jueves, 4 de agosto de 2016

Capítulo 17

CAPÍTULO 17

Naim llegó a su casa a las 5 de la mañana loco por coger la cama y dejar de darle vueltas a la cabeza, aunque lo consideraba tarea difícil, pero entrando en su cuarto vio que había una carpeta y una nota que decía: “¿Te gusta el regalo que te he dejado en el lago? Espero que sí porque ese lugar te trae muchos recuerdos, ¿cierto? Sería una pena que perdieras todo lo que tienes de tu mujer e hijo si no dejas de preguntar a los forenses, policías o a la científica… Tú decides Naim. Tú decides.


Naim estaba cabreadísimo al terminar de leer esa nota. Sabía que cumpliría lo que decía y tampoco iba a dejar que se saliera con la suya así que Naim hizo lo que tenía pensado hacer en comisaría: provocarlo.


Un cuarto de hora más tarde, Naim dejaba una nota en el porche de la casa.
-          No me das miedo, ¿sabes? Eres un cobarde que no da la cara y que se tapa detrás de unos asesinatos de gente inocente y siempre mujeres y niños. ¿Qué te pasó? ¿Tu madre te abandonó? ¿Acaso te abandonó tu mujer y se llevó a tu hijo? Me das lástima. Puedes hacer lo que quieras, quítame todo lo que quieras de Ashley y Max porque eso no es importante. Nunca conseguirás arrebatarme mis recuerdos y lo sabes.


Naim cerró la puerta con llave y se cercioró de que las ventanas estuvieran bien cerradas también. Una vez hecho esto, se metió en la cama a dormir.


Pero eso no había terminado ahí… Al cabo de una hora, cerca de las 6 y media de la mañana, un intenso fuego comenzó en el salón de la casa de Naim propagándose rápidamente.


Muy pronto llegó a la cocina, haciendo que las encimeras comenzaran a arder. El fuego se acercaba peligrosamente a objetos que podían explotar.


Y cómo no, también las llamas se acercaban al dormitorio donde descansaba Naim…


En menos de dos minutos, las llamas penetraban las puertas del cuarto de matrimonio, haciendo que el humo y el fuego se hubiera extendido por casi toda la casa.


Naim se despertó de golpe tosiendo y al mirar al frente, su corazón comenzó a latir de forma desenfrenada. Su casa estaba ardiendo y la salida estaba totalmente taponada por el fuego.


Naim estaba angustiado. Cada vez más se hacía más difícil respirar y no sabía lo que hacer. Necesitaba un plan de escape si quería salvarse.


El baño era el único lugar a salvo de las llamas, aún… pero el respiradero era demasiado pequeño como para que Naim pudiera salir por ahí. Las alternativas se le iban acabando…


La única salida factible que veía Naim era la ventana de su dormitorio, cada vez más inundado de humo tóxico para los pulmones. Temía que al saltar un trozo de cristal se le clavara en un mal lugar y muriera desangrado, pero no había otra salida más que saltar y confiar en que todo iba a salir bien.


Armándose de valor saltó por la ventana cayendo cara al suelo rodeado por muchísimos cristales. La sangre comenzaba a brotar a través de los pequeños cortes que se había hecho en los brazos.


Como pudo, Naim logró incorporarse para apoyar la espalda en la pared y así coger impulso para levantarse y pedir ayuda, pero estaba demasiado asfixiado y con falta de fuerzas como para hacer todo eso.


Naim estaba semiinconsciente  y no se dio cuenta de que alguien pasó corriendo a su lado totalmente vestido de negro. ¿Sería esa persona el asesino de la maceta?


Una llamada de un vecino de Naim alertó a los bomberos del fuego que se estaba produciendo en la casa del agente de policía.


Como un milagro caído del cielo, la lluvia comenzó a caer como unas horas antes en el lago. Los bomberos tardaron un minuto en llegar a la casa de Naim y se lo encontraron rodeado de cristales, casi inconsciente y con una casa hecha una bola de fuego a sus espaldas…


La ambulancia llegó enseguida y se llevaron a Naim a urgencias del hospital local.


Mientras los bomberos estaban apagando el fuego, parte de la estructura de la casa se vino abajo, lo que facilitó la tarea de extinción, pero que destruyó la mayor parte de la casa.


El asesino de la maceta había cumplido su amenaza. Todo recuerdo que tuviera Naim se lo había borrado… ¿o no?


CONTINUARÁ…

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