Justo a las dos de la tarde volvió Marc de su primer día de clase
con muchas cosas que contarle a Alicia, a la que se encontró en la
puerta.
-
¡Buenas!-saludó él con una sonrisa de oreja a oreja-. Tengo que
contarte muchas cosas, cariño.
-
¿Me acompañas y me las cuentas en el trabajo? Que ya voy tarde…
-
Sí, cómo no. ¡Vamos!
Finalmente, el metro llegó pronto y Alicia pudo estar a tiempo para
comenzar su jornada laboral.
-
Oye, ¿habéis hecho reformas?-preguntó Marc-.
-
Sí, han cambiado un par de cosas, ¿te gusta?
- La
verdad es que mola el rollito que le ha dado.
- Mi
jefa, que está animada últimamente.
Dirigiéndose al baño, Marc fue directamente a la barra.
-
Voy a cambiarme Marc, ahora salgo.
-
¡Vale! Yo te espero aquí fuera.
Pocos minutos después, Alicia comenzaba su jornada sirviendo cafés,
bocadillos e infusiones mientras que charlaba animada con sus
clientes y con Marc.
En un momento de más tranquilidad, Marc comenzó a contarle a Alicia
las cosas que le habían ocurrido esa mañana.
-
Bueno, cuéntame eso tan importante que tenías que decirme, Marc.
-
Pues en clase guay, hay gente de todas las edades y no me he sentido
desplazado ni nada, así que bien. Respecto al nivel… Se nota que
es más bajo que el de mi instituto, pero eh, yo mientras me saque mi
título, feliz como una perdiz.
-
Bien, bien, ¡me alegro!
-
Pero eso no es todo. ¡Me han llamado de la tele!
- ¿A
ti? ¿Y eso?-preguntó asombrada-.
Lo último que se esperaba Alicia era que se pusieran en contacto la
gente que trabaja en la televisión con Marc. ¿Tanta importancia
tenía su difunta familia?
-
Pues resulta que me han llamado del programa “Pregunta a...” y me
han comunicado que les encantaría poder hacerme una entrevista ahora
que se ha conseguido arrestar al asesino confeso del asesinato de mis
padres y que si podrían hacerla en mi casa y… ¡contigo!
-
¡¿Conmigo?! Pero… ¿y yo qué tengo que ver en todo esto?
-
Pues que eres mi novia, has vivido con Henry más que yo y estarán
interesados en saber.
-
Bueno, ¿y tú qué les has dicho?
-
Que te lo consultaría y que me llamasen a lo largo de esta tarde.
¿Qué te parece?
- A
ver… La tele en casa… ¿A ti te apetece?
-
Sí, creo que sería una buena forma de limpiar el apellido de mi
familia e intentar recomponer la imagen.
-
Entonces diles que sí, a mí me da igual salir o no porque el
protagonista eres tú.
Sin poderlo evitar, otros clientes escucharon la conversación y se
unieron a ella.
-
Perdona,-preguntó la mujer junto a Marc-, ¿tú eres el hijo de John
y Grace Oporto, verdad?
-
Sí, soy yo.
-
Pues déjame decirte que me alegro de que hayan atrapado al asesino
de tus padres. Ojalá se pudra en la cárcel.
-
¡Eso!-dijo el hombre más alejado de Marc en la barra-. Yo vi cómo
le zurrabas a ese tío en el otro bar y se lo merecía. ¡Qué hijo
de puta!
La conversación continuó mientras que Alicia siguió trabajando y
atendiendo a los clientes que aparecían por allí.
Tras comer algo en el bar, Marc se fue a casa porque tenía una idea
rondándole la cabeza y era que, como sabía que era bueno en
informática, por qué no aprovechar la entrevista para promocionarse
si se lo permitían. Así que, para que todo estuviera en
condiciones, tendría que crear una página web.
-
Menos mal que Alicia fue a la tienda a comprar este portátil por la
mañana, porque me va a salvar la vida ahora como me salga esto bien.
