CAPÍTULO 23
Nada más entrar Naim por
la puerta, Jessica se lo llevó al jardín para jugar los dos juntos a una guerra
de globos de agua. La pequeña quería recuperar el tiempo perdido con su
“padre”.
Ambos se tiraban globos y
acabaron chorreando de toda el agua que les había caído.
Un rato después, Jessica
cogió su bici porque tenía que ir a casa de un compañero de clase para pedirle
un libro que necesitaba leer para clase de Lengua.
Mientras tanto, en casa
Naim le preguntaba a Gloria dónde estaba el baño para irse a dar una ducha.
-
Está justo detrás
de ti.
-
Vale, voy a coger
ropa para cambiarme y meter ésta en la lavadora porque está chorreando.
Finalmente, Naim entró en
el baño y se metió en la ducha.
Gloria se quedó esperando
fuera intentando controlar las ganas de entrar en el baño y comerse a Naim de
un solo bocado, pero tenía que comprender que para conquistarlo, necesitaría de
bastante tiempo.
Diez minutos después,
Naim estaba fuera.
-
Pero qué guapo
estás.
-
Anda, con una
camiseta de chándal estoy para un desfile vaya jajaja.
-
Tú estás guapo
aunque te pongas una camiseta rota y estés lleno de barro.
Naim se rio ante la
ocurrencia de Gloria, solo que ella agachó la cabeza como avergonzada.
-
Naim… Quiero
decirte algo pero no sé cómo.
-
Bueno, dispara. No
creo que me sorprenda.
-
¿Seguro?
-
Sí, venga mujer.
Gloria estaba haciéndose
la víctima para conseguir lo que tanto tiempo llevaba esperando: un beso de
Naim.
Naim después del beso no
sabía cómo reaccionar y simplemente sonreía como un idiota sin saber lo que
hacer después de ese beso que no se esperaba. En un momento, sonó el teléfono.
-
Era Jessica, que
se le ha pinchado la rueda de la bici y que tengo que ir a por ella. Ni se te
ocurra moverte de aquí que esto tenemos que seguirlo.
-
Sí… Está bien.
Gloria salió a toda leche
de la casa, cogió el coche mientras maldecía la hora en la que la rueda de la
bici de Jessica se había pinchado.
Ya de vuelta las dos
mujeres, la pequeña se puso a hacer los deberes.
-
¿Te ayudo?
-
No hace falta papi.
Los ejercicios de hoy son fáciles. Gracias.
-
Vale. Si necesitas
algo estoy en el salón, ¿de acuerdo?
Una media hora después,
Tim apareció por la puerta.
-
Buenas noches
tortolitos. ¿Interrumpo?
-
Qué va tonto.
Estábamos viendo la tele. Ven, siéntate,-le dijo su hermana-.
Tim se sentó junto a
Gloria como ella le había pedido y comenzó a hablar con Naim.
-
¿Cómo va tu
regreso a casa?
-
Pues por ahora
perfecto. Me estoy adaptando bien.
-
¿Has logrado
recordar algo?
-
Nada de nada pero
bueno, tengo la esperanza de que con el tiempo me iré acordando de todo.
-
Y otra cosa Naim,
¿has pensado en buscar trabajo?
Naim puso cara extraña.
Ni un día había pasado ¿y ya le estaban buscando trabajo?
Tim continuó hablando.
-
Es que verás, como
antes del accidente trabajabas con nosotros en el negocio, he pensado que sería
buen momento para ir volviendo a la rutina poco a poco.
-
Yo es que no me
veo vendiendo coches… no sé por qué.
-
Naim, tú entiendes
de coches. Hiciste un módulo y también estuviste trabajando de mecánico, aunque
claro, de eso no te acuerdas,-intervino Gloria-.
-
Pues yo a día de
hoy miro un coche y ni idea chicos…
Naim estaba confundido.
No se esperaba que él fuera mecánico. Se creía todo lo que le decían porque no
se acordaba absolutamente nada.
Tim lo miraba extrañado
ante la cara de confusión que estaba viendo en Naim.
