jueves, 15 de octubre de 2020

Capítulo 8 || Doble o nada (Temporada 3)

 Cuando Moncho entró en la casa, ni Mehmet ni Alí estaban en el salón y todo estaba en absoluto silencio salvo por un pequeño ruido que se escuchó en el dormitorio. Sonriendo, Moncho se dirigió hacia allí pensando en que pillaría a Alí.


 Pero cuando abrió la puerta, al único al que vio fue a Mehmet.

- Pero qué…

- ¡Sorpresa!-dijo Mehmet-.


 Y antes de poder darle tiempo a Moncho para que reaccionase, Mehmet comenzó a propinarle varios puñetazos que lo desestabilizaron, momento que aprovechó para arrebatarle el cuchillo que tenía encima y tirarlo lejos de Moncho.


 Viendo que no podía hacer nada contra él, Moncho se rindió y Mehmet paró de darle golpes.

- Está bien, tú ganas. ¿Quién coño eres?

- Soy agente del FBI y Alí es mi sobrino.

- Mierda…

- Te metiste con la persona equivocada chaval, pero me vas a venir muy bien.

- ¿A qué te refieres?


 Mirando seriamente a Moncho, Mehmet le comentó el plan.

- Tú serás quien me entregue en bandeja de plata a Gregor Andrews, Michael González y a Mohamed Salah, alias “El Turco”.

- Ni lo sueñes tío. No los venderé jamás.

- Uh, yo creo que sí porque, si no colaboras, tendré que empapelarte a ti solo por todos los crímenes de ellos y serás tú quien cargue con todas sus culpas. Sin embargo, si colaboras… Tal vez el juez rebaje la sentencia y no te mande a la silla eléctrica. Tú decides.


 Aceptando el trato, Moncho sacó su móvil y llamó a Gregor mientras que Mehmet le decía que no hiciera ningún truco con él porque lo sabría.

- Gregor, ¿qué tal?

- ¿Acabaste con el tema pendiente?

- Sí y no sabes lo contento que estoy.

- Me alegro. Ven y lo celebramos, que nosotros también estamos de celebración.

- Mejor que eso, ¿por qué no lo celebramos fuera?


 Mehmet avisó a Alí y le dijo que ya había pasado el peligro y que se encerrase en casa por precaución. Moncho fue hacia la localización en la que había quedado con el resto de la banda después de que Mehmet le colocase un localizador GPS por si intentaba escapar.

Unos minutos después, Gregor y el resto de la pandilla llegó y saludaron a Moncho.

- Ey Moncho, ¿por qué nos has traído aquí?-preguntó Michael-.

- Creí que nos dijiste de celebrarlo, pero yo no veo alcohol o putas por ningún lado,-comentó Mohamed-.


 Desde lejos, Mehmet vigilaba mientras que comandaba la operación con la colaboración de la policía. Tanto Logan como Julia habían insistido mucho en que Mehmet se pusiera en contacto con la comisaría ocho, así que así hizo él.

- Estad preparados chicos,-dijo Mehmet en un tono de voz muy bajo-. A mi señal avanzamos lentamente hasta nuestros objetivos.


 Moncho, claramente nervioso, sabía que se la estaba jugando a su banda, que los estaba vendiendo y se sentía mal por ello.

- Las putas vendrán ahora Turco, no te… preocupes.

- ¿Te pasa algo?-preguntó Gregor-. Es raro que nos hayas traído a este lugar, que tu voz tiemble y que no pares de moverte. ¿Acaso ocultas algo?-quiso saber Gregor mientras que el resto de sus compañeros lo miraba-.

- ¡Arriba las manos!-dijo Mehmet-.


 Justo cuando Mehmet gritó, Mohamed puso su mano sobre su bolsillo y provocó que el resto de los policías le apuntasen a él.

- Suelta el arma Turco,-dijo Gregor-.

- Pero Gregor…

- He dicho que sueltes el arma, tú y todos, ¿queda claro?

- Vamos, dense la vuelta muy despacio. Poco a poco, así…-decía la comisaria Reynolds-.


 Una vez que todos se pusieron de frente a los policías, Gregor lanzó una pregunta al aire.

- ¿De qué se nos acusa agentes?

