jueves, 8 de abril de 2021

Capítulo 17 || Condena

 Abriendo la puerta rápidamente, Megan salió de allí mientras escuchaba la voz de Kwan y a su hermana…

- Espera, ¿Megan? Si tú no eres ella… ¿A quién me estoy follando?

- Sigue joder, que queda poco para correrme…

- ¡¿Rebecca?!


 Quitando su miembro del agujero, Kwan salió de la habitación tal y como estaba y bajó las escaleras gritando el nombre de Megan, pero ésta hacía oídos sordos.


 Mientras tanto, Rebecca sonreía sola en la habitación porque había conseguido su objetivo pero… ¿habría pagado un precio muy caro por obtenerlo?


 Tras insistir mucho, Kwan consiguió que Megan parase de andar.

- Megan, yo creí que…

- Creíste que podrías follarte a mi hermana sin que yo me diese cuenta, ¿no?

- ¡No! Te prometo que creí que eras tú.

- ¡Claro Kwan! Y yo me lo creo, porque como yo soy igual de virgen que lo era mi hermana… Por supuesto Kwan. Muy bien por tu parte.


 Volviéndose hacia Kwan, Megan lo miró de arriba abajo una última vez antes de marcharse.

- Ni se te ocurra volver a hablarme o te juro que te las verás conmigo. Si tanto te gusta mi hermana, todavía está ahí arriba para que te la puedas seguir follando toda la noche si quieres.

- No Megan, te estás equivocando. Déjame explicarte…

- ¡No quiero seguir escuchando mentiras!-gritó Megan volviendo a interrumpir a Kwan-. Tú mismo me comentaste que le pusiste cuernos a varias de tus ex-novias… ¿Cómo pude ser tan tonta de creer que conmigo no lo harías?

- Pero Megan…


 Y sin dejar que terminase la frase, Megan se marchó de allí mientras que Kwan se quedaba completamente desolado en mitad de la sala.

- ¡No te vayas Megan! Por favor…


 Unos incesantes gemidos sacaron a Kwan de su tristeza justo cuando escuchó una voz femenina que se dirigía hacia él.

- Parece que no se lo ha tomado muy bien, ¿no?

- Eso parece, sí…-contestó Kwan de manera cortante-.


 Volviéndose hacia Rebecca, Kwan pudo verla con una sonrisa de oreja a oreja.

- Fui la primera en besarte y, aunque no haya sido la primera en acostarme contigo de las dos, estoy segura de que he sido la primera en hacerlo contigo desde que volviste de la guerra. Le dije a mi hermana que…

- Me importa una puta mierda lo que le dijeses a tu hermana, Rebecca,-dijo Kwan de forma muy seria y directa-. Y te digo más, que sea la última vez que te veo rondándome o intentando algo porque te prometo que te puedo hacer desaparecer en un abrir y cerrar de ojos… Y ahora no están ni papá ni mamá para echarte de menos, porque a tu hermana no creo que la vuelvas a ver después de lo que has hecho hoy, así que andate con ojo.

- No serías capaz.

- Tú ponme a prueba…


 Yendo a por su ropa, Kwan volvió a vestirse y se marchó de aquel lugar sin mirar a nadie. No podía creerse lo que le había ocurrido… Menuda forma de volver a casa.  


 Hyun y Pilar estaban a punto de acostar a la niña cuando escucharon ruido en la casa.

- Ese debe de ser tu hermano,-dijo Pilar-.

- ¿Vendrá con Megan? Anda, ve a mirar y luego me cuentas. Yo cambio a la niña y la acuesto.

- Está bien.


 Justo cuando iba a bajar las escaleras para irse a la casa de invitados, Pilar escuchó ruido en otro de los dormitorios de ese mismo piso. Llamando a la puerta, Pilar se encontró a Kwan sentado sobre la cama con la mirada perdida.

- Kwan, ¿qué haces aquí tan temprano?

- Pues que Megan se sentía indispuesta y nos tuvimos que marchar antes.

- ¿Tú te crees que he nacido ayer?


 Sentándose junto a Kwan, Pilar suspiró antes de volver a hablar.

- Mira Kwan, si no me lo quieres contar estás en tu derecho, pero no me mientas, por favor.

- Creo que… la he vuelto a cagar. La cagué con Violeta, con Miranda, contigo, ahora con Megan…

- ¿Y qué has hecho para cagarla?

