jueves, 25 de marzo de 2021

Capítulo 11 || Condena

 Mientras que aquel desconocido preguntaba por alguien con características físicas como las de Kilian, éste y el sargento seguían inmersos en el trío con aquella chica transexual.

- Eso es, hasta el fondo,-le decía el sargento a Kilian-. Cuanto más fuerte le des, más dentro se mete mi polla. Ufff, creo que me voy a correr…


 Aquel desconocido se acercó hasta la puerta justo cuando Kilian y su acompañante practicaban una doble penetración anal a Iune.

- Despacio,-decía ella-, que las tenéis muy gordas.

- No quiero víctimas colaterales, así que será mejor esperar a que terminen…-comentó aquel desconocido-.


 Notando que le quedaba poco para terminar, Iune avisó y rápidamente ambos hombres se colocaron delante a chupar el duro miembro para ayudar a que la corrida fuese más intensa y placentera.

- Nunca imaginé que comerse una polla diera tanto placer,-comentó Kilian-.

- Pues abre tu boca que ahí va mi corrida…-dijo Iune antes de explotar-.


 Tras recuperar el aliento y con restos de la corrida en la cara, Kilian se vistió y avisó de que volvía al campamento a vigilar a sus antiguos compañeros, pero el sargento tenía otros planes…

- Ve yendo tú, que yo quiero disfrutar en intimidad de mi querida Iune. Luego te alcanzo.

- Bien, ¿te dejo alguno vivo para que lo revientes tú?

- Sí, déjame a la chica. Tengo planes para ella… y para ti.

- Bueno, entonces no te canses demasiado. Adiós guapa…


 Viendo cómo Kilian se iba, aquel desconocido vio que su plan se desmoronaba, por lo que tendría que improvisar sobre la marcha.

- Ha llegado la hora de la verdad…


 Entrando en la sala de donde había salido Kilian, ese tipo se presentó frente a Iune.

- Sigue moviendo el culo así, oh sí, qué dura me la pones,-decía el sargento-.

- Será mejor que salgas, bonita,-dijo el desconocido-.

- ¿Y tú quién eres? Ahora mismo estoy con un cliente, si quieres mis servicios te vas a tener que esperar,-comentó Iune-.

- Yo lo que quiero es información del tío que se la está machacando detrás tuya, así que si no quieres que la sangre te salpique también, vete y cierra la puerta al salir.

- ¡Eh! De aquí no se va nadie,-gritó el sargento-.


 Con sus penetrantes ojos azules, nada más y nada menos que Hyun, quienes todos dábamos por muerto, le hizo un gesto con la cabeza a Iune y ésta, mirando al sargento, recogió sus cosas y comenzó a vestirse.

- Has tomado la decisión correcta,-dijo Hyun-.


 Una vez vestida, Iune salió mientras que el sargento la llamaba sin obtener respuesta. Levantándose del sofá, lo primero que recibió el sargento fue un empujón por parte de Hyun.

- Tú, deja de mirar a la puta y mírame a mí. ¿Dónde está mi hermano?

- ¿Tú hermano? Mira, yo no soy la wikipedia, así que si quieres saber algo, pregúntale a Google,-dijo el sargento haciendo ademan de irse-.


 Pero Hyun volvió a empujar al sargento, en esta ocasión con más virulencia.

- No sabes con quién estás tratando, chaval. No te conozco, pero tu cara me resulta familiar…

- ¿Y te resulta familiar el apellido Park? ¿Y Choi, Selene y Kwan Park también?

- Tú… Tú eres el hermano mayor de ese malnacido pero, Kilian te mató, no es posible…

- ¿Que me mató? ¿Y tú crees que un muerto podría hacer esto?-dijo Hyun pegándole un guantazo-.


 El golpe resonó en toda la habitación y dejó al sargento aturdido, quien no se quedó quieto e intentó pegar a Hyun, pero éste le agarró de los huevos y comenzó a apretar.

- ¿Duele?-preguntó Hyun-.

- Vale, para, para…

- ¿Me dirás dónde están mi hermano y sus compañeros? Tú estabas con Kilian, por lo que debes estar al tanto de todo.

- Vete al infierno.


