jueves, 7 de diciembre de 2017

Capítulo 6 de "The Shadow"

CAPÍTULO 6

Kevin fue al motel donde residía por el momento con su amigo Walcott para contarle lo que le acababa de pasar.
-          Walcott, ¿estás ahí?
-          Sí, pasa Kevin.


Al entrar vio a su amigo con una gran sonrisa, al igual que él.
-          Tengo que contarte una muy gorda tío,-dijo Kevin-.
-          Pues anda que yo…


Kevin se sorprendió.
-          Bueno, comienza tú si quieres.
-          No, comienza tú pero espera a que me levante de aquí.


Ambos se sentaron en las sillas y se pusieron a charlar.
-          Cuéntame entonces.
-          A ver… Hoy vino a verme Paulova.
-          ¿A verte a TI? Estás flipando jajaja.
-          Coño que sí. Me dijo que si no me importaba salir a comer por ahí. Total, que nos fuimos de picnic y… ¡nos besamos!


Walcott no podía creérselo. Era algo demasiado fuerte para aceptar tan rápido.
-          Venga ya, ¿te estás quedando conmigo?
-          ¡Que no tío! Ha sido súper especial, muy romántico y, no sé… Creo que le gusto.
-          Wow tío, eso es genial. ¡Felicidades! ¿Qué vas a hacer ahora?


Kevin estaba pletórico de felicidad, no podía evitar sonreír sin parar.
-          Pues no sé, pero quiero seguir con ella. No sé si ella quiere sólo sexo, quiere algo más…
-          Pues coméntaselo.
-          Tío no, lo veo demasiado pronto como para decirle algo…
-          Bueno, tú verás, es tu relación jeje.


Walcott siempre había sido más valiente en temas amorosos que Kevin.
-          ¿Y tú qué tenías qué comentarme Walcott?
-          Pues verás… No creo que pueda seguir viviendo aquí,-dijo poniéndose serio-.
-          ¿Cómo? ¿Por qué dices eso? ¿Has perdido el trabajo?
-          No es eso… La cuestión es que entre tu sueldo y el mío podemos pagarnos algo mejor y he encontrado un apartamento de alquiler perfecto para nosotros.


Kevin se sorprendió gratamente.
-          ¿De verdad? ¡Eso es fantástico!
-          ¿Pues sabes qué? Esta tarde hemos quedado para ver el piso.
-          Coño, ¡qué te quiero tío! Eres un crack jajaja.
-          Jajajajaja, ¿qué harías sin mí Kevin?


Desde la salida de Kevin y Paulova, Eristof se volvió más cruel con Kevin, muchísimo más exigente y le daba casi todo el trabajo a él.
-          ¡Calver! ¿Cómo va ese código?
-          Va bien, Sr. Kohl. Es un trabajo complejo.
-          Pues lo quiero terminado para mañana.


Kevin comenzó a toser después de que se atragantara con su saliva al escuchar esa orden de Eristof.
-          ¿Puede repetir por favor?
-          Lo has escuchado perfectamente. Y como vea que mañana no me lo has enviado, te despido.
-          Pero Sr…
-          ¡NI SEÑOR NI SEÑORA!


Eristof se mantenía serio, erguido y sin mover un músculo pero, por dentro, disfrutaba de la situación.
-          Está bien Sr. Kohl… Haré lo que pueda.
-          Lo que puedas no me vale. En esta empresa lo que cuenta son los hechos, si lo haces bien o no lo haces.
-          Sí…-dijo respirando hondamente para no saltar-.


Kevin no podía replicar, si su jefe era un capullo no podía hacerle nada, sólo callar y aguantar el chaparrón.


Horas más tarde, Eristof volvió a la carga.
-          Calver, ¿no ha terminado todavía?
-          No señor, aún no.
-          Pues yo me voy a mi casa ya. Son las 21:13 así que, hasta mañana. Ya sabe lo que le dije antes.
-          Sí, no se preocupe. Lo tendrá mañana.
-          Que pases una buena noche…


Eristof no pudo reprimir una sonrisa que, por suerte, no pudo ver Kevin ya que no despegaba su cabeza de la pantalla. Si quería terminarlo a tiempo, no podía descansar ni un segundo.


Y las horas fueron pasando, y Kevin iba terminando el código, compilándolo, resolviendo fallos que cometía…


Todo el edificio estaba vacío, sólo él trabajaba en ese momento salvo el guardia de seguridad. Lo que le habían hecho a Kevin era una completa injusticia…


Se le cerraban los ojos, pero seguía escribiendo código. Le quedaba poquito para terminar…


Y por fin, 4 horas más tarde, terminó y envió el código a Eristof. Estaba molido, sin fuerzas y completamente desganado…


Sobre la 1:30 llegó el pobre Kevin a su nueva casa y se encontró a su compañero y amigo, Walcott, viendo la tele durmiéndose lentamente.
-          A buenas horas llegas…-dijo Walcott-. ¿Qué ha pasado?
-          El capullo de mi jefe, que me ha mandado terminar en un día el código de un programa que tardaría normalmente 3 o 4 días.
-          ¿Y por qué ha hecho eso?
-          Creo que desde que salí con Paulova a comer… Ha cambiado conmigo, y a peor.


Kevin se quedó pensando en la forma de actuar de Eristof. ¿Todavía le seguía gustando Paulova? ¿Era porque había ganado a Eristof en aquella pelea? ¿Era porque era americano en lugar de ruso como todos los demás de la empresa?


Volviendo en sí, se encaminó a su dormitorio.
-          Me voy a cambiar de ropa, ¿vale? Ahora salgo y picoteo algo, que no he cenado.
-          ¿Te preparo alguna cosa?
-          No hace falta, tampoco tengo mucha hambre.
-          Vale, como quieras tío.


Pasados unos 15 minutos, Walcott se extrañó que Kevin no apareciera, así que se levantó y se dirigió al dormitorio…


Y, como no era de extrañar, se lo encontró completamente dormido y con la ropa puesta, sin ni siquiera cambiarse.
-          Ay, qué pena de hombre…


Walcott lo miró con ternura pero con pesar. Le dolía ver a su mejor amigo tan ofuscado, tan desanimado, tan preocupado y cansado. No había derecho para que su jefe lo tratara así.
-          Ánimo tío. Yo sé que tú puedes con todo, siempre estaré a tu lado campeón-dijo bajito aun sabiendo que Kevin dormía-.


CONTINUARÁ…

No hay comentarios:

Publicar un comentario