CAPÍTULO 13
Lena salió corriendo de
allí y se metió en el baño para esconderse. No podía permitir que la pillaran.
Fernando y David se
pusieron con el futbolín para hacer como si no hubiera pasado nada, tenían que
actuar como siempre.
Entró el director y no
notó nada extraño.
-
Chicos, es la
hora de cenar. Señorito Bryan, ¿podría acompañarme para poner la mesa?
-
Sí… señor
director…
Lena escuchó pasos
delante del baño y ella ni respiró para que no se escuchara ni el más mínimo
ruido.
Una vez ya en el
comedor, Bryan intentaba hacer el mayor ruido posible con los platos y vasos
para que no se escuchara nada de fuera.
Mientras tanto, en la
zona femenina…
-
Chicas, ¿dónde
está la señorita Quintela?
-
Ha ido arriba un
momento, quería ir al baño.
-
Ah, está bien.
Claire, ¿podría ir a avisarla de que baje? Es la hora de la cena.
Claire dejó la guitarra
en su sitio y se hizo un poco la remolona para no subir tan rápido ya que ella
sabía que arriba no había nadie.
Diana, para quitar de
en medio a la señorita, se ofreció voluntaria para poner la mesa, así que las
dos mujeres se fueron hacia el comedor.
Momentos después,
apareció Lena un poco agitada…
-
Lena, la cena
está casi lista y la profesora me ha mandado buscarte arriba, que le he dicho
que estabas en el baño.
-
Bueno, uf, vamos
arriba entonces.
-
Anda tira… Casi
la lías.
La señorita Ford iba a
subir a buscar a las chicas cuando las vio bajar por las escaleras.
-
Venga, que la
cena se enfría.
-
Perdón
señorita,-dijo Lena-, he entretenido a Claire, lo siento.
-
No pasa nada.
Ahora id a cenar.
Ya a la noche, tras la
cena, los chicos se fueron al dormitorio y se pusieron el pijama. Hasta que
dieran las 11 de la noche, podían hablar.
Ya a las 11 menos 5, la
señorita Stacy llegó al cuarto y las chicas automáticamente se metió cada una
en su cama.
Los chicos hicieron lo
mismo, incluso antes de que llegara el director para darle una sorpresa.
Cuando entró, al verlos
metiéndose en la cama, le gustó mucho el detalle.
-
Buenas noches
chicos. Que descanséis.
Como una hora más
tarde, el director, que dormía en el mismo cuarto que los chicos, entró
silenciosamente y se cambió.
Luego se metió en la
cama y se acostó para terminar con el primer día de trabajo.
Por su parte, la
señorita Stacy hizo exactamente igual. A ella le gustaría poder dormir en la
misma cama que Hugh, ella sí le llamaba por su nombre al director, pero en
privado.
Habían pasado ya dos
meses desde que comenzara el curso y ese día tenían un examen a primera hora.
Tal y como metían caña,
todos iban bien en el examen. Tras las 6 horas de clase matutina, tenían el
almuerzo y luego 2 horas por la tarde para hacer los deberes y las tareas más 1
hora opcional de estudio en total silencio.
Pasados 35 minutos,
Fernando ya había terminado y entregado el examen, por lo que la profesora le
dio permiso para salir de clase.
Salió fuera y se apoyó
en la pared. Había pasado dos meses muy monótonos. Siempre hacían las mismas
cosas. Estaba harto de vivir entre chicos y sólo poder ver a las chicas 8 horas
al día. Echaba de menos las salidas con Mandy, Travis, Fany e incluso echaba de
menos a Steve.
Lena fue la segunda en
terminar y salió fuera también.
Sonrió mirando a Fer,
pero este estaba con la mirada perdida.
-
Oye, ¿qué te
pasa?
-
Ah nada, no te
preocupes Lena. Estaba pensando.
-
No quiero que te
pongas triste, hay que estar alegre. Además, con la sonrisa tan bonita que
tienes no quiero verte así.
Lena consiguió que
Fernando sonriera un poco.
-
Eres muy amable
Lena. Tú también eres muy guapa.
-
Bah, no soy nada
del otro mundo.
-
¿Qué dices? No
digas tonterías Lena, que tú estás muy bien.
En ese momento salió
David.
-
Chicos, eh…
espero no interrumpir.
-
No, no,-dijo
Fernando-.
-
La señorita dice
que entréis, que todos hemos terminado ya.
Tras el examen, la señorita Stacy siguió
explicando el temario de otra asignatura.
Una de las ventajas era
que su explicación se hacía muy amena y todos la entendían a la perfección.
Ya, al atardecer de ese
día, Fernando y los chicos se pusieron a hablar.
