CAPÍTULO 14
Ambos estaban nerviosos
ya que por parte de Walcott era la primera novia oficial que tenía desde que
era un adulto con trabajo hecho y derecho. Por parte de la chica, iba a conocer
a los mejores amigos de su novio y no sabía cómo iba a caerles.
-
¿Crees que he
acertado con el vestido Walcott?
-
Cariño, estás
preciosa. Se van a quedar tan impresionados como yo cuando te he visto.
-
¿De verdad? ¿No
será muy atrevido?
-
Caroline, estás
perfecta.
Una vez que llamaron al
timbre, Kevin y Pau los recibieron con una amplia sonrisa mientras los hacían
pasar.
-
Chicos os presento
a Caroline. Carol, ellos son Kevin y Pau.
El abrazo entre ambos
amigos fue muy caluroso, ya que llevaban bastante sin verse.
Después de la
presentación oficial las dos chicas se dieron un par de besos acompañados de
una amplia sonrisa.
Tras eso, los hicieron
pasar por el comedor donde allí pondrían la cena de esa noche.
-
Menudo comedor más
grande tienes, Kevin,-comentó asombrado Walcott-.
-
Gracias tío jeje.
Si quieres después de cenar os enseño el resto de la casa.
-
¡Claro! Nos
encantaría, ¿verdad cielo?
-
Sí,-dijo Caroline
algo más tímida-.
Pau hizo que todos se
sentaran mientras ella iba a buscar la comida que esa noche era una bandeja de
aceitunas con patatas y algo de picoteo acompañados de unos muslitos de pollo
con muy buena pinta.
-
Guau, menuda pinta
tiene. Qué gran cocinera eres Pau,-elogió Walcott-.
-
Yo no he sido. El
mérito es de Kevin.
-
¡Anda ya! Eso
seguro que lo ha pedido en algún sitio de comida instantánea jajajaja.
-
¡Walcott!-dijo
Caroline dándole un pequeño golpe en la pierna-.
-
No pasa nada
cariño, Kevin y yo nos comportamos así el uno con el otro, ¿a que sí Pitbull?
-
Caroline,-dijo
Kevin-, ¿cómo te has podido enamorar del idiota de Walcott?
-
Jajaja, tiene sus
momentos, pero es muy especial.
Tras servirse los platos,
todos se pusieron a comer ya que, sorprendentemente, la comida estaba muy
buena.
El matrimonio tenía
curiosidad por conocer más a la novia de Walcott y le hacían diferentes
preguntas.
-
¿Y a qué te
dedicas?-preguntó Paulova-.
-
Soy profesora en
el Instituto Franklin de secundaria.
-
Ah, qué bien. Pues
yo estoy en el último año de la carrera.
-
Genial, ¿qué
estudias?
-
Administración de
empresas. Y no sabes las ganas que tengo de terminar ya. Estoy harta de
trabajos, estudiar enciclopedias enteras de apuntes…
-
Sé lo que es eso y
no se lo recomiendo a nadie. Mucho ánimo Pau.
En ese momento, Walcott
le dio un pequeño toque a Pau en el pie y ella lo miró mientras que él movió un
poco la cabeza hacia el lado de su novia y le guiñó el ojo como para
preguntarle qué le parecía su novia. Paulova bajó la cabeza y sonrió sin
contestar, algo que puso más nervioso al chico.
A su vez, Kevin charlaba
animadamente con Caroline.
-
Pues yo trabajo
como jefe del departamento de programación en la empresa de mi suegro, aunque
ahora estoy de baja. Me imagino que te lo contaría Walcott, ¿no?
-
Sí, algo me
comentó. Lo siento mucho.
-
Muchas gracias
mujer, pero ya no tiene importancia. Hay que quedarse siempre con lo positivo y
es que sigo vivo, tengo salud y tengo a mi mujer y a mis amigos a mi lado.
Walcott se levantó de la
mesa haciendo que todos lo miraran.
-
Voy a llevar el
plato a la cocina y así ayudo un poco.
Paulova no lo podía
permitir. Era su invitado y no tenía por qué hacer nada de eso.
-
Walcott, déjamelo
a mí que tú eres nuestro invitado.
-
Pero quiero
ayudar. Si quieres vayamos los dos a la cocina.
-
Bueno, está bien…
Una vez llegaron allí,
Walcott cogió a Pau y poniéndole las manos en los hombros le preguntó
preocupado…
-
¿Qué te ha
parecido Caroline? Estoy en un sinvivir desde que he llegado.
-
Me cae muy bien.
Es algo tímida pero se ve simpática y buena chica, además es muy guapa, ¿eh?
-
¿Entonces te ha
gustado? Ufff, no sabes el peso que me quitas de encima.
-
Pero a quien le
tiene que gustar es a ti.
-
Ya, si yo lo sé
pero por eso estaba más nervioso, porque para mí ella se ha convertido en una
pieza muy importante de mi vida y quería que encajara bien junto a las demás
piezas que sois vosotros.