- Se os acusa por pertenencia a banda armada, tener en propiedad armas adquiridas ilegalmente, extorsión, soborno, blanqueo de capitales, trata de blancas… Podría seguir pero necesito respirar y beber agua,-comentó Mehmet-.

- No tenéis pruebas.

- Tal vez, pero vosotros sí y nosotros tenemos a un cómplice la mar de simpático, ¿verdad Moncho?-dijo Mehmet guiñándole el ojo-.


 Acercándose a los delincuentes, los policías los detuvieron mientras que Megan se acercó a Mehmet para darle las gracias.

- Muchísimas gracias por avisarnos. Es extraño que el FBI pida colaboración a la policía y no a sus otros colegas.

- Creo que la unión de todas las fuerzas del estado hacen que convivamos mucho mejor. Ha hecho un gran trabajo, comisaria.

- Muchas gracias. Intento hacerlo lo mejor posible y créame, no es nada fácil a veces.

- ¿Sabe? Esto es a nivel personal, mi hijo me comentó que quiere hacerse policía, ¿usted podría…?


 Sin dejarle terminar la frase, Megan comenzó a hablar.

- Dígale a su hijo que venga mañana a verme a mi despacho en la comisaría. Hablaré con él y le echaré una mano en lo que necesite. Si realmente quiere ser policía, yo haré que sea uno de los mejores.


 Pero la misión no había terminado, al menos no para Megan. Moncho había dicho que las muchachas ya estaban encerradas en sus dormitorios haciendo shows en vivo y, yendo en su busca, la comisaria fue a rescatarlas.


 Tras entrar en la casa y bajar por el pasadizo que le había indicado Moncho, Megan sacó a las chicas de allí y las congregó a todas en el bar.

- Chicas, soy la comisaria Megan Reynolds y vengo a liberaros de aquí. Sé que estáis asustadas, lejos de vuestras familias y de todo lo que conocéis, pero os aseguro que ya ha pasado lo peor. Me han dicho que dos de vosotras sois menores de edad, ¿cierto?


 Interrumpiendo a Megan, Ania hizo una pregunta.

- ¿Qué va a pasar con nosotras?

- Avisaremos a vuestros familiares y vendrán a recogeros. Mientras tanto, tendréis que veniros conmigo y mis compañeros a comisaría,-dijo Megan mientras las caras de las otras chicas exteriorizaban sentirse a salvo. Gracias a esto, ninguna de las chicas tuvo que sufrir violaciones, maltratos o, incluso, morir como había hecho Ania en la otra línea temporal-.


 De vuelta a casa de Agatha, Mehmet se sentía genial al saber que le había salvado la vida a Alí, que detuvo a una peligrosa banda criminal y que había rescatado a un grupo de muchachas indefensas que fueron engañadas. Qué tarde más maravillosa había sido.


 En el interior de la vivienda, Logan y Julia charlaban con las chicas de muchos temas, tanto del futuro como del pasado mientras que esperaban la llegada de Mehmet, por quienes estaban preocupados.

- Tal vez debería haberle acompañado,-decía Logan-.

- De eso nada. Julia hizo bien recomendándole a Mehmet que avisase a la policía para tener compañía profesional. Tú ahí lo único que podrías haber hecho es ser un mero espectador,-dijo Agatha justo cuando sonó el timbre de la casa tres veces seguidas-.


 Sabiendo que era Mehmet, Agatha corrió a abrirle la puerta.

- Ay Mehmet, me alegra que estés bien. ¿Cómo ha ido todo?

- Estupendamente. Moncho, Gregor, Mohamed y Michael están en la cárcel, Alí vivo y Bárbara y yo una cita con él y Gloria para cenar esta noche.

- Uf, no sabes cuánto me alegro,-dijo Agatha respirando aliviada-.


 Entrando en la casa, Logan salió a su encuentro y le preguntó cómo habían salido las cosas.

- Bien, no tienes de qué preocuparte. Logan, Julia y tú teníais razón. Vosotros estabais tras las escaleras como me dijisteis, Moncho entró en casa a la misma hora… No hay duda de que decíais la verdad.

- Gracias. Por todo, por confiar en mí, por atrapar a los malos…

- Eh, yo soy quien debería darte las gracias. Al fin y al cabo, tú me salvaste la vida antes, ¿no?


 Acercándose a su sobrino nieto, Mehmet lo abrazó mientras se despedía de él.

