jueves, 2 de noviembre de 2017

Capítulo 34 de "Cero"

CAPÍTULO 34

Tim se abrazó a Ashley a modo de despedida.
-          Ashley, me acaba de llamar mi madre, que su tía abuela Celine acaba de fallecer y tengo que ir al entierro. Va a ser esta tarde.
-          Oh, lo siento mucho.
-          Gracias pero yo no la llegué a conocer.


Naim se acercó a ellos.
-          Perdón por interrumpiros.
-          ¿Qué quieres?-dijo Tim-.
-          ¿Has dicho Celine?
-          Sí, ¿por?


Naim siguió hablando.
-          Es que has dicho la tía abuela de tu madre y resulta que mi madre tenía una tía abuela que se llama igual.
-          Será coincidencia.
-          ¿Y si no lo es? Tal vez seamos parientes lejanos o algo así.


Tim cambió su expresión.
-          Uy, qué ilusión me hace…-dijo irónicamente-.
-          Oye, pues puede ser. Los dos somos rubios, los ojos claros…
-          Que sí, que sí. Somos parientes entonces. ¿Puedo seguir hablando con mi novia?
-          Sí… Perdone usted.


Un rato más tarde, Naim volvió al salón y se encontró a Ashley algo triste, cabizbaja y pensativa.
-          ¿Qué te pasa a ti?
-          Ah, a mi nada.
-          Sí claro. Venga, cuéntamelo.
-          Es que… no quiero contarle a nadie mis penas. Soy muy negativa y no quiero deprimir a nadie.


Naim se acercó y la abrazó sonriendo, así le demostraba su amistad y confianza.
-          Puedes confiar en mí Ashley. Te lo he estado demostrando a lo largo de un año.
-          Lo sé pero… son cosas de pareja y no le interesa a nadie.
-          A mí me interesa. Soy tu amigo y lo que te afecte a ti me preocupa.


Ashley se separó y comenzó a hablar despacio, le costaba arrancar las palabras de su boca.
-          Bueno… Resulta que llevamos una época donde no paramos de pelearnos por todo, sea un comentario, una mirada, una charla con otra persona… Se pone celoso en seguida y comienza a soltar frases de las suyas que, de verdad, se pone odioso.
-          En eso te doy la razón. Con el trato de las demás personas es… algo frío y distante, o por lo menos conmigo.
-          A ti es que te tiene entre ceja y ceja. No debería decirte esto pero bueno…


Naim se sorprendió al escuchar el comentario de su amiga. ¿Por qué motivo tenía esa fijación con él?
-          ¿Te ha dicho por qué me tiene enfilado?
-          Bueno, dice que es porque le tienes envidia, que como quieres estar conmigo, que no paras de mirarme, que le copias en el peinado, en la forma de vestir…
-          Anda por favor, llevo el pelo largo desde hace tres años y por esa época ni lo conocía y por la forma de vestir, ¿qué quieres que me ponga? Si los dos nos vestimos con pantalones y sudaderas no es mi culpa. No me voy a poner una falda para que no se crea que le estoy imitando.
-          Déjalo, son sus paranoias. Es tan celoso que me llega a asustar.
-          ¿Asustar? ¿A qué te refieres?


Ashley torció la boca y cambió su expresión radicalmente.
-          Cómo explicártelo… Muchas veces lo he oído decir que como me volvieras a mirar de no sé qué forma que te iba a plantar cara. Que no es violento pero que cuando lo buscan lo encuentran… En fin, habla mucho pero no hace nada luego. A la vista está.
-          Ya se sabe, perro ladrador, poco mordedor.
-          Cómo lo sabes.


Se hizo un silencio en la sala. Ashley comenzó a mirar a otros lados pensativa. Naim, levantándole la cara, la miró a los ojos.
-          ¿En qué piensas?
-          Es que… uf… Creo que le voy a pedir un tiempo. No puedo seguir con esta relación tan enfermiza. O se relaja o me voy a buscar a otro que sea más normal. Está loco.
-          ¿Tan chiflado está?
-          No, a ver. Es un buen chico, me cuida mucho y es atento, pero tiene un defecto, bueno, un par de defectos muy gordos, que es inseguridad en sí mismo que conlleva celos enfermizos, porque no se fía de que él pueda mantener a una chica a su lado. Lo malo es que si sigue así, esos miedos se harán realidad y nunca llegará a estar con nadie.


Naim la miraba con comprensión, poniéndose en la piel de ella y notaba cómo se sentía perfectamente.
-          Te comprendo. Si yo estuviera en tu situación no aguantaría. Yo pienso que una relación se basa en la confianza mutua, en el fiarte de tu pareja. Yo lo que creo es que si estás saliendo con alguien, vas a estar con ese alguien y no con las demás personas, porque para eso te quedas soltero y tienes la libertad de hacer lo que te plazca sin tener que dar explicaciones a nadie.
-          Ay Naim, qué razón tienes. Ojalá todos los hombres fueran como tú.


Naim sonrió pícaro y le cogió una de las manos suavemente acariciándosela.
-          Te recuerdo que estoy soltero… Todavía nadie ha descubierto el cofre del tesoro.
-          La chica que acabe contigo se va a llevar un pedazo de pan. Eres genial Naim. No me arrepiento absolutamente nada de ser tu amiga, aunque eso me haya costado alguna bronca con Tim, pero total, le voy a dejar. Gano un gran amigo.


