Y ahora sin más os dejo el capítulo :D
CAPÍTULO 4
Pasaron un par de
semanas desde que llegaran los chicos nuevos del otro orfanato y Mitch e Igashu
se habían hecho muy amigos.
-
Igashu, hoy
vamos a gastarle una broma a Ari, ¿vale?
-
¿Qué broma?
-
Ya lo pensaremos
en el camino, pero que sea algo en el recreo.
-
No, que delante
de los demás nos va a odiar…
-
Bueno vale,
entonces me has jodido el plan.
Mitch se paró en seco.
-
¿Por qué no te
sientas con ella ahora en el autobús y así descubres algo para gastarle la
broma?
-
Vale, como tú
digas pero vaya, no entiendo lo que te ha dado por Ari.
Como había dicho Mitch,
Igashu se sentó junto a Ari y hablaron durante el trayecto hasta clase.
Igashu la miraba
atentamente y su mirada se concentraba en los ojos de la chica.
-
Pues es
guapa…-pensaba para sí-.
Mitch los miraba
sentado en otro lado.
-
Uy, los
tortolitos…
En la antigua Hacienda,
Andrea sacaba de la cuna a Berta.
-
Buenos días
princesa. ¿Vamos a jugar?
-
Zí.
Asia mientras tanto hacía las cosas de la casa,
hacía las camas, limpiaba…
Cuando terminó, bajó al
salón y puso música para ambientar esa casa tan vacía por las mañanas.
Berta mientras
escuchaba la música estaba jugando con las piezas encajándolas en su sitio. Así
se podría pasar toda la mañana sin parar.
A la llegada del
colegio, los chicos entraron en la habitación de los ordenadores donde ellos
normalmente hacían los deberes.
-
Yo paso de hacer
los deberes,-dijo Mitch-.
-
¿Por qué no lo
vas a hacer?-preguntó Ari-.
-
Porque no tengo
ganas. Me voy a jugar con la play.
Justo cuando iba a
salir entró Andrea.
-
Ay Mitch, no te
esperaba tan cerca. ¿Tienes deberes?
-
Sí, pero los
hice en clase.
-
¿Sí?
-
Sí, los he hecho
todos.
Pero Ari no iba a
permitir de Mitch se saliera con la suya.
-
Andrea, no los
ha hecho, dice que no tiene ganas y que iba a jugar a la play.
-
Puta
chivata…-susurró Mitch-.
-
¿Es eso
cierto?-preguntó Andrea-.
-
Sí…
-
Vete ahora mismo
a la cocina a hacerlos. Ahora voy contigo para cerciorarme de que los hagas.
Unos minutos después,
Mitch hacía los deberes en la cocina ante la atenta mirada de Andrea.
Cuando los otros
terminaron, se pusieron a jugar a la play y a reírse con el Crash Bandicoot.
Había pasado una hora y
Mitch todavía seguía intentando hacer los deberes. No daba pie con bola.
-
Mitch, es para
hoy.
-
No puedo Andrea.
-
Eso te pasa por
no atender en clase.
-
Aaaaay…
Igashu quería descansar
de tanta tele y saliendo a la entrada se asomó a la ventana. Vio la luna llena
detrás de unos árboles y cerrando los ojos comenzó a escuchar a lo lejos voces
extrañas.
Esas voces parecían de
indios nativos y contemplando la luna, al cerrar los ojos se imaginó en un
paraje natural, a la luz de la luna y entre esas voces que escuchaba a lo
lejos, rodeado de más como él.
Igashu escuchó ruido a
su alrededor y abrió los ojos viendo que a su lado estaba Andrea.
-
¿Qué haces aquí
Igashu?
-
Estaba viendo la
luna…
-
¿Te gusta?
-
Sí, me encanta
ver la luna llena.
-
A mí también.
-
Andrea, ¿tú
crees que alguien me puede llegar a querer?
-
Claro que sí, yo
te quiero.
Igashu se abrazó a
Andrea. La verdad es que estar en esa situación no era nada fácil para ninguno.
Saber que estás ahí porque ninguno de tu familia te ha querido o no ha podido…
La cuestión era que estaba allí esperando a que alguien lo escogiera para su
familia.
Mitch se dirigía para
el salón y cuando vio a Andrea abrazando a Igashu miró con mala cara.
-
A mí nadie me
abraza… Paso. Me voy arriba.
Mitch subió arriba y
cuando pasó por delante del cuarto de baño de las chicas, se le encendió la
bombilla.
-
Ya sé que broma
gastarle a Ari… Jajaja, esta me las va a pagar.
Luego, para hacer un
poco de teatro, se puso a jugar con la misma Ari con las almohadas. Mitch
aprovechaba la situación y le daba lo más fuerte que podía.
Ari también le daba con
fuerza a Mitch, pero no tanto como él. Cuando se comenzó a cabrear también
empezó a darle fuerte en la cabeza a Mitch.
Igashu subió a donde
estaban jugando a la pelea de almohadas y se fijó en un cuadro que nunca había
visto.
El cuadro era de un
lobo con una rosa en la boca. Igashu no pudo evitar acercarse y quedarse
mirándolo sin moverse.
Un rato después, Asia
avisó a los chicos para que se acostaran, era la hora para irse a la cama.
-
Buenas noches
chicos. Que descanséis.
Ari antes de irse a la
cama fue al servicio. Cuando terminó, fue a lavarse las manos y el grifo
comenzó a soltar agua de tal forma que Ari se empapó de arriba abajo.
La chica no conseguía
cerrar el grifo y dándole vueltas para cerrarlo no servía, así que le dio un
golpe hacia abajo y se cortó el agua repentinamente, dejando un gran charco en
el suelo y a Ari bastante mojada.
Cuando las cuidadoras
se fueron a acostar se dieron cuenta del charco y Asia se puso a fregar.
-
Ay, estos niños…
Parece que todo va mejor, aunque los chicos se
gastan bromas entre ellos. ¿Conseguirán que alguien los acoja pronto?
CONTINUARÁ…
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