martes, 28 de enero de 2014

Capítulo 2 de la Segunda Temporada de "Black Hand"

¡Buenas a todos! ¿Cómo estáis? Espero que muy bien y que vuestras obligaciones profesionales o estudiantiles os permitan pasaros por aquí y pararos a leer un rato, así despejáis la mente un rato que no es bueno pasarse estudiando tampoco jeje. Animaros desde aquí a todos aquellos que estén de exámenes porque todos sabemos que es duro; tenéis todo mi apoyo.
Respecto al capítulo de hoy, se ve a Will en su nuevo destino, ¿recordáis cual era? Efectivamente, era Iraq ^_^  Ahora os dejo con esta nueva entrega y me despido hasta este viernes. Y recordad, nunca dejéis de sonreír =D

SEGUNDA TEMPORADA
CAPÍTULO 2

Will se bajó del avión y cogió un taxi hacia una posada o alguna estancia donde poder quedarse mientras estaba en Iraq.
Al llegar, vio una inmensa mansión frente a un grupo de casas más humildes.


Entró en la posada y ahí el dueño lo recibió.
- Buenos días. Mi nombre es Yaser, ¿en qué puedo ayudarle?
- Hola, mi nombre es Will y me gustaría alojarme en una habitación.
- Ha tenido suerte, nos queda una habitación libre.


- Oh, vaya. ¿Cómo es la habitación?
- Es una habitación muy sencilla, con una cama individual y una mesa de escritorio. También cuenta con un cuarto de baño donde poder asearse.
- ¿Cuánto cuesta el alquiler?
- Son 14 290 dinares iraquíes al día.
- Disculpe, pero no entiendo el valor de la moneda aquí. ¿Cuánto dinero sería en dólares americanos? Verá, soy extrangero.
- Ahora se lo calculo, un momento... Pues son... 12'28 dólares señor.
- Perfecto. Alquilo la habitación.


- La habitación se encuentra subiendo las escaleras y la puerta del fondo es su habitación.
- Muchas gracias, muy amable.
- Para cualquier cosa que necesite, no dude en preguntarme.


Will subió las escaleras y como el casero le había dicho, ahí al final se hallaba la puerta que conducía a su habitación.


Entró en la habitación y lo que vio no le pareció mal del todo.
- Mejor que estar en la calle es, seguro.


Luego abrió la puerta del servicio y aunque era pequeño, tenía lo indispensable para asearse.
- No está mal. Tampoco no se le puede pedir demasiado, teniendo en cuenta lo que cuesta diariamente...


Entonces, vio una ventana que daba a la plaza central y desde allí observó el paisaje.
- Demasiado desértico... Prefiero donde yo vivo, aunque en esa mansión no se debe de vivir mal. ¿De quién será? Y menudo coche...


Will entonces se puso serio y se sentó frente al escritorio; sacó su portatil para ponerse en contacto con Barack Obama, que se encargaba personalmente junto con un equipo secreto de supervisar la misión de Will.
Tras esto, le dejó a Amanda un mensaje en su correo para avisarla de que estaba bien y que había llegado sano y salvo.


Por culpa de la diferencia horaria, 10 horas aproximadamente, Will se cambió y se acostó en la cama para descansar del viaje tan agotador.


Sin embargo, unas 4 horas más tarde, un ruido atronador sobresaltó a Will. Había sonado como una explosión o algo parecido...


Will se levantó y se fue hacia el cuarto de baño para asomarse a la ventana. El coche que había visto anteriormente, ahora estaba consumiendose entre unas grandes llamaradas.
- ¡Que alguien llame a los bomberos!-se escuchaba en la plaza-.


Will se vistió y bajó a la calle para averiguar qué ocurria exactamente.
Allí cerca del coche siniestrado se encontraba un hombre corpulento gritando.
- ¡Al-Mualin, hermano!, ¿por qué?


Will se sorprendió mucho al escuchar ese apellido. ¿Había muerto Mohamed a quien él buscaba?
- Oiga señor, ¿se encuentra bien?


- Debería apartarse más de las llamas, los bomberos están a punto de llegar y no queremos más heridos.


