lunes, 20 de noviembre de 2017

Capítulo 1 de "The Shadow"

¡Muy buenaaas! Como dije en mi vídeo de ayer, que por si no lo has visto te lo dejo AQUÍ, hoy se publica, POR FIN, una nueva historia en el canal y que nunca nadie ha leído, principalmente porque me la he inventado yo este año jajaja. Estoy muy ilusionado y con ganas de que me pongáis aquí abajo en los comentarios lo que os parece. ¡Nos vamos leyendo!

CAPÍTULO 1

-          Estoy seguro Walcott. Dentro de poco conseguiremos un trabajo tío.
-          Si eso no es lo que me preocupa, sino el sitio donde nos estamos quedando ahora para dormir.
-          Sí, vale. Es muy cutre, pero es lo más barato que he encontrado.
-          Hombre, es que si nos cobran más es para escupirles en la cara.




Walcott conversaba con su buen amigo Kevin sobre su situación actual.
-          A ver, si por mí fuera nos alojaríamos en el Ritz,-comentaba Kevin-, pero mis padres apenas me
dejaron herencia y los tuyos apenas te pueden mandar dinero a ti, así que estamos casi igual.
-          Bueno, hay que ser optimista, que seguro que encontramos algo pronto.


Kevin miraba a su amigo con cara de incredulidad. Walcott no era muy positivo que digamos y cuando decía eso…
-          ¿Qué mosca te ha picado? ¿Tú siendo positivo?
-          Sí, ¿qué pasa? Yo también tengo mi parte guay jajajaja.


Ambos comenzaron a reírse a carcajadas mientras Walcott intentaba explicar el porqué de su contestación previa.


De repente, Walcott miró a la puerta y vio entrar unas largas piernas de mujer, un vestido rojo…
-          Tío, tío… ¿Has visto?-dijo Walcott-.


Los dos chicos miraron hacia la chica y se quedaron boquiabiertos ante semejante mujer.
-          Está tremenda chaval… Las pillas al vuelo jajaja,-comentó Kevin-.
-          Kevin, me ofende que dudes de mi gusto jajaja.


La chica era impresionante, curvas de infarto muy bien arreglada… Pero algo seria.


El silencio se apoderó del ambiente entre ambos amigos que siguieron, descaradamente, el paso continuo de la muchacha.


Walcott la miraba con ojos de cordero degollado.
-          Kevin, ¿le digo algo?
-          ¿Qué le vas a decir?
-          No sé, pero voy a ver si me la ligo.
-          Adelante león, que tú puedes.


La chica, a su vez, se sentó en la barra a pedir.
-          ¿Me puede poner un vodka con limón?


Walcott miraba a Kevin, serio pero nervioso.
-          Uf, venga, voy para allá.
-          Vamos Walcott, si te lo piensas más no lo harás. ¡Ve a por ella!


Finalmente se levantó y dio unos cuantos pasos cuando un hombre fuerte y con paso decidido se acercó a la chica sin pensarlo.
-          Mierda, ya se me han adelantado…


La chica notó una presencia detrás de ella y mirando de reojo vio de quién se trataba.
-          Qué quieres,-dijo ella en tono cortante-.
-          Ven conmigo.
-          No.
-          He dicho que vengas…


El coctelero miró a la chica extrañado.
-          ¿Va todo bien señorita?
-          Sí, no se preocupe. Mi amigo ya se iba, ¿verdad?


Ella se giró en el asiento 180º poniéndose de cara hacia a él mientras le decía aquello. Pero él, no contento con esa frase, la agarró del brazo fuertemente haciendo que la chica se pusiera en pie.
-          Paulova, no te lo repetiré más. Te vienes conmigo.
-          Eristof, me haces daño. Suéltame.


Walcott vio todo desde la lejanía y no podía soportar que el rubio agarrara tan fuerte a la muchacha.
-          ¡Oiga! Deje a la chica en paz, ¿no la ha oído?


Enseguida, el muchacho soltó del brazo a la chica y se giró hacia él con aspecto desafiante.
-          ¿Te refieres a mí?
-          Sí. ¿O es que estás sordo?


Eristof no se creía que aquel muchacho, Walcott, le estuviera diciendo semejante cosa.
-          Mira chaval, te vas a coger tu patetismo y los dos os vais a ir a dar una vuelta y me vas a dejar de tocar los cojones, ¿te enteras?
-          No me voy a ir de aquí hasta no estar seguro de que la chica está en perfectas condiciones.


El muchacho dio un paso al frente poniéndose cara a cara con Walcott, desafiándolo con la mirada. Intentando imponer su voluntad pese a lo que el amigo de Kevin decía.


