martes, 30 de marzo de 2021

Capítulo 13 || Condena

 Como Hyun se quedó un poco en shock, Pilar le invitó a pasar y ambos se sentaron en el sofá mientras que él no paraba de mirarla.

- ¿Embarazada?

- Sí, ya se lo he dicho tres veces. Estoy embarazada.

- Pero… él no me ha dicho nada.

- Normal, porque no tiene ni idea.

- Pero, ¿cómo es eso? ¿De cuánto tiempo está usted?

- Por favor, vamos a dejar de tratarnos de usted porque me siento más vieja.

- Cierto, tienes razón.

- Pues la respuesta a tu pregunta es que estoy de casi cuatro meses y mírame,-dijo Pilar tocándose la tripa-, apenas se nota nada.


 Pero Hyun seguía sin comprender lo que Pilar le decía y ella tuvo que contarle todo desde el principio.

- Cuando Kwan se marchó, a los pocos días fue cuando comencé a sospechar que algo andaba mal porque ni tu hermano me contestaba, ni daba señales de vida, las noticias con la guerra no ayudaban mucho tampoco… Así que fui al médico y allí me dijeron que estaba embarazada. No he tenido síntomas hasta hace bien poco, por eso no me di cuenta. Además, siempre he sido muy irregular y cuando he pasado malos tiempos, la regla se me ha trastocado muchísimo. Ese es el motivo de que no sospechase nada.


 Poniéndose en la piel de Pilar, Hyun le dio el punto de vista de su hermano.

- Kwan no te contestó porque el mismo día que llegó murió nuestro abuelo. Pocos días después salta la guerra y se tiene que ir porque un destacamento del ejército americano tiene una misión secreta que realizar. Justo cuando se va, un tal Kilian entra en nuestra casa y asesina a mis padres y…-decía Hyun justo cuando Pilar lo interrumpió-.

- ¿Has dicho Kilian?

- Sí, mi hermano me dijo que fue compañero de él pero que no entró por haber violado a una chica… Espera, ¿la chica eras tú?

- Efectivamente…

- Joder, ahora me cuadran más cosas…

- ¿Y dices que asesinó a tus padres?

- Sí, y a mí me pegó un tiro también, pero fue en el hombro y pude salvar mi vida.


 Conforme Hyun le contaba la historia a Pilar, ésta se sentía más orgullosa de Kwan y de su hermano, al que acababa de conocer.

- ¿Sabes? Os parecéis mucho tu hermano y tú.

- Ah, sí. Nos lo dicen siempre. Prácticamente la única diferencia son los años que nos llevamos y que yo tengo los ojos de color azul.

- Eso te quería preguntar, ¿a quién los has sacado?

- Mi madre los tenía verdes y su padre azules, así que yo los heredé de mi abuelo materno.

- Qué curioso… Pues a ver cómo sale mi hijo o hija… Que, por cierto, ahora que estás aquí me puedes servir de ayuda.


 Levantándose, Pilar condujo a Hyun hacia el dormitorio que sería para el bebé.

- Este es el cuarto que quiero remodelar para el bebé. ¿Tú sabes algo de reformas?

- Ni idea. Soy abogado, no albañil y no sé ni clavar un clavo.

- Mierda…

- ¿Qué pasa?

- Que una amiga mía me dijo que llamase a un chico que trabaja muy bien pero…

- ¿Por qué no quieres llamarle?

- Porque es mi ex.


 Dándose la vuelta y mirando a Hyun, Pilar le puso ojitos.

- ¿Tú no podrías llamarlo por mí?

- ¿Yo? ¿Y qué pinto yo en todo esto?

- A ver, tu casa está alquilada y hay un contrato de por medio con la chica, así que te tendrás que quedar aquí a vivir, ¿verdad?

- Pues… no lo había pensado.

- Mira, como eres lo más cercano a un padre que va a tener mi futuro hijo hasta que venga el suyo de la guerra, vas a vivir en la casa y se te ve un buen tío…

- Sí, y quieres que llame al muchacho para que venga y así ahorrarte el trago de tener que contactar con tu ex.

- Qué listo eres. ¿Lo harás?

- Ni lo sueñes.


 Apenas cinco minutos después, Hyun marcaba el número de Mike.

