Antes de poneros el capítulo de hoy quería agradeceros a todos los que visitáis el blog, leéis mis historias y las comentáis porque sois vosotros los que hacéis esto posible. Muchísimas gracias, de verdad.
Y ahora capítulo, que ya toca jeje ;) ¡Hasta muy pronto amigos!
CAPÍTULO 12
Igashu entró y se sentó
en el sofá para hablar con Leo.
-
Igashu, sé que
acabas de llegar y habrá cosas que todavía no te cuadren, pero quiero
explicarte algunas para que no desaparezcas cada vez que veas algo raro. Lo que
ha pasado hoy entre Mitch y Linda no me preocupa.
-
¿No? Yo por eso
me fui, porque no quería pillar la bronca cuando te levantaras.
-
Pero si Linda y
yo no estamos saliendo. Somos follamigos, vamos que si ella se folla a Mitch no me molesta, igual que si yo me follo a otra.
Mientras Leo hablaba,
Linda miraba a Igashu y pensaba.
-
Es más mono…
Verlo así timidillo y cortado me encanta.
Y Leo continuaba
hablando.
-
Tenemos una
relación liberal, ¿comprendes?
-
Eso creo… Ya sé
que no debo alterarme demasiado si veo algo parecido otra vez.
Mitch sonreía.
-
Igashu, ya te
dije que no tenías que preocuparte. Relájate hombre, que no te vamos a cobrar.
Pero la cara de Igashu
era un poema. No sabía dónde se había metido exactamente y tampoco se lo podía
imaginar.
Después de esa charla,
decidieron hacer una fiesta de bienvenida para Igashu, pero el protagonista no
tenía ganas de fiesta y se sentó mientras que Linda bailaba con Leo.
Wolf, que andaba por
ahí, se acercó a la mesita y comenzó a olisquear unas pastillas que había allí.
Igashu se dio cuenta y
las cogió a tiempo sin que Wolf se tragara ninguna.
-
Leo, ¿qué coño
son estas pastillas?
-
MDMA.
-
¿Eh?
-
Éxtasis.
¿Quieres probar?
-
No creo que… sea
buena idea.
-
Venga, así te
animas un poco. Por una vez no va a pasar nada.
Igashu miró las
pastillas, cogió una en la mano y tragando saliva, cogió una de ellas y se la
tomó.
Los efectos pronto
comenzaron a notarse e Igashu estaba mucho más animado, como si se hubiera
tomado 5 bebidas energéticas. Se levantó y se puso a bailar.
En eso que Leo se fue
al baño y Linda aprovechó para bailar con Igashu.
Un rato después Mitch
salía por la puerta.
-
¡Eh! ¿Dónde
vas?-preguntó Leo-.
-
Ahora vengo.
Y unos 10 minutos
después, Mitch vino con una bolsa y sacó tres botellas de Vodka.
-
Este es mi
Mitch. Tú sí que sabes.
-
Leo, para ti
una, para Linda otra y para Igashu y yo la tercera.
-
Mitch, yo no
quiero beber,-dijo Igashu.
-
Bueno, como tú
quieras, más para mí.
Mitch se sacó del
bolsillo un paquete de tabaco y cogió un cigarro.
-
Ahora un
porrillo y estoy listo de papeles. ¿Alguno quiere?
Unas horas más tarde,
Mitch dormía la mona en su cama. Entre el alcohol y el porro, se había quedado
dormido en seguida.
Igashu cogió uno
también y se lo fumó, lo que le hizo comenzar a reírse por todo. Estaba
hiperactivo, por culpa de las pastillas obviamente. Se movía por la casa como
si fuera un zombi, no era consciente de lo que estaba haciendo.
Linda se bebió la mitad
de la botella de Vodka, así que Leo se bebió la suya y la media de ella, por lo
que comenzó a marearse, tener arcadas y se sentó en el suelo.
Y en el cuarto de matrimonio estaban durmiendo
Igashu y Linda. Pero…
¿Se habrán acostado Linda e Igashu?
¿Qué pasó esa noche exactamente? ¿Se acordará Igashu de algo de lo que hizo?
CONTINUARÁ…
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