Mientras tanto, Kevin miraba la escena desde lejos y estaba viendo que algo no iba bien.
-          Tengo que hacer algo,-dijo mientras se levantaba del asiento-.


Sin previo aviso, Eristof cerró su puño y comenzó a dirigirlo hacia la cara de Walcott.


Éste, a su vez, estaba preguntándole a Paulova si estaba bien cuando el puñetazo lo pilló desprevenido haciendo que cayera al suelo desplomado.


Justo en el momento que Kevin se levantó, vio cómo aquel chico cargaba un puñetazo contra su buen amigo.


Al ver cómo Walcott había caído inconsciente en el suelo, Eristof sonrió satisfecho.
-          Un gilipollas menos.


Estaba orgulloso de cómo había actuado. Aquel chico no tenía por qué meterse en sus asuntos y en sus problemas de pareja junto a Paulova.


Cada segundo que pasaba, iba enfadando más a Kevin que se había quedado parado en ese momento.
-          Serás hijo de puta…


Eristof volvió a agarrar a su novia del brazo y la empujó hacia delante para que saliera del local. Al pasar por delante de Kevin, le guiñó un ojo soltando una gran sonrisa. Kevin, por su parte, pudo reconocer al agresor.
-          No me puedo creer que sea él…


Dejando atrás a Kevin y a su amigo, empujó hacia delante a Paulova para hacerla entender de que se diera más prisa mientras pensaba en que conocía a ese chico…
-          Como sea quien creo que es…


Llevándose a Paulova a uno de los laterales de la discoteca, la puso contra la pared y se acercó a ella, poniendo su cara muy cerca, acosándola.
-          ¿Por qué hiciste eso Paulova?
-          ¿Después de todo lo que he visto tienes la osadía de preguntarme? Déjame en paz.
-          Era una sorpresa cariño. Innovar en nuestra relación, para que no sea siempre todo igual de monótono.


Eristof estaba realmente cerca de Paulova mientras ella, cruzada de brazos, miraba hacia otro lado.
-          Que te alejes de mí, no quiero volver a verte nunca más.
-          No puedes hacer eso. Estás comprometida conmigo, tu padre…
-          ¡Mi padre no está aquí!-gritó ella cortando a Eristof-. Así que vete de aquí y vete con tu querida puta.


Dentro de la discoteca, Kevin cogió a Walcott del suelo e intentaba reanimarlo.
-          Vamos Walcott despierta tío.


Paulova intentaba zafarse pero Eristof la sujetaba fuerte para que no se moviera.
-          Quería darte una sorpresa, ya te lo he dicho.
-          Por eso te encuentro en la cama follándote a mi amiga, ¿cierto?
-          Ella accedió a acostarse con nosotros dos y así darle un punto de vista diferente a nuestra relación.
-          Ah claro, todo muy normal. Me meto en la cama con mi novio mientras una amiga se lo está follando a la vez que yo. Eso a la orden del día oye.


Kevin contoneaba a su amigo despacio para no hacerle mucho daño. Estaba comenzando a desesperarse mientras veía que los demás de allí no hacían nada más que observar y mirar la situación.


Eristof estaba realmente cabreado con Paulova. Sabía que tenía razón y que lo había pillado, pero su orgullo no permitiría nunca darle la razón.
-          No lo entiendes mi vida.
-          No me llames mi vida, ni cariño, ni corazón ni nada. ¡No me llames! Vete a tomar por culo. POR CULO, ¿o te lo deletreo?


Al fin, Walcott comenzaba a reaccionar y a soltar algunos gemidos de dolor mientras Kevin lo incorporaba poco a poco.


Unos minutos después y ya estando Walcott plenamente consciente, se quedó sentado en el suelo intentando recuperarse.
-          Ve a por él, Kevin. No puedes dejar que esto se quede así.
-          Pero, Walcott, necesitas que te vea un médico
-          Tío, que me han dado un puñetazo nada más. Yo estaré bien. Ahora te pido un favor: Ve a por ese tío y reviéntale la cara.


Kevin tenía ganas de ajustarle las tuercas al memo de Eristof. Siempre se las había dado de muy chulito y luego no era más que un mísero mindundi.


Saliendo con paso decidido de la discoteca, le preguntó a la portera hacia dónde se había ido la pareja y ella, no muy amable, se lo indicó.


Cuando se los encontró, se plantó frente a ellos y gritó a Eristof.
-          ¡Eh! Nenaza. ¿Por qué no te metes con alguien de tu tamaño?


CONTINUARÁ…

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