Bueeeeno, no me entretengo más y os dejo con el capítulo. El siguiente lo tendréis el próximo lunes, igual que con Return, lunes y jueves tenemos una cita aquí. ¡Buenas tardes, noches o buenos días!
CAPÍTULO 1
Lunes, 7 y media de la
mañana. Tras un año de excedencia, Naim vuelve al trabajo.
Lo primero, darse una
ducha para despejarse. Quiere volver al trabajo al 100%
Después del afeitado y de
ponerse el uniforme, se mira al espejo y se ve listo para entrar en acción.
Sale de su casa, entra en
el coche y se marcha a la comisaría. No quiere llegar tarde el primer día de su
vuelta al trabajo.
Una vez que llega, deja
el coche en el aparcamiento privado de la comisaría y sube por el ascensor hasta
llegar a su planta.
Naim entró y vio que
estaba todo igual, apenas habían cambiado las cosas.
Se acercó un poco más al
mostrador y la muchacha sin mirarlo preguntó.
-
Buenos días, ¿qué
desea?
-
Buenos días
Bianca. Verá, quería…
-
¡Naim! Pero… ¿qué
haces tú por aquí?
Bianca se levantó
rápidamente de su silla y se acercó a Naim.
-
He vuelto.
-
¿Vas a volver? ¿Te
vas a incorporar de nuevo?
-
Sí.
Naim y Bianca se
abrazaron.
-
¿Y por qué no nos
has avisado?
-
Quería que fuera
una sorpresa.
-
Entonces estás
mejor, ¿no?
-
Más o menos. No me
apetece hablar del tema.
-
Te entiendo. Pues
se de alguien que se va a alegrar muchísimo de verte.
-
Eso digo yo,
¿dónde está Scott?
-
En su despacho, lo
pillas aquí todavía.
-
Gracias Bianca.
Naim pasó al interior de
la comisaría y se apoyó en la entrada mirando a su antiguo compañero
concentrado en el ordenador.
Haciendo un pequeño
carraspeo, Scott giró la cara y miró a Naim. Al instante una gran sonrisa se le
dibujó en la cara.
El abrazo entre ambos fue
muy fuerte e interminable.
-
¿Qué haces tú por
aquí Naim? ¿Vas a volver?
-
Sí, estoy listo y
preparado.
Se separaron y comenzaron
a hablar.
-
¿Y cómo estás de…
lo tuyo?
-
Lo llevo lo mejor
que puedo. Ha pasado un año pero… no me apetece hablar del tema. Te veo
algo
cambiado… ¿estás más gordo?
-
Bueno, no estoy
tan en forma desde que no estoy contigo.
Ambos rieron.
-
Anda, no eches
escuchas que te conozco metido en un saco. Que te has dejado y punto jaja.
-
Es que a ti no se
te puede mentir…
-
Por si no lo
recuerdas, soy policía.
-
Para que no lo
niegues… Por cierto, ¿sabe el comisario que te vas a incorporar?
-
Iba ahora a verlo.
-
Ha llegado hace 5
minutos, lo pillas en su despacho ahora.
-
Gracias.
Naim se acercó a la
puerta y llamó a lo que se escuchó una voz desde el interior que le permitía la
entrada.
Naim entró serio y miró
al comisario. Después de un año sin verlo lo notaba más avejentado.
-
Buenos días
comisario Heiss.
-
Buenos… Naim,
menuda sorpresa verte por aquí.
El comisario lo miró serio
mientras hablaba con Naim.
-
Cuánto tiempo sin
verte. Veo que te has vestido para el trabajo, ¿quieres reincorporarte?
-
Exactamente,
quiero volver.
-
¿Estás bien? ¿Has
visitado al psicólogo para que te dé el visto bueno?
-
No hace falta, sé
que estoy bien.
Heiss insistía.
-
Creo que sería
buena idea que lo visitaras antes Naim. No me fio de que tengas una recaída.
-
Comisario, ha
pasado un año, estoy perfectamente. Le prometo que le demostraré que volveré a
ser el de antes o mejor.
Naim estaba seguro de lo
que decía.
-
Confiaré en ti de
nuevo. Espero que no me falles.
