jueves, 1 de abril de 2021

Capítulo 14 || Condena

 Entre batalla y batalla, Kwan se pasaba el tiempo en otro lugar. Su mente viajaba miles de kilómetros hasta su casa donde se encontraba Pilar, quien estaba embarazada de él mientras era cuidada por Hyun. ¿Kwan iba a ser padre? ¿Cómo podría conciliar la noticia si su corazón le decía de volverse pero su cabeza le pedía quedarse a terminar la guerra?


 Escuchando una voz cerca, Kwan volvió al mundo real y vio a Megan frente a él.

- Kwan, llevo un rato buscándote, ¿por qué te escondes?

- Necesitaba… pensar.

- ¿En tu futura paternidad?

- Sí… Estoy muy confuso pero bueno… Dime, ¿qué querías?

- El general te ha mandado llamar. Quiere reunirse contigo, a solas.


 Ese “a solas” le sonó de lo más extraño a Kwan.

- ¿Y sabes qué quiere?

- No me ha dicho nada más, pero creo haber visto que en su despacho había alguien más. No tengo ni idea cariño.

- Bueno… Iré a ver. Gracias por avisarme.


 Llamando a la puerta, Kwan entró en el despacho del general y se cuadró ante él.

- Mi general, he venido lo más rápido que he podido.

- Puede descansar, Park. Por favor, tome asiento.


 Yendo hasta la silla, Kwan pasó por delante de otro chico, quien se quedó observándolo en silencio.

- Buenas noches,-saludó Kwan-.

- Hola…


 Carraspeando un poco, el general miró a ambos chicos y comenzó a hablar.

- Park, este chico de su lado estará bajo nuestra protección en todo momento. Es un fugitivo norcoreano que ha abandonado las filas enemigas para unirse a nosotros, por lo que es de vital importancia que no le ocurra nada. Con su ayuda, podremos acabar con esta guerra mucho más fácil.

- Entendido.

- Otra cosa más…


 Mirando al otro muchacho, el general respiró hondo en completo silencio antes de continuar.

- Sé que lo que le voy a pedir es mucho, quizá demasiado sabiendo que va a ser padre dentro de poco pero… no se lo pediría si no supiera que puede realizar esta misión con éxito.

- Solo tiene que decirlo y yo obedeceré, mi general.

- ¿Podemos dejar los formalismos a un lado?-pidió el general sorprendiendo a Kwan-.

- Claro… señor.

- Mira, estamos con la soga al cuello y las fuerzas norcoreanas nos están apretando las tuercas más de la cuenta, pero ahora gracias a este chico podemos darle la vuelta a la tortilla.

- ¿De qué forma?

- Con una que no se esperan: la infiltración.


 Conteniendo el aliento, Kwan no supo responder y el desertor norcoreano tomó la palabra.

- Se suponía que yo debía unirme al ejército norcoreano como parte de la guardia personal de nuestro líder pero… me enteré de cómo terminaron los anteriores y me asusté. Tuve tanto miedo que me fue imposible ir.

- ¿Y cómo se supone que con tu ayuda podremos ganar la guerra?

- El ejército norcoreano no sabe todavía que he desertado y tengo la localización exacta de dónde estará su líder dentro de dos días. Es la ocasión perfecta.

- Vale pero… ¿y yo qué tengo que ver en todo esto?


 Tomando de nuevo la palabra, el general terminó de explicar el plan.

- La idea es que tú, Kwan, te hagas pasar por él.

- Pero… si no nos parecemos.

- Eso da igual,-contestó aquel muchacho-. Nadie me ha visto en persona, así que no saben cómo soy salvo por una vieja foto que les proporcioné. Lo único que tendrías que hacer sería responder a mi nombre y hacerte pasar por mí, eso es todo.

- ¿Ese es el plan?-preguntó Kwan mirando al general-. Con todos mis respetos señor, pero ¿qué se supone que tendría que hacer? ¿Infiltrarme en la guardia personal del líder norcoreano, encontrar el momento propicio para matarlo y pretender salir de allí con vida?

