domingo, 7 de febrero de 2016

Return | Capítulo 1

¡Hola a todos! Hace tiempo que no publico nada por aquí pero tuve algunos problemas con Los Sims y se me hizo imposible seguir con la historia que estaba creando pero eso ya está solucionado. Al fin puedo publicar una historia nueva y reciente en el blog, una continuación de R.I.F. Si sois nuevos o no sabéis qué historia es, os recomiendo que os la leáis, porque sino esta segunda parte no tendrá tanto sentido para vosotros.
Y una vez dicho todo esto, os dejo con esta nueva historia. ¡Espero que la disfrutéis y nos vemos pronto!

CAPÍTULO 1

Corría el año 1988 y la mañana en Nueva York estaba ya avanzada. Las personas corrían de un lado a otro. El estrés y la ansiedad reinaban en la ciudad.


Entre todas esas personas, había una a la que su vida, estaba a punto de cambiar completamente…


Nuestro ya querido y conocido Fernando salía del trabajo a una hora a la que no estaba acostumbrado. Había sufrido un pequeño mareo unos minutos antes y le recomendaron volver a casa a descansar pese a las negativas de este.


Fernando se montó en su bici y recorrió las calles hasta llegar a su casa.


Sus hijos Estela y Hugo se habían independizado, por lo que Fernando y su esposa Claire se mudaron a esa pequeña casa donde Fernando había vivido en su juventud.
-          Cariño, ya estoy en casa.


Entró en su vivienda pero no había nadie. Fernando se extrañó porque era muy raro que Claire se fuera sin dejarle una nota y menos con toda la casa manga por hombro. La tele estaba encendida pero sin volumen y la comida estaba a medio hacer.


La música estaba sonando en el tocadiscos. Todo estaba igual que siempre, pero Claire no estaba por ninguna parte.


Fernando comenzó a sospechar de que a su mujer podría haberle pasado algo, sin embargo, quiso pensar que había tenido un pequeño despiste y se había ido dejando la casa empantanada.


Terminó de recoger la casa de la mejor forma que pudo. No le gustaba tenerla desordenada.


Después de poco más de media hora, su mujer seguía sin aparecer y ya empezó a mosquearse. ¿Dónde estaría Claire?


Ya preocupado, llamó a sus hijos, (que compartían casa), por si su madre había ido a hacerles una visita a ellos o por si les había pasado algo a ellos también.


Marcó el número y esperó al tono de la llamada.
-          Charcutería Noa, ¿en qué puedo servirle?
-          ¿Estela? ¿Eres tú?
-          No, me llamo Nicole.
-          Venga, déjate de bromas y dime dónde está tu madre.
-          Disculpe señor pero esto es una charcutería. Creo que se ha equivocado de número.
-          Pues lo siento mucho.


Fernando colgó y volvió a marcar los números esta vez fijándose bien si los marcaba bien. Pero, una vez más, contestó esa tal Nicole de la charcutería.


Aquí fue cuando Fernando comenzó a preocuparse de verdad y, montándose en su coche, se fue en busca de su familia.


Paró en el parque y se acercó al puesto de comida caliente al que acudían normalmente tras volver de misa los domingos.
-          Trevor, ¿qué tal viejo amigo?
-          ¡Buenas Fernando! ¿Te pongo lo de siempre?
-          No gracias. Quería hacerte una pregunta.
-          Claro, dispara.
-          ¿Has visto a mi mujer y a mis hijos por alguna parte?
-          ¿Tu mujer? ¿Tus hijos? Jajaja, Fernando, es el mejor chiste que me han contado en años.
-          Déjate de bromas Trevor. Esto es serio.
-          Jajajajaja, Fernando, ¿estás bien? Si todo el mundo sabe que tú nunca te has casado y tampoco has tenido hijos, que yo sepa.


Fernando se quedó paralizado. Todo parecía un complot para hacerle creer que estaba loco. No podía permitir que eso ocurriera.


Volvió a entrar en el coche y se acercó al local de karaoke al que iban en cada celebración. Allí se encontró con la dueña y le preguntó.
-          Hola Vanesa, ¿qué tal? Mira, es que estoy algo preocupado por mis hijos y esposa porque no los encuentro por ninguna parte, ¿los has visto por aquí?
-          ¿Qué mujer e hijos Fernando? Recuerdo perfectamente que hace dos días viniste a cantar una de los Bee Gees y viniste tú solo.
-          Vanesa, no me fastidies que no estoy para juegos. Hace dos días vine con mi esposa Claire y mis hijos Estela y Hugo y estuvimos cantando varias canciones de los Bee Gees.
-          Fernando, no estoy bromeando contigo, te lo digo en serio. Que yo sepa nunca has tenido mujer e hijos. Llevas toda la vida viviendo solo en esa casita en la orilla.


Fernando se quedó en estado de shock. Estaba completamente paralizado. ¿Qué estaba pasando?


Dejando el lugar, volvió a casa en su coche casi a punto de chocarse por culpa de las lágrimas que se agolpaban en sus ojos queriendo salir todas juntas.


Ya en casa no pudo reprimir las lágrimas que salieron todas a la vez. Su llanto era constante. No saber qué había pasado con su mujer, sus hijos y con toda la gente de su alrededor era un agobio que le estaba sobrepasando.


Cuando pudo tranquilizarse un poco, notó que le dolía un poco la cabeza así que decidió echarse un poco sobre la cama para así poder descansar. Tal vez todo lo que estaba viviendo era un sueño y ahora se despertaría en su cama con su esposa al lado.


Fernando se quedó dormido muy rápido y profundamente. Su cabeza comenzó a volar y a soñar. Su cabeza le trajo los antiguos recuerdos de Fernando creando R.I.F. y todo el trabajo que eso conllevó.


El día que presentó a su jefe el proyecto terminado. Esa sensación de felicidad al ver cómo sus sueños comenzaban a hacerse realidad.


Ese pellizco en el estómago al verse perseguido por un hombre desconocido y utilizar la máquina del tiempo sin saber al 100% si con personas humanas funcionaría. Arriesgarse a que Claire fuera con ella y que tuviera que dejar todo atrás por él, por su culpa…


Entrar en la máquina del tiempo y escuchar ruidos, mareos y un sinfín de cosas más.


Fernando abrió los ojos de golpe. Se incorporó en la cama y, sentado sobre ella, se percató de algo.
-          Algo ha tenido que cambiar en mi pasado. Algo que haya hecho desaparecer a mi familia y que todos me tomen por loco. Debo averiguar qué ha pasado y solucionar esto aunque me cueste la vida. ¡R.I.F. volverá!


CONTINUARÁ…

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