con las carnes más caídas.
El detective comenzó a
hablar con ella sobre su estado de ánimo.
-
Pero eso le pasa
a todo el mundo. Cuantos más años tengamos, más viejos seremos. La edad no
perdona a nadie.
-
Tiene razón,
pero me recuerdo a mí misma hace unos años y me miro ahora y no es lo mismo.
-
Perdone si me
meto en donde no me llaman pero usted era actriz porno, ¿verdad?
Lulú comenzó a poner
una cara extraña.
-
Cierto, era una
de las grandes, incluso gané un par de premios.
-
Si se siente
mayor, es porque no se encuentra en forma ahora mismo. ¿Se ha planteado volver
a ese mundo?
-
No, desde que
salí no he vuelto a pensarlo.
-
Pues puede que
esa sea la solución. Un poco de gimnasio, tonificación y si se incorpora, le
aseguro que tendrá trabajo.
-
Costará mucho.
El detective no podía
creer lo que escuchaba.
-
Pero mírese
bien. Sigue teniendo unas bonitas piernas que aún siguen estando firmes con un
culo prieto.
-
Una de las
partes de mi cuerpo que más me gustan son mis piernas.
El detective siguió
describiendo.
-
Y por supuesto,
tu busto es inmejorable.
-
Todavía sigue
bien conservado o eso creo yo.
-
Nada más hay que
verlas.
Lulú cada vez sonreía
más.
-
Y tu cara es muy
dulce.
-
Muchísimas
gracias. Eres todo un caballero.
-
No hay de qué.
Es que eres fabulosa,-dijo mirando al escote de Lulú-.
Ella percatándose de la
mirada, se hizo la atrevida.
-
¿Las quieres
ver?
-
¿Cómo?
-
Mis tetas, que
si las quieres ver.
-
No quiero
molestar, de verdad.
-
Si no me molestas.
Tócalas si quieres.
-
¿De verdad?
Nunca he tocado unas tetas operadas.
El detective comenzó a
tocar con una mano y luego ya comenzó a tocar más decidido los dos pechos de
Lulú acercándose más y más a ella hasta que comenzaron a besarse.
La pasión los
desbordaba. Una clienta y un detective serio, era un tópico hecho realidad.
Cada vez se besaban con más fuerza y comenzaron a tocarse por todos lados.
-
Mmmm, menudo
culo tienes.
-
No pares y
bésame.
Seguidamente, el
detective comenzó a desatarle el vestido a Lulú mientras subían al dormitorio
para acostarse juntos.
-
Prepárese señor
detective. Va a ser el mejor polvo de su vida…
Tumbados en la cama,
comenzaron a desvestirse, a tocarse y hacer todo lo habido y por haber.
Media hora después, los
cuerpos sudorosos y completamente relajados después de una buena sesión de sexo
se tranquilizaban tumbados en la cama.
-
Ha sido el mejor
sexo que he tenido en mi vida. Eres la mejor Lulú.
-
Te lo dije y no
he mentido.
-
Tenías ganas,
¿verdad?
-
He estado tres
meses sin relaciones sexuales, me subía por las paredes.
Lulú también sonreía ya
que después de estar un tiempo sin nadie, había conseguido sexo sin habérselo
propuesto. Para ella, esos eran los mejores.
-
Tú tampoco te
quedas atrás chavalote. Lo tuyo habría que enmarcarlo.
Interrumpiendo el
momento, el móvil del detective comenzó a sonar, por lo que se levantó y lo
miró dudando en cogerlo o no.
-
¿Quién es?
-
Ah… un cliente.
-
¿Por qué no lo
coges?
-
Es que es un
pesado… Bueno, lo cogeré… ¿Diga?
El detective se vistió
corriendo mientras prometía volver a llamar a Lulú para verse de nuevo. A toda
prisa salió de la casa de la chica y se fue hacia el ayuntamiento donde había
quedado.
Se acercó hacia la
chica que lo esperaba allí y, en ese día nublado, toda la felicidad por el
reciente momento sexual con Lulú se fue a pique.
Claire, la chica que
esperaba al detective, estaba muy cabreada.
-
¡¿Se puede saber
dónde coño estabas?! Creí que te habías levantado antes que yo porque irías
antes al local para recoger los papeles que nos dio el ayuntamiento pero no…
Figúrate mi sorpresa cuando llego a la reunión y no te veo allí ni tampoco a
los papeles. ¡Tuve que irme y volver yo sola a por los papeles!
-
Claire, todo
tiene su explicación.
-
Por tu bien
Roger, espero que sea una buena excusa.
Sí, queridos amigos,
Roger es el detective y el topo, pero esta faceta la llevaba en secreto y no
quería que nadie se enterara, ya que había mentido a Claire diciéndole que ya
no era policía cuando lo seguía siendo de una forma distinta. ¿Qué era lo que
se proponía? ¿A dónde iba a llegar Roger?
CONTINUARÁ…
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