Ya que estoy, me gustaría aprovechar para decir que las cosas que estoy preparando (las cuales cuando esté todo asegurado anunciaré) van en marcha. Como ya dije, prefiero esperar a que esté todo casi listo para decirlo así que nada, paciencia que queda poquito ya si Dios quiere jejeje.
Y dicho esto os dejo con la siguiente entrega de Manos Blancas... ¡Hasta pronto!
CAPÍTULO 18
La noche de fiesta pasó
bien. Ninguno de ellos bebió ni tomó nada, así que fue de lo más normal. A la
mañana siguiente, después de desayunar, llamaron a Mitch y este miró el móvil y
se quedó pensando en si cogerlo o no…
Finalmente contestó.
-
¡Hola Mohamed!
Cuánto tiempo sin hablar. ¿Qué tal?
-
Hola, querido
hijo universitario… ¿Cómo te va por allí?
-
Muy bien.
Estudiando mucho.
-
Ese es mi hijo…
Aquel que me dice una cosa y hace otra… ¡Muy bien!
Mitch estaba un poco descolocado.
-
Mohamed, ¿qué
dices? No te entiendo.
-
Sí lo haces, no
te hagas el tonto… Llamé al centro donde tú me pediste que te mandara y ahí me
dijeron que dejaste el bachillerato y que desapareciste del mapa. ¿Tú crees que
yo soy idiota?
-
A ver, te lo
puedo explicar…
Mohamed estaba bastante
cabreado y casi gritaba por teléfono.
-
No hace falta
que me expliques nada Mitch. Has estado derrochando el dinero en vete a saber
qué. No has cumplido tu palabra y me has decepcionado. Ahí no hay nada que
explicar.
-
Pero… es que yo
no quiero estudiar.
-
Ah claro… tú
quieres vivir la vida, hacer lo que te da la gana y no mover un solo dedo. Pues
que sepas, que si yo estoy aquí con esta posición no es porque me lo hayan
dado, sino porque me he
tenido que mover, igual que lo vas a hacer tú.
Mitch tenía cada vez
más miedo de lo que podía decirle Mohamed.
-
¿Moverme yo? ¿A
dónde?
-
De vuelta a
casa. Vas a coger el primer vuelo que haya para acá y no quiero más excusas,
¿te queda claro?
-
Sí…
-
Pues venga. A
partir de ahora te voy a estar vigilando bien. Te espero.
Mitch colgó y, abatido
como estaba, fue a hablar con Linda.
-
Linda, tengo que
irme.
-
¿Irte? ¿Dónde?
-
Me acaba de
llamar mi padre adoptivo y me ha dicho que quiere que vuelva a Dubai… Me ha pillado.
-
Menuda putada
tío. ¿Y qué vas a hacer?
-
Pues tendré que
hacerle caso e irme de nuevo…
Linda lo abrazó.
-
Me va a dar
muchísima pena que te vayas. Te voy a echar de menos.
-
Y yo a ti. Te he
cogido cariño durante todo este tiempo que hemos vivido juntos.
-
¿Me estás
queriendo decir algo?
-
Ah no, no te
quiero, pero te tengo cariño.
-
Y yo también.
Mitch mientras la
abrazaba, reprimía las lágrimas que estaban a punto de salir por sus ojos…
Mitch, mirándola a la
cara, quiso despedirse.
-
Dame un beso de
despedida.
-
Eso está hecho.
Estaban separándose
cuando escucharon bastante ruido y un correteo de Wolf e Igashu por el pasillo
hasta que llegaron al salón.
Mitch se acercó a
Igashu.
-
Tenemos que
hablar Igashu.
Mitch abrazó a Igashu.
-
Uy, qué serio te
ha salido eso.
-
Es serio. Me voy.
Me vuelvo a Dubai.
-
¿Por qué?
-
Me ha pillado
Mohamed. Me ha dicho que me vuelva.
Igashu no se esperaba
eso.
-
Pero, ¿qué te ha
hecho llamarte ahora?
-
Parece ser que
ha llamado al orfanato y ahí le dijeron que no había terminado el bachillerato
y eso…
-
Yo te dije que
te lo sacaras, pero como no me hiciste caso…
-
Ya lo sé, ahora
me estoy arrepintiendo de eso.
La conversación cada
vez bajaba más de tono.
-
Mitch, no quiero
que te vayas.
