sábado, 17 de octubre de 2020

Capítulo 9 || Doble o nada (Temporada 3)

 Yendo hasta su casa acompañado de Julia, Logan no podía estar más nervioso. Por fin iba a ver a toda su familia al completo tras los cambios y a ver, con sus propios ojos, lo que habían logrado.


 Entrando en casa, Logan vio a sus padres junto a su hermana viendo la tele.

- Buenas tardes familia.

- ¡Pero bueno! ¿Qué haces aquí hermanito?


 Levantándose rápidamente, su hermana Martina le abrazó. Al haber cambiado el destino de sus padres y hacer que siguieran juntos, esto provocó que Alí y Gloria tuvieran más hijos aparte de él.

- ¿Qué tal Logan?

- Bien, me apetecía ver a la familia un poco y desconectar. ¿Cómo estás tú?

- También bien, loca por terminar el bachillerato e irme a la universidad como tú.


 Logan tenía una mezcla de sentimientos, porque recordaba ser hijo único, sentirse huérfano porque su padre había muerto y también millones de vivencias con él y con el resto de su familia.

- ¿Cómo te van las clases?-preguntó Logan-.

- Bah, sin problemas. Ya sabes que no suelo suspender ninguna, pero es un coñazo la verdad. ¿Tú qué tal por la universidad?

- De momento bien, aunque no te puedo negar que es un poco duro, pero el esfuerzo va a merecer la pena.


 Logan y Martina se llevaban genial, al igual que con su otra hermana, Judith.

- ¿Y Judith?

- Ah, esa está en el ordenador, ya la conoces.

- Sí, no se separa de la pantalla jajaja.


 Luego su padre se acercó y abrazó a su primogénito.

- Me alegro de verte hijo. Gracias por venir a visitarnos.

- No hay de qué papá. Tenía muchas ganas de verte y darte un abrazo.

- Lo mismo te digo Logan. Tanto tus hermanas como tu madre y yo te echamos mucho de menos.


 Mientras tanto, Gloria hablaba con Julia, a quien ya conocía pero sólo por videollamada y de que Logan hablase de ella, pero al verla en persona, creyó reconocerla.

- ¿Sabes Julia? Me recuerdas muchísimo a una chica que conocí hace años en un momento muy complicado de mi vida.

- ¿De verdad?

- Sí, me ayudó y gracias a ella soy la persona que ves y nunca tuve ocasión de darle las gracias… Me pregunto qué habrá sido de ella.


 Julia se reía en su interior mientras se sentía halagada por las palabras que le había dicho Gloria sin saberlo.

- Estoy segura de que ella sabe que le estás muy agradecida.

- Mira, ahora que caigo, iba acompañada de Agatha. Un día de estos le tengo que preguntar si sigue manteniendo el contacto con ella.

- Eh… Claro, suena bien.


 Saliendo del pequeño despacho al escuchar las voces, Judith saludó a Logan.

- ¡Si está aquí mi hermano favorito!

- Eso es porque no tienes otro hermano varón jajaja.

- Eh, eso lo has dicho tú, no yo Logan.


 Acercándose a ella, Logan también la abrazó.

- ¿Echando de menos a la familia?

- Exactamente Judith. Está guay eso de estar en la universidad y todo eso, pero también se echa de menos a la gente querida.

- Te comprendo pero mira la parte positiva, has conocido a Julia y es una chica genial y que te adora.

- Eso es cierto, he tenido suerte encontrándola a ella.

- Pues sí, así que cuidala mucho Logan.


 Tras prometérselo, Logan y Judith chocaron sus manos mientras siguieron hablando de las clases, las amistades, las rutinas diarias, etc.


 Tras esa visita, Logan y Julia fueron a visitar a sus tíos Ekrem y Violet, quienes seguían juntos tras los cambios producidos. La amistad temprana con la familia de Agatha provocó que Ekrem se interesase por el mundo cinematográfico y compartiera afición por las películas al igual que Violet, quien amaba escribir y se hizo famosa a raíz de publicar un libro. Centrándose en la dirección de películas, ahora Violet era una directora famosa y Ekrem uno de los actores más cotizados, quienes tenían dos estupendos hijos: Diana y Rashid.


 Lo cierto era que Violet creció de forma diferente a como lo había hecho en la historia original. Cuando su padre las abandonó a todas, el abuelo Peter trajo a la tía Susan y fue como un ángel caído del cielo, ya que Agatha y Peter se volcaron en el cuidado de las chicas y crecieron rodeadas de amor, comprensión y cariño. Por su parte, Ekrem vivió junto a sus padres y a sus hermanos, con quien tenía una gran complicidad y a los que quería con locura. Ahora con el cine y los ingresos que tenía, podía permitirse consentir a sus padres todo lo que quería para compensarles por las penalidades que tuvieron que pasar al comienzo de su vida juntos.