- ¿Cómo has dicho que se llamaba?

- Se llama Mike. Que no está muerto jajaja,-contestó Pilar-.

- Hola, ¿Mike? Soy Hyun Park. Verás, te llamo porque me han dicho que trabajas muy bien haciendo reformas y… tengo una que me corre un poco de prisa. Ah, pues una habitación para un bebé. Sí, pues… creo que unos cinco meses o así quedan. Vale, te paso la ubicación. Estupendo, muy amable. Sí, nos vemos, hasta luego…


 Mientras Hyun hablaba con Mike, Pilar no paraba quieta de los nervios. Desde aquella discusión que tuvo en casa de Trini, no había vuelto a ver ni a hablar con su ex y, ahora, no sólo iba a hacerlo, sino que le iba a reformar una habitación porque estaba embarazada, motivo por el cual cortaron. ¿Por qué la vida era tan retorcida a veces?


 Una media hora después, el timbre de la casa sonó y Hyun abrió la puerta dejando entrar a Mike.

- Buenos días, ¿Hyun verdad?

- Sí, el mismo.

- Encantado de conocerte, yo soy Mike.

- Lo mismo digo.

- Por cierto, felicidades por el futuro bebé.

- Oh gracias, pero no soy el padre. Es mi hermano, pero está en la guerra.

- Ah vaya. Espero que vuelva pronto. ¿Y entonces le ha dejado al cargo a usted de todo?

- Por así decirlo… Es un tema muy complicado.

- ¿Y dónde está la madre?


 Abriéndose la puerta del dormitorio principal, Pilar salió de él algo más arreglada y sorprendiendo a Mike, quien se quedó quieto en mitad del salón.

- Pero… ¿Pilar?

- Hola Mike. Cuánto tiempo sin verte…

- Por Dios bendito, ¿tú eres la embarazada? Rubí me comentó algo pero no sabía si creerlo…

- Sí, ¿qué te parece?

- Que esto es un sueño… ¿Pero tú no decías que traer un niño al mundo era de lo más egoísta por cómo estaba de mal el planeta?

- La vida da muchas vueltas y… Ay Mike, se ha complicado mucho.


 Pilar miró a Hyun y le pidió un favor.

- Hyun, ¿podrías dejarnos a solas un momento? Mike y yo… tenemos mucho de lo que hablar.

- Claro. Yo tengo que hacer un par de llamadas también, así que no te preocupes.

- Gracias. Eres un sol.

- Hasta luego. Adiós Mike,-se despidió Hyun-.


 Justo antes de marcharse de la casa, Hyun logró escuchar parte de la conversación entre Pilar y Mike.

- Antes de nada, quiero pedirte perdón Mike. A ti y a Trini por mi comportamiento la última vez que nos vimos.

- Eso es agua pasada, Pilar. ¿Cuánto hace de eso? ¿Cinco? ¿Seis años? La pequeña Ana cumplió la semana pasada 6 años ya…


 Sentándose en el sofá, Pilar le preguntó a Mike sobre cómo le había tratado la vida en esos años.

- Sinceramente, no me he podido quejar. Monté mi propio negocio, dejé de ir por cuenta propia y ahora tengo a varios trabajadores a mi cargo. A título personal, me casé con Trini y aparte de Ana, que aunque no sea hija mía la trato como una más, he tenido dos hijos más. Y… pues poca cosa más que contarte. Trabajo mucho, he seguido con el gimnasio y soy muy feliz ahora.


 Tras contarle las vivencias más importantes que había vivido junto a Trini, le tocó a Pilar poner a Mike al día de lo más reseñable durante todo ese tiempo sin saber el uno del otro.

- Pues yo estuve de okupa durante un tiempo con unos extranjeros, luego conseguí vender alguno de mis cuadros en un puestecillo ambulante que instalé en el parque y, con ese dinero, pude alquilar un piso y ya fue cuando encontré un trabajo de cajera de supermercado; luego conocí a Kwan, el hermano del chico que has visto, nos enrollamos una noche y nos estuvimos viendo con cierta normalidad pero sin tener nada serio. Durante todo ese tiempo, conseguí otro trabajo en una galería de arte y cuando Kwan se tuvo que marchar por unos problemas personales, me dejó al cargo de su casa y ahí fue cuando me di cuenta de que estaba embarazada. Gracias a Rubí, decidí dar el paso de alquilar la casa de Kwan, venirme a esta y… llamarte a ti.