- Follarme a su hermana.

- Joder Kwan, ¿en serio?

- Pero te juro que no sabía que era su hermana. De verdad…

- ¿Y cómo es que confundiste a Megan con su hermana?

- Porque resulta que Rebecca nos dijo de ir a un lugar que estaba muy chulo y cuando fuimos descubrimos que es un local de ambiente liberal… Megan y yo pensamos en hacerlo en una de las habitaciones que se llama “Glory Hole”, pero antes Megan fue al baño a prepararse y yo me quedé en aquel sitio preparándome también. Cuando escuché la puerta, creí que era Megan y metí la polla en el agujero y, al cabo de unos diez minutos, escucho a Megan gritando desde la puerta y ahí fue cuando me di cuenta de que me estaba follando a otra persona.


 Pilar estaba flipando en colores y la historia que le contaba Kwan le sonaba a cuento chino.

- ¿Me estás diciendo que sin saber si era Megan o no, metiste la polla en un agujero?

- Pues… sí.

- Kwan, ¿no sabes que esos locales son para gente liberal? Si Megan y tú no tenéis ninguna relación abierta, es mejor que no vayáis a esos sitios porque lo podéis pasar mal… Ay Dios. ¿Y qué pasó después?

- Pues que salí corriendo en pelota picada a por Megan y me ha dicho que no quiere volver a verme nunca más. Luego apareció la hermana y la amenacé.

- Muy bien, mejorando las cosas, dí que sí Kwan.

- Es que… Joder, para una puta cosa que estoy haciendo bien en mi vida va y se tienen que entrometer, me cago en mi puta vida.


 Comprendiendo el punto de vista de Kwan, Pilar quiso ayudarlo.

- Mira Kwan, la gente es muy envidiosa y va a querer lo que tú tienes solamente por quedar por encima de ti. ¿A ti te gusta Megan?

- Sí, muchísimo.

- Pues lucha por ella. Intenta explicarle lo que pasó al igual que has hecho contigo. Estoy segura de que atenderá a razones… Ahí la culpa la tiene su hermana principalmente y, bueno… vosotros pecasteis de inocentes y os la jugaron.

- ¿Tú crees que me escuchará?

- Si realmente te quiere como me contaste, tarde o temprano volverá. Buenas noches Kwan, que descanses.


 Saliendo de la habitación, Pilar sintió la mano de Kwan y cómo éste la abrazaba con fuerza dándole las gracias incesantemente.

- ¿Sabes? No hay día que no dé las gracias a la vida porque mi hermano y tú estéis juntos. Sois geniales y hacéis una pareja ideal. Os quiero mucho a los dos…


 Volviendo a la habitación, Pilar se encontró a Hyun intentando convencer a Selene para que se metiera en la cama.

- Ya estoy aquí.

- ¿Lo ves Selene? Mamá ya está de vuelta. ¿Quieres que te acueste ella?

- No.

- ¿Qué le pasa, Hyun?

- Que no quiere dormirse hoy, no sé si será porque hoy ha dormido un poco de siesta o qué, pero no hay manera. ¿Era mi hermano el del ruido?

- Sí, he estado hablando con él, que está un poco decaído.

- Vaya, ¿ha pasado algo?


 Justo cuando Pilar iba contestar, el propio Kwan apareció en la habitación.

- ¿Quien va a ser una niña buena y se va a ir ahora mismo a la cama?-dijo Kwan mirando a su hija-.

- ¡Yo!

- Pues si dejas que el tito Hyun te cambie, yo te leeré tu cuento favorito, ¿vale?

- ¡Sí!


 Selene se dejó cambiar y poner el pijama en completo silencio mientras no paraba de mirar a su padre con una sonrisa. Metiéndose en la cama ella solita, Kwan se sentó en un lateral y comenzó a leerle un cuento mientras que Pilar y Hyun lo miraban alucinados.

- ¿Alguna vez has visto a la niña así de emocionada?-preguntó Pilar-.

- Nunca… Parece que le ha echo ilusión conocer a su verdadero padre.

- Ahora tú no te me vayas a venir abajo, que tú también eres un padre para ella…

- Ya, ya lo sé, pero el verdadero padre es mi hermano, no yo.

- Bobadas. Los dos sois unos auténticos padrazos.