 Los hijos de ambos eran muy buenos. La joven Diana había heredado los ojos azules de su abuela Martina y el contraste de su piel y su pelo oscuro con los claros ojos provocaba que más de una mirada. Por su parte, Rashid era prácticamente una copia exacta a su padre. Todos cuando lo veían se lo decían y para él era un orgullo parecerse a su padre, ya que era su ejemplo a seguir en la vida.


 Después de esta visita, Logan y Julia fueron hasta la casa de Emel y Jonathan y estuvieron charlando un rato con ellos y con sus hijos: Erik y Bárbara.

- ¿Cómo tú por aquí Logan?-preguntó Emel-.

- Hacía mucho que no os veía y me apetecía estar con vosotros y con los primos.

- ¿Cómo te va en la universidad?-preguntaron todos-.


 El matrimonio entre Emel y Jonathan era uno de los más envidiados, ya que se conocieron de casualidad. Emel estaba tomando una copa en uno de los nuevos clubs que se habían inaugurado y Jonathan se le acercó. Le dijo que era el propietario y a raíz de ahí, surgió una conversación que se alargó por varias horas. Tras intercambiar números de teléfono, las citas se fueron sucediendo hasta que Jonathan se le declaró y comenzaron a salir.


 En aquella ocasión, el primer hijo que tuvieron Jonathan y Emel fue un varón y no una chica, como había sucedido originalmente. Erik era prácticamente igual que su padre cuando era joven pero más tranquilo como su madre. Compartía la afición de Jonathan por los negocios y académicamente hablando era bastante espabilado y ya tenía ideas para montar su propio negocio, ya que su padre tenía cuatro clubs.


 La pequeña Bárbara era dulce y cariñosa como su madre, pero mucho más nerviosa y revoltosa como su padre. Había hecho alguna que otra trastada porque le encantaba experimentar con las cosas y ver qué ocurría. Era una chica muy curiosa y a la que le encantaba estudiar, pese a que los niños de su edad sólo pensaban en jugar y pasarlo bien.


 Despidiéndose de ellos, Logan fue a ver a sus tíos abuelos Mehmet y Bárbara, a sus tíos Murat y Megan y a su primo Mehmet, llamado así en honor de su abuelo.

- Hombre, pero mira quién tenemos aquí Bárbara,-dijo el tío abuelo Mehmet abriendo la puerta-. Si es nuestro sobrino Logan. ¿Cómo estás chaval?

- Hola tío Mehmet. Pues muy bien, me apetecía mucho veros y preguntaros qué tal estáis.

- Y comprobar si todo estaba bien, a mí no me engañas jeje,-le dijo Mehmet a su sobrino nieto-.


 Desde que Mehmet y Martina no fueron asesinados aquella famosa noche, decidieron tener una relación puramente filial y cada uno se centró en su matrimonio, provocando que Mehmet tuviese un matrimonio muy bonito con sus típicos idas y venidas como todos. Laboralmente, Mehmet ya se había jubilado del FBI y, desde ese momento, Bárbara durmió en paz. Ahora ambos disfrutaban de una vida tranquila y sosegada dando paseos, viendo la tele y cuidando de sus nietos cuando hiciera falta.


 A raíz de que Mehmet ayudase a Megan a encerrar a Gregor y a su banda, ambos hicieron buena amistad y eso provocó que Megan le echase un cable a Murat a entrar en el cuerpo de policía. En cuanto el chico salió de la academia, Megan quiso tenerlo en su comisaría y, como se conocían de antes, una cosa llevó a la otra y se acabaron enamorando, casando y teniendo un precioso hijo.


 Mehmet junior, hijo de policías y nieto de un agente del FBI llevaba en la sangre proteger y ayudar a los demás pese a ser un chico bastante reservado y con muy pocos amigos. Sus padres le decían que tenía que relacionarse más, pero él prefería quedarse en casa, ver películas o series y, de vez en cuando, quedar con algún amigo para ir al cine o a cenar por ahí. Lo que nunca habían tenido que hacer sus padres era regañarle por llegar tarde o venir borracho, ya que ni fumaba ni bebía alcohol.


 Tras esa visita, tocaba hacer una muy especial y era visitar la casa de Agatha. En cuanto se vieron, tanto Logan como Julia abrazaron a su vieja amiga, quien ya peinaba canas y se veía más débil y estropeada físicamente, aunque mantenía su belleza de siempre.


 Agatha conoció a Yemba en un rodaje, al igual que en la ocasión anterior y, como esta vez Agatha no tenía tantas malas experiencias en el amor al no haberse casado con Ralph ni haber llevado una vida desenfrenada de alcohol y sexo, se volcó desde el principio en la relación. En muy poco tiempo, anunciaron la boda y, aunque lo intentaron, ya no pudieron tener hijos propios. Sin embargo, ambos se sentían muy felices porque se tenían el uno al otro.


