CAPÍTULO 20
Gloria y Tim pusieron
rumbo hacia el hospital de la ciudad para ver aquello que habían esperado tanto
tiempo…
Ambos hablaron con la
recepcionista y ella los dejó entrar y adentrarse en los grandes e inmensos
pasillos del hospital en los que era muy fácil perderse.
Gloria andaba más rápido
que su hermano que iba detrás de ella.
-
Tranquila Gloria,
que no hay ninguna prisa.
-
No la tendrás tú,
pero yo sí la tengo. Venga, aligérate.
Girando una esquina
encontraron por fin una serie de puertas seguidas que daban a las habitaciones.
-
Aquí están Tim. Es
la del medio.
Gloria entró en la
habitación sin llamar a la puerta y se quedó parada en medio de la habitación
mirando hacia la cama… ¡Era cierto!
Se quedó mirando hacia la
cama quieta unos instantes. Contemplando aquello que tanto había ansiado y que
ya, al fin, lo tenía al alcance de la mano.
Un chico dormido, metido
en la camilla del hospital yacía acostado en ella sin apenas moverse.
-
Hola…-dijo Gloria
con un hilo de voz-.
Naim, nuestro Naim no
estaba muerto… ¿Qué le había pasado? ¿Cómo había llegado hasta allí? Naim, se
despertó y se incorporó en la cama.
-
¿Quién es usted?
Gloria se puso loca de
contenta al ver que era verdad lo que le había dicho su hermano, había
despertado después de 5 años en coma.
-
¡Qué alegría me da
verte despierto!
-
Gracias, pero sigo
sin saber quién es usted.
Naim se incorporó con
lentitud y se fue hacia Gloria caminando despacio.
-
Soy Gloria, ¿no me
recuerdas?
-
Por desgracia no.
Llevo despierto una semana desde que salí del coma y los médicos me han dicho
que mi pérdida de memoria se recuperará entre un 70 y un 90% si las condiciones
son buenas.
-
Oh, eso es una
lástima. Pero no te preocupes que yo te ayudaré a recuperarla.
-
¿Cómo me llamo? ¿De
qué me conoces a mí?
Gloria iba a empezar a
hablar cuando Naim miró hacia la puerta.
-
¿Quién es ese
hombre?
-
Ah, es mi hermano.
¿Le digo que pase?
-
Claro.
Naim le hizo una señal a
Tim para que entrara y este abrió la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.
-
¡Hola Naim! Me
alegra verte despierto y moviéndote de nuevo.
-
¿Naim? ¿Ese es mi
nombre? Muchas gracias hermano de…
-
Sí, ese es tu nombre. Ella es mi hermana Gloria.
Yo soy Tim.
-
Ah, perdonadme.
Maldita cabeza…
-
No te preocupes
hombre. Aquí estamos para lo que necesites.
Naim estaba pensativo
procesando los nombres para que no se le volvieran a olvidar de nuevo. Se
sentía mal no recordar nada de nada. Parecía que le habían dado al botón de
reset y había comenzado todo desde cero.
Tim fue a sentarse en una
de las butacas de la habitación mientras que Gloria se acercaba a Naim.
-
¿Quieres que
hablemos Naim?
-
¿Sobre qué?
-
Pues sobre ti…
Ayudarte a recordar.
-
Me encantaría.
Gloria sonrió y comenzó a
hablar.
-
¿Te acuerdas de
algo? ¿Alguna cosa?
-
Que mi nombre es
Naim.
-
Bueno, entonces
tendré que remontarme antes de lo que yo creía. Naciste aquí, en esta ciudad y
te criaste muy feliz. Eras hijo único y tus padres fallecieron muy jóvenes por
culpa de distintas enfermedades.
-
Oh, entonces estoy
solo…
-
De eso nada, me
tienes a mí.
-
¿A qué te
refieres?
-
Tú y yo somos…
pareja.
Naim se sorprendió. Ella
decía la verdad y que él no recordaba que estaban juntos sería un duro palo
para ella.
-
¿Lo somos? Siento
no acordarme. Lo siento de veras.
-
Lo importante es
que estás bien y a partir de ahora estaremos juntos.
-
Sí… ¿Y qué más?
Cuéntame.
-
Pues llevamos 8
años de relación contando con los 5 que has estado en coma y fruto de esa
relación está Jéssica.
Naim abrió la boca
automáticamente. ¿Tenía una hija?
-
¿Soy padre?
-
Exactamente. Es
una estupenda chica. Se llama Jessica y tiene 7 años.
-
Dios mío… Me he
perdido toda su infancia.
-
Pero tú no tienes
la culpa de eso.
-
De otra cosa no me
acordaré, pero de lo que te aseguro es que me gustan los niños. Acabo de sentir
una gran emoción en mi interior al saber que tengo una hija.
Naim quería saber y
saber.
-
¿Cómo llegué a
caer en coma?
