viernes, 4 de marzo de 2022

Capítulo 9 || Mi Otro Yo

 Robb quería que la tierra se lo tragase en ese momento pero, sacando fuerzas de donde no las tenía, le pidió un favor a Marge.

- ¿Puedes volver al salón con Vivian y explicarle todo, cariño?

- Sí… Será mejor.

- Yo iré a hablar con este…


 Quedándose solos, el Robb que acababa de llegar se mostraba realmente extrañado.

- ¿“Cariño”? ¿“Este”? No entiendo nada.

- Ha pasado mucho tiempo…

- Ya veo ya.

- Tú, tira para el comedor.

- Pero bueno, ¿y ese desprecio?


 En el salón, Marge intentaba aclarar las cosas con Vivian.

- Marge, corrígeme si me equivoco, pero el que acaba de entrar es igual que tu marido, ¿no?

- Técnicamente el que acaba de entrar es mi marido.

- ¿Cómo? No te entiendo. ¿Tu marido tiene un hermano gemelo y se han intercambiado?

- Casi, pero no. A ver, te explico…


 Cuando Vivian había recibido toda la información, la expresión facial de la muchacha era de lo más seria.

- Entonces, si me he enterado bien, tu marido se fue a otro mundo porque quería follar con unas y con otras y ser libre y el Robb de ese mundo se quedó contigo y con Pricia y por eso es tan diferente en todo.

- Exacto. ¿Ahora lo entiendes?

- ¿Tú sabes la locura que me acabas de contar?

- Lo sé, créeme que cuando Robb me contó la verdad…

- Pero… ¿cuál de los dos? ¿Tu marido o el otro?

- El otro. A mi marido hacía ya seis meses por lo menos que no lo veía hasta hoy.


 A la otra parte de la pared, los dos Robb hablaban entre ellos.

- ¿Qué te ha hecho volver a tu mundo?-le preguntaba el Robb de pelo corto-.

- Estoy en un buen lío y necesito ayuda.

- ¿De qué tipo?

- De todo el tipo que haya, económica, moral, sentimental… todo.

- ¿Qué has hecho ya?


 Esa pregunta ofendió al otro Robb.

- ¡¿Yo?! No he hecho absolutamente nada malo.

- No, nada más que follarte a diestro y siniestro sin ningún tipo de miramiento mientras bebías todo lo que querías a todas horas.

- Eh, técnicamente en tu mundo estoy soltero, así que puedo hacer lo que quiera. Pero no me líes, que ese no es el tema.

- ¿Entonces cual es?


 Las mujeres, seguían hablando y aclarándose.

- Ese es el motivo por el cual te echó de la casa aquella tarde.

- Coño claro, pobrecillo… El pobre Robb se estaba comiendo todo el marrón de tu marido y no sabía cómo lidiar con ello. Joder…

- Y ahora la que tiene que lidiar con Louis soy yo.

- Venga ya, ¿ese gilipollas ha dado señales de vida otra vez?

- Hoy mismo además.

- Joder; y pensar que estuve un tiempo saliendo con él para intentar olvidarme de Robb y él intentando olvidarte a ti… En fin, cuenta, cuenta…


 El Robb de pelo largo le comenzó a contar el problema que tenía a su homólogo.

- Yo cuando me la follé, yo no tenía ni idea de que era la hija del director de la película… Cuando me lo comentó Vivian me quedé flipando y más cuando me dijo la edad que tiene.

- No me digas que es menor de edad…

- ¡¿Qué dices tío?! Tiene 20 años la zorra, pero aparenta muchísimo más. Un culo, unas tetas… Buah, y cómo la chupa y se mueve encima tuya. Me hace que me corra en dos minutos. Anda que no es puta…

- Te ha quedado precioso Robb, muy descriptivo… ¿Sabes que ese comentario dice más de la clase de persona que eres tú que de cómo es ella?


 Dando un golpe en la mesa, Robb contestó cabreado.