 En cuanto a Susan, ésta se dedicó al mundo de las leyes y se convirtió en una estupenda abogada. Pese a que tuvo diversas ofertas de grandes bufetes, ella prefirió quedarse en el que le dio la primera oportunidad. Allí se sentía muy cómoda y podía mantener un contacto más cercano con sus sobrinas y su hermana.

Por su parte, Loreen se dedicó al mundo de la actuación como su madre y, al igual que su tía Susan, tenía mucho éxito en el mundo laboral, pero no tanto en el amoroso. Obviamente había hombres que se interesaban por ellas, pero tanto Susan como Loreen estaban centradas en sus vidas profesionales y no le daban tanta importancia a encontrar el amor verdadero. Se sentían bien tal y como estaban aunque ninguna se cerraba a la idea de tener pareja cuando realmente lo sintiesen así.


 Finalmente, Logan y Julia fueron a visitar a sus abuelos Rashid y Martina, quienes vivían con su tía Hasret.

- Ay sobrino, qué sorpresa más buena verte por aquí. ¿Cómo estás corazón?

- Muy bien tita. Estaba cansado de estudiar tanto y he decidido pasar la tarde visitando a la familia. ¿Cómo estáis vosotros?


 Logan se sentía genial al ver que toda su familia era feliz y gozaba de salud y de prosperidad. Les había costado mucho esfuerzo tanto a Julia como a él, pero había merecido la pena.

- Bien, ya sabes que tus abuelos están un poco pachuchos, con los achaques propios de la edad pero gozan de buena salud.

- ¿Y tú?-preguntó Logan-.

- Ay, yo no sé ni como estoy, la verdad jajaja.

- ¿Y eso?

- Estoy conociendo a un hombre y me está comenzando a gustar demasiado.


 A Logan se le iluminó la cara de alegría.

- Pero tita, eso es estupendo. ¿Cómo es?

- A ver, es un hombre viudo y tiene 2 hijos de 10 y 7 años y me trata genial. He conocido a sus hijos y son maravillosos conmigo y no paran de insistirme que me quieren como su mamá pero yo…

- ¿Qué pero hay? ¿No te gusta él?

- No, no es eso. Claro que me gusta, pero no me gustaría dejar a tus abuelos solos porque están muy mayores y me parece una crueldad meterlos en una residencia.

- ¿Has hablado de esto con mi padre o con el tito Ekrem?

- No, qué va.

- Pues deberías hacerlo. Tal vez entre todos encontréis una solución y tú puedas tener más libertad. Necesitas hacer algo más que trabajar y cuidar de los abuelos, debes tener tu vida propia y formar una familia si así lo deseas.


 Agradeciéndole las palabras a su sobrino, Hasret propuso que todos se sentasen alrededor de la mesa para hablar y que también se pudiese incluir Julia en las conversaciones.

- ¿Qué tal os va en la universidad Julia?-preguntó Hasret-.

- Bien, con muchos trabajos eso sí.

- ¿Qué es lo que estás estudiando?-preguntó la tía de Logan a Julia-.

- Ciencias informáticas.

- Oh, suena complicado.

- Bueno, debes tener una idea de ordenadores para poder entrar y no perderte en la carrera, pero de momento voy bien.


 Rashid y Martina formaban un matrimonio de lo más entrañable, ya que él le compraba un detalle cada mes desde la famosa noche en la que evitaron la muerte de Mehmet y Martina. Desde entonces, su matrimonio se renovó y fruto de esa nueva etapa surgió Hasret.

Laboralmente hablando, Rashid ya estaba más que jubilado y le había quedado una buena pensión gracias a los años trabajados en la misma empresa, en la que le tenían mucho aprecio.


 Hasret trabajaba como economista y le encantaba. Todo lo que tuviera números era genial para ella y se podía quedar horas y horas trabajando hasta tarde sin que notase demasiado el cansancio. Eso y que pocos hombres se habían fijado en ella a lo largo de su vida provocó que no formase una familia tan pronto como sus dos hermanos. Sin embargo, ahora se sentía más preparada y decidida a lanzarse con el hombre que llevaba meses conociendo.


 La alarma para entrar de nuevo en las celdas comenzó a sonar justo cuando Josh hizo un comentario que no le gustó nada a Aarón.

- ¿Qué has dicho Josh? Repítelo.

- Digo que no estoy muy convencido con que vayamos a salir sin que nos descubran.

- No, lo otro. Dilo otra vez.

- Que si hago esto y me escapo con vosotros y nos pillan de nuevo, se acabó mi posibilidad de poder salir en libertad… Lo he estado hablando con mi abogado y vamos a recurrir y cree poder conseguirlo.

- Lo que vas a conseguir es salir de aquí pero en una caja de pino como no nos sigas. El plan está ideado para nosotros ocho y no funcionará con siete, así que tú harás lo que se te diga.

- ¿O sino qué? ¿Eh? ¿Qué vas a hacer Aarón?


CONTINUARÁ…


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