 Sonriendo ampliamente, a Mike se le veía contento.

- Me alegro muchísimo de que me hayas llamado. No sabes las de veces que Trini y yo nos hemos acordado de ti y nos hemos preguntado dónde estarías o en qué andarías metida.

- Uh, he pasado por mucho…

- Pero mira dónde estás ahora. Embarazada, en una casa bonita y sabiendo que no estás sola. ¿Te has dado cuenta de que…?

- Sí, tú y yo vivimos en la casa de al lado.

- Qué coincidencias… La vida cómo es a veces.

- Y que lo digas.

- Bueno, ¿me enseñas la habitación?

- Sí, claro. Ven…


 Abriendo la puerta, Pilar entró y le enseñó a Mike la habitación.

- La dueña de la casa me dejó estos muebles aquí por si yo podía reutilizarlos, ya que sus hijos son mayores y ella ya no los necesita, pero es que quitando esto no hay mucho más…


 Justo mientras Mike y Pilar estaban hablando de la reforma, de las ideas sobre cómo quería la habitación y tal, ella se llevó las manos a la tripa y enmudeció rápidamente.

- Mierda, ¿qué ha sido eso?-preguntó ella-.

- ¿Has sentido como una punzada por dentro?

- Sí, justo. ¿Qué era eso?

- Una patadita. Tu hijo o hija te ha dado los buenos días.


 A todo esto, Hyun estaba enfrascado en una larga conversación.

- Claro que me acuerdo de eso tío,-decía Hyun-. La que liábamos tú y yo en la facultad y míranos ahora, dos hombres hechos y derechos y tú con tu propio bufete. Ay, lo que daría por trabajar contigo mano a mano como en los viejos tiempos. ¿Cómo? ¿Lo dices en serio? Coño, por mí cojonudo tío, ya sabes que estoy recién llegado y no tengo nada. Estupendo chaval, pues ahora mismo voy para allá a firmar el contrato. Tío, muchísimas gracias, eres un máquina.


 A todo esto, Kwan y sus compañeros estaban más que enfrascados en una batalla de lo más cruenta que estaba siendo un auténtico tira y afloja por parte de ambos bandos. Por un lado, los norcoreanos luchaban con una garra que sorprendería a cualquier ejército. Parecían no darle importancia a sus propias vidas, sino que estaban plenamente convencidos de por qué luchaban y lo hacían a muerte. Por el otro lado, la alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur estaba siendo mucho más táctica, midiendo paso a paso todo lo que hacían y defendiendo cada palmo de tierra con uñas y dientes.


 Sin duda, el destacamento de Kwan era el más efectivo contra las fuerzas del líder norcoreano. Apenas sufrían heridas, estaban bien armados y organizados, sus tácticas eran seguidas por sus aliados y entre ellos existía un lazo tan fuerte que, sin comunicarse, eran conocedores de quién estaba en peligro y quién no, de si alguien estaba de acuerdo o difería en la toma de decisiones, etc.


 Día tras día y, a veces, noche tras noche, el ejército aliado tenía que coger las armas y luchar para defenderse de un asalto sorpresa. No había descanso, no había piedad… Lo que sí había era odio, sangre y muchas vidas truncadas por una guerra que se preveía larga y tediosa…  


 Kwan ya era conocedor de su futura paternidad y, gracias a eso, luchaba con más fuerza que antes. Sus compañeros se quedaban maravillados con su actitud porque era digna de admirar.

- ¡Cuanto antes matemos a estos hijos de puta, antes volveremos a nuestra casa a darnos una ducha caliente! Así que no os lo penséis más, cargad vuestras armas y vayamos a por ellos. ¡¿Estáis conmigo?!


 Al cabo de unas tres semanas, el dormitorio para el bebé estaba terminado. Como todavía no sabían el sexo, Mike lo decoró de una forma neutral y, por supuesto, no dejó entrar a Pilar hasta que estuviese terminado.

- Listo, ¿estás preparada Pilar?

- Más que para el parto. Venga, que estoy ansiosa por verlo.