- Vuelve a casa y disfruta de tu padre Logan. Estoy seguro de que el futuro que os deparará será muy bueno.

- Gracias tío Mehmet.

- Y descuida, le diré a tus padres que te llamen Logan y no Atanasio, Koldo ni ningún nombre raro jajaja.


 Tras despedirse de todos, Julia y Logan se situaron en el centro de la habitación y, después de abrazarse, pulsaron el botón de retorno a su época y desaparecieron frente a los atónitos ojos de los demás.


 Volviendo a su dormitorio, Logan comenzó a sonreír y a mirar a todas partes mientras que Julia lo miró extrañada.

- Logan, ¿estás bien?

- Sí, perfectamente… Es sólo que… Tengo recuerdos nuevos. Quiero decir, recuerdo cómo me sentí cuando mataron a mi padre, pero también cómo me enseñó a montar en bicicleta, lo recuerdo diciéndome que iba a tener dos hermanas, asistiendo a mi graduación… Joder. Por fin, hemos acabado. Hemos terminado de arreglar todo.


 Julia, sintiéndose muy contenta también, se unió a Logan en un beso y, tras él, ambos se quedaron por largo rato abrazados sintiéndose en paz con todo.

- Te quiero mucho Julia. Gracias por venir a por mí cuando viste que no había nacido y ayudarme a arreglar todo lo sucedido en mi familia. Te prometo que, pase lo que pase, nunca olvidaré esto.

- No tienes nada que agradecerme. Sé que, si hubiera pasado al contrario, habrías venido a por mí.

- Por supuesto.

- Entonces estamos en paz, cariño mío. Te quiero Logan.


 Mirándose desde cerca, Logan tuvo una idea y se lo hizo saber a su novia.

- Te propongo algo Julia.

- ¿Que hagamos el amor?

- Bueno, yo había pensado en ir a visitar a mi familia pero sí, también me gusta tu plan jajaja.

- Celebremos nuestra victoria en la cama y luego haremos todas las visitas que queramos.


 Mientras tanto, en otro punto de la ciudad, en una de las cárceles más peligrosas del condado por la cantidad de criminales que tenía, un macabro plan se estaba fraguando.


 En la zona de presos peligrosos, a esa hora tenían tiempo libre y estaban todos pasando el rato jugando al futbolín, al pin pon, viendo la tele o jugando al ajedrez para amenizar el tiempo ya que la mayoría de ellos tenía cadena perpetua.


 Dos de esos presos estaban algo apartados jugando al ajedrez y comentando sus jugadas.

- Buen movimiento,-dijo uno de ellos-. Pero haciendo eso has dejado ese flanco libre y con mi torre puedo acceder allí y estar más cerca del rey.

- Uh vaya Ralph, me has pillado.

- Cuanto antes lo admitas mejor Gregor, soy mejor que tú.


 Efectivamente, todos los cambios que habían hecho Julia y Logan habían ayudado a la familia del muchacho pero también, indirectamente, cambiaron los destinos de Ralph y Gregor junto con las pandillas de ambos y, por desgracia, acabaron todos en la misma prisión.

- ¿Están tus chicos preparados?-preguntó Gregor-.

- Queda muy poco. Esta noche estarán listos los agujeros y la libertad será nuestra. ¿Qué me dices de los tuyos?

- Los míos también están listos. Siempre hemos sido un equipo genial, salvo cuando ese desgraciado de Moncho nos vendió. Teníamos el mundo a nuestros pies, y ahora somos nosotros quienes pisamos sus cenizas.


 Ralph, con bastante seriedad, le hizo a Gregor una pregunta respecto al plan.

- Por cierto, ¿estás seguro de que podemos fiarnos del guardia?

- Completamente. Fue hacerle el ingreso del dinero a su cuenta y correrse de placer, así que es nuestro hombre. Esta noche, durante el cambio de turno, nuestro hombre dejará las puertas de salida abiertas y simulará que están atrancadas mientras que las cámaras de seguridad mostrarán unas imágenes falsas de nosotros en la celda y de la puerta atrancada.

- Genial, de esa forma podremos escapar por los agujeros y salir por las puertas abiertas sin temor a que nadie nos vea. Es el plan perfecto. Esta noche, después de tantos años, seremos libres de nuevo.


CONTINUARÁ…


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