- ¡Deja de ponerme a mí como el culpable, joder! Te estoy pidiendo ayuda porque me he fundido todo tu dinero y ahora la niñata se ha quedado embarazada de mí y su padre quiere que nos casemos para no formar un escándalo y yo no quiero tío.

- ¿Y a mí qué me cuentas? Habértelo pensado antes de mantener relaciones sexuales con ella.

- Pero…

- Que no me cuentes historias Robb. Si la has cagado, tú lo arreglas. Si no tienes dinero, trabaja. Si has dejado embarazada a una chica, responsabilízate. Deja de escurrir el bulto en todo y afronta la vida de una puta vez.


 Robb no quería saber nada de los problemas de su homólogo y se alegraba infinitamente de haberse quedado con Marge y Pricia en ese mundo, aunque no fuera el suyo.

- Pero tío, ¿te crees que no he buscado trabajo? Pero en tu mundo las criptomonedas funcionan de una manera mucho más rara que en este y no me aclaro ni con lejía.

- Pues estudia, como hace todo el mundo.

- ¿A mi edad? Quedaría ridículo.

- Ah claro, que un tío de 38 no queda ridículo follando y dejando embarazada a una niña de 20.

- Pues que no se hubiera puesto a tiro la zorra.

- Voy a hacer como que no he escuchado esa frase…


 Mientras tanto, Marge le había contado a Vivian cómo era el Robb con el que estaba ahora en comparación a su verdadero marido y ésta reaccionó.

- Ahora lo comprendo todo. Ese cambio tan drástico de actitud, la forma en la que te miraba antes, en el hecho de no verlo de fiesta donde siempre iba, de no relacionarse con la gente de antes… Todo me cuadra.

- ¿Entiendes ahora por qué me he enamorado del otro Robb?

- Pues sí, ojalá hubiera más hombres así porque tu marido, perdona que te diga, follaba muy bien pero era un capullo. Y pensar que me colé por él… Lo siento mucho Marge. Perdóname por haberme acostado con él mientras que estaba aquí contigo, pero me sedujo y yo estaba tan sola sentimentalmente que…

- Te comprendo, créeme.

- ¿Puedo verlo?


 Encogiéndose de hombros, Marge vio cómo Vivian se levantaba e iba hacia el comedor, donde se encontró con la mirada de Robb, el ex-amante y el capullo que la enamoró y luego la abandonó yéndose a otro mundo.

- Hola guapo…

- Hola Viv.

- Uf, qué ganas tenía de escuchar mi nombre en tus labios… Ven aquí.


 Sonriendo como un idiota, Robb se levantó y lo que recibió fue un guantazo tan fuerte que hasta a Vivian le picó la mano.

- ¡Cerdo asqueroso!


 El otro Robb vio la escena y no se extrañó ni un ápice de lo que había pasado.

- Si es que… Se lo tiene merecido,-pensó para sus adentros-.


 Llegando a la habitación, Marge preguntó por el sonido que había escuchado.

- Nada, un pedazo guantazo que le ha pegado Vivian a Robb-contestó el otro Robb-.

- Ah, muy bien hecho nena,-dijo Marge mirando a su amiga y provocando que el otro Robb mirase a su mujer de refilón-. Tú sí que eres un sol y no como otros…


 Y seguidamente, Marge se acercó a Robb y lo besó frente a su verdadero marido, quien comenzó a notar cómo el pulso se le aceleraba.

- Marge me odiaba, Pricia también, Vivian era la única que me soportaba y me marcho seis meses y ahora las tornas han cambiado completamente. ¿He vuelto a mi mundo o este es otro? Porque si no, no me lo explico. ¡Si los dos somos iguales!-comentaba Robb en susurros-.


 Llegando a escuchar lo que Robb decía, Vivian le respondió.

- No, ahí te equivocas. El otro Robb es un hombre, tú eres un niñato por muy iguales que seáis físicamente, pero él te da mil vueltas.


