Antes de poneros el capítulo, quisiera compartir con vosotros un crisma que hizo una buena amiga mía, amante de Los Sims como yo y a la que quiero muchísimo: mi madre.
Ahora sí, os dejo con el siguiente capítulo no sin antes recordaros que el día 31, el día de nochevieja. Feliz Navidad nuevamente y felices fiestas.
CAPÍTULO 16
Una voz femenina comenzó a hablar hacia Will.
- ¿Will? ¿Eres tú?
- ¿Amanda? ¿Qué haces tú aquí?
Ambos se fundieron en un fuerte abrazo.
- Esa pregunta debería hacértela yo a ti.
- Jajaja, tienes razón. Uf, qué cansancio tengo encima.
- A ver, relájate un poco y cuéntame, ¿qué es lo que te ha pasado?
- Uf, espera... ¡Ay!
- Respira tranquilo, no tienes nada que temer aquí.
- Cuando salí de hablar contigo, comencé a dar vueltas y al final acabé en Eugi's, donde trabajaba el año pasado. Saludé a mi antiguo jefe y tal. Al rato, vinieron dos chavales y empezaron hablar conmigo, pero de repente uno de ellos me dijo que mi cara le sonaba.
- ¿Y tú lo conocías?
- ¡Qué va! No lo había visto en mi vida hasta ese momento. De repente el otro chico me dijo que era cierto, que me había visto junto a Louis y el doctor. En ese momento supe que venían de parte del doctor Mcwire...
- Ese hijo de... ¿Y qué hiciste?
- Comencé a correr como alma que lleva al diablo y me metí en un pequeño parque y los despisté.
- ¿Y cómo es que has acabado aquí?
- Porque cuando no miraban y se iban a ir salí corriendo en dirección contraria a ellos y uno se dio cuenta de que me estaba escapando y vino tras de mi. Aunque estaba lejos, tuve que seguir corriendo y de repente vi esta casa abandonada y ahí me encontré contigo.
- Menuda suerte has tenido en encontrarme. Ven, acompáñame que te voy a esconder.
- Guau, un sótano. ¿Vives aquí?
- Sí... más o menos.
Al bajar las escaleras, Blake los esperaba ansioso. Se dirigió hacia Will y le comenzó a ladrar y a lamer.
- Ey chico, ¿cómo estás Blake?
- Will, no sé qué es lo que le pasa contigo pero es que tiene adoración macho jejeje.
- Yo es que soy muy fácil de querer.
- Ya seguro...
- Will.
- Dime Amanda.
- Estaba pensando en que te quedes aquí a vivir conmigo.
- ¿A vivir?
- Me sentí fatal esta tarde cuando me dijiste que estabas sin casa y que volverías a la calle y teniendo en cuenta que te están persiguiendo, me siento obligada a cuidarte.
- ¿Me lo estás diciendo en serio?
- Totalmente Will.
- Oh, muchísimas gracias Amanda. No sé cómo te lo podría agradecer.
- No tienes por qué darme las gracias.
- Amanda, este gesto significa mucho para mí. Dame un abrazo.
Will se abrazó fuerte a Amanda y sonrió de buena gana. De repente le vino el olor del perfume de ella y lo aspiró.
- Que bien hueles Amanda.
- Gracias Will, jejeje. Nunca me lo habían dicho.
- Para todo hay una primera vez, ¿no?
- Jajaja, tienes razón. Mira, son más de la 1 de la noche, debes estar agotado. ¿Me acompañas que te voy a enseñar tu cuarto?
- Vale.
Amanda cruzó el salón y entró en una de las puertas que conducía a un dormitorio individual.
- ¿Te gusta Will?
- Muy bonito. ¿Lo has decorado tú?
- Sí, bueno, entre Eddie y yo...
- Ah. ¿Vivíais juntos?
- Sí.
- Amanda... lo siento mucho.
- Muchas gracias. Siento mucho yo también lo de tu amigo.
- Bah, él se lo buscó. Yo también tengo parte de culpa y me siento mal por lo que ocurrió.
- Pues no tienes por qué sentirte mal, tú no apretaste el gatillo, fue tu amigo.
- Ya lo sé pero... es una sensación que tengo en mi interior.
- En fin, te dejo que descanses. Hasta mañana Will.
- Hasta mañana Amanda.
Amanda salió de la habitación y dejó solo a Will, para que se cambiara y se acostara. Ella, mientras tanto se puso a juguetear con Blake.
Al cabo de 5 minutos, fue a ver si estaba dormido Will y, efectivamente, estaba frito.
- Pobrecillo,-pensó-, ha debido de pasarlo fatal...
Entonces, Amanda se fue hacia las escaleras y subió al piso superior y se asomó por la ventana. Ahí comenzó a dislumbrar a dos chicos discutiendo a voz en grito.
- Will no mentía; decía la verdad.
Amanda se retiró de la ventana y sacó su móvil, marcó un número y seguidamente colgó.
Al cabo de un par de minutos, unas sirenas de policía se escucharon acercándose y ambos tipos comenzaron a correr intentando huir de allí.
Amanda, bajó hasta el sótano y entró en su cuarto, se cambió y se tumbó en su cama. Ahí comenzó a
recordar en la conversación que había tenido con Will sobre Eddie, entonces se incorporó y comenzó a llorar de tristeza por la pérdida de su... compañero.
Estaba sollozando cuando sonó la puerta y entró Will en ropa interior.
- Amanda, ¿qué te ocurre? ¿Te ha pasado algo?
Amanda, rápidamente se intentó secar las lágrimas con el dorso de la mano.
- No me pasa nada Will, es una tontería.
- A mi no me lo parece. Venga, desahógate.
Will se sentó en la cama y puso sus manos sobre la espalda de Amanda y la aproximó a ella.
- Cuéntame qué es lo que te pasa. Sabes que puedes confiar en mi.
Amanda apoyó su cabeza en la de Will y lo miró un poco avergonzada.
- Will, yo...
- ¿Si Amanda?
- No sé...
- Confía en mi, sabes que puedes hacerlo.
- Yo...
CONTINUARÁ...