No quiero seguir hablando ya, así que me callo y dejo pasar a Fernando y a toda su cuadrilla. ¡Un beso familia!
CAPÍTULO 6
Fernando se levantó
como otra mañana cualquiera y fue hacia la puerta para esperar al autobús.
Al salir, vio a Mandy
en la puerta de su casa.
-
Mandy, ¿qué
haces aquí?
- Buenos días,
¿no?
-
Buenos días…
-
Pues ¿qué voy a
hacer aquí? Esperarte para ir a clase tonto.
Mandy se abrazó a
Fernando, que estaba muy sorprendido de la actitud de la chica.
-
Qué ganas tenía
de abrazarte Fer…
-
Eh sí, sí…
Mientras tanto, Travis
había quedado con Fany en la puerta del colegio.
-
Buenos días
guapa.
-
¿Cómo está el
tío más bueno de toda la clase?
-
Ese no sé, pero
yo estoy bien.
Fany se acercó más
todavía a Travis.
-
Ay, qué tonto
eres,-dijo ella acercándose y besándolo profundamente en los labios-.
Poco después entraron
en el colegio y ya estaba dentro Steve.
-
Buenos días
Steve,-saludó Fany-.
-
Buenos días
Stefany.
-
Oye Steve, ¿tú
duermes en clase o qué macho?-preguntó Travis-.
-
Jajaja, no, pero
hoy he madrugado un poco más de la cuenta.
Al rato llegó Fernando
y quedó muy sorprendido al ver que Travis no había ido a su casa como todas las
mañanas, sino que se había ido a clase. Todo esto le resultaba muy raro…
Fernando saludó a los
que habían llegado y se quedó mirando fijamente a Fany. Esa chica tenía que ser
la causante de todo pero, en realidad, no pasaba nada entre Travis y él, o eso
creía…
Instantes después,
entró Mandy y muy dispuesta saludó a los de su clase y se dirigió hacia
Fernando.
-
Fer anda, déjame
pasar porfa.
El día estaba muy
nublado y estaba a punto de empezar a llover fuerte. Fany, mirando a la
ventana, se fijó que Travis miraba hacia Fernando y ella se preguntaba lo que
pasaba, ya que no tenía ni idea.
La profesora llegó y
comenzó a dar su clase de Informática.
-
Os he dejado
ordenadores a cada uno de vosotros para que hagáis el trabajo que os expliqué
el otro día. Vosotros habéis elegido esta optativa, así que, manos a la obra.
Los chicos comenzaron a
hacer el trabajo en silencio, sólo se escuchaba el sonido del teclado.
La clase parecía
concentrada y dispuesta a seguir así durante la hora de la clase. Mientras
tanto, la profesora hacía sus tareas en su ordenador.
Fany, mientras buscaba
información por internet para su trabajo, miró hacia Travis y al verlo sentado
solo, quiso sentarse junto a él, igual que estaba Mandy con Fernando. No sabía
por qué, pero quería ver la cara que ponía Fernando.
Pidió permiso a la
profesora y se sentó junto a Travis, a lo que Fernando respondió mirando a la
pantalla del ordenador, ya que el reflejo de atrás se veía pero, haciendo como
que no le importaba, siguió con su trabajo.
Travis y Fany siguieron
trabajando. En un momento dado, ella le dio un pequeño golpe en el pie para que
la mirara y le guiñó el ojo. Travis se sonrió nervioso y miró hacia Fernando
que seguía a lo suyo.
Diez minutos más tarde,
Lulú o Lucy como era en el trabajo, pasaba por el pasillo de secundaria.
Entró en el despacho
del director, llamando antes a la puerta para avisar que ya se encontraba lista
y dispuesta para su atención.
-
Buenos días
señor Meier.
-
Buenos días
Lucy. Viene usted muy guapa.
-
Muchas gracias,
es muy amable.
El director se levantó
y la miró de arriba abajo.
-
Siéntese un
momento Lucy, quiero hablar con usted.
-
¿He hecho algo
malo?
El director negó con la
cabeza.
-
Para nada, pero
siéntese por favor, quiero preguntarle sobre algo.
-
Usted dirá.
El director carraspeó y
comenzó a hablar.
-
Quiero saber
cómo se está encontrando estos días que lleva trabajando aquí.
-
Ah, pues muy
bien. Me he sentido muy acogida y es como estar en mi propia casa.