-
Y yo tampoco
quiero irme, pero si me obligan…
-
Ten mucho
cuidado y promete que volverás.
-
Si puedo y me
dejan, volveré.
Mitch odiaba las
despedidas, pero esto era un adiós.
-
Y tú Igashu,
libérate más, ábrete, no estés tan cerrado en ti mismo, conoce a gente y ahora
que vais a estar Linda y tú solos, daros cariño mutuo.
-
No necesito
follarme a ninguna Igashu.
-
Pero no es
ninguna, es Linda, es nuestra amiga.
-
Sí bueno…
-
Ay, así no vas a
llegar a ningún lado.
Igashu tenía una medio
sonrisa en la cara.
-
Yo soy feliz tal
y como estoy Mitch, ni necesito follar para tener cariño, como tú dices, ni
necesito otra cosa. Estoy bien.
-
Eres un cabezota
y por mucho que te diga no vas a cambiar de opinión, te conozco… En fin, me voy
a cambiar de ropa.
Mitch se fue al cuarto
a coger la ropa limpia, se metió después en la ducha y se cambió de ropa.
Minutos más tarde, se echaba el after-shave.
Al salir, se encontró
con que Igashu y Linda se habían cambiado de ropa también.
-
¿Qué hacéis
vestidos así?
-
Te vamos a
acompañar,-dijeron ambos-.
Mitch se fue para Wolf,
sólo le quedaba él para despedirse.
-
Oye machote, yo
me voy pero quiero que me cuides a Igashu, ¿vale? Te echaré de menos Wolf. Te
quiero.
Aquella noche había
nevado un poco, el invierno estaba cerca. Cogieron un taxi y se fueron hasta la
estación de autobuses y allí esperaron hasta que Mitch se montó y se fue.
Cuando salieron de la
estación, los dos estaban serios.
-
Oye Igashu,
¿damos una vuelta y así nos despejamos?
-
No tengo ganas,
hace frío.
Igashu volvió andando a
casa a paso rápido y lo primero que hizo fue entrar en el cuarto.
Después de un rato,
llamó a Linda.
-
Como solo vamos
a estar tú y yo aquí, te he puesto la batería aquí.
-
Ay, qué detalle.
Muchas gracias.
-
Nada.
-
¿Entonces
dormiremos los dos en el cuarto de matrimonio?
-
No. Cuando te
quieras poner aquí, me voy al dormitorio de matrimonio. Tú duermes en la cama grande.
-
Me sabe mal…
-
No pasa nada.
Linda insistió.
-
Oye, que la cama
de matrimonio es muy grande, podemos dormir ahí los dos.
-
Que no Linda,
prefiero dormir aquí solo.
-
¿Qué te pasa
conmigo?
-
¿Me tiene que
pasar algo? No me pasa nada.
-
Yo sé lo que te
pasa…
-
¿El qué
supuestamente?
-
Que quieres
esto.
Linda se acercó a
Igashu y lo besó en la boca dándole un pico, a lo que Igashu se resistió y al
final se zafó de ella.
Igashu estaba muy
cabreado.
-
¡Que no me
toques coño! ¿Quién te ha dado permiso para besarme?
-
Yo creí que…
-
¡No creas nada!
No quiero que te me acerques, ni que me toques ni nada por el estilo, ¿te queda claro?
Linda estaba un poco
desconcertada por las palabras que estaba dedicándole Igashu.
-
Pero ayer noté
como me miraste el culo en el baño…
-
¿Cómo no quieres
que te mire el culo si vas con pantalones que son bragas grandes?
Linda reaccionó ante
esa acusación.
-
Oye, que esos
pantalones se están comenzando a llevar de moda.
-
Entre las putas,
¿no? Mira, que te den a ti y a todas las de tu calaña. Si hubieras podido te
hubieras metido conmigo en la cama y no lo has conseguido, pero lo has hecho
con Leo y con Mitch todas las veces que has querido y un poquito más. Y ahora
que se han ido, ¿quieres que yo caiga? Vete a la mierda.
Igashu estaba que
trinaba y no pudo aguantarse más lo que pensaba y se lo dijo a Linda de
sopetón.
Sin mediar una sola
palabra más, salió de la habitación dejando sola a Linda.
-
Vamos Wolf,
vámonos.
¿A dónde irá Igashu? ¿Se irá para
siempre de esa casa después de haber discutido con Linda?
CONTINUARÁ…
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