 Hyun siguió apretando hasta que el propio sargento cayó al sofá retorcido de dolor, pero como todavía no le había contestado a la pregunta, el hermano mayor de Kwan levantó al sargento del pelo y lo puso frente a él.

- ¿Dónde están mi hermano y los demás? ¡Habla joder!

- ¿Para que después me mates? ¡Ni hablar!

- ¿Y crees que Kilian no lo va a hacer antes o después? Ese tío no tiene escrúpulos: violó a una muchacha, mató a mis padres y a mí me metió un escopetazo en el hombro. ¿Y tú crees que porque te la ha metido por el culo no te va a matar?

- Yo fui su sargento por un breve periodo de tiempo y acudió a mí cuando lo acusaron de la violación y juntos urdimos el plan de venganza. Ni la muerte de tu abuelo fue casualidad, ni tampoco que la bomba cayese ese preciso día. ¡Todo estaba planeado!


 Hyun comenzó a pegarle innumerables guantazos al sargento hasta que la cara de éste comenzó a enrojecer bastante.

- Cuanto más tardes, más lenta será tu muerte,-decía Hyun-.

- Si te lo digo… ¿me prometes una cosa?

- Depende del qué. Habla.

- Que sacarás de la prostitución a Iune. Esa chica vale mucho como para estar de puta en este sitio… ¿Me lo prometes?

- Dime dónde está mi hermano y te aseguro que haré lo que dices.

- Está bien… El campamento donde los tenemos encerrados se encuentra…


 Tras decirle la localización exacta, como Hyun no se podía asegurar de que aquel sargento se la jugase, procedió a matarlo. ¿De qué forma? Lo tiró al suelo, rompió una de las patas del sofá y, con ella, le golpeó sin parar una y otra vez hasta que su cara quedase prácticamente irreconocible.


 Para ahorrarse futuros problemas, Hyun había traído un cuchillo bastante afilado con el que cortó los dedos de ambas manos y amputó todos los dientes de su boca para que no pudieran hacerle un reconocimiento dental. Hecho esto, puso rumbo hacia su objetivo.


 Encontrándose de frente con Iune, Hyun se acordó de la promesa que le hizo al sargento.

- Iune, ¿verdad?

- ¡Asesino! Voy a llamar a la policía…

- ¿Y tú crees que le darán credibilidad a una puta cualquiera? Mira, vamos a hacer una cosa, ¿de acuerdo? Entierra el cuerpo donde nadie lo pueda encontrar, las manos dáselas a los cerdos para que se las coman y limpia todo este desastre. Cuando hayas terminado, ve a la antigua clínica veterinaria del pueblo y diles que vienes a recoger el paquete. Coge el dinero y lárgate de aquí, busca una vida nueva y empieza de cero.

- ¿Por qué haces esto?

- Porque esos tipos con los que te acostabas planearon el asesinato de toda mi familia y, si estamos en guerra con Corea del Norte, es por su culpa. Esos dos han secuestrado a mi hermano pequeño y al batallón al que pertenece y, si no le paro los pies al otro que queda, me temo que también tendré que enterrar a mi hermano. ¿He hablado con suficiente claridad?

- ¿Y por qué me das dinero para que me marche?

- Porque se lo prometí al que está ahí detrás y, ante todo, cumplo una promesa.

- Está bien, me iré y nunca más volverás a verme.

- Te deseo toda la suerte del mundo.


 En el campamento, Kwan se desesperaba porque había intentado de todo para escapar y no había encontrado la forma.

- Imposible tío. Abraham, ¿tú tienes más suerte?

- Qué va. Estas celdas están hechas a conciencia.

- Joder… Trevor, Bob, Megan, ¿vosotros cómo vais? A ver si podemos salir antes de que estos dos vuelvan.


 Megan, Trevor y Bob tampoco habían tenido suerte.

- Nada. La única solución para salir de aquí es quitarles la llave y abrir las celdas,-contestó Trevor-.

- Bah, sencillísimo,-dijo Megan en un tono irónico-. De aquí no salimos…

- No digáis eso,-comentó Bob-. Debemos ser positivos.


 Entrando en el contenedor de las celdas, Kilian comenzó a reírse de la frase que había dicho Bob.