Will se acercó al hombre un poco más e intentó que este le hablara.
- Oiga, ¿cómo ha ocurrido todo?
- Ha sido muy rápido. Mi hermano salía hacia el mercado y justo cuando entró en su coche para irse, todo salió por los aires.
- Dios mío...
- Que Alá lo tenga en su gloria.


- Las llamas están creciendo, debería apartarse o se quemará.
- ¡Déjeme en paz! Se perfectamente lo que hago y quiero estar junto a mi hermano.


Will se retiró de la escena y se dirigió hasta su habitación cuando pasó por delante del casero que se encontraba desde más atrás viendo la imagen del coche en llamas.
- Pobre Ishak, que Alá lo tenga en su gloria. Por cierto, no le tengas en cuenta a Mohamed su respuesta Will, quería mucho a su hermano.
- No ha sido nada.


Entonces, el fallecido del coche era Ishak Al-Mualin, el hermano del jefe de Al-Qaeda y con quien había hablado Will era... ¡Mohamed! Rápidamente, mandó un e-mail para comunicar la inesperada noticia del atentado contra Ishak.


De repente, sonó la puerta y una voz tras ella se escuchó.
- Hola, soy Yaser, ¿se puede?
- Claro, entre Yaser.
- Disculpe que le moleste Will, pero he de decirle algo.
- Por supuesto.
- Usted me ha dicho que es extrangero y solo hay que mirarlo para notar que no es de esta zona, así que le recomiendo que para no llamar tanto la atención se pase por la tienda y compre ropa de paisano, así estará más cómodo y no pasará tanto calor.


- Muchas gracias Yaser. ¿Dónde puedo encontrar la tienda?
- Tengo algunos modelos guardados en una habitación. Si quiere alguno solo tendrá que decírmelo y se lo venderé a un muy buen precio.
- De eso no hay duda. Iré en un momento.
- Muchas gracias. Hasta ahora.


Yaser se retiró de la habitación de Will y este volvió a abrir su correo para leer la contestación del gobierno.
Will, nos alegramos inmensamente de esta noticia. Ya has localizado a Mohamed y dado que su hermano Ishak ha fallecido está más vulnerable que nunca. Intenta ganarte su confianza y una vez que la tengas, acaba con él. Un consejo, no llames demasiado la atención y no olvides comentarnos cualquier novedad.


Will bajó y le compró a Yaser la ropa autóctona. Una vez hecha la compra, subió de nuevo a su habitación, se cambió y se acostó en la cama.


Mientras tanto, Mohamed, el jefe de Al-Qaeda, iba hacia el cementerio para realizar la sepultura a su hermano como mandan las costumbres religiosas.
- Estos israelitas han matado a mi hermano y es lo último que les permito. Les voy a meter en la Guerra como me llamo Mohamed Al-Mualin.



Ya cuando caía la tarde, Will se despertó y se asomó por la ventana donde pudo ver andando a un ritmo bastante despacio a Mohamed. Con valentía, decidió bajar y entablar relación con él.


- Señor,-dijo Will-, siento mucho lo ocurrido con su hermano. Ha sido una gran perdida.
- Muchas gracias. ¿Tu eres el chico de antes?
- Sí señor.
- Siento mucho mi comportamiento con usted. Espero logre que me perdone.
- Es normal que reaccionara así. Yo perdí en un accidente a mis padres cuando era pequeño.



- Oh, lo siento mucho. Tuvo que ser muy duro para usted,-dijo Mohamed-.
- Y tanto...
- Bueno, ¿le parece que hablemos mientras damos un paseo?
- Claro.



Ambos comenzaron a caminar uno junto a otro.
- Y bien, no le he visto nunca por aquí. ¿Es la primera vez que está en este país?
- La verdad es que sí. Desde hace unos meses, me ha entrado curiosidad por conocer distintas culturas e indagando, me ha llevado hasta aquí.
- Qué interesante, ¿de dónde es usted?
- Soy norteamericano.



En ese instante, la cara de Mohamed cambió radicalmente y la sonrisa desapareció para dar lugar a una mirada penetrante e intimidadora.
- ¡¿Es usted norteamericano?!




                                     CONTINUARÁ...

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