jueves, 15 de febrero de 2018

A Real Nightmare | Capítulo 1

CAPÍTULO 1


Como buen lunes por la mañana, el despertador sonaba temprano para ir a trabajar. La primavera estaba avanzada, por lo que el calor era notorio y a esta pareja le gustaba dormir sobre la cama.




Mateo se levanta sin hacer ruido para no despertar a su novia, ya que a ella todavía le queda un rato para comenzar su día. Se sentía con muy mal cuerpo, como si un camión le hubiera pasado por encima, pero no podía quedarse en la cama.




Una vez duchado, se pone la ropa del trabajo y se dirige hacia el parque de bomberos, listo para comenzar una nueva jornada laboral.




Al estar cerca de casa, se dirige hacia el parque de bomberos andando y, de esa forma, consigue mantenerse activo antes de que suene la alarma de incendio.




Unos tres cuartos de hora más tarde, se despierta Ainhoa, la novia de Mateo. Mirando a la otra parte de la cama, sonríe pensando en lo cansado que debe estar su chico, pero siempre era el que primero llegaba a su trabajo pese a cualquier inconveniente.




Ella, al igual que su novio, se duchó y se puso la ropa del trabajo. Era cartera y, aunque no era el trabajo de sus sueños, no era de los más duros que existía y tenía un buen sueldo, así que no se podía quejar.



Por su parte, en el piso superior del edificio se encontraban Marco, Luisa y el pequeño Yago. Eran los padres de Mateo y tenían como costumbre levantarse temprano, desayunar y salir de paseo con su perrito.




Normalmente se intercambiaban las tareas y cuando le tocaba hacer el desayuno a Marco, al día siguiente era el turno de Luisa. Así los dos hacían todas las tareas y se las repartían.




A todo esto, Fina, una compañera de trabajo de Mateo, acababa de llegar al parque.
-          Buenos días Mateo. Tan puntual como siempre. ¿Y Esteban? ¿Sabes si ha llegado?
-          No tengo ni idea.




El tal Esteban era otro compañero de trabajo con el que Mateo no tenía muy buena relación. Era el típico tío guapo por el que muchas mujeres se rendían a sus pies, presumido y tozudo. Sobre todo cabezota, ya que por una antigua discusión con Mateo, no le había vuelto a dirigir la palabra a no ser que fuera estrictamente necesario por el trabajo.




Por otro lado, Antonio no paraba de leer las revistas. Pasaba muchas horas en la portería y se aburría mucho, por lo que utilizaba todo ese tiempo para… informarse.




Sobre todo para informarse de qué ropa interior llevaban las modelos, actrices y chicas amateurs que comenzaban en el mundo erótico. Era un viejo y con toda su vida vivida, por lo que le daba igual lo que la gente pensara de él.
-          Ay Dios, qué tetas tiene esta Samantha…




Y en ese mismo bloque, unos pisos más arriba, se encontraba Kiko, uno de los vecinos más desconocidos de allí ya que era un hombre de negocios muy importante y por su trabajo tenía que viajar casi todas las semanas. Pese a ser poco conocido, era bastante querido, ya que siempre tenía palabras amables con todos.




Tras una llamada de teléfono, Mateo corre para avisar a sus compañeros.
-          ¡Incendio en el almacén abandonado Saunders!




Al llegar allí, no había mucho movimiento; era una zona bastante apartada, pero tenían el aviso de que podía haber gente dentro, ya que al ser un edificio abandonado, algunos vagabundos podrían dormir y refugiarse allí.




Mateo comenzó a dar instrucciones.
-          Fina, hoy me acompañarás tú. Debemos asegurarnos de que no haya nadie en todo el edificio así que en marcha. Esteban, tú cúbrenos mojando el edificio con la manguera. El fuego se propaga rápido.




Pero Esteban no estaba de acuerdo con la decisión…
-          ¿Por qué tengo que quedarme fuera?
-          Esteban, es mi decisión. Tú eres el que más fuerza física tiene para sujetar la manguera. Haz lo que se te ordena y calla. Cuanto más tiempo perdemos aquí, peor para las posibles personas que se encuentren dentro, así que ¡corre!




Esteban permaneció fuera mientras que Mateo y Fina entraron en el antiguo almacén.




Al entrar, vieron que había mucho humo, pero que en esa planta no parecía haber indicios de fuego aunque, al ser todo de madera, el riesgo de propagación rápida era mucho mayor.




Esteban iba a regañadientes a coger la manguera, pero se paró antes de abrir el compartimento.




Miró hacia el edificio y vio que había unas escaleras de incendios y se le ocurrió una idea…




Fina y Mateo se dividieron para buscar por la planta baja signos de vida, gritaban y buscaban a alguien que pudiera estar en peligro.
-          ¡Hola! ¿Hay alguien?-preguntaba Fina-.
-          ¿Qué coño estará haciendo Esteban que no está con la manguera?-se preguntaba Mateo-.




Esteban había subido por las otras escaleras directamente hacia el primer piso y ahí fue donde se encontró el foco del incendio.
-          Aquí es donde quería llegar yo…




Al cerrar la puerta, parte del techo se vino abajo, por lo que Esteban tuvo que saltar hacia delante y cayó al suelo.
-          Debo tener cuidado, el edificio se está viniendo abajo…




Pasados un par de minutos, ambos bomberos no encontraron a nadie en ese piso, así que decidieron subir al superior para seguir con la búsqueda.




Mateo seguía mosqueado porque no estaba escuchando la manguera y el humo iba creciendo cada vez más.




Al subir, Mateo advirtió a Fina de que tuviera cuidado al pisar, ya que el suelo era de madera y podía venirse abajo por culpa del fuego. Esteban, al ver que subían, corrió para esconderse y que no vieran que estaba allí para, después, poder bajar sin ser visto.




Mateo veía fuego por muchos puntos, pero no había rastro, de momento, de personas en su interior.




Un fuerte ruido en el piso hizo que todos se alertaran y que resonara por el piso inferior también así que, sin dudarlo, Mateo bajó para ver qué ocurría mientras Fina seguía buscando.




Lo que no se podían imaginar era que Esteban había caído al piso inferior con la mala suerte de que parte del suelo le había dejado la pierna atrapada… Al no estar fuera, el humo continuaba sin parar y el fuego estaba afectando a muchas zonas vitales del edificio, que amenazaba con venirse abajo en cualquier momento…




CONTINUARÁ…

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