Ya sabéis que cuando termine "Hate", "Cero" volverá con su segunda parte. ¡Hasta pronto!
CAPÍTULO 1
Corría el mes de
mayo de 2016, el verano se acercaba en una tranquila isla cerca de la costa
este de Norteamérica. Se decía que dicha isla era el destino de los piratas
para guardar sus preciados tesoros y por eso su nombre era Treasure’s Island. Era una isla pequeñita y acogedora donde
gobernaba la paz y la tranquilidad salvo en una familia… La familia Edwards.
El patriarca de
la familia se llama Nicolás. Es un afamado médico de dicha isla y con una gran
fama. Sus vecinos lo tienen en gran estima.
Es un hombre
preocupado por el bienestar de los enfermos y conciudadanos. Intenta dar lo
mejor de sí mismo y lo consigue.
Nicolás está
casado con Ely, miembro de la Corporación Municipal del Ayuntamiento de
Treasure’s Island y amiga íntima de la alcaldesa. Se pasa el día tras el
teléfono, buscando fondos para financiar proyectos, supervisando… Es una mujer
muy ocupada.
Fruto del amor
de ambos surgieron Carlton y Ron, que eran hermanos gemelos. Aunque son como
dos gotas de agua físicamente, sus personalidades están tan alejadas como la
costa este de la costa oeste de América.
Ron era más
listo en los estudios, más responsable y tímido. Seguía a su hermano pese a las
negativas suyas porque no iba a dejar a su hermano solo, ¿no?
-
No estoy seguro de lo que vamos a
hacer.
-
Eres un cobarde de mierda Ron, no
te preocupes que no va a pasar nada.
Su hermano se
llama Carlton. Es mucho más osado y atrevido que su hermano, no tan
responsable, pero con un don de gentes que hacía que todas las miradas se fijaran
en él. Además, eso de que sus padres fueran figuras notables en la ciudad, le
encantaba.
-
¿Pero qué nos han hecho los
Rodríguez para que tengamos que gastarles una broma?-se quejaba Ron-.
-
Nada, quiero ver si Rocío está en
la casa. Está buenísima…
-
Carlton, tú siempre pensando en lo
mismo. Vámonos.
-
Si te vas le diré a papá lo de las
revistas que guardas en el cajón de tu mesa de estudio.
Como veis,
Carlton era el atrevido de los dos y era quien llevaba por el mal camino al
correcto de Ron.
Acercándose con
cautela a la puerta de la casa, miraron
por la ventana pero no vieron a nadie.
-
Carlton, no hay nadie. ¡Vámonos!
-
Shhh baja la voz idiota. Llamemos;
tal vez esté arriba.
Ron miraba
miedoso a su hermano mientras éste reía y llamaba al timbre. Se calló esperando
una respuesta que vino segundos después. Una voz dulce que provenía de arriba
gritó “voy”, a lo que Carlton respondió corriendo de ahí y llevándose a su
hermano.
Segundos después
salía Rocío, harta de que le gastaran la misma broma todas las semanas.
Ambos hermanos
corrieron a la calle siguiente y ahí se montaron en un taxi que los llevó a la
bolera. Así pasarían una buena mañana de domingo.
Una vez que
llegaron, Ron fue a pagar la pista mientras que Carlton se preparaba. Al ir a
empezar, Rocío entró en la bolera sin saber que sus bromistas “amigos” estaban
allí. Ron no sabía cómo actuar, era presa del pánico.
-
¡Carlton! ¡Vámonos!
-
Si acabamos de pagar, vente aquí.
-
Pero mira quien ha venido…
-
Pues muy bien, ven aquí ya, hombre.
Le tocaba a
Carlton tirar primero y, como buen jugador que es, hizo pleno.
Dándose la
vuelta miraba a su hermano con aires de grandeza.
-
Pleno… Veamos si puedes hacer lo
mismo Ron.
Pero fue
imposible. Ron intentó tirar la bola con más energía y se fue detrás de ella.
Tiró 8, pero esa caída fue lo que desató las carcajadas de su hermano.
Ron miraba hacia
la pista quejándose de su hermano y de su buena suerte.
-
Algún día seré mejor que él y me
reiré en su cara,-pensaba-.
En mitad de la
partida, una chica le pidió una foto a Carlton, que posó sin problema.
-
Aprende Ron, así es como se posa.
Vente y nos hacemos una foto los dos, no me seas tímido.
-
¡Que no!
Ese mismo día, a
la hora de comer, charlaban sobre sus cosas haciendo que la comida fuera bastante
amena.
Ely comentaba la
idea de la alcaldesa, que quería reformar aquel viejo edificio abandonado junto
a la fábrica para hacer un garaje y un rascacielos y para eso se necesitaba
mucho dinero.
Ron se
interesaba por el mundo político y siempre daba su opinión al respecto.
-
Eso daría una visión nueva a la
isla mamá, pero la financiación es complicada, lo entiendo. ¿Cómo vas a
hacerlo?
-
Me gustaría contactar con algún
gobierno, a ver si está interesado en que publicitemos algo aquí y así
ayudarnos mutuamente.
-
Si puedo ayudar yo en algo…
En ese momento
se escuchó toser a Carlton seguido de una risa.
-
¿Cómo vas a ayudar a mamá en eso?
Son temas muy complicados para chicos de 17 como nosotros. Además, ¿cómo la
ayudarías? ¿Vendiendo tu colección de Action Man?
-
Carlton, deja en paz a tu hermano.
Él lo dice con toda la buena intención del mundo. Deberías aprender de él e
interesarte más por la política. Gracias a nosotros, la ciudad y la población
vive en perfectas condiciones. La gente es feliz.
Carlton hizo un
gesto de desagrado con la cara y siguió comiendo ante la atenta mirada de
enfado de su padre.
-
Trata con más respeto a tu madre y
a tu hermano señorito.
-
Si no he dicho nada, papá.
-
¡Ni dicho ni dicha! ¿Has entendido
lo que te he dicho?
-
Sí, papá…
¿Qué os parecen nuestros
protagonistas Carlton y Ron?
CONTINUARÁ…
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