 Apartándose de la puerta, Mike dejó entrar a Pilar y ésta no paró de sonreír a cada vistazo que le echaba a la habitación.

- Mike…

- ¿Qué te parece? ¿Te gusta?

- Mike, te has superado. ¡Está precioso! Es que… no parece el mismo cuarto.

- Esa era la intención.


 Decorado todo con mucho gusto y cuidando hasta el más mínimo detalle, Mike se esforzó al máximo en esa reforma para congratular a Pilar.


 Sin esperarse esa reacción, Mike recibió un fuerte abrazo de parte de su ex-novia. Tras el pequeño shock inicial, éste correspondió al abrazo.

- Muchas gracias por aceptar el trabajo y ayudarme después de todo,-decía Pilar-. Eres un santo.

- No tienes nada que agradecerme. Haría lo que fuera por una buena amiga.

- ¿Después de todo me… consideras una amiga?

- ¡Claro! ¿Crees que habría aceptado un trabajo de esta categoría y sin querer cobrar si no fueras mi amiga?

- Sobre eso tenemos que hablar Mike. No me parece bien que no quieras cobrarme…

- Tú cállate y disfruta del cuarto. Ah, y recuerda que el miércoles hemos quedado para almorzar con Trini y los niños, ¿vale?

- Sí, pero tened por seguro que la comida la pago yo.

- Bueno, eso ya lo hablaremos…


 Tras despedirse de Pilar, Mike se marchaba justo cuando Hyun entró por la puerta.

- Hombre Hyun, me pillas marchándome.

- Anda, ¿ya has terminado?

- Sí, hoy mismo. Y me marcho ya porque me ha llamado uno de mis trabajadores. Al parecer tiene un problema con una bañera o algo así.

- Ah bueno, entonces nada, que todo vaya bien. ¡Muchas gracias por todo!


 Pero antes de irse, Mike tuvo un alumbramiento y le dijo algo a Hyun.

- Por cierto Hyun, el miércoles hemos quedado mi mujer, nuestros niños y yo con Pilar… ¿Te apetece unirte?

- ¿Yo?

- Claro hombre. Eres parte de la familia de Pilar y cualquiera que sea amigo de ella es amigo nuestro.

- Bueno gracias. No sé qué decir…

- Pues di que vendrás y que nos lo pasaremos genial. ¡Nos vemos tío!


 Entrando en la habitación del bebé, Hyun pilló a Pilar tocándose la tripa.

- ¿Qué te pasa Pilar?

- El bebé, que no para de moverse y me tiene loca.

- Estará nervioso porque hoy sabremos si es niño o niña.

- ¿Tú al final vas a poder acompañarme?

- Claro mujer. Le he explicado lo que pasaba a mi jefe y me ha dado la mañana libre.


 Pilar miró los claros ojos de Hyun y no pudo evitar abrazarse a él. Le estaba enormemente agradecida por cómo se había comportado con ella durante ese tiempo.

- Gracias Hyun.

- ¿Por qué? No es nada.

- Sí. Gracias por todo; por quedarte y cuidarme, por aportar económicamente a la casa, por ayudarme en lo que no podía sola y por respetarme más que ningún otro hombre. Eso dice mucho de cómo eres.

- Mujer, no me voy a quedar yo con la cama de matrimonio estando tú embarazada. Normal que yo me quede a dormir en el sofá.

- Pero es que me parece ridículo que yo tenga toda una cama entera para mí y tú tengas que estar durmiendo en un minúsculo sofá. Que durmamos juntos no significa que tengamos que follar ni nada.

- Ya pero… hay que tener un mínimo de respeto.

- Hyun, bobadas. Tu hermano y yo nunca hemos sido nada, así que no comprendo por qué tienes que respetar algo que nunca fue de tu hermano. Lo que va a nacer sí, pero yo no soy de nadie…

- Vale, está bien.

- Hyun.

- Qué.

- Bésame.


CONTINUARÁ…


1 comentario:

  1. Uyyy, este final me resulta inquietante. Pilar ha dicho que no tiene nada con Kwan excepto el bebé y luego le pide a Hyun que la bese. Creo que aquí va a haber algo entre los dos. Me gustaría que así sea porque a mí me gustó Megan para Kwan desde el principio.

    ResponderEliminar