Antes de nada, contaros varias cosillas:
- Lo primero de todo es que estoy preparando una historia nueva que la publicaré dentro de bastante tiempo aún, pero que este año estará subida, eso os lo puedo asegurar jejeje. Como ya os comenté un día, la historia que estoy preparando ahora va a ser la segunda parte de una de las historias que ya tengo subida aquí. ¿Cual de todas creéis que será?
- La segunda cosa que quiero contaros es sobre el capítulo de hoy. Hay un par de fotos donde sale algún que otro miembro superior femenino al aire, así que, avisados quedáis. No quiero que os pille por sorpresa.
Y con eso ya está todo dicho, así que nada, me callo ya y os dejo con el capítulo, ¡hasta pronto!
CAPÍTULO 11
Igashu y Mitch salieron
de la habitación y vieron a Leo y Linda acurrucados en el sofá.
Mitch, sin importarle
lo más mínimo se acercó y tiró la colilla al cenicero y luego Igashu, con un
poco de más vergüenza, hizo lo mismo.
Los dos seguían
abrazados y se miraban de vez en cuando. Igashu no quería mirar y desviaba la
mirada.
Mitch lo miró y
sonrieron juntos.
-
Mitch, ¿estos
están siempre así?
-
De vez en
cuando, cuando les entra el calentón.
-
Pues yo no
quiero estar aquí para verlos montárselo en frente mía.
-
Si quieres
salimos a dar una vuelta.
Justo cuando Mitch lo
comentó comenzaron a besarse, por lo que Igashu cogió la correa y salió por la
puerta con Wolf.
Unos pocos minutos
después, llegaron hasta una hamburguesería muy buena.
-
Igashu, aquí
hacen unas hamburguesas más buenas… Uf, ya las probarás.
Se sentaron en uno de
los bancos y se pusieron a charlar.
-
Me parece súper
desagradable que se pongan ahí a liarse delante nuestra.
-
Igashu, tienes
que relajarte, no pasa nada. Si se ponen cachondos, pues se besan, toquetean y
luego pues follarán y punto.
-
Ya, pero a mí no
me gusta ver eso.
-
Coño que no,
tenemos porno gratis jajaja.
-
Mitch, ¿te han
dicho alguna vez que eres un cerdo?
Mitch comenzó a reírse.
-
No es para tanto
hombre. Estás más reprimido que una abuela con tres fajas.
-
Nada, que tú
eres un baboso y yo no.
-
Pues si ser
baboso significa mirar a las tías y tocarme pensando en ellas pues sí.
-
Vale, gracias
por los detalles, muy amable.
-
Jajajaja, y
bueno si fuera con Linda mejor jaja.
Igashu, para dejar el
tema, cortó de raíz.
-
¿Y el sillón?
¿Cómo lo habéis hecho?
-
Pues como no
había donde sentarse, cogimos unas cuantas cajas de la frutería, varias tablas
de madera y un par de colchones.
-
Eso sí que es
imaginación.
Igashu estaba hablando
sobre el sofá mientras Mitch tenía la cabeza en otra parte.
-
Oye, perdona que
te interrumpa, pero se me está ocurriendo una idea. ¿Jugamos a los bolos?
-
¿Dónde?
-
Aquí al lado,
hay una pista.
-
Bueno vale.
Entraron en la bolera y
comenzaron con la partida.
-
Oye Mitch, ¿cómo
vamos a pagar esto?
-
No te preocupes.
Está todo solucionado.
-
No irás a hacer
un “sin-pa”, ¿verdad?
-
¿Sin-pa?
-
Sin pagar.
-
No coño, que
aquí me conoce todo el mundo.
Mitch empezó a jugar y
era bastante bueno. Iba de pleno en semi-pleno.
Pero Igashu… mejor que
se dedicara a otra cosa.
Cuando terminaron la
partida, Mitch se encaminó a la hamburguesería y allí pagó la partida de bolos.
Al salir, Igashu le preguntó.
-
¿Cómo has
pagado?
-
Con el fondo que
tengo de Mohamed.
-
Ah, ¿todavía lo
tienes?
-
Claro hombre.
Mientras tanto, Leo y
Linda seguían en el sofá enrollándose.
-
Linda, ese
piercing tuyo me vuelve loco.
-
¿Te gusta cómo
lo sientes?
-
Mucho y más
todavía en otro sitio.
-
Mmmm, vamos a la
cama.
Dicho y hecho. Se levantaron de allí y se fueron
a la cama.
Al cabo de un rato,
cuando ya habían terminado se cambiaron de ropa y Leo se comenzó a quedar
dormido.
Linda salió del
dormitorio para tomarse algo cuando se encontró con Mitch e Igashu.
-
Joder Linda, qué
buena estás.
-
¡Mitch!-gritó
Igashu
-
No importa
Igashu. Muchas gracias Mitch.
Linda sonreía orgullosa
de tener ese cuerpo que tanto intentaba cuidarse.
-
Es que, las
cosas hay que decirlas Linda.
-
Y te lo
agradezco mucho Mitch. Yo me voy a ducharme que… esto de hacer ejercicio ya se
sabe.
Igashu no sabía dónde
meterse.
-
Jajaja, vale
guapa, llámame si necesitas que te frote la espalda.
-
Sí anda jajaja.
Hasta ahora.
Unos minutos más tarde,
Mitch se levantó.
-
Qué ganas de
mear tengo. Ahora vuelvo.
-
Ok.
Mitch entró en el baño
y se encontró a Linda sin parte de arriba mirándose en el espejo.
-
Chica, menudas
vistas.
-
Jajaja.
-
¿Qué haces?
-
Estoy pensando
en hacerme otro tatuaje y me miraba a ver dónde me puede quedar uno bien.
Mitch fue a sacarse los
pantalones para orinar pero Linda sin darse cuenta lo interrumpió.
-
Creo que aquí en
el costado derecho me podría poner unas letras así árabes, que pueden quedar muy guapas, ¿qué piensas?
-
Si te dijera lo
que estoy pensando ahora…
-
Lo puedo
imaginar, viendo que tienes la cremallera desabrochada…
-
Es que iba a
mear jaja.
Igashu al poco rato
calló en la cuenta de que Linda estaba en el baño y poniendo cara de loco,
Igashu se levantó para ir al baño.
Y en ese momento…
-
Tienes unas
tetas muy ricas Linda. Y ese tatuaje ahí te queda… Salte, que me parece que en
vez de mear voy a hacer otra cosa, jajaja.
-
Si quieres
tocarlas para que después no te sea complicado recordarlas…
-
No me lo digas
dos veces,-dijo Mitch rozando el pecho de Linda con las yemas de los dedos-.
Igashu abrió la puerta
sin llamar antes y vio la escena de golpe. Seguidamente y sin decir nada cerró
la puerta.
Igashu cogió a Wolf y
se fue a dar una vuelta y así lo sacaba para que hiciera sus necesidades.
Al cabo de una hora y
media, Igashu volvió a casa y se encontró con Leo que estaba de pie.
-
Igashu,
estábamos preocupados por si te había pasado algo. Siéntate, tenemos que
hablar…
¿Qué es lo que le tendrá que decir
Leo a Igashu?
CONTINUARÁ…
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