En fin, manos a la obra…
La idea de cómo quería la página web estaba clara así que,
utilizando las herramientas pertinentes para la creación de ésta,
se enfrascó tanto que las horas pasaron volando.
Tanto que, cuando ya le quedaba poco para terminar, Alicia entró en
el dormitorio.
-
Buenas tardes Marc, ¿todavía sigues liado con eso?
-
Sí, me queda poco… ¿Tú ya has salido?
-
Claro, si son las siete de la tarde…
-
Joder, pues no me he dado ni cuenta. Perdona si no te miro, pero es
que estoy intentando averiguar una cosa de este dichoso programa.
-
Vale, yo voy a asearme y a ver la tele.
Antes de irse, Alicia se quedó mirando en silencio a Marc que,
estaba tan concentrado en eso que no se dio cuenta que aún seguía
detrás de él. Lo veía cambiado, pero ya no físicamente, sino
mentalmente. Lo notaba más alegre y contento que antes y le gustaba
mucho más esta versión de Marc que la que había conocido hasta
ahora.
Tras darse una ducha, se colocó una vieja camisa de Marc a modo de
camisón y se puso a ver la tele para entretenerse un poco.
Al cabo de un par de horas, Marc salió de la habitación cuando se
quedó mirando la tele.
-
¿Qué ves, cariño?
-
Una película que están echando. ¿Tú ya has terminado?
-
Aún no, pero ya seguiré mañana. Hacerlo todo en un día es un
suicidio.
-
Pues ven aquí y descansa un poco, que te lo has ganado.
La pareja de tortolitos se puso a ver la película agarrados de la
mano, comentando ciertos aspectos de los actores y de los escenarios,
comenzando a hablar de sitios a los que les encantaría viajar
juntos.
Poco después, Marc recibió una llamada de teléfono. Eran los del
programa para confirmar si finalmente habían aceptado la entrevista.
Afirmando la petición, los de la productora fijaron el día y la
hora.
La hora de la verdad había llegado. El famoso actor y presentador,
Yemba Yemba, sería el encargado de conducir la entrevista más
esperada del momento. Tras colocar los focos y las cámaras
pertinentes, comenzaron a grabar.
Ante todo, estaba siendo una entrevista respetuosa y se notaba que no
había ánimo de curiosidad malsana, sino que estaba siendo muy
profesional, aspecto que agradecía Marc.
- Si
lo hubiera sabido en ese momento, no habría discutido con mis padres
porque esa espinita la llevaré clavada siempre,-contaba Marc-.
-
Pero eso era imposible. Nadie sabe cuándo va a ser su último día
en la tierra, así que no debes castigarte por eso.
-
Actualmente no lo hago, pero es una cosa que me encantaría cambiar
si tuviese la oportunidad.
Hilando pregunta con pregunta, estaba siendo una de las entrevistas
más fluidas que habían grabado.
- Y
si pudieras eliminar algo de lo que has hecho, ¿habría sido vivir
con el que fuera el asesino de tus padres?
-
Yemba, aunque te sorprenda la respuesta, te diré que no. Gracias a
que, por casualidades del destino, acabase en esa casa, a día de hoy
tengo una pareja maravillosa que es mi novia Alicia.
-
Alicia, queridos telespectadores, es la actual novia de Marc Oporto a
la que le daremos paso en unos momentos pero, ahora, creo que todos
estarán ansiosos de saber cómo llegaste a convivir durante dos años
con el presunto asesino de tus padres.
- No
lo sé, casualidades, capricho del destino, lo desconozco. Yo
simplemente fui a buscar un lugar para cobijarme del frío y vi una
luz encendida en el interior de una vivienda, me armé de valentía y
llamé a la puerta. Ahí fue cuando comenzó todo.