-
No se preocupe
comisario. Una pregunta, ¿podría ponerme con Scott de nuevo como compañero?
-
Claro. Desde que
te diste de baja no ha querido tener compañero y ha estado solo, así que es
todo tuyo.
El comisario sonrió.
-
Se te ha echado
mucho de menos. Espero que después de lo que pasó vuelvas a estar al 100%
-
No le defraudaré.
Se lo aseguro.
-
Puedes retirarte
Naim, comienza con tu jornada.
-
Gracias.
Naim fue hasta el
despachito de su compañero.
-
Scott, volvemos a
ser compañeros.
-
Bien, ahora
podremos ser los de antes.
-
¿Los de antes?
¡Mejores! Por cierto, ¿qué informe estás haciendo?
-
Pues uno del
último caso. Un ladronzuelo que robó un coche y tuvimos una persecución con los
coches, nada importante. ¿Salimos ahora de ronda?
-
Vale, por mi
perfecto. Así comienzo.
Al cabo de unos pocos
minutos, ambos compañeros se dirigían hacia la puerta.
-
Hasta luego
cariño,-dijo Scott a Bianca-. Salgo de ronda.
-
Vale, tened
cuidado.
-
Sí, lo tendremos.
Por cierto Naim, ¿podríamos coger tu coche?
-
¿Para qué?
-
¿Recuerdas la
persecución que te he dicho?
-
Sí…
Naim miraba serio a su
compañero con cara de “lo sabía”.
-
Pues… no salió tan
bien. El coche de policía ha tenido un… pequeño percance. En un par de días nos
lo devuelven.
-
Venga, cojamos mi
coche, pero conduzco yo. No me fío de ti ni un pelo.
-
¿No me vas a dejar
coger tu coche nunca?
-
El día de mi
funeral, ¡venga tira!
Scott y Naim bajaron al
parking y sacaron el coche y se pusieron a hacer su ronda montados en el coche.
Al rato bajaron y Scott
se puso a vigilar una zona del parque, a veces problemática por cuestiones de
sitio, comidas, etc.
Y Naim se puso a vigilar
por otra parte, la verdad, era demasiado aburrido y rutinario tener que hacer
eso pero todo no iban a ser tiroteos y persecuciones.
Tras la ronda, volvieron
a comisaría y su turno se había acabado. Scott se acercó a Bianca.
-
¿Cuánto te queda
corazón?
-
Poco. Les envío
los resultados de una autopsia a los del turno de noche y nos podemos ir.
Naim, mientras recogía
sus cosas, se puso a mirar en el archivo policial una serie de documentos y se
los llevó a casa para revisarlos.
Minutos después, aparcaba
y entraba a casa tras el primer día de trabajo. No había sido un día
especialmente duro pero Naim notaba que había hecho algo distinto, porque
estaba algo cansado.
Abrió la nevera y se hizo
una comida sencilla y rápida. No tenía mucha hambre ese día.
Tras comer y dejar pasar
una hora viendo las noticias y haciendo zapping, se cambió y se puso a hacer
footing por la calle con un destino: la piscina municipal.
Nada más llegar allí, se
quitó la parte de arriba y se zambulló en el agua.
Tras 15 minutos haciendo
largos en la piscina, salió de ella, se dio una ducha rápida para quitarse el
cloro, se enfundó la ropa de nuevo y se fue a su casa haciendo footing de
nuevo. Llevaba bastante tiempo haciendo eso diariamente para poder entrar con
fuerza al trabajo.
La ducha al llegar a casa
lo dejo medio KO. Como era la hora de la cena, Naim se preparó una ensalada y
se la comió entera.
Justo cuando terminó de
fregar los platos del almuerzo y de la cena, recibió un WhatsApp de Scott.
-
Ey, estamos Bianca
y yo en el bar tomándonos unas cervezas, ¿te apuntas?
-
No, muchas gracias
Scott, me voy a acostar ya. Mañana nos vemos. Ciao.
Naim después de eso se
fue para el cuarto, dejó el móvil en la mesilla de noche, puso el despertador y
se acostó.
¿Qué será eso tan importante que haya
hecho estar un año de baja?
CONTINUARÁ…