- Por eso he dicho antes que te estoy pidiendo demasiado. Es arriesgar demasiado sin saber si saldrá bien, pero si hay una mínima oportunidad… No quiero desperdiciarla. Hay trenes que pasan una vez en la vida.


 Levantándose, Kwan miró seriamente a aquel chico y luego a su general. Respirando hondo, se cuadró de nuevo.

- Mi general, estoy a su completa disposición. ¿Cuando he de empezar?

- Mañana temprano deberás salir de aquí,-contestó el general-. Prepararemos todo para que nadie sospeche. Andando…


 A muchos kilómetros de allí, la vida continuaba tan normal como siempre sin que la gente supiese lo que se estaba cociendo en la guerra y por lo que tenían que pasar los soldados.


 Pilar estaba a punto de salir de cuentas y estaba tremendamente cansada. Cada día se sentía más pesada y tenía más dolores de espalda.

- Ay Hyun, esto parece que no se va a terminar nunca.

- Ya te queda poco, sólo serán un par de días más y la niña estará fuera.

- Nunca creí que diría esto pero… tengo ganas de verle la carita a mi niña, a mi hija…


 Sonriendo tiernamente, Hyun comenzó a besar el cuello femenino.

- Pero qué dulce eres, mi amor,-dijo Hyun-. Lo que te quiero yo a ti no es ni medio normal.

- Bah, palabras vacías…-dijo Pilar mientras intentaba hacerle cosquillas a modo de broma-. El amor se demuestra con actos y no sólo con palabras…


 Mirando el reloj, Hyun suspiró.

- Es que… debería irme al trabajo ya si no quiero llegar tarde.

- Ya lo sé pero… me apetecen mimos.

- Y a mí cariño pero es que…


 Viendo como Hyun sacaba su móvil, Pilar frunció el ceño.

- ¿Qué haces?-preguntó ella-.

- Llamo a mi colega. Le voy a decir que estás a punto de explotar y que de un momento a otro puedes ponerte de parto. Seguro que lo entenderá y me dejará quedarme en casa. Mira, le diré que puedo teletrabajar desde aquí. ¿Hola? Sí Javier, soy yo, Hyun. Verás… 


 Apenas diez minutos más tarde, Pilar y Hyun retozaban en la cama completamente desnudos mientras sus manos recorrían cada rincón de sus respectivos cuerpos, los besos y las palabras eran dulces, suaves caricias erizaban sus pieles…  


 Tumbándose sobre la cama y levantando la pierna levemente, Pilar puso a prueba a Hyun.

- ¿Qué te parecen las vistas?

- Que son las mejores que he visto nunca.

- ¿Incluso con lo gorda que estoy?

- Incluso así. Me encantas y doy gracias al cielo cada día por haberte conocido.


 Mirando a Hyun, Pilar se dio cuenta de una cosa.

- Sé que me dices la verdad.

- ¿En serio? ¿Y cómo lo sabes?

- Porque creo que hay algo que tienes ahí abajo que también se alegra muchísimo de haberme conocido…

- Oh vaya, qué perspicaz…

- Ven aquí, fiera.


 Subiéndose sobre Hyun, Pilar comenzó a besar a su pareja con pasión y lujuria. El embarazo y los cambios hormonales la estaban volviendo loca y, pese a que siempre había sido una chica con ganas de sexo, nunca tanto como durante aquellos nueve meses.

- Joder, estás chorreando Pilar.

- Pues no sé a qué esperas para meterla…


 Hyun era muy cuidadoso a la hora de hacer el amor, pero ahora que Pilar estaba en un avanzado grado de gestación iba con pies de plomo. Sin embargo, él tampoco era de piedra y a veces se dejaba llevar, pero en aquella ocasión…

- Hyun, para.

- ¿Ahora?

- Hyun, para por favor. Creo que…

- ¿Qué?


 Levantándose de la cama, Pilar sintió cómo caía muchísimo líquido por sus piernas.

- Dios, ¡has roto aguas!-dijo Hyun-.

- Creo… creo que sí.

- Rápido, vayamos al hospital.