Minutos después, hicieron entrar a Alicia para hacerle unas
preguntas a ella sobre Henry, cómo era, cómo se comportaba con
Marc, si ella estaba al tanto de las actividades del asesino confeso
del matrimonio Oporto…
Alicia, completamente natural y como si hubiese nacido frente a una
cámara, contestó las preguntas con calma y pausadamente.
Al terminar las preguntas que estaban preparadas, ya fuera de cámaras
Yemba felicitó a la pareja por la estupenda entrevista que habían
grabado.
- Ha
sido una de las mejores entrevistas que he tenido el gusto de
presentar y de las que más orgulloso estoy. Gracias por vuestra
sinceridad y me alegro de que todo esté yendo bien en este momento.
Mi más sincera enhorabuena.
Cuando recogieron todo y se marchó el equipo, Alicia comenzó a
hacerle un masaje a Marc.
-
Tienes los hombros cargados.
-
Estaba un poco tenso, pero cuando has llegado tú me he calmado un
poco más.
- Lo
has hecho fenomenal y lo mejor es que podremos ver la entrevista en
tres días, ¿eh?
- En
realidad me voy a querer morir de la vergüenza si la gente comienza
a reconocerme por la calle. No estoy acostumbrado a esa vida, al
menos no ahora.
Acercándose a él, Alicia lo besó para calmar un poco sus nervios,
ya que se le notaba un poco agitado.
La sucesión de besos calmaron a Marc, pero aumentaron la temperatura
del ambiente provocando que, después de unos minutos, la pareja se
dirigiera hacia el dormitorio de ambos.
La pareja se sentía plena teniendo su intimidad, esa que se les
habían negado durante tanto tiempo. Y no es que estuvieran
recuperando el tiempo perdido, para nada, pero ahora sí que se
sentían completamente libres para actuar tal y como ellos eran de
verdad.
Lo que más había en sus relaciones sexuales eran besos y caricias.
Era muy típico en Marc referirse al sexo con Lucía o Megan como
follar, pero con Alicia era diferente, ya no era sólo sexo, era
hacer el amor…
Al cabo de una semana y después de que la entrevista saliese en la
televisión, la página web de Marc, que ya estaba operativa, se
disparó en visitas y el correo electrónico se le llenó de mensajes
de periódicos, otros canales televisivos, personas que querían
contratar sus servicios como informático… Estaba siendo todo una
locura que les estaba costando asimilar. Por su parte, Alicia seguía
con su trabajo como siempre, sin embargo, comenzó a notar que todos
la miraban más, que el ambiente del bar estaba más lleno y que su
jefa estaba más tirante.
-
Cariño, me voy al bar. ¿Hoy tienes algo que hacer?-preguntó
Alicia-.
- Un
par de arreglos informáticos, pero nada del otro mundo. Puedo
hacerlo desde casa, así que estoy más cómodo.
-
Ay, quién pudiera trabajar desde casa… No sabes la suerte que
tienes.
- Yo
estaría encantado de sustituirte, pero no tengo ni idea de cómo
poner un café, hacer cócteles, servir cerveza para que quede con
dos dedos de espuma…
-
Déjalo, que no quiero que me despidan jajaja. Suficiente tengo con
aguantar a mi jefa, que últimamente está de un insoportable…
-
¿Va todo bien con ella?
-
Sí, pero la pobre no deberá follar mucho, porque menudo careto trae
siempre. En fin, pues nos vemos después, cariño. ¡Te quiero!
-
¡Yo más!
Todavía estaba diciendo Alicia esa última frase cuando abrió la
puerta y se encontró de frente con una muchacha.
-
...pues nos vemos después, cariño. ¡Te quiero! Uy, qué susto, no
esperaba ver a nadie.
-
Disculpe, no quería asustarla. ¿Vive aquí Marc Oporto?
-
Sí. ¿Quién le digo que pregunta por él?
-
Bueno verá, soy…
Llamándolo, Marc salió del dormitorio mientras miraba a Alicia
extrañado y, cuando llegó a la puerta de entrada, se quedó
completamente helado…
CONTINUARÁ...
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