-
Pues… no creo que
estés preparado todavía para saberlo.
-
Venga Gloria,
necesito saberlo. ¿Cómo acabé aparcado en esta cama durante 5 años?
-
Tuviste un grave
accidente de coche y estabas a punto de morir. Tuvieron que inducirte al coma y
poco a poco fuiste mejorando pero hasta la semana pasada no despertaste.
Tim sonreía cuando Naim
lo miraba pero era una sonrisa por compromiso. ¿Qué sarta de mentiras le estaba
contando su hermana a aquel pobre muchacho?
Gloria seguía hablando y
contándole cosas a Naim, pero este estaba igual que Tim, totalmente alucinado,
Naim porque no lograba recordar absolutamente nada y Tim porque no sabía qué
era lo que quería conseguir su hermana mintiendo a Naim.
Naim afirmaba ante todo
lo que le decía Gloria. No sabía por qué pero se fiaba de ella. Se le veía una
chica sincera y que realmente sentía algo por él. Lo que Naim lamentaba era no
sentirse atraído amorosamente por Gloria tanto como ella lo hacía por él.
Tim finalmente se levantó
y se acercó a Gloria y Naim.
-
Gloria, será mejor
que por hoy dejemos a Naim. Le has contado muchas cosas y necesita pensar en
ello y ver si recuerda algo de lo que le has dicho, ¿de acuerdo?
-
Está bien Tim.
¿Estarás bien Naim?
-
Sí, no te
preocupes. Aquí me tratan bien.
-
Te prometo que
mañana estaré aquí puntual.
Naim miró a Tim y
sonriendo levemente le giró la cabeza a modo de saludo, a lo que Tim le
contestó guiñándole el ojo.
-
Hasta mañana Naim.
Un gusto verte como antes.
-
Gracias Tim.
¡Hasta mañana!
Tim salió el primero de
la habitación seguido de su hermana Gloria, que era observada por Naim que la
miraba salir.
-
Pues sí que tengo
buen gusto…-pensaba Naim para sí-.
Naim se puso a recordar
brevemente todo lo que le había contado su… novia.
-
¿Cómo es posible
que mi cabeza esté totalmente en blanco?
Naim se sentó al borde de
la cama y comenzó a hacer memoria por si lograba sacar algo en claro, un
recuerdo, una imagen… cualquier cosa.
Mientras tanto, en el
aparcamiento…
-
Gloria, voy a ser
claro contigo: ¿Se puede saber qué coño has hecho? ¿Cómo se te ocurre mentirle
a un desconocido?
-
Tim, no te enfades
que no es para tanto.
-
¿Que no es para
tanto? ¿Estás bien de la cabeza?
-
Perfectamente Tim,
escúchame. Llevo ya bastantes años visitándolo como ya sabes y sé de buena
tinta que no tiene a nadie. Los médicos me dijeron que cuando vino a este
hospital no sabían nada de él. Fui yo la que descubrí su nombre.
Gloria seguía sin contestarle
la pregunta a su hermano.
-
Todo eso lo sé
Gloria, pero sigo preguntándote lo mismo: ¿Por qué coño has tenido que mentirle
a Naim?
-
Pues porque en
todos estos años que iba a visitarlo me he acabado enamorando de él y lo
quiero. Y ahora que no recuerda nada es mi oportunidad para empezar de cero,
conseguir una familia completa, contigo, con él y con mi hija. Darle un padre
para mi hija, una vida normal…
Tim estaba algo dolido
por sus palabras.
-
Como si hasta
ahora no hubiera tenido una vida normal. Jessica para mí es una hija y la he
tratado como tal. Ha tenido siempre un regalo por Navidad, por su cumpleaños,
he cuidado de ella…
¿Eso ya no cuenta?
-
Claro que sí,
pero… No eres su padre al fin de cuentas.
Tim estaba completamente
alucinado con el comportamiento de su hermana.
-
Comprendo. Es
decir que como no soy su padre, aunque la haya tratado como una hija, eso ya no
cuenta. Pues nada, a ver cómo le dices a la niña que su padre no está muerto
como le contaste, sino que es un completo desconocido que acaba de salir de un
coma tras 5 años y que no se acuerda de nada.
-
Tim, por favor, no
te pongas así.
-
¿Cómo quieres que
me ponga entonces guapa? Mira, te voy a decir una última cosa jovencita: te
comportas como una quinceañera. Ves al chico que te gusta y olvidas todo lo
demás, sólo te importa tu querido y amado chico. Recuerda que tienes una hija
que cuidar y que depende de ti. ¡Espabila Gloria! Que la ansiedad por tener a
alguien en tu vida no te nuble de tus verdaderas responsabilidades. Es un
consejo que te doy.
¿Recordará Naim quién era realmente?
¿Qué hará Gloria después de esta conversación con su hermano?
CONTINUARÁ…
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