Naim entonces procedió a cogerle las dos manos a Ashley y le dijo algo susurrando cerca de su oído.
-          Yo también me llevo una gran amiga, maldita sea.
-          ¡¿SE PUEDE SABER QUÉ COÑO ESTÁIS HACIENDO?!-se escuchó una fuerte voz que venía del principio del salón-.


Ashley y Naim se separaron al instante y Tim vino rápidamente hacia Naim al que le propició un fuerte guantazo sin pensárselo ni siquiera un solo segundo.


Naim se tocó la cara caliente por el guantazo y miró a Tim con ojos de odio.
-          Te vas a acordar de esto,-dijo resentido Naim-.


Justo en el momento que Tim iba a contestar, Naim le empujó y le dio otro guantazo más fuerte aún si cabe. La batalla acababa de comenzar…


Ashley miraba la escena desde fuera y por mucho que intentara pararlos a los dos, era completamente imposible. Las bestias que guardaban en su interior se habían desatado.
-          Chicos, parad. ¡Naim para por favor!
-          Ashley, no te metas en esto por favor. Será mejor que te vayas de la habitación.
-          No pienso marcharme de aquí hasta que paréis.
-          ¡Calla coño!-gritó Tim fuera de sus casillas-.
-          ¡¡SCOTT!!-gritó fuerte Ashley-.


Scott apareció a los pocos segundos por el salón.
-          ¿Qué pasa?-dijo asustado, pero al ver a Naim y Tim en esas posiciones, se extrañó-. ¿Qué coño está pasando aquí?
-          Llegó el otro subnormal,-comentó en voz baja Tim, pero lo suficientemente fuerte como para que Naim se percatara del comentario-.
-          ¿Qué has dicho? Scott no es ningún subnormal. Así que con mi amigo cuidadito lo que dices, ¿te enteras?
-          Ya salió el novio en defensa.
-          ¿Qué hablas de novio? Para que lo sepas, Scott es una persona espectacular y trata a Bianca como tú nunca sabrás tratar a una mujer aunque pasen 100 años.


Tim montó en cólera y se abalanzó sobre Naim que, algo inmóvil al principio, supo desenvolverse rápido y coger las riendas de la pelea.


Scott se acercó y comenzó a reírse de las caras de sufrimiento que ponía Tim. En esa situación no debería reírse pero, había que ver la situación de Tim boca abajo con Naim sentado en su cintura y cogiéndole con fuerza los brazos tirándole hacia atrás.


Y efectivamente así era. Tim era muy brabucón pero no sabía nada de luchar, cosa que Naim dominaba perfectamente…


Naim no sólo iba diariamente al gimnasio, sino que en su adolescencia había acudido a clases de Karate y en ese momento se había matriculado también en clases para aprender cuerpo a cuerpo. Quería ser policía y necesitaba prepararse.


Cuando Naim se cansó, soltó a Tim que, cansado y con los músculos doloridos de haberlos tenido completamente estirados bastante tiempo, se rindió. Levantándose lentamente, pudo ponerse de pie.


Se giró para mirar de frente a Naim que, ahora estaba cubierto por Scott y por Ashley. Tim la miró completamente sorprendido y decepcionado.
-          ¿Tú también lo apoyas?
-          Tim, después de lo que acabo de ver, no quiero volver a ver a un tío tan violento y celoso como tú. Hemos acabado.


Tim tenía el corazón hecho pedazos. Su novia lo acababa de dejar y parecía totalmente decidida. ¿Qué podía hacer? Estaba enamorado y le costaría un mundo olvidarse de ella.


Tim, bajó la cabeza y comenzó a andar hacia la puerta para irse pero, a medio camino se paró, giró la cabeza mirando a Ashley, Naim y Scott y siguió su camino.


Naim completamente serio y enfadado, lo miró con desprecio. No quería volver a verlo nunca más. Después de eso, no apareció jamás por la universidad y nadie supo nada de él.


Ashley colocó su mano en el hombro masculino de Naim que giró su cara y sonrió guiñando un ojo. Ella se mordió el labio y acercándose a los de Naim los besó.


Scott bajó la cabeza y miró hacia otro lado.
-          Chicos, os recuerdo que sigo aquí, ¿eh?


Ya en la actualidad, Scott sonreía satisfecho. Naim había relatado todo lo anterior al detalle.


Pero volviendo a lo que ahora les preocupaba, Scott comenzó a pensar en un plan. Tenían que tramar algo en contra de Tim.
-          Ahora que estás de vuelta Naim, necesitamos hacer algo para poder pillar a Tim y encarcelarlo de por vida. Lo que estamos haciendo no es legal, yo por lo menos.
-          Es cierto y si yo de repente desvelo todo puede saltar todo por los aires.
-          Eso no puede ocurrir. No sabemos lo que pasaría si a Tim le da por descubrir todo nuestro pastel.


Naim no tenía ni idea de cómo lo iban a hacer, así que se encogió de hombros.
-          Ahora mismo no se me ocurre nada. Lo único que estoy pensando es que si viene Tim y no me ve allí puede mosquearse bastante.
-          Es verdad, tienes razón. Entonces subamos arriba.
-          Pero antes me cercioraré de que no haya moros en la costa.
-          De acuerdo.
-          Y en cuanto entremos en casa, súbete a mi dormitorio. La puerta de la izquierda conforme subes las escaleras.


¿Pillará Tim a Scott y Naim?

CONTINUARÁ…

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