CAPÍTULO 11
Naim
llegó a su casa, cogió la maquinilla, se duchó y se cambió. Ya estaba listo
para volver a empezar otra vez en su trabajo habitual.
Al
salir del baño, Scott lo esperaba.
-
Ala, menudo cambio.
-
No me gusta estar con el pelo tan corto, pero no quería estar moreno.
-
Y ahora ya puedes estar sin las lentillas puestas también.
-
Cierto, menudo coñazo era, de verdad.
-
Bueno, ¿vamos a la comisaría?
Nada
más entrar Naim se llevó la primera sorpresa… ¿Dónde estaba Bianca?
-
Naim, este es uno de los cambios, ahora tenemos una nueva secretaria. Ella
es Eva Gaynor.
La
tal Eva se levantó y se acercó a Naim sonriendo.
-
Bienvenido Naim, he oído mucho hablar de ti. Tenía muchas ganas de
conocerte.
-
Muchas gracias, encantado de conocerte Eva.
-
Naim,-intervino Scott-, acompáñame que te voy a decir dónde trabaja Bianca
ahora.
Naim
sigue a Scott y lo lleva junto a una nueva zona que han construido al lado de
los despachos de los dos compañeros. Bianca al ver a Naim lo abraza con fuerza.
-
¡Naim! Qué alegría verte guapo. Menudo corte de pelo te has dado, ¿no?
-
Pues sí, ya crecerá otra vez. ¿Cómo es que estás trabajando aquí?
-
Pedí ayuda al comisario. Estaba de secretaria y dándoos apoyo desde la
comisaría y no podía llevar tantas cosas a la vez, así que desde hace un mes me
incorporé como agente de policía más.
-
¡Enhorabuena Bianca!
Hablando
estaban cuando el comisario salió de su despacho.
-
Pero bueno, ¿qué ocurre aquí? ¡Naim! ¿Ya estás aquí con nosotros?
-
Sí comisario. Vuelvo al trabajo.
-
¡Bienvenido Naim! Me alegra verte de nuevo, sano y salvo.
El
comisario se acercó a Naim y lo abrazó, sorprendiendo a todos.
Scott
no se creía lo que estaba viendo. ¿El comisario dando un abrazo a uno de sus
policías?
El
comisario se separó y sonriendo miró a Naim.
-
Me alegra mucho tenerte otra vez aquí. Cuando esta mañana salió la noticia,
me preocupé mucho por lo que te podría pasar, por eso monté este especial para
poder rescatarte de allí.
-
Muchísimas gracias. La verdad es que estaba en un gran aprieto.
Naim
sonrió agradecido por las palabras que le acababa de decir el comisario.
-
Bueno chicos, os dejo solos,-dijo el comisario-.
Eva
se acercó a Bianca y los dos chicos con una idea en mente.
-
Compañeros, se me acaba de ocurrir algo, ¿por qué no salimos esta tarde-noche
y hacemos un plan los cuatro? Así celebramos todos juntos mi nuevo trabajo, el
de Bianca y la reincorporación de Naim.
Bianca
y Scott sonrieron.
-
Nos gusta la idea, nosotros nos apuntamos. ¿Tu Naim te apuntas no?
Naim
estaba serio de nuevo y miró a Eva.
-
A mí no me apetece. Te lo agradezco pero no quiero salir. Prefiero quedarme
en casa y descansar después de todo lo que he pasado.
-
Naim, si también lo hacemos por ti, vente hombre,-decía Eva-.
-
De verdad, no me apetece Eva, lo siento mucho.
Eva,
entre sorprendida y un poco enfadada le hace una pregunta a Scott.
-
Scott, ¿este tío es siempre así de divertido?
-
A veces, según le dé.
-
Pues menudo es.
-
Si os vais a poner a criticarme delante de mí me voy.
-
Naim, vente,-dijo Scott-.
-
Eres cansino, ¿eh? No vas a parar hasta que diga que sí, ¿cierto?
-
Tú lo has dicho.
-
Bueno, entonces iré con vosotros… Pero no me quedaré mucho rato tampoco.
A
las siete y media de la tarde, aparecieron en la puerta Scott, Bianca y Eva
arreglados y preparados para esa noche.
Naim
salió de su casa ya arreglado.
-
¿Estáis listos todos? Pues arreando. ¿A dónde vamos?
Entre
todos decidieron primero ir al parque. Habían puesto algunas cosas nuevas y
querían ir a ver qué tal estaban.
Scott
y Bianca se pusieron a bailar con la música que había y Naim se fue sentar en
un banco. Eva mirando a Naim se acercó a él.
Poniéndose
delante de él le preguntó.
-
¿Qué te pasa Naim?
-
Ah nada, estoy bien.
-
Venga, cúrrate mejor la mentira que sabes mentir mejor.
-
No me pasa nada, no te estoy mintiendo, simplemente no me gusta salir.
Eva
se sentó junto a Naim extrañada.
-
¿Pero por qué no te gusta salir? Estar todo el día en el trabajo o en casa
no es bueno. Tienes que relacionarte con gente, con tus amigos, familia…
-
Con mis amigos me relaciono en el trabajo, estoy bastante entretenido y lo
que quiero hacer cuando termino es llegar a mi casa, relajarme y tener tiempo
para mí y mis cosas.
La
chica sonrió ante la respuesta.
-
Y no es malo, pero hay que saber compaginar las dos cosas. Unos días unas
cosas y otros días otras.
-
Ya lo sé, pero soy un hombre casero, me gusta estar en casa.
-
Pues debes tener algo muy importante en casa para no querer salir de ahí. A
tu novia la debes tener contentísima.
Naim
estaba cansado ya de insistir en lo mismo.
-
No tengo novia, soy un hombre que me gusta estar en casa cuando no estoy
trabajando, ¿hay algo que no se entienda de eso? Cuando me apetezca salir, ya
lo haré Eva.
-
Está bien Naim, lo siento si te ha molestado algo de lo que te he dicho…
Naim
se quedó pensativo mirando a un punto fijo del suelo. Tenía la cabeza en otro
sitio y la verdad es que las pocas ganas que tenía de salir se le habían
quitado.
Levantándose,
se dirigió a donde estaba la feliz pareja, encontrándoselos… bastante
acaramelados.
Scott
y Bianca, ajenos a la conversación que mantenían Eva y Naim, estaban haciéndose
una foto con el móvil para tenerla guardada.
Al
ver la foto, ambos sonrieron. La foto había quedado preciosa y les encantaba
fotografiarse los dos juntos.
Naim
al verlos de esa forma se esperó a que terminaran de estar tan acaramelados, no
quería cortar el rollo. Sin embargo, los miraba serio mientras ellos se
sonreían rozando sus narices y besándose con suavidad.
Eva
se levantó del banco y se colocó detrás de Naim.
-
Hacen bonita pareja, ¿verdad?
-
Sí, muy buena,-decía Naim con cara de fastidio al escuchar a Eva-.
Naim
finalmente se acercó a la pareja con decisión.
-
Oídme, se me ha olvidado la pasta en casa, vuelvo en seguida.
-
No te preocupes,-dijo Scott-, yo te invito a cenar y ya me lo devuelves
otro día.
-
Que no, de verdad, no quiero que me invite nadie.
-
Naim, es una fiesta y estamos celebrando tu vuelta entre otras cosas, así
que hoy invito yo. Vamos.
CONTINUARÁ…
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