Dicho esto, comencemos con el capítulo de hoy jeje.
CAPÍTULO 16
Una sensación de vacío le
recorría el cuerpo. Tristeza y silencio iban agarrados de la mano mientras Naim
se sentía desolado…
Un supuesto accidente, un
asesinato en realidad. Fallos en los frenos, una carretera peligrosa, una curva
fatídica…
Naim se despertó de su
siesta, tenía turno de noche. Se levantó, cenó y se fue al trabajo.
-
¡Buenas noches
Eva!
-
Buenas noches
guapo, ¿cómo estás?
-
Bien. Preparado
para una noche de insomnio.
-
Así estamos todos…
Naim se adentró en
comisaría y saludó a Scott que ya había llegado.
-
Qué temprano por
aquí, ¿no?
-
Sí, es que… Tenía
cosas que hacer…
- Ya, o también no
querías encontrarte conmigo en el parking, ¿no?
-
Naim, lo de ayer
era una broma tío, no te lo tomes a mal.
-
Ay, qué capullo eres.
Que sepas que te debo una y lo vas a pasar tan putas que te acordarás de mí
toda tu vida.
-
Vale Naim, eso ha
sonado muy psicópata.
Bianca intervino en la
relación.
-
Buenas noches para
ti también Naim. ¿Qué mosca te ha picado?
-
Ninguna, estoy
como siempre.
-
Sí, y yo soy madre
abadesa ahora… ¿Qué te pasa?
-
Nada, de verdad.
-
Bueno, si no nos
lo quieres contar allá tú.
El comisario saludó a
Naim justo cuando estaba cerrando la puerta de su despacho.
-
Buenas noches
Naim. ¿Qué tal?
-
Bien comisario
Heiss, ¿se va a casa ya?
-
Exactamente. Naim,
te dejo al mando ahora que me voy a casa. Si pasa algo de importancia me avisas
y vengo enseguida.
-
Está bien
comisario. Muchas gracias.
Naim quería preguntarle
algo antes de que el comisario se fuera.
-
Ah, una cosa antes
de que se vaya, ¿se sabe algo nuevo del asesinato de la mujer y del niño de
hace 9 meses?
-
Nada. Sabes de muy
buena tinta que no tenemos ni una sola pista, huella o indicio. El caso se va a
archivar.
Naim no estaba de acuerdo
con eso.
-
No se puede
archivar todavía. Seguro que hay algo que a la científica se le ha escapado. Un
pelo, un… algo.
-
Naim, sé que
sientes impotencia porque quieres hacer algo y por ahora no podemos hacer nada,
sólo esperar…
-
¿Esperar? Esperar
a que vuelva a matar a gente inocente para poder cazarlo de una vez por todas
me parece una mala estrategia. Habría que hacer algo más.
-
¿Y qué propones?
-
Provocarle,
sacarlo de sus casillas, ponerlo nervioso y que cometa un error.
El comisario se quedó
callado un momento.
-
¿Sabes lo que
estás diciendo? Si hiciéramos eso acabaría matando a más gente.
- Lo está haciendo y
quién sabe cuándo lo volverá a hacer. El asesino de la maceta ha vuelto y
tenemos que hacer algo.
-
No sabemos si esta
vez es él mismo o es un imitador.
-
Por favor
comisario… ¿necesita más pruebas para creer que ha vuelto?
-
Yo no estoy seguro
al 100%. Hay que ser cautos respecto a este tema.
Eva estaba terminando de
gestionar unos papeleos mientras escuchaba voces del comisario y Naim al fondo,
así que paró un momento para escuchar.
-
Naim, yo también tengo
ganas de pillar a ese malnacido y meterle toda la vida entre rejas pero hasta
que no tengamos nada sólido no podemos hacer nada. Tu mujer e hijo te darán la
fortaleza que necesitas si se lo pides.
¿Su mujer e hijo? ¿No
vivía solo? ¿Le había mentido? Eva estaba hecha un auténtico lío y sabía que
ella no estaba al tanto de todo lo que pasaba por la comisaría.
-
Buenas noches Eva.
Que te sea leve la noche aquí. Ya le he dicho a Naim que para cualquier cosa
importante que ocurra me aviséis con tiempo, ¿de acuerdo?
-
Está bien
comisario. Que descanse y buenas noches.
Los minutos comenzaron a
pasar y a las 11 en punto de la noche, Eva atendió una llamada un tanto rara…
Eva se acercó hasta los
puestos de Naim y Scott.
-
Chicos, acabo de
recibir una llamada extraña.
-
¿De qué se
trata?-preguntaron ambos-.
-
Una chica ha
llamado diciendo que ha visto a alguien sospechoso alrededor del lago que está
frente a una cascadita.
-
Sé dónde es,-dijo
Naim-. Será mejor que vayamos a echarle un vistazo Scott.
-
Vamos a ver lo que
ocurre. Bianca, estate atenta. Eva, no te separes del teléfono.
Naim y Scott fueron a por
el coche patrulla cuando unas gotas de agua comenzaron a caer desde el cielo.
Rápidamente llegaron al
lugar justo cuando la lluvia comenzaba a apretar un poco más.
Se pusieron a mirar por
todos lados hasta que se quedaron parados en un sitio observando… una maceta.
Naim y Scott se miraron a
la vez con caras de complicidad y tristeza a la vez. Este hecho era la
confirmación de que el asesino de la maceta había vuelto.
Scott no sabía qué decir
ni lo que hacer…
-
Naim yo… lo siento
mucho.
-
Gracias Scott,
pero tú no tienes la culpa de nada.
Lo que Naim no sabía es
que en su casa, el asesino de la maceta le había dejado una notita bajo una
carpeta repleta de fotos de la vida de Naim.
¿Qué dirá la nota?
CONTINUARÁ…
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