-
Oye Naim, que si
no quieres volver todavía al negocio lo entiendo. Te pido perdón por si esto ha
sido demasiado precipitado. Lo siento.
Naim no se esperaba la
disculpa de Tim. Él no tenía que pedir perdón por nada.
-
No me tienes que
pedir perdón Tim. Es normal que ahora que he vuelto a casa, necesito algo con
lo que entretenerme y trabajar me vendría genial pero es que me has pillado de
improvisto…
Todos se quedaron en
silencio y Naim se puso a pensar.
-
¿Trabajar? Pero…
¿de qué? Si no me acuerdo de lo que hice hace un mes, ¿cómo voy a escoger un
trabajo?
A los pocos segundos,
Naim se levantó.
-
¿A dónde vas?
-
A la salita. Me
pondré el ordenador a ver qué veo por ahí.
En cuanto la puerta se
cerró, Tim miró a su hermana.
-
¿Qué Naim ha hecho
un módulo de mecánica y que ha trabajado también de eso? Cada día me sorprendes
más…
-
¿Y qué quieres que
le diga? Mira Naim, te encontré en el hospital un día que iba a visitar a un
amigo enfermo y nos hemos inventado una vida tuya ficticia porque yo me he
encaprichado de ti.
-
No me seas radical
Gloria. Además, si encuentra algo, ¿cómo va a enviar su currículum si no tiene?
Gloria lo tenía todo
pensado.
-
Ay Tim, parece
mentira que seas mi hermano. En cuanto me dijiste que Naim se había despertado
del coma y que no se acordaba de absolutamente nada, esa misma noche me inventé
un currículum ficticio.
-
Gloria… Voy a
empezar a pensar que tengo a una psicópata en lugar de una hermana.
A todo esto, Naim miraba
puestos de trabajo y miraba su currículum. No le gustaba nada de lo que veía
hasta que se fijó en uno que llamó su atención.
-
Monitor de
educación física en la escuela… Eso de hacer ejercicio me gusta.
Minutos más tarde, Naim
salió de la habitación con una sonrisa.
-
Mañana iré a la
escuela porque están pidiendo un monitor de educación física e iré a echar el
currículum.
-
¡Enhorabuena!-gritaron
ambos-.
Naim estaba sonriendo
porque sabía que si lo cogían estaría haciendo algo útil y no viviendo a
expensas del dinero que trajera a casa Gloria. A partir de ahora él era el
hombre de la casa y tenía que comportarse como tal.
Tim se levantó del sofá.
-
Bueno, yo me voy a
dormir que estoy cansado después de tanto trabajar. Además, seguramente
querréis estar solos… Buenas noches pareja.
Justo iba a salir por la
puerta trasera cuando Jessica salió de la salita.
-
Buenas noches
Jessica. Pórtate bien.
-
Sí tito. Buenas
noches.
Cenaron los tres juntos y
luego Naim quiso arropar a Jessica.
-
Que descanses
guapa. Mañana te llevaré yo al cole, ¿vale? Así que estate preparada a la hora
de siempre.
-
¡Qué bien! Hasta
mañana papi. Te quiero.
-
Y yo hija.
Naim se dirigió a su
dormitorio cuando, para sorpresa suya, vio a Gloria con ropa escasa y tumbada
en la cama.
-
¿Qué haces vestida
así?
-
Duermo así Naim. A
ti te encanta…
-
Gloria, ¿a dónde
quieres llegar?
-
Naim, ¿hace falta
que te haga señales de humo?
Naim se sentó en la cama
junto a Gloria.
-
Hoy no que estoy
cansado. Ya otro día…
Gloria no acababa de
creerse que un tío le acababa de rechazar una noche de sexo…
-
¿Este tío de dónde
ha salido?-pensaba ella-.
Tal y como estaba
vestida, fue a casa de su hermano, pero también estaba durmiendo.
-
¡Que vivan los
abuelos!-decía irónicamente-.
Finalmente, Gloria volvió
a su casa y se acostó conformándose con dormir calentita bajo el edredón,
porque de otra forma no la iban a calentar, eso estaba claro…
CONTINUARÁ…
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