 Varios días después, Kwan mensajeó a Megan, la llamó en diversas ocasiones y en todas obtuvo la misma respuesta: ninguna. Megan no le contestaba y colgaba cada vez que recibía una llamada y Kwan empezaba a desesperarse.


 Pero éste no dejaba de intentarlo hasta que, uno de esos días, se dio cuenta de que cada vez que llamaba siempre le salía comunicando.

- Estupendo, me ha bloqueado las llamadas…


 A todo esto, Hyun y Pilar disfrutaban siempre que podían de un poco de intimidad.

- Mierda, la niña está llorando Hyun.

- Deja que se encargue mi hermano, que para eso es su padre.

- Ya pero…

- Shhhh, tranquilízate y trae para acá esas tetas, que ese pezón me está pidiendo que lo chupe.


 Tras instalarse en la casa de invitados, Kwan comenzó a llevar un estricto calendario con el que compaginarse con Pilar y Hyun para cuidar a Selene. Aquel día le tocaba a él hacerle el desayuno.


 Yendo hasta su habitación, le sirvió el plato mientras que la niña comía con una amplia sonrisa.

- ¿Te alegras de que papá esté contigo?

- ¡Sí! Mucho.


 Dejando a la niña jugando, Kwan se puso a desayunar justo cuando su hermano le saludó por la espalda.

- ¿Qué tal Kwan? Oye, ese desayuno huele de maravilla.

- Buenos días Hyun. Pues fíjate, para haberlo hecho yo está hasta bueno y todo.

- Eso habrá que verlo…

- Eh, Selene no ha puesto objeción así que supongo que he pasado la prueba.


 Bajando a desayunar también, Pilar se sentó junto a Kwan.

- ¿Has vuelto a llamar a Megan?-quiso saber ella-.

- Sí, y me ha bloqueado las llamadas. Y los mensajes también, así que yo ya…

- Tienes que ir a verla,-sentenció Hyun-.

- Me dejó muy claro que no quería que fuese detrás o me las vería con ella.

- Eso lo dijo en un momento de calentón, Kwan,-dijo Pilar quitándole hierro al asunto-.

- Créeme, Megan es capaz de cualquier cosa, la conozco.

- Kwan,-intervino Hyun-, si te dijo eso y está actuando así es porque te sigue queriendo. Una persona a la que le das igual no actúa de esa forma. Si de verdad quieres recuperarla, no dejes de luchar por vuestro amor.


 Sintiéndose un poco más animado, Kwan dejó el plato del desayuno en la encimera, se cambió de ropa y se marchó hacia la antigua casa de Megan. No sabía a ciencia cierta si estaría allí, pero se imaginaba que, tras lo ocurrido, no estaría viviendo bajo el mismo techo con Rebecca. Y acertó. Tras llamar y que nadie le abriese la puerta, Kwan pudo ver a Megan acercándose a la casa.


 Viendo a Kwan apostado en la puerta, Megan le hizo una pregunta sin la intención de pararse.

- ¿Se puede saber qué diablos haces aquí?

- Llevo semanas queriendo hablar contigo sin poder hacerlo.

- ¿Y eso no te da una leve idea de que no quiero saber nada de ti?

- ¿Puedes dejar de andar y escucharme por una puta vez?


 Pero Megan siguió andando hacia la casa.

- No tengo ganas de seguir escuchando mentiras.

- Pues que sepas que la culpa de todo esto la tiene tu hermanita, no yo. Así que si te tienes que enfadar que sea con ella.

- Tanto tú como ella sois unos hijos de Satanás. Sois basura.


 Cerrando la puerta con gran fuerza, Megan entró en la casa y dejó a Kwan completamente inmóvil en el sitio.

- Yo lo he intentado todo,-se decía a sí mismo-. Si Megan no atiende a razones, que le den. A ella, a su hermana y a su prima la del pueblo. Me marcho…


 Pero Kwan no podía evitar sentirse triste y se paró frente a un estanque para calmarse y que nadie lo viera llorar. Sin embargo, alguien lo pudo ver…

- ¿Kwan? ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?


CONTINUARÁ…


1 comentario:

  1. Por Dios, después de todo lo que ha pasado Kwan, lo que le faltaba era esto. Megan no está dispuesta a creer lo que pasó así que Kwan lo tiene bastante difícil. Me pregunto quién será la que ha aparecido en la última escena. Espero que no sea la sinvergüenza de Rebecca.

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