 Dicho comentario provocó que Robb se cabrease más todavía y mirase con odio al otro Robb, quien acababa de terminar de besar a Marge.

- Eres lo mejor de mi vida,-le dijo el Robb de pelo corto a Marge-.

- Te amo.


 Y seguidamente, Robb volvió a besar a Marge; sin embargo, esta vez de una forma mucho más espectacular y que terminó de volver loco al verdadero marido de Marge.

- ¡Hijos de puta!-comenzó a gritar Robb-.

- Tienes justo lo que mereces,-dijo Vivian-.

- Tú cállate, puta.


 Robb prácticamente estaba hiperventilando mientras miraba a Marge y recordaba lo seca y aburrida que era siempre con él y ahora estaba de lo más tierna y cariñosa e, incluso, había ganado cierto peso. ¿Sería verdad que la felicidad engordaba?

- Marge…-le dijo su marido-.


 Cuando la muchacha se giró hacia el otro Robb, recibió un guantazo que resonó en toda la habitación y que provocó que todo se quedase en un absoluto silencio. Nadie se atrevía a abrir la boca, salvo el protagonista de la acción.

- Guarra.


 Alejándose de Robb, Marge se llevó la mano a la mejilla.

- Me has… pegado. ¿Cómo se te ocurre?

- Soy tu marido y puedo hacer contigo lo que me plazca.

- ¿Ahora te entra la vena de marido? ¿Después de haberte follado a todas las tías que has querido tanto aquí como en el otro mundo? No me hagas reír Robb, que haces mucha gracia.


 Acercándose lentamente al marido de Marge, el otro Robb se colocó frente a él mientras que Vivian observaba la escena en silencio.

- Verás tú,-decía ella para sí-. Verás…


 Percatándose de la presencia del otro Robb, el Robb de pelo largo miró con asco a su homólogo.

- ¿Y tú qué quieres ahora? ¿No te parece suficiente con robarme mi mujer y mi hija? ¿Eh? Vaya, ¿no hablas? ¿Se te ha comido la lengua el gato?


 De repente, el otro Robb cerró su puño y le pegó tan fuerte en la cara a su homólogo que la sangre comenzó a brotar sin saber muy bien de dónde era, si de la cara o del puño.

- Que sea la última vez que le pones la mano encima a mi mujer. Tú serás su marido técnicamente, pero yo soy quien actúa y se comporta como tal, así que vuelve a intentarlo y te prometo que te mato con mis propias manos.


 Recuperándose un poco del golpe, Robb miró al que le había pegado mientras que recibía una orden.

- Vete de aquí y no vuelvas más. Me da igual lo que hagas, lo que sea de ti o en qué líos te metes tú solo, pero a nosotros nos olvidas. ¿Ha quedado lo suficientemente claro?


 Yéndose para la puerta de la casa, en ese momento se volvió a abrir y quien entró por ella fue Louis. El que faltaba… Viendo que hacia él se dirigían dos Robb, comenzó a mirar a uno y a otro como si se tratase de un partido de tenis sin comprenderlo.


 El Robb de pelo corto sonrió por compromiso pensando que, de perdidos al río, daba igual que se enterase uno más.

- El del pelo corto es el marido de Marge pero… ¿y este quién es?

- ¡Yo soy su marido! El de atrás es un puto farsante,-gritó el Robb de pelo largo-.

- ¿Cómo?-preguntó Louis-.

- Yo vengo de otro mundo. El multiverso es real y vengo de un mundo parecido a este, donde cada uno de los que estamos aquí existimos en otros planetas. Me cambié por Robb, el verdadero marido de Marge.


 Quedándose en silencio, Louis comenzó a procesar todo aquello.

- Por eso antes Marge me dijo… Ah claro, ahora lo entiendo todo…

- ¿Qué pasa?-preguntó el Robb de pelo largo-.

- Lo que ocurre es que eres un hijo de la gran puta,-dijo Louis agarrando de la sudadera a Robb-.


CONTINUARÁ…


No hay comentarios:

Publicar un comentario