Paulova sonreía feliz de
ver a su buen amigo perdidamente enamorado.
-
Y pensar que
gracias a ti conocí a Kevin…
-
Ya te digo. Y
pensar que fui yo el que tuvo iniciativa y quería ligar contigo…
-
Y que te llevaras
un puñetazo de Eristof también.
-
Ah bueno, yo es
que soy un perfecto caballero jajaja.
Kevin estaba cogiendo más
confianza con la novia de su buen amigo y el hielo se había roto más entre
ellos.
-
¿Y fue él quien te
conquistó o fue al revés?
-
Fue él pero por lo
pesado que se puso jajaja.
-
Típico de él. ¿Cómo
fue?
-
Pues fui un día al
banco y en cuanto me senté y quitó la cabeza de la pantalla se quedó sin
pestañear durante un momento antes de que yo me presentara. Luego un día me
llama citándome por un problema con mis datos en la ficha del banco y todo fue
una excusa para volver a verme. Y también me regaló un par de entradas para ver
una película por no sé qué promoción que había en ese momento. Total que las
acepté y al ir al cine me lo encontré “casualmente” pasando por allí.
-
Uy sí, ya me lo
veo: “Qué sorpresa verte por aquí, ¿cómo tú por aquí?” y cosas de esas, ¿no?
-
Exactamente
jajajaja.
La historia que le estaba
contando Caroline enganchaba a Kevin, además, el hecho de imaginarse en esas
situaciones a su amigo le causaba mucha risa.
-
Total, que acabé
ofreciéndole la entrada porque me dijo que ir al cine sola, de noche y siendo
tan guapa no era bueno. Yo en ese momento no pude aguantar la risa y me carajeé
sin parar mientras que él mantenía esa sonrisa tonta que pone cuando quiere
conseguir algo.
-
Ay sí, esa sonrisa
idiota con una pequeña risita que suelta de vez en cuando jajaja, qué coraje me
da cuando me lo hacía a mí para conseguir cualquier cosa.
-
¿A ti también te
lo ha hecho?
-
Buenoooo, conmigo
tiene un máster en eso ya jajaja. Ya son muchos años conociéndonos.
-
Pues al final
entramos en el cine y nos sentamos juntos y a la mitad de la película me echó
el brazo por encima de los hombros y me besó la mejilla y al volverme para
decirle que qué se creía que estaba haciendo me besó en la boca y… menudo beso.
-
Ostras, a tope iba
jajaja. ¿Y qué pasó al final?
-
Pues que nos
tuvieron que echar del cine porque nos… emocionamos un poco.
-
Jajajajajaja,
madre mía. Gracias por contármelo porque voy a estar martirizándolo con esto
cada vez que quiera jajaja.
Momentos después llegaron
Paulova y Walcott que se quedaron algo extrañados pero, a su vez, contentos al
ver el buen rollo que había entre ambos. Sin embargo, a Kevin de repente se le
comenzó a nublar la vista, pero no dijo nada. Al poco tiempo se levantó
diciendo que quería lavarse las manos pringosas que se le habían quedado tras
la comida.
Entró en el baño más
cercano y abrió el grifo mientras mojaba sus manos que luego las echó a su
cara.
Kevin pestañeaba
lentamente y movía su cabeza hacia los lados para intentar que se le pasara el
aturdimiento que tenía.
Pero esa sensación no se
iba, persistía e incluso empeoraba porque comenzó a ver todo borroso a su
alrededor.
Paulova propuso ir al
salón para esperar a Kevin antes de comenzar el tour por la casa y así
enseñársela a la pareja.
Al entrar Walcott y
Caroline se sorprendieron por el enorme lujo que tenía.
-
A mi padre no le
gusta reparar en gastos. Para su “nena”, como él dice, lo quiere todo.
-
Está precioso, la
verdad,-dijo Caroline-.
Los tres se sentaron
frente a la chimenea que daba un calor muy agradable en aquella noche lluviosa
de noviembre. Ambas chicas charlaban animada y distendidamente mientras que
Walcott pensaba en por qué estaba tardando tanto en salir Kevin del baño.
Pasados dos minutos
Walcott anunció que iba a preguntarle qué le pasaba a Kevin. Tal vez le habían
dado ganas de hacer de vientre y estaba estreñido, no lo sabía.
Llamó a la puerta pero no
obtuvo respuesta, por lo que tras unos segundos esperando y pegando la oreja a
la puerta entró diciendo que iba a entrar pero al hacerlo se quedó
completamente quieto al ver a Kevin tirado en el suelo.
Rápidamente se agachó y
notó que tenía pulso y que seguía vivo. Poniéndose detrás de él lo levantó para
intentar que se despertara mientras le daba pequeñas palmaditas en la cara.
-
Kevin, Kevin tío
despierta. ¿Qué te pasa tío? ¡Vamos Kevin!
Al ver que Kevin seguía
completamente igual comenzó a gritar ayuda.
-
¡AYUDA! ¡LLAMAD A
UNA AMBULANCIA!
CONTINUARÁ…
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