 Llegado a ese punto, Kwan se lamentaba no haber estado presente en aquel momento tan importante pero claro, era más importante hacer esa misión suicida antes que estar junto a la madre de su primera hija.

- Si llego a saber que aquella misión me marcaría la vida para siempre, habría mandado al cuerno al general. Maldita mi suerte… Es que me perdí lo más importante para un padre… ¡Joder!

- Yo te puedo mostrar todo aquello que no viste,-dijo Jesús-.


 Al cabo de dos días, Pilar y Hyun ya estaban de vuelta en casa con la pequeña en brazos.

- Qué bonita es mi niña.

- Es preciosa. Mi hermano va a flipar cuando la vea…

- Y mucho más cuando se entere de que la hemos llamado Selene como vuestra madre.

- Ojalá me contestase a las cartas, pero llevo semanas sin saber nada de él.


 Pilar mecía a Selene contra su hombro mientras sentía que un gran espíritu maternal la invadía.

- Esta niña va a ser muy afortunada porque va a tener dos papás: Kwan cuando vuelva de la guerra y tú, que serás quien pase más tiempo con ella.

- Bueno, es mi sobrina…

- Pero en la práctica serás su padre, cielo. No te quites mérito.


 Comenzando a darle el pecho, Hyun se emocionó viendo la escena mientras que pensaba en sus padres. ¿Qué habrían dicho al enterarse de la noticia? Seguro que se les habría caído la baba.

- Cariño, ¿te quedas con la niña mientras yo voy a darme una ducha?-preguntó Pilar-.

- Claro. Yo la ayudo a eructar.


 Agarrando a la pequeña Selene en brazos, Hyun comenzó a hablar con ella mientras la mecía.

- Hola enana. ¿Sabes que eres la niña más bonita del mundo? Sí… Y vas a ser una niña muy muy feliz porque te voy a cuidar como si fueras mía mientras tu papá no está aquí. ¿Te han dicho alguna vez que tu papá es un héroe? Sí, está luchando fuera, muy lejos de aquí y estoy seguro de que no para de pensar en ti. Ay…


 Viendo todo aquello, Kwan no pudo soportarlo más y salió fuera de la casa seguido de Jesús.

- Dios…

- Dime,-contestó Jesús-.

- No, tú no… Quiero decir… Tú sí eres Dios pero que no te estaba llamando… Bah, déjalo.

- Dime Kwan, ¿qué se te pasa por la cabeza?

- ¿No se supone que lo sabes todo? ¿Para qué me preguntas?

- Porque quiero que me lo cuentes tú. Me encanta escucharte, pero más me gusta que confíes en mí.

- Gracias por… enseñarme todo esto. Significa mucho para mí. Ay Hyun… No se merecía nada de todo lo malo por lo que tuvo que pasar. ¿Por qué lo permitiste?


 Kwan estaba entre agradecido con Jesús por mostrarle todo eso pero, en cierta forma, enfadado con él porque había mucho que no entendía.

- Porque cada uno de vosotros es libre de hacer y tomar sus propias decisiones. Yo ahí no me entrometo pero, sin embargo, puedo usar ciertos acontecimientos para ayudaros. Lo que vivió tu hermano le sirvió para purificarse e ir directamente al Cielo cuando le llegue la hora si me elige.

- Sabes perfectamente que mi hermano podría haber vivido mucho mejor sin todo lo que le ocurrió, así que no me cuentes milongas.

- Kwan, conozco tu dolor, sé cómo te sientes. Créeme cuando te digo que mayor será el castigo de aquel quien os provocó tanto dolor.


CONTINUARÁ…


1 comentario:

  1. Qué guapo está Hyun sin esa barba tan larga, no parece el mismo. Me gusta mucho que esté con Pilar y espero que Kwan salga bien de la misión y tenga una vida con Megan. Hay algo que me ronda por la cabeza desde que Pilar descubrió que estaba embarazada pero no lo había dicho hasta ahora. No sé cuánto tiempo hacía que la había violado Kilian así que se me ocurrió que podría estar embarazada de él. Ella no se lo ha planteado así que quizás sea porque la violación fue mucho antes.

    ResponderEliminar