Pasaron dos años de
intensas luchas judiciales contra el bufete de abogados, el cual acabó en la
cárcel y pagando una suma multimillonaria a la familia Jodres, que pudo reabrir
su hotel con más expectación que la primera vez. Desde ese momento, volvieron a
retirarse a la isla y a vivir lo que les quedaba con paz y tranquilidad.
Fausto y Endaya podían
disfrutar de las comodidades del hotel siempre que quisieran, relajarse en el
jacuzzi, comer en el bufet… Pero a ella le seguía gustando cocinar para toda la
familia y comer juntos en casa. Por muchas comodidades que tuvieran ahora, no
quería perder las viejas costumbres.
Respecto a los demás,
Isabel y Jota estaban en el punto álgido de su relación y ambos tenían planes
de boda. La conexión entre ambos era tal que a Endaya le recordaba a cuando
comenzó su relación con Fausto.
Fausto estaba al pie del
cañón con el hotel, junto con su sobrino Kevin principalmente, aunque todos
echaban una mano cuando hiciera falta, pero aquel día la familia se lo había
tomado de relax, como un buen domingo que era. Ese día nadie haría nada que no
fuera estrictamente necesario.
Jota estaba encantado con
su vida. Había dado un cambio de 180 grados y ahora tenía un trabajo fijo,
seguro y legal como técnico de mantenimiento del hotel. Vivía con Isabel y su
estupenda familia, a quienes quería como si fuese la suya propia… ¿Qué más se
podía pedir?
Por otro lado, los
inseparables Kevin y Guengue seguían igual que siempre, con sus bromas y sus
risas allá por donde iban. Pero las vivencias ocurridas en sus vidas les habían
hecho sentar más la cabeza, intentar buscar estabilidad y prosperar laboral y
sentimentalmente.
¿Y Rosa? ¡Ay Rosa! Se
había convertido en una jovencita preciosa y muy llamativa dado el contraste
entre su color de piel y de ojos. Pese a ser las más pequeña de la familia
hasta el momento, demostraba tener las cosas muy claras y su sueño era poder
formar una familia como la suya, como la de su padre. Con muchos hijos, poder
convivir todos juntos, como una piña.
Sin embargo, Kevin tenía
la cabeza en otro lado. Pensaba en su chica, en dónde estaría, en el beso que
le daría cuando pudiera estar con ella… Mientras tanto, Guengue seguía empeñado
en intentar cantar medianamente bien sin desafinar demasiado.
La casa también había
cambiado un poco. La familia decidió eliminar el estrecho pasillo principal y
unir la cocina y el comedor con esa zona para, así, poder tener una casa de
concepto abierto, como a ellos les gustaban.
Cuando Rosa llegó a la discoteca
donde estaban los demás, vio a su hermana con Jota y se mordió el labio
pensando en su novio. ¡Quería estar así con él!
Sentándose en la barra,
pidió una bebida mientras pensaba en lo que haría con su vida… Tenía a toda su
familia allí y pretendía formar una propia pronto, así que nada la hacía pensar
en salir de la isla y buscarse un trabajo fuera. ¿Poco arriesgada, tal vez?
Quién sabe…
A todo esto, Kevin vio
entrar a su prima y se la quedó mirando. ¡Qué guapa era! Y Guengue seguía a lo suyo,
metido en la canción sin darse cuenta de que Kevin hacía un rato que no cantaba
con él.
Las burbujitas, el
atardecer y el buen tiempo invitaron al matrimonio a unirse en unos besos
llenos de amor y de una pasión como si fuera la del primer día.
Dejando a su primo en el
karaoke, Kevin fue a saludar a Rosa.
-
¿Qué tal
Rosa?
-
Bien, aquí
estoy bebiendo una copa, ¿quieres una?
-
No gracias,
ya si eso luego. Por cierto, ese biquini nuevo te queda genial.
-
Ay, muchas
gracias. Me encanta lo colorido que es.
-
¿Y si me lo
enseñas bailando conmigo?
Y ambos se fueron hacia
la pista de baile, donde comenzaron a mover el esqueleto a la par y muy bien
sincronizados. A su vez, la pareja formada por Isabel y Jota ahora sólo se
besaban y todos se dieron cuenta.
-
¿Has visto a
tu hermana besándose con el novio?
-
Sí, Kevin…
-
Te noto
triste, ¿te pasa algo?
-
No, nada…
-
¿Quieres que
nos salgamos fuera y me lo cuentas mejor?
Cuando Guengue dejó de
cantar, se fue a la barra para pedirse algo cuando se encontró con una chica
muy atractiva. Intentando pensar rápido en algo que decirle, lo único que atinó
a decir fue…
-
¡Buenas! Se
está poniendo una bonita noche, ¿cierto?
Cuando Rosa y Kevin
pasaron junto a Jota e Isabel, bromearon diciéndole que se fueran a una de las habitaciones,
que el ambiente allí se estaba caldeando demasiado. La pareja no pudo evitar
reírse mientras que Isabel, además de reírse, sonrió y le guiñó un ojo a su
novio.
Nada más sentarse en los
sillones exteriores, Kevin respiró profundamente cogiendo una bocanada de aire,
mientras que Rosa estaba nerviosa y no paraba de mover las piernas, incluso
estando sentada.
-
¿Pudiste
hablar con mi padre?-preguntó Rosa-.
Tras romper el hielo,
Guengue y aquella chica entablaron una conversación muy fluida, llena de
chistes, risas y algún que otro piropo también.
Echándole el brazo por
encima del hombro a Rosa, Kevin sonrió.
-
Sí. Hablé
esta mañana con él y con tu madre también. Les conté la situación que tenemos
y… Lo han comprendido perfectamente. Tu madre me dijo que no era extraño, ya
que en el pasado era muy común y que los mismos Liondo y Synte eran primos.
Y sin poderlo evitar,
Rosa se acercó a la boca de su primo, parándose a unos centímetros de ella.
-
Te quiero
Kevin.
-
Y yo, vida
mía. Te amo con toda mi alma.
Quién les iba a decir que
el amor filial que se tenían entre ellos acabaría convirtiéndose en un amor
sentimental… Y todo porque, en una noche de tormenta en la que Isabel se había
ido de viaje con Jota, salió corriendo hacia el dormitorio de Kevin y le pidió
dormir con él, ya que le daban miedo los truenos. Accediendo, se fueron al
antiguo cuarto de Hugo y Rita y allí se abrazaron para ponerse a dormir.
Mirando a Kevin a los ojos, quien ya los tenía cerrados, Rosa se acercó y besó
a su primo, que, sorprendido, se separó, pero ella, agarrando la mano
masculina, se la colocó en la cintura, y acercándose a él, lo volvió a besar.
Finalmente, la familia
había salido adelante, enseñando a todo el mundo que la unión hace la fuerza,
que la confianza y la lucha son las claves del éxito y, sobre todo, que el amor
es lo más importante que debemos tener en la vida, por encima de todo…
FIN
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