El señor Meier sonrió.
-
Entonces me
alegro mucho. Sé que eres una buena profesional, pero si hay alguna cosa que no
te guste solo tienes que decírmelo.
-
Muchas gracias,
se lo agradezco mucho.
Pero el director no
había terminado de hablar…
-
Sin embargo, me
han comentado algunos profesores que está levantando pasiones.
-
¿Pasiones? ¿A
qué se refiere?
-
Pues a que
algunos alumnos no paran de mirar lo que no deben en lugar de centrarse en la
clase y en el estudio.
-
¿Le molesta
entonces que vaya vestida así?
-
No, no, al
contrario, usted puede vestirse como quiera, lo que quiero es que me comunique
si alguna vez se siente intimidada por alguno de los alumnos, que yo me
encargaré de él.
Lulú se quedó mirándolo
mientras escuchaba al director con el total convencimiento de que ella le
ponía. Estaba segura.
Tras un par de minutos
más de conversación, el director decidió seguir con el trabajo y cada uno se
marchó a su puesto correspondiente.
El director mentía, no
iba a trabajar sino a hacer otras cosas menos… decorosas. Buscó en sus archivos
el currículum de Lulú y una vez que tenía el nombre real, lo puso en Google.
Para su sorpresa, en Wikipedia salió una foto de
ella e información sobre su vida. ¿Era actriz porno? No podía creerlo, así que
puso su nombre artístico y al verla tal y como su madre la parió rodeada de 3
hombres que la penetraban sin piedad, algo se le despertó después de mucho
tiempo dormido.
Se levantó de su
asiento y miró hacia su entrepierna. Ver que tenía un bulto, le hizo despertar
sus ilusiones. Eso no podía quedarse así, tenía que hacer algo al respecto.
El director llamó de
nuevo a Lulú y le dijo que se sentara. Ella, con la práctica que tenía, supo
distinguir desde un primer momento que debajo de esos pantalones tenía un bulto
considerable, así que vio en aquella escena una oportunidad para ascender.
Fernando, pidiendo
permiso se fue al cuarto de baño.
Cuando habían pasado 5
minutos, la profesora le dijo a Travis que se acercara al baño por si a
Fernando le pasaba algo. Así que él sin dudarlo hizo lo que le habían mandado.
Entró en el baño y vio
que Fernando se estaba lavando las manos.
-
Oye, ¿qué te
pasa Fer? La profesora me ha mandado a buscarte.
-
Joder, ¿no puede
cagar uno en paz?
-
No, a ti te pasa
algo más, ¿me lo vas a contar?
-
Tú dirás, hoy no
has venido a recogerme como siempre.
-
Es que me llevó
mi padre en coche y me quedé más tiempo en la cama y se me olvidó avisarte, lo
siento.
Fernando lo miró con
cara de no creerse nada de lo que le decía.
-
Si tú lo dices…
-
¿No me crees?
-
Sinceramente no.
¿Has visto cómo tienes a la Fany pegada al culo?
-
No hablemos, que
tú con Mandy estás igual, ¿eh?
-
Increíble tío…
mira, me voy a clase que ya estamos tardando mucho.
Volviendo a clase vio
algo que lo dejaría atónito. ¿Esa era Lulú? Volviéndose, le dijo a Travis que
le contara a la profesora que estaba en el baño haciendo de cuerpo, que tenía
que asegurarse de algo.
Acercándose a la
ventana y sin que ellos los pudieran ver, vio perfectamente cómo Lulú le habría
la cremallera al director y la acariciaba metiendo la mano dentro mientras que
él pasaba su mano por la cabeza de ella.
Poco después, la
profesora dijo que la clase había terminado y todos al unísono se levantaron
para estirarse.
Escondiéndose de la
profesora, Fernando entró corriendo en clase.
-
Mandy, dame tu
cámara.
-
¿Mi cámara?
¿Para qué?
-
Tú dámela un
momento, por favor.
Mandy, como amante de
la fotografía que era, sacó su cámara de la mochila y se la dio a Fernando sin
saber para qué la quería.
Fernando volvió a su
punto de partida y cogiendo la cámara, hizo muchas fotos del director con la
guarra de Lulú.
Sonriendo de oreja a
oreja, dejó la cámara a un lado pensando para sí mismo.
-
Te pillé, cacho
de zorra. Te vas a enterar…
CONTINUARÁ…
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