-
Estoy harto de
este sitio. Quiero irme a mi casa, mi cuarto, mis amigos…
-
Ya, esto es un
asco,-dijo Bryan-.
-
Estoy pensando
en fugarme.
Todos se quedaron
boquiabiertos.
-
¿Cómo te vas a
fugar? No sabes lo que dices.
-
Se lo que digo.
No aguanto ni un minuto más, así que quiero que me ayudéis, tú también David, a
poder irme sin que me vea nadie.
-
Yo te
ayudo,-dijo David-.
Fernando le guiñó un
ojo.
-
Bueno, lo
primero que tenemos que hacer es planificar todo muy bien. Tenemos que estar
atentos y pillar los horarios donde el director está fuera y aprovechar. Esto
no se puede hacer tan a la ligera.
Todos afirmaron con la
cabeza esperando a que Fernando continuara hablando.
-
Claro, miraremos
el recorrido que siempre hace el director o cuando estemos comiendo o algo.
Fernando miró a Bryan…
-
¿Me ayudarás
entonces Bryan?
-
Venga sí. Pero
si te pillan yo no quiero saber nada, ¿eh?
Habían pasado 2 semanas
desde aquella reunión de los chicos y Fernando no podía más. Lo habían
castigado muchas veces, se portaba mal y no hacía los deberes. Nunca había sido
así y era porque estaba incómodo. Una noche, hablando el director con los
chicos de unas prácticas de Tecnología que tenían que hacer, Fernando decidió
tomar cartas en el asunto.
Fernando se levantó y
pidió permiso para ir al servicio y el director Bernam se lo concedió.
Más rápido que tarde y
sin hacer ningún ruido, se fue hacia la puerta y miró que había luz en el
comedor femenino. Era el momento idóneo para escapar.
Se dirigió corriendo
hacia la valla de salida y la saltó sin ninguna dificultad.
Estaba callejeando y no
sabía a donde ir. Eso no lo había pensado. Era de noche y todo estaba cerrado.
Sin embargo, al finar de una calle, detrás de una colina, Fernando vio una
torre. Desde ahí buscaría un lugar donde pasar la noche.
Al acercarse más, vio su aspecto tétrico. ¿Qué
era aquello?
Al entrar, vio que era
un local, pero parecía estar cerrado todavía ya que no se veía a nadie.
De repente, entró una
mujer que le habló.
-
Chico, no está
abierto todavía. Chico, ¿me estás escuchando? ¡¡Oye!!
Fer subió rápidamente
al piso superior haciéndose el sueco y entró en el fotomatón para esconderse.
Habían pasado 15
minutos y como Fernando no volvía, el director lo buscó por todos lados y no lo
encontraba. Con cara de preocupación volvió al comedor.
-
Chicos, ¿dónde
está Fernando?
-
No lo sabemos,
ni idea.
-
He avisado a la
señorita Stacy de que os vigile mientras yo busco a Fernando. Ni se os ocurra
hacer alguna de las vuestras, ¿queda claro?
El director se puso a
buscarlo como loco. No tenía ni idea de dónde podía estar y la gente a la que
le preguntaba no tenía ni idea. Una mujer le dijo que lo había visto en un
cruce pero que no sabía a dónde había ido. Estaba preocupado por él, por si le
podía haber pasado algo.
Recorrió las calles de
los cruces y en una de ellas, vio a lo lejos, encima de una torre una figura.
¿Era Fernando?
Se dirigió al sitio y
entró. Comenzó a preguntar a la gente, pero pasaban de él, estaban bailando a
su rollo y no le echaban cuenta, así que se dirigió a una mujer que parecía
trabajar allí y le preguntó.
Fernando vio al
director mientras estaba escondido. Esperaba la mejor oportunidad para salir
corriendo de ese sitio.
-
Disculpe, estoy
buscando a un chico de 15 años, moreno y delgado. Tiene un uniforme color
marrón claro, ¿lo ha visto?
-
Sí, hace 1 hora
lo vi entrar pero luego no se a donde fue. ¡Mire! ¡Está ahí detrás!
El director corrió lo
más que pudo pero al salir, no había ni rastro de Fernando por ningún lado. Era
rápido.
Fernando se dirigió
hacia el cementerio. Un lugar donde casi no va la gente ya que a las personas
no le gustan sufrir.
Fernando se tumbó en un
banco y comenzó a intentar dormirse tras la carrera que se había pegado esa
noche.
Una hora después y
visiblemente agotado, el director llegó al cementerio tras haberlo buscado por
todo el barrio, sin embargo, no vio absolutamente nada…
¿Conseguiría Fernando escapar?
CONTINUARÁ…
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