- Con que, pese a que sabéis que vais a morir, seguís diciendo que hay que ser positivos, ¿no? Vaya, no sé si aplaudiros por vuestra forma de ver la vida o de pegaros un tiro por lo tontos que podéis llegar a ser a veces.


 Y Bob, ni corto ni perezoso, le dijo varios “piropos” a Kilian.

- ¿Y vas hablar tú de tontos? Tonto eres tú por no darte cuenta de que siempre has sobrado. Tu madre no te aguantaba y te abandonó; a tu padre le recordabas tanto a tu madre que acabó dándote en adopción porque no te quería. Luego nadie te adoptó y has estado dando tumbos desde los 18 hasta que te metiste en el ejército y, justo cuando mejor te van las cosas, la cagas violando a una chavala por tu maldito complejo porque ninguna tía ha querido nunca estar contigo. ¿Sigo recordándote tu vida o es suficiente? Das lástima, Kilian. Lástima y pena.


 En silencio, todos los demás escuchaban la historia que contaba Bob y, automáticamente, Kwan entristeció su expresión.

- Bob, cállate si no quieres poner peor las cosas.

- Kwan, nos van a matar de todas formas, ¿qué más nos da cabrearlo y recordarle la pena que da? Por cierto, ¿dónde está el sargento? No me digas que… ¿lo has matado también?


 Sacando una llave del bolsillo, Kilian abrió la celda de Bob. Como antes les habían quitado a todos sus armas, no había ninguno que pudiera defenderse tal y como él iba a hacer a continuación.

- Tú serás el primero en caer y luego el capullo de Abraham. A Kwan y Trevor les tengo preparada una sorpresita… De Megan se encargará el sargento, así que preparaos…


 Llevando a rastras a Bob hasta el exterior, Kilian lo empujó contra la pared del contenedor y lo encañonó con una metralleta.

- ¿Quién es el que da pena ahora Bob? ¿Tú que tienes nombre de chucho y estás a punto de morir acribillado o yo?

- Kilian, ¿de verdad quieres hacer esto y echar a perder más la vida que te queda? ¡Kilian!-gritó Bob justo cuando su ex-compañero apretaba el gatillo-.


 Kilian le vació el cargador entero a Bob, quien cayó al suelo rápidamente muriendo en el acto. Tras eso, Kilian se bajó los pantalones y orinó sobre el cadáver.


 Arrastrando el cuerpo hacia el interior del contenedor, Kilian lo colocó delante de los demás para que sus compañeros lo vieran.

- ¿Alguno más que piense que doy lástima? ¡¿Quién es el que da pena ahora?! ¿Y el puto sargento por qué tarda tanto?


 Hyun se encontraba muy cerca del campamento cuando escuchó los disparos y se temió lo peor. ¿Habría matado ya a alguno? O lo que era peor, ¿estaría su hermano muerto?


 Sin pensárselo dos veces, Hyun entró en el contenedor al ver los agujeros de bala en el exterior y un reguero de sangre que conducía hacia dentro de él. Mirando al suelo, Hyun pudo ver a Bob muerto y, en su interior, sintió un leve alivio al ver que no era su hermano.

- Tú… pero, si yo te maté… ¿Cómo es posible?-dijo Kilian completamente sorprendido-.

- Pues ya ves, me diste por muerto muy rápido,-le dijo Hyun a Kilian agarrándolo-.


 Pero Kilian pudo zafarse de las garras de Hyun y se inició una terrible persecución.

- ¡No escaparás!-decía Hyun-.

- ¡Que te crees tú eso!


 Como Kilian veía que Hyun se le acercaba peligrosamente, se dio la vuelta un momento y le propinó un fuerte puñetazo en la cara que, junto a la inercia de la carrera, dejó completamente fuera de combate a Hyun.


 Aprovechando esa ventaja, Kilian se marchó corriendo perdiéndose entre los árboles del bosque mientras que Hyun yacía inconsciente en el suelo…  


CONTINUARÁ…


1 comentario:

  1. Qué bien que Hyun no esté muerto aunque ya lo imaginaba. Lo que no imaginaba era que se fuera a presentar allí. Seguramente, aunque ahora esté momentáneamente fuera de combate, será el que salve a los demás. Cada